Capítulo 28: "Época de pedos"


♥(͡° ͜ʖ ͡°) 28. "Época de pedos" (͡° ͜ʖ ͡°)♥


«Am, ¿estás listas?»

«Yo no fui»

«¿Qué hacen aquí?»


Me esfuerzo por abrir los ojos, aunque los siento hinchados y solo puedo hacerlo a medias.

Mi vista nota la presencia del conde. Parpadeo varias veces para confirmar que se trata de él.

—¿Qué hace aquí? —pregunto con voz ronca.

Tanto llorar me ha desgastado la garganta.

—Tienes que comer.

—¿Qué hora es? —No le aparto la vista.

Me mantengo en la posición fetal en la que estoy, no muevo ni un músculo.

—Las ocho.

—Cinco minutos más. —Vuelvo a cerrar los ojos.

—Jack ha salido y Max no ha vuelto —aclara.

—En ese caso, diez minutos más —balbuceo antes de hundirme en el sueño.

Esto se siente bien. Tan tranquilo, tan cómodo. Tan cálido.

Había olvidado lo bien que se siente luego de llorar. Me siento tan liviana.

Sigo aterrada, sigo estando mal, pero al menos ya no me ahogo por intentar mostrar lo contrario.

—Tampoco estoy bien, pero tú me has ayudado a mejorar.

¿Voz? Se te escucha algo diferente. ¿Estás practicando imitaciones? Juraría que suenas como mi ex...

—Porque si alguien con tan mala suerte en el amor como tú puede mantener su esencia y sonreír, significa que yo aún tengo oportunidad.

Sin duda hablas como mi ex jefe, con sus supuestos halagos que más suenan como insultos.

—Gracias por inspirarme.

¿Voz, tú acabas de acariciar mi cabeza? ¿A poco sabes hacer eso?

¿Voz?

Despego los párpados y encuentro una mancha borrosa junto a mí.

—Sigue durmiendo, aún te quedan algunos minutos.

—¿Conde? —balbuceo, más para allá que para acá— ¿Otra vez estoy soñando contigo?

—Mejor duerme, no hables.

—En mi sueño es más amable...

—No hables, no ayudas.

—Estúpida... pesadilla...

—Terca.

—Se acabó... el... lubricante.

Me dejo llevar por el extremo cansancio de llorar por horas.


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Abro los ojos y sonrío al mirar el bonito techo. Me concentro en estirarme y quitarme la pereza del cuerpo.

Y se me escapa un pedo.

Bueno, mejor afuera que adentro.

Me levanto hasta quedar sentada y rasco mi cabeza que ya ansía un baño.

Detengo mi rascada al ver al conde apoyado en la puerta.

¡Mi pedo!

Abro la boca pero no se me ocurre qué decir.

—No escuché nada —habla primero.

—Si no escuchó nada ¿por qué dijo eso? —pregunto cada vez más apenada.

—Ya está el desayuno. —Y se marcha.

Hago un puchero por las inminentes ganas de llorar.

—¡Dijo que no escuchó nada!


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Salgo de mi habitación ya aseada y cambiada. Gracias a las chicas pude encontrar este hermoso y cómodo vestido que se expande dependiendo qué tan panzona estés, de ese modo nunca te apretará y solo se moldeará a tu empanzado cuerpo.

—Luces igual de hermosa que siempre. —Jack sonríe.

Sonrío con timidez ante su halago.

Me jala la silla para ayudarme a sentarme.

—Gracias —atino a decir al acomodar mis posaderas.

Agarro la taza con el jugo recién hecho y le doy un sorbo.

En cuanto veo al conde escupo el sorbo de jugo.

—Eres tan linda cuando te atoras. —Mi amigo sonríe mientras me entrega una servilleta.

Mantengo la cabeza gacha para no encontrarme con la mirada del conde y me concentro en beber el jugo lo más callado posible.

Pero mis esfuerzos por pasar desapercibida se van al tacho en cuanto se sienta al otro lado de la mesa.

Vamos, Am, enfócate en tu taza, en tu bonita taza blanca. Oh qué bella taza tengo. Y tan lisa.

—No escuché nada.

—¡Deje de decir eso! —Cierro los ojos, con hartas ganas de enterrarme en un gran hoyo.

Por tantos meses he intentado mantenerme lo más profesional con él. Fue mi jefe, por todos los cielos. Y que haya presenciado... mi desinflada... ha arruinado mi porte de adulta responsable.

—¿Qué tal está el jugo? —Jack se sienta a mi derecha.

—Rico. —Despego los párpados y vuelvo a enfocarme en la taza.

—¿Pasa algo? —pregunta mi amigo.

—Nada. —Fuerzo una sonrisa y continúo bebiendo.

