🌌 Capítulo 19 🌌
Umji había llegado a casa luego de su clase de baloncesto. Tenía mucho en que pensar, además de otros "proyectos" que le había dado Eun Bi.
Apenas subió las escaleras y ya se había encontrado con algo desagradable. Kim So Ra, una de sus primas había pasado a visitarla, y vaya que no era una grata sorpresa.
—Hola, Umji~ —su voz cariñosa hizo que la mencionada rodara los ojos de fastidio.
—Solo dime que quieres y vete, —la pasó de largo- estoy cansada.
—Necesito que me ayudes con algo, realmente te necesito. —La voz de su prima mayor se hizo más seria— Hay un chico...
—Oh, —la interrumpió— ¿y porque hay un chico implicado debo ayudarte?
—Tú dijiste...
—Estoy muy ocupada como para tus niñerías, So Ra, —Umji buscó las llaves en su bolsillo— no me importa si tienes problemas o no, yo también los tengo y no le pido a otros que los resuelvan por mí.
—Me dijo que te conoce, —esta vez fue la mayor quien habló— escucha, sé que dijiste que lo olvidara, pero no puedo hacerlo.
— ¿Sigues saliendo con él? —Umji le lanzó una mirada fría— Que idio...
—Sí, búrlate. —So Ra estaba a punto de llorar— Sigo amando a un chico que sigue culpándose del pasado dejando de lado el presente, pero no puedo dejar de hacerlo. Lo único que quiero es que hables con él, y le digas que lo perdonas por lo que te hizo en el pasado, ¿sabes cuanto sufre por tu culpa?
—No. —Umji negó con la cabeza, no quería seguir escuchándola— No lo perdonaré, así que deja de buscarme o llamarme, a menos que quieras una orden de alejamiento.
—Fucking daddy's girl. —La mayor dejó salir sus raíces americanas.
—Go away, dink. —Sonrió ante el apodo, el cual había hecho relucir el pasado de su prima.
So Ra la dejó ahí, había perdido una vez más contra su prima menor. Dink era el apodo que le habían dado a So Ra por haberle hecho un oral al director de su universidad y a dos de sus profesores solo para que aprobara sus exámenes y tener su título de doctorado.
—Perfecto. —Umji se percató de que no tenía sus llaves.
Kanhi le había quitado las llaves de su apartamento solo porque no le había ayudado en su examen de ingles. Se sentó en el piso para sacar su iphone con funda de peluche rosa.
Llamó a quien creía que estaba en casa siempre, Eunha. Bunnie siempre está en casa jugando videojuegos, rara vez sale, y si lo hace tarda menos de 10 minutos en llegar a casa. El correo de voz le avisó que no estaba disponible.
Segunda opción: Yerin unnie.
— ¿Umji? —Su unnie no tardó en responder.
— ¡Yerin unnie! —Exclamó la menor con sus esperanzas recobradas— Por un momento creí que no contestaría.
—Uhm, no... ¿qué pasa?
—La tonta de Kanhi robó mis llaves y ahora estoy afuera de mi apartamento, ¿está en casa?
—Sí, pero voy a tener visita. —Yerin sonrió pícara a pesar de que la menor no podía verla— Sabes, escuché que Yoongi-ssi vive en el mismo edificio...
—No. —Se apresuró a responder.
Yerin era la única que conocía la trágica historia de amor de Ye Won y Yoongi. Umji maldijo en su mente por haberle contado eso a Yerin, quien la alentaba a hablarle de nuevo a su excrush.
—Le preguntaré a mis contactos solo... espera... un segundo. —Yerin buscó entre sus contactos a "seagull", su fuente de información humana.
—Puta madre. —Umji escuchó como la llamada se cortaba, su celular había quedado sin batería.
Buscó rápidamente su cargador en la mochila, lo conectó al enchufe del pasillo y trató de llamar a Yerin de nuevo. Pero la mayor no tomó la llamada, lo que le dio a pensar a Umji que su visita ya había llegado.
