10- Aguafiestas

¿Hace cuanto no disfrutaban de ello?
Su momento a solas, su oasis de pasión y amor. Sofocos de besos, caricias sensuales, la mirada increíble que depositaba su amante, ante aquellos momentos de calor y... Cuando su mano recorría libremente su anatomía, dándole a Aleix un momento de éxtasis.
Esos momentos....estaban casi pronto a ser vividos una vez más.

—¡¿Cómo?! —Alguien estaba incrédulo, ante una negación, dura y agría...
—Eso dije, no podemos ir. Tienes que dejar ese viaje para más adelante —Negó Marlene, con aquella mirada mustia, sin ninguna pizca de delicadeza.
—¡¿Sabes hace cuanto he estado planeando este viaje? He estado ahorrando, e incluso trabajando horas extras —Soltó con indignación, moviendo las manos exagerando más el asunto.
Se había esforzado... Todo por ella, y ahora... Le clavaba aquella puñalada por la espalda.
—No puedo, tengo una entrevista mañana, firmaré autógrafos para mis fans, y además, he quedado con Hector —Dijo sin tapujos, centrando su mirada en la pantalla del ordenador. Sus dedos no se habían dejado de mover, ni aun ante el disgusto enorme de su marido.
—¡Para! —Le salió un tono, de alguien que ya estaba harto. Harto... De la forma frívola en la que Marlene siempre aplastaba todas sus ilusiones —¡Deja eso y habla conmigo!
Marlene levantó lentamente las manos del teclado y ojeó a su marido por el rabillo de los ojos, con aquella molestia suya —No hay más nada que hablar, ya te dije que no puedo.
—¡Por Hector! —Le reclamó posando su mano sobre uno de los hombros de la joven.
Marlene fruncio el ceño —Me haces daño.
La mano de Aleix había comenzado a apretar el hombro, sin siquiera darse cuenta.
—¡Todos nuestros planes propuestos por un escritor de quinta!
—Primero, no son mis planes, "son tus planes"; segundo, no es " sólo" por Hector, te he dicho que tengo una entrevista y firma de autógrafos —Inquirió dando suaves golpes sobre el escritorio, con la punta de los dedos —Así que, es por trabajo, asuntos que requieren prioridad a un viaje cualquiera que se puede hacer cuando se pueda.
Se levantó, dando por zanjado de aquella manera, aquel asunto que le molestaba sin creces, y dejo al ilusionado con el corazón barriendo el suelo.
Marlene... Tenía aquel enorme defecto, decir las cosas con delicadeza, no era para nada lo suyo. Siempre rompía todo lo que le hacía ilusión, con tajos limpios, sin dejar vestigios de su dolor.

Aleix, se sentó en el borde de la cama y vio por la rendija de la puerta, como su esposa se ponía el abrigo y abandonaba la vivienda. Al parecer con malhumor.
Se suponía que él debería ser el malhumorado... Ella no tenía ningún derecho a enojarse en aquella situación.
Él... Podía ser un insoportable a veces, pero al menos se preocupaba por ella, por su matrimonio, por su hija... Le daba sus caprichos, y cuando él quería algo... Le trataba de esa manera.

—Ya decía yo, que iba a odiar ese tipo... —Murmuró con fastidio.
Su mujer no le engañaba, no era por la firma que ella no iría, ni por la dichosa entrevista, si cualquier cosa la retenía a no ir, tenía el nombre "Hector". Jamás la había visto derretirse por alguien y... Con Hector se había comportado como una auténtica mujer. Junto a él... No parecía la misma mujer...

—Los ídolos... Es que las mujeres son más absurdas... —Estaba muerto de la envidia... Y también, muy decepcionado.

<<Lo proponemos... Como no...>>

Aleix abandonó el asiento, y abrió el cajón de su mesilla, todo una caja y la abrió. Allí, estaban sus ahorros... Los que había juntado con toda ilusión.

¿Por qué Marlene no se ilusionaba con nada más?... Bueno... Siempre le había parecido frustrante que no se mostrará ilusionada a no ser por libros, pero... Incluso prefería eso, después de que el dichoso escritor apareciera en su vida.

Cerro la caja y la tiro en el cajón, cerrándolo de un golpe. Estaba enojado... Era la mayor desilusione toda su vida...

<<Hemos estado meses sin nada de acción...>>

Suspiro con resignación tirándose en la cama, donde comenzó a dar vueltas, soltando sonidos de frustración.

***

—¿Mar-Marlene?...

Justo en aquel en aquel entonces, sus pupilas de dilataron, ante la idea espantosa que era expuesta frente a sus ojos

//Buenas mis queridos lectores, ayer no hubo capítulo, quería disculparme por ello, pero es que no estaba muy dispuesta para escribir. Ahora les dejo un capítulo más, espero les guste.
Les dejo con la intriga ^^

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