🍿 Capítulo 26 🍿

— ¡Hey, mamá! —Eun Bi corrió a la habitación de sus padres— Falta poco para que llegue...

La cama estaba hecha, los libros y ropa en su debido lugar, los padres de Eun Bi habían salido de paseo sin decirle a su hija. Ambos sabían que cuando un amigo de ella iba a la casa significaba que tendrían que irse. Si no, su propia hija los echaría de casa.

—Perfecto, —se dijo a si misma— debí decirles que no tenían que irse.

Preparó su habitación con los pocos ánimos que le quedaban, no quería estar en la sala con Jungkook, era muy luminosa y blanca, además la pantalla de su habitación era más grande.

Por su parte, Jungkook iba casi trotando a la casa de Eun Bi. Rezaba a los dioses existentes e inexistentes para no toparse con nada ni nadie desagradable, y eso incluía a sus compañeras de clase, las cuales casi lo secuestraban al verlo caminando por ahí.

¿Eun Bi tendrá novio? Jungkook pensaba que era muy rápido para decirle a Eun Bi que había ido por ella, y creía que se asustaría tachándolo de psicópata. Creo que no será hoy. Acomodó su cabello una vez frente a la casa de los Hwang, no le tomó importancia al tamaño o a como lucía, solo quería ver a su crush saliendo. Luego de una crisis existencial tocó el timbre, el cual sonaba como una canción navideña.

—Espera un segundo, —una voz proveniente de la contestadora lo sobresaltó— ya voy.

Eun Bi se aseguró de que la ropa interior estuviera en su lugar, no quería pasar una situación extraña y vergonzosa por culpa de un sostén en el piso u otra prenda. Aunque unas bragas rosadas se escaparon de su vista, estaban ocultas debajo de las sabanas.

Abrió la puerta topándose con su nuevo amigo, quien estaba distraído de espaldas observando una escena peculiar: una pareja riendo, la chica cargaba al chico como si fuese una pluma ligera.

—Bienvenido —saludó Eun Bi al ver que Jungkook seguía viendo a los sujetos— ¿vas a entrar o prefieres que traiga una silla hasta acá para que sigas en tu viaje astral?

—Ah no, —rió nervioso— perdona no había notado que habías salido, la puerta es silenciosa.

—Pasa. —Eun Bi sonrió ocultando su emoción por haberlo escuchado reír, luce como un actor.

Platicaron un poco de las tareas, malos profesores y finalmente comida. Hasta que el silencio inundó aquella casa. Eun Bi seguía esperando las palomitas del microondas, tenían que hacer varios paquetes porque le encantaban las palomitas de queso con habanero.

Jungkook se debatía entre si decirle o no a su nueva amiga acerca de lo que había visto esta mañana, creía que se ofendería, o quizá agradecería por tal información. Abrió la boca para decir algo pero el pitido de la máquina lo silenció.

— ¿Ibas a decir algo? —Eun Bi metió otro sobre dentro del microondas.

—No, bueno sí,—Jungkook dudó— pero...

—Te escucho. —Eun Bi sonrió creyendo que diría cuan bonita era o talentosa, porque esa mujer tenía su autoestima mucho más grande que sus pechos, a decir verdad.

—En la mañana, —comenzó— iba a hablar con el director porque planeo cambiarme de club, y antes de que entrara se escuchaban sonidos muy extraños...

— ¿Extraños? —Eun Bi estaba confundida.

—Como si, uhm, —Jungkook no quería decir exactamente lo que había escuchado, pero Eun Bi se lo dificultaba— como cuando te duele algo y lanzas quejidos, pero más así...

—Ah, gemidos. —Eun Bi asintió como si estuviese hablando de algo normal, aunque era normal entre una pareja.

—Si, algo así. —Jungkook prosiguió— Luego me oculté cerca de un muro, y la chica nueva salió de la oficina del director acomodando su cabello, así que supuse que...

—Entiendo. —Eun Bi lo interrumpió, sabía que a Jungkook le avergonzaba tocar ese tema— ¿La nueva dices?

Eun Bi se emocionó por dentro, sabía que tenía algo para amenazarla y hacer que abandonara el colegio. Su plan estaba siendo creado mentalmente, incluso estaba eligiendo las palabras que usaría delante de ella, hasta que Jungkook negó con la cabeza.

—No es la nueva de la que todos hablan, es una que llegó hace poco, la he visto mucho con tus amigas y contigo.

— ¿Kanhi? —Eun Bi hizo una mueca de desagrado, pensándolo bien, ella si es capaz de hacer algo así— No me sorprende, nos dijo un montón de cosas que hizo en el convento, es una chica muy... necesitada.

—Vaya. —Jungkook bajó la mirada.

—No creas que la juzgo, ella misma se dice ser una... —Eun Bi se arrepintió de decirlo— En fin, el punto es que no me sorprendería que la expulsaran por algo así.

—Ni a mi. —Jungkook suspiró.

— ¿La conocías antes?

—No, es solo que seguido se me acerca para decirme que si sé como aplaudir sin las manos, luego se ofrece a enseñarme y pienso que se refiere a algo perverso. —Jungkook se cruzó de hombros.

—Está loca, —sonrió con sarcasmo— las chicas normales no invitan así a los chicos. Le diré que no te moleste más.

— ¿Entonces me invitaba a una cita? —Jungkook trató de relacionar los aplausos con las citas, aunque no le encontró sentido— Debió haberme dicho si salía con ella y ya, no había necesidad de un acertijo sin sentido.

