45| Sábado 18 de diciembre del 2004
Querido diario:
Estoy por ir a mi clase de taekwondo. Solo llevo tres clases y es muy divertido.
Le diré a Amax que venga conmigo, seguro le gustará.
Te escribo luego, justo voy de salida a buscarlo.
—¡Amax, abre la puerta! —Amelia golpea con fuerza.
Ya lleva varios minutos afuera de la casa de su amigo, y aunque parezca que no hay nadie dentro no tiene intención de detenerse hasta que le abran.
—¡Amax! —Golpea más rápido, con ambas manos.
—¡Qué! —La puerta se abre.
—Sabía que sí estabas. —Sonríe de oreja a oreja.
—¿Puedes irte? Quiero estar solo —se queja.
—¿Estás solo? —Lo empuja y entra—. ¿Y tu mamá? —Mira a su alrededor.
—Salió... —Cierra la puerta—. De nuevo.
Amelia le presta atención a su amigo. Tiene los hombros encogidos, al igual que la boca y los ojos. Pareciera que todo él se está encogiendo.
—Estoy tomando clases de taekwondo —anuncia.
—¿En serio? —La mira, con una pizca de curiosidad.
—¿Quieres ir conmigo? —Su rostro se le ilumina, emocionada de que diga que sí.
—No creo que mamá quiera... —Desvía la mirada, volviendo a su estado encogido.
—¡Está en dos por uno! —dice lo primero que le viene a la mente—. Tu mamá no tendrá que pagar nada, solo llenar una ficha. —Rebusca en su gran mochila—. Esta ficha. —Estira la mano para que lo reciba.
Max coge la hoja y la revisa.
—Dice que debo llevar mi propio uniforme...
—Eso también viene en el dos por uno —se apresura a decir—. Solo debes ir a recogerlo. —Sonríe como niña buena.
El no tan pequeño la mira. Amelia traga saliva, temiendo que se le note en la cara que está mintiendo.
—No puedo. —Estira la mano para devolverle la hoja—. Mamá me ordenó que me quede en casa mientras no estaba.
Amelia camina hacia él hasta quedar a menos de un metro de distancia. Lo mira fijamente a pesar de que Max se esfuerza por no mirarla.
—¿Tu mamá también te ordenó que faltes a clases?
—Ya debes irte.
—No —afirma—. No te voy a dejar aquí, solo.
—Mamá no tardará en volver.
—Soy tu vecina y sé que no es cierto.
—¿Nos espías? —La mira.
—Sí —asegura.
—¿Por qué? —Frunce el ceño.
—Porque me importas. —Da un paso hacia él—. Me importas, Amax.
Al estar tan cerca a su amigo puede notar que ha crecido un poco. Y eso que solo han pasado días desde que no se ven.
—Mamá se molestará si salgo.
—No tiene que enterarse. —Curva los labios.
—No puedo mentirle.
—Ah pero sí puedes arriesgar el año y estar a punto de repetir de grado. —Arquea una ceja.
Max tuerce la boca, lo que hace sospechar a Amelia.
—Tu mamá no sabe que estás faltando —se escandaliza y su boca se queda abierta.
—Igual nunca está. —Se encoge de hombros.
—¿En serio quieres repetir de año? —le cuestiona.
—Me da igual. —Mantiene la mirada en el suelo.
—Pues a mí no, y si no quieres pasar toda tu adultez en la escuela más te vale que no sigas faltando —le ordena.
—¿Y si no lo hago? —Se pone serio.
—Te acusaré con mi papá. —Se cruza de brazos.
—Bien, iré a clases. —Rueda los ojos.
—Incluyendo las de taekwondo —agrega la no tan pequeña.
—Bieeeen.
—Ve por tu mochila. —Sonríe ampliamente—. Que se nos hace tarde.
Vuelve a rodar los ojos, pero igual obedece y se va a buscar su mochila.
La sonrisa de Amelia se esfuma al recordar que ha inventado lo del dos por uno. Solo espera su papá no se moleste cuando le diga que debe volver a pagar.
Después de todo, es el hijo que nunca tuvo.
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Hola :3
Nos salieron mentirosillos u.u
Al menos Max no estará tan solo T.T
Los días que actualizaré serán: martes, jueves (aunque prontito habrá cambios e.e)
¿Crees que Amax descubra que Amelia mintió sobre el 2x1?
Les comento que estoy volviendo a dedicar capítulos a aquellas personitas que me dejan comentarios tan bonitos, realmente me animan mucho, y quiero que sepan que los leo todos (aunque no me da la vida de responderlos, se los agradezco de corazón, sus comentarios son el impulso para seguir actualizando :3)
Gracias por darle la oportunidad a esta pequeña Amelia y al manos de axila :3
Vale rie*
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