—No sé porque me gusta, —Eun Bi jugaba con su paleta en la mejilla, empujaba el caramelo hacía un lado y el otro— ni siquiera tiene tatuajes.

Jungkook apenas iba saliendo de su club de arte, Eun Bi lo mantenía en la mira como un halcón con su presa. Lo estaba cuidando de Yu Na y otras raras ineptas que se le pudieran acercar.

— ¡Jungkook-ah! —Gritó desde la ventana.

El salón de arte estaba en la tercera aula, así que era fácil para Eun Bi verlo desde la ventana del pasillo. El chico se detuvo con su obra maestra en mano, una pintura de girasoles al estilo surrealista.

El corazón de Jungkook latió un poco más de lo habitual al escuchar dicha voz, se giró para toparse con aquella hermosa chica sentada en la ventana del club de danza. La clase de danza terminó hace una hora, y yo soy el último de artes en salir, Jungkook creó sus teorías en menos de dos segundos, ¿estuvo esperándome?

— ¿Tienes cambio de 10 000 wons? —Estiró el billete con una sonrisa.

Esa era la mejor forma de ocultar que ella esperaba por el menor, según la creatividad de Eun Bi. Jungkook revisó sus bolsillos algo apagado. Por un momento creí... ¿qué cosas pienso?

—Perdona, —se acercó— también tengo un billete.

—No importa, ¿terminaste tu clase?

—Ah, sí. —Asintió sonriendo.

—Te acompañaré a casa, no es bueno que un niño camine hasta casa solo.

—Uhm, claro. —Dudó.

Eun Bi no era de las chicas tímidas, más bien era de aquella que no se andaba con rodeos.

Ambos caminaban juntos bajo el clima cálido del verano. Las hojas caídas dando a entender que casi llegaba el invierno crujían al ser aplastadas por los talones de ambos. Jungkook estaba rojo como un tomate, pero más bonito. Eun Bi también estaba nerviosa, más no incómoda.

— ¿Hace cuánto te regresaste de Nueva York? —Preguntó curiosa.

—Desde que entré, —asintió— fue un intercambio, aparte quería estar con mis amigos, será mi último año en la universidad y quiero pasarla bien.

—Genial, y ¿te quedarás? —Eun Bi sonrió ilusionada de todo lo que podrían hacer juntos.

—Creo que sí, ya me he acostumbrado bastante aquí en pocos días, me encanta Gangnam.

—Vaya, a mi también.

Jungkook sonrió levemente, no quería que Eun Bi lo malinterpretara.

Ir a la playa de Busan en verano, pollo y cerveza los fines de semana, karaoke los miércoles... ¡La cabeza de Eun Bi se llenó de distintos escenarios imaginarios junto a él! Esperaba con ansias las vacaciones.

Caminaban por las calles transitadas por familias, niños y jóvenes de regreso a casa luego de una larga mañana de estudios. Una chica se abalanzó del brazo de Jungkook, era su hermana menor.

—Oppa, —sonrió a Eun Bi— ¿no vas a presentarme a tu novia?

—No-no es mi novia. —Jungkook se sonrojó tímido.

—Ay no mames, Jungkook, —la menor golpeó el hombro de su hermano— yo ya te llevé como a quince machos a la casa, ¿y tu no puedes confesarte a una chica todavía? El perro de la calle con roña tiene más suerte que tu, ¿sabes cuantas perras se ha cogido? ¡Incluso está lisiado el pobre!

La mayor comenzó a reír mientras aplaudía a la vez, la pequeña Jeon era muy divertida. Jungkook solo le daba leves golpecitos para que parara.

—Tal vez Jungkook no me ha presentado correctamente...

—Ni siquiera me dijo tu nombre, solo sé que tienes novio. —Bromeó Eun Bi a pesar de que era cierto.

—Soy Jeon Junghwa, estudio en SOPA y tengo 18 años, —sonrió— al que viste en Pink–land es mi novio, Hueningkai, o simplemente Kai.

— ¡Creí que eras mayor! —Cubrí mi boca asombrada.