— ¿Qué? No, Jungkook, a eso no se refiere.

Santo Dios, ¿por qué me mandaste a un hombre tan bueno e inocente para mí? Eun Bi sonrió para si luego de reír por la conclusión a la que llegó Jungkook.

Mientras que Jungkook reía a la par aún sin entender a que se refería.

—No hay que pensar en eso, mejor vamos a ver películas~ —Eun Bi guió a Jungkook a su habitación luego de tomar las frituras— ¿Tienes una en mente?

—Uhm, un amigo me recomendó una. —Dijo contento, su amigo le había dicho que era la mejor película que pudiese ver en la tierra.

— ¿La pones tu? —Eun Bi dejó las cosas en la cama— Iré por jugos, ¿quieres algo en especial? No sé, jugo, cola, leche de plátano...

— ¡Leche de plátano! —Exclamó sonriente.

—Bien, ya vuelvo. —Eun Bi dejó a Jungkook para ir por la leche de plátano y jugo de manzana.

🎬


Ambos no tenían palabras para describir aquella película, era hermosa, y las lágrimas acumuladas en los ojos de cada uno lo demostraban.

Jungkook sorbó su nariz llamando la atención de su amiga.

—Es muy... hermosa. —Comentó Eun Bi sin apartar la mirada de los créditos que bajaban en columnas en la pantalla.

—Es triste, hermosa y divertida, un combo completo. —Jungkook limpió sus lágrimas, notó que Eun Bi lo observaba atenta— ¿Qué?

— ¿No te avergüenza que llores frente a una chica? —Eun Bi tenía curiosidad por saber a donde se había ido la timidez de Jungkook.

—No, bueno, eres mi amiga, ¿por qué tendría que avergonzarme de que me vieras llorar?

—Normalmente así es. —Eun Bi se recargó en el hombro de Jungkook— Me caes muy bien, no se ve que seas de esos machistas que evitan llorar aunque quieran hacerlo solo porque hay una mujer frente a ella.

—Digamos que no me importa ponerme la máscara del estereotipo de "hombre" frente a ti porque eres de confianza. —Sonrió.

—Me alegra escuchar eso. —Eun Bi rió— Eres muy tímido, pero en pocas horas se te pasa.

—Si, lo sé. —Asintió sin saber que decir.

— ¿Quieres jugar algo? —Eun Bi se levantó para tomar una de las sabanas y envolverse con ella.

Las bragas rosadas terminaron alado del muslo de Jungkook, quien no lo había notado. Su rostro se ruborizó al ver que casi las tocaba al acomodarse bien mientras seguía hablando de lo mucho que le gustaban los videojuegos.

Jungkook notó que Eun Bi no le ponía atención por ver algo en el suelo constantemente. Iba a voltear pero su rostro percibió el tacto de la mayor. Sus rostros tenían una cercanía que no incomodaba a Jungkook, lo cual le pareció confuso. Su mirada se dirigió a sus labios rosados por brillo labial, eran tentadores para él.

Su rostro se acercó lentamente, quería saber que se sentía besar esos bellos labios. Hasta que Eun Bi se alejó con su rostro sonrosado.

—Perdona. —Eun Bi sonrió nerviosa.

—Oh, sí. —Asintió sin saber que decir.

— ¿Vamos a hacer la ramen que trajiste? —Sugirió Eun Bi arrojando las bragas abajo de la cama sin que Jungkook lo notase.

Jungkook fijó la mirada en un libro, era tan conocido para él que no se limitó a simplemente verlo, se levantó a tomarlo. Sin embargo, desconocía que Eun Bi ocultaba fotos de él entre las páginas del tercer volumen.

La menor se apresuró a inclinarse sobre él para evitar que si quiera tocara ese webtoon.

Y, aunque suene cliché, ambos perdieron el equilibrio y cayeron al piso. Jungkook comenzó a reír.

— ¿Qué es? —Buscó la mirada de Eun Bi— ¿Tienes fotos de chicos sin camisa ahí?

—No, —se sentó inconscientemente sobre los muslos de Jungkook— es mi webtoon favorito y es la primera edición en físico, la cuido mucho.

—Solo quiero verla. —Insistió Jungkook sonriente.

—No, no. —Negó jugando con sus manos y las de Jungkook.

Eun Bi le impedía levantarse, así que no tuvo más remedio que cambiar de posición y sujetar las manos de esta a los lados de su cabeza. Ambos reían, pero dejaron de hacerlo al ver la posición en la que estaban.

El rostro de Eun Bi se calentó, ahora estaba segura de que lo haría. Y esta vez lo iba a permitir. Sus labios se rozaron antes de unirse en un cálido y suave beso. La lengua de Eun Bi se adentró en la cavidad bucal de Jungkook, haciendo que escapara breves suspiros.

Los mechones de Jungkook eran jalados suavemente, ambos nunca se habían sentido de esa forma. Y, tal como una madre suele interrumpir los momentos románticos de sus hijas o hijos, un trueno resonó por la habitación.

Ambos se separaron al ver que la luz se había esfumado, dando a entender que el clima estaba a su favor. Jungkook sonrió abrazando a la menor. Estaba feliz de poder probar esos labios que ansió desde la primera vez que la vio.




——¿primer beso?
uhm, yo sí uwu

¿ya les dije que los amo? aww

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