Vamos, Am, contrólate. Sí, te soltaste un pedo, pero no es el fin del mundo. Supéralo.

Carajo, ¡me topé con su mirada! Me quiero morir.

Mi teléfono vibra y lo agarro para abrir el mensaje que recibí.


De: Mayambrosa

Ya estamos por subir al avión, ¡nos vemos en un rato!


Sonrío en serio con la idea de verla. Como extrañé a esa adolescente.

—Maya viene en camino —anuncio contenta.

—Vaya, parece que fue hace mucho que no nos vemos —dice Jack—. Es una jovencita encantadora.

—Lo dices porque es tu más grande fan —comento.

—Tiene buen gusto. —Sonríe de lado.

—Yo iré a recogerlos —avisa el conde.

Volteo a verlo y noto que también me está mirando.

—Tú no irás —afirma—, debes descansar.

¿Disculpa? ¿Qué acaban de escuchar mis lindas orejitas?

—Son órdenes del doctor —agrega.

—Mi hermano tiene razón. —Jack se pone serio—. No sabemos cuánto tiempo durará la presentación y lo mejor es que descanses todo lo posible.

Presiono los labios al comprender que ambos tienen razón. Pero eso no significa que me guste la idea.

—Amelia. —Jack pone su mano sobre la mía, la que sujeta la taza—. ¿Quieres ver una película? —Me dedica una dulce sonrisa.

—Tal vez después. —Me obligo a sonreír.

Pero eso solo me cansa y mi cara vuelve a su derretida posición.

El celular de Jack suena y se disculpa para alejarse y contestar. Así que suspiro para quitarme el desgano antes de que regrese.

O al menos lo intento.

Sigo bebiendo del jugo ya que está rico y vuelvo a suspirar.

Me encorvo al sentir una incomodidad en la panza.

—Au —me quejo.

El conde se pone de pie.

—Llamaré una ambulancia. —Saca su teléfono.

—No es nada. —Frunzo el ceño—. Solo está... ¿pateando? —Tuerzo la boca ya que tampoco estoy segura de si es eso o solo se trata de otro pedo.

El siguiente movimiento me lo confirma. No es un pedo.

—Se está moviendo. —Palpo mi panza con ambas manos.

Guau, realmente tengo algo vivo ahí dentro. Se siente tan extraño.

Agarro la mano del conde y la acerco a mi estómago justo para la siguiente movida del bodoque.

—¿Lo sintió? —Miro a mi ex jefe.

—Sí. —Sus labios se mueven ligeramente.

Aquel pequeño gesto, casi imperceptible, me deja lela.

Es una sonrisa. El conde está sonriendo. Ya no hay rastros de botox en su cara, solo algo que podría confundir por felicidad.

Me descubre mirándolo, y nuestros ojos se encuentran.

Había olvidado lo apuesto que es.

—¿Me perdí de algo? —pregunta Jack.

Desvío la mirada al instante para enfocarme en mi amigo.

—Ah... se está moviendo —digo con un hilo de voz, aún afectada por lo que presencié.

—¿En serio? —Sonríe y se acerca.

El conde aparta su mano justo cuando Jack la acerca. E intento concentrarme en el modelo, que mis ojos por alguna razón quieren desviarse hacia el pintor.

—Wow —se sorprende al sentirlo.

Sí, wow.

Eso fue... fue...

Extraño.

♥(͡° ͜ʖ ͡°) (͡° ͜ʖ ͡°) (͡° ͜ʖ ͡°)♥

¡Hola! :3

Resumen del cap: wow.

¿Han tenido un momento vergonzoso que involucren los pedos? xd

Yo una vez en la primaria me balanceaba con la silla y cuando sentí que me caía para atrás del susto se me salió uno en plena clase :'v tenía 10 años y aún lo recuerdo como si hubiera pasado ayer :'v

PD: ¿Ya te uniste al chat de telegram de lectores e.e? El enlace para entrar lo encuentras en mi perfil o también puedes pedírmelo al privado :3

¿Preguntas?

¿Teorías de lo que pasará en el siguiente cap?

¿Frase favorita?

Aprecio, agradezco y atesoro cada comentario que me dejas. Quiero que sepas que los leo todos aunque a veces no pueda responderte, siempre te leeré y te querré por ello. Me apoyas muchísimo con cada comentario, así sea algo cortito, me animas e impulsas a seguir escribiendo, además que se siente menos solitario por aquí (͡° ͜ʖ ͡°)

Si quieres fangirlear conmigo o contarme qué te pareció cada cap, mi privado siempre estará abierto para ti, en cualquiera de mis redes, y no tengas pena en etiquetarme, yo encantada y honrada quedaré (͡° ͜ʖ ͡°)

Vale rie*

Los adoro

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