—Es ridículo e infantil. —Soltó Yoongi con honestidad.

—Lo mismo pensé. —Asintió la menor.

Ambos daban sus opiniones de la película frente al televisor. Si bien no era una película del todo infantil, tenían puntos de vista, aparentemente, similares. La idea de ver una película había sido de Yoongi, la película era por Umji, quien mintió diciendo que se la habían recomendado, cuando en realidad era su película favorita.

—Oh, —Yoongi sacó algo del bolsillo— traje esto para ti.

Umji tomó la barra nutritiva. Aquella que Yoongi le daba todos los días al verla por las manabas hace dos años. Los recuerdos dulces hicieron que una sonrisa iluminara su rostro. Una barra de arroz inflado cubierto con yogurt de fresa y almendras en pequeños trozos, las favoritas de la menor y altamente nutritivas.

— ¿Todavía te acuerdas? —Su rostro giró automáticamente.

—Simplemente creí que te gustaría alguna, no seas tan melancólica. —Rió.

Bien, melancólica mi trasero. Umji se levantó del sofá, se sentía patética. Claro, él nunca querrá que todo sea como antes, ¿cómo pude creer que algo había cambiado? Tomó su mochila sin importarle a donde ir, después de todo, su padre poseía más de 40 edificios clínicos, dinero no le faltaba.

— ¿Vas a alguna parte? —Sonó como si fuese su padre.

—Iré a la mierda antes de que tu me mandes. —Sonrió sarcástica.

—Perdona. —Evitó el contacto visual.

Umji tardó en reaccionar, aquel chico que la rechazó amargamente ahora se disculpaba de su actitud arrogante.

El orgullo ya estaba herido. Yoongi escondió el arrepentimiento que reflejaban sus ojos. Porque él se lamentaba haberla tratado así.

—Linda noche, Min. —La menor estaba a punto de irse.

—Quédate conmigo. —Se levantó de aquel sofá tirando su saco de orgullo a alguna parte de la habitación.

La mirada suplicante de Yoongi hacía dudar a Umji. ¿Sería tan malo pasar una noche con él? Los pensamientos salieron disparados a crear distintos escenarios imaginarios. Como si fuera un comando, asintió. Poco a poco se adentró a la habitación, sabiendo que estaba siendo una fácil por caer tan rápido a una propuesta masculina.

— ¿Tienes hambre? —Yoongi huyó a la cocina antes de que Umji viera sus mejillas teñidas ligeramente de rojo.

—Japchae. —La sonrisa de Umji apareció.

—Bien, será japchae y twigim, ¿te parece? —Sus manos se movían de una forma ágil con los ingredientes.

— ¿Consientes así a todas las chicas que vienen a tu apartamento?

¿A qué viene esa pregunta? Yoongi no sabía que decir, en realidad, Umji estaba pensando en voz alta. No hubo respuesta por unos segundos, hasta que la risa silenciosa de Yoongi llamó la atención de la menor.

—Solo a las chicas que pierden sus llaves, se masturban en mi habitación y comen barritas de yogurt de fresa con almendras, y ¡vaya!, ¿te suena conocida?

Umji repartió golpecitos leves en su hombro mientras el mayor reía divertido de lo nerviosa y avergonzada que se había puesto.

— ¿Me escuchaste? —Umji cubrió su rostro avergonzada.

—Depende, ¿en tu primero o segundo clímax? —Bromeó.

—Idiota, ¡no pude aguantar! —Dijo en su defensa la menor.

Ambos reían a la par. La mirada de Umji se perdió en aquella risa que extrañaba, sus labios delgados elevándose mientras movía sus hombros de una forma adorable. Aquellos sentimientos que estaban empolvados y llenos de telarañas en un rincón de su corazón estaban volviendo a relucir.

Aquella flor de amor que creía marchita estaba volviendo a florecer.

——solo quiero disculparme,
me siento del caño y pues no había
tenido ánimos de actualizar.

⤴⤴ Y quiero decir que Adam es
una persona tan hermosa que me
motivó a actualizar, i lov'ya y
cuiden a sus novioz antes de que
anden en las esquinas buscando culos.

besito, besito, muak ♥

mi exnovio vale verga,
sigo siendo escritora ↗↗