— ¡Hija de su madre! —Exclamó So Jung sin vergüenza alguna.

— ¿Qué? —la de cabello corto habló sin apartar la mirada del móvil en el cual jugaba overwatch— ¿Te quitaron a Taeil otra vez?

—Siempre me lo ganan, sobre todo la estúpida esta: Kim Da Som, hasta su nombre da asco.

Taeil había roto el corazón de muchas chicas, y contando, pero Sowon no había encontrado el momento preciso para destruirlo con sus encantos. Su exnovia regresaba con él en pocos días de una relación fallida con otra de montón.

—Ja, toma eso, cookieejeon. —Eunha había ganado la partida.

— ¿Eun Bi fue por Il yeong? —Su preocupación aumentaba cada minuto por su amiga— Escuché que ese tipo las lleva a la cama el mismo día, ¿crees que lo haga?

—No sé, pero... —comió un par de palomitas acarameladas— lo hace o no, debe quedar destruido.

—No creo que logre tocar a Eun Bi, esa perra está loca. —Ambas reímos recordando el meme.

— ¿Te acuerdas de Mingyu? —La chica bloqueó su celular— Me ha estado mandando mensajes, y parece arrepentido por lo que pasó.

—Arrepentido, mi culo. —Sowon rió escandalosa sin notar la expresión de la menor— Escucha, Eunha, ese hombre hizo que te arrastraras por él, y te partiste la espalda siendo una buena novia, ¿y lo apreció?

—No, pero... —Eunha bajo la mirada.

—Pero nada, ese chico debe irse al gehena, ¿verdad?

—Supongo que sí. —Dijo la menor no muy convencida, aunque no quería llevarle la contraria a su mayor.