— ¿Esperas a alguien, líder? —Yoongi la observó sonriente.
Lo último lo dijo con sarcasmo, ya que Umji les pedía a los del club de baloncesto que la llamaran así. Y Yoongi no era excepción. La menor levantó la mirada sin interés.
—No te importa, Min. —Sonrió con sarcasmo.
— ¿Quieres entrar al mío? No es que sea víbora pero vi a Kanhi con las llaves de tu apartamento. —Umji se levantó luego de desconectar su cargador, Yoongi analizaba cada uno de sus movimientos— ¿Te las robó?
—Solo porque me negé a pasarle algo de ingles, ¿voy a entrar o no? —Umji se colgó la molesta mochila en su hombro.
—Sígueme. —Le indicó con la cabeza la dirección a la que irían.
—Siento que estoy jugando Habbo. —Umji susurró para sí siendo ignorada por el mayor.
Yoongi abrió la puerta de su apartamento, el aroma a hotel llenó las narices de Umji. Amaba ese olor. Se apresuró a arrojar la mochila en el sofá, sacó una blusa y una falda de cuadros.
—Tomaré una ducha. —Umji señaló una de las habitaciones— ¿Ahí es?
— ¿Acabas de decirme una insinuación sexual? —Yoongi rió al ver que sus palabras hicieron que la menor se sonrojara.
— ¡Claro que no! —Negó entrando a la habitación.
¿Qué babosadas dice? Umji se quitó el uniforme quedando en ropa interior, aquella de Victoria Secret que tanto le había gustado cuando la vio.
Entró al baño cerrando la puerta detrás de ella, su reflejo en el espejo llamó su atención. El sostén resaltaba sus pechos haciendo que se notara su volumen. Sonrió.
—Gracias, Dios, por este cuerpo hermoso que me diste. —Agradeció juntando las palmas de sus manos.
Le alabas a Dios pero estás a la entrada del infierno, niña, su subconsciente hizo que soltara una sonrisa. Porque tenía razón, pensaba en una escena en la que Dios le preguntaba "¿Disculpa quién eres tú? Creí verte con el demonio".
En fin, Umji entró a la ducha mojando sus cabellos y entero ser, tallando su cuerpo como si así se le quitara lo perra que se le pudo haber pegado.
Salió del baño con una toalla que "tomó prestada" a Yoongi.
Suspiró sintiendo como unos brazos la rodeaban haciéndola ver pequeña.
Sus ojos se cerraron en automático.
Las leves caricias que la lengua de Yoongi le daba en su cuello la hacía suspirar y preguntarse porque no se lo había permitido antes.
Sus bocas compartiendo el sabor del brillo labial de Umji mientras escuchaban los sonidos húmedos que estos emitían.
Él admirando la belleza de la creación de la mujer, ella sintiéndose en el borde de la euforia por los besos y lamidas que Yoongi repartía en sus rosados pezones erectos.
—Maldita sea, solo fóllame. —Umji sonrió ante la atrevida confesión de desesperación que la menor dejo escapar sin pensar.
Yoongi explorando la entrada de la pequeña con su miembro, haciéndola gemir su nombre.
Umji apegándose más a él para que tuviera más espacio.
— ¡Kim Umji! —una voz masculina.
La mencionaba abrió los ojos a tope, se estaba masturbando en la habitación de Yoongi lanzando pequeños gemidos. Se vistió de inmediato dudosa entre si debía contestar o no.
— ¿Q-qué quieres? —Trastabilló al ver sus fluidos en sus dedos.
—Iré a comprar cosas, no habrás a nadie y no esculques mis cosas, ¿okey? —El mayor no quiso incomodarla, no quería preguntar por lo que había escuchado, así que lo dejó pasar.
—Un juguito. —Dijo sin saber que pedir.
—Bien, ya vengo.
Tonta, tonta, tonta, se repitió a si misma dándose golpecitos en la frente.
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