—Parezco una niña tierna, pero no es así. —Se alejó un poco— ¡Hermano ya no soy virgen!

— ¡Jeon Junghwa! —Jungkook dejó atrás su mochila para ir tras ella.

La menor corría riendo mientras agitaba las manos, hasta que tropezó con un chico. Y, por primera vez en su vida, Eun Bi fue a ayudarla en vez de quedarse viendo riendo a carcajadas. Aunque la caída era graciosa.

La ayudó a ponerse de pie, el chico acomodó los tirantes de su mochila mientras recogía la de Junghwa. Hasta que se dio cuenta que era su novia, una sonrisa iluminó su rostro. Es bastante lindo, Eun Bi sonrió creyendo que le sonreía a ella. Pero entendió que veía a Jeonhwa al ver que le ayudó a sacudirse de la tierra del pavimento.

— ¡Bebé Kai! —La menor saltó abrazando la cadera del chico con sus piernas, el cual respondió rodeándola con sus brazos dando leves giros.

— ¿Estás bien? —Jungkook se notaba preocupado por su hermana menor.

—Con mi bebé estoy bien, —se bajó de la cintura de Kai— unnie él es mi novio, del que te platiqué.

La diferencia de estatura entre Kai y Junghwa era enorme, casi 40 centímetros calculaba Eun Bi.

Jungkook le clavaba la mirada a su dongsaeng casi hasta perforarlo sólo por tocar la mano de Eun Bi para saludarla. Ambos chicos hicieron una modesta reverencia.

—Kai, ya le dije a mi hermano, así que ya no te sientas culpable...

Los tórtolos enamorados aceleraron un poco el paso, porque Junghwa quería alentar a su hermano a que hablara a solas con Eun Bi. Jungkook no tuvo tiempo de detenerla.

—Son lindos. —Eun Bi los señaló.

—Sí, —afirmó inseguro— llevan bastante siendo novios, casi dos años.

— ¿Ella es mayor que él? —Preguntó Eun Bi dejando ver su lado víbora.

—Tiene 24, y Junghwa acaba de cumplir los 18, una razón por la cual aún no me acostumbro a verlos como una pareja normal.

— ¿Qué tiene de malo? —Eun Bi se detuvo en media calle— Hay chicos que les gustan las mujeres mayores, hay de todo ahora, tengo una prima que le gustan, literalmente, los perros.

—Lo sé, pero es raro. —Jungkook observó a su hermana junto a su novio a lo lejos— Tengo miedo de que le rompa el corazón, ella parece que no le importa nada, pero le toma mucha importancia a lo que ama, sufre mucho cuando llega a perderlo y no quiero que ese tipo tenga que comprobarlo.

—Si lo hace te acompaño a darle una paliza. —Eun Bi sugirió.

—No solo una paliza, también una esterilización gratis. —Sonrió malvado.

Mientras tanto
a unos metros de ahí...

—Sentí algo raro. —Kai se acomodó el pantalón, había sentido una sensación extraña en su miembro.

— ¿Qué fue? —Junghwa rió— seguro mi hermano amenaza otra vez con patearte el trasero, ¿qué habrá dicho esta vez?

—Quizá algo relacionado con mi "amigo". —Kai sintió escalofríos.

—Así que, ten cuidado porque si me rompes el corazón valiste verga.

—Mi hermana también dijo que te arrancaría las greñas una por una si tú me lo rompías a mí. —Kai rió al ver la mueca de indignación por parte de su novia.

—Uy sí, —alegó— pero que a ella no le hagan nada por cogerse al novio de todas sus amigas en secreto. Esa cabeza de aire no me va a tocar ni un solo cabello.

—Porque yo te voy a defender. —Kai besó la mejilla de la menor.

—Y yo te voy a dar bien duro antes de que te esterilicen. —Junghwa besó los labios de su novio sonriente— No vas a poder levantarte de la cama.

— ¡Jeonhwa puedo escucharte! —Su hermano volvió a correr detrás de ella mientras esta huía en la espalda de su novio.