32| Viernes 14 de febrero del 2003

Querido diario:

En serio creí que Max no sobreviviría de ese choque con el árbol, se golpeó tan fuerte que hizo temblar el suelo, pero su cabeza es tan dura que es un milagro no se haya roto. Ni tampoco el árbol...

—Hola, papá de Max —saluda Amelia.

—Hola, llegaste antes. —Abre más la puerta para que ingrese.

Desde que Max volvió a casa con una férula en el brazo debido al choque de trineo, Amelia se ha sentido culpable por lo que pasó, así que se ha asegurado de venir cada días después de clases para hacerle compañía.

El padre de la pequeña entra después que ella y se queda conversando con el papá de Max mientras que Amelia sube las escaleras para ver cómo está el pequeño.

Lo encuentra leyendo un cómic, recostado en su cama.

—Hola, Amax.

Entra y se sube al otro lado de la cama para quedar frente a frente con él.

—Hola, Amelí. —El rostro del pequeño cambia por uno más animado y deja el cómic a un costado.

—Adivina qué traje hoy. —Se quita la pequeña mochila y la coloca sobre sus piernas cruzadas, y la abre.

Max se endereza para ver con atención lo que va a sacar.

—¡Toffees de coco! —Levanta la gran bolsa repleta de toffees.

—Wow —el pequeño queda impresionado.

—Mi mamá aprendió a hacerlos y me dejó traer un montón. —Abre la bolsa y la acomoda en el centro de ambos para que puedan comerlo juntos.

El pequeño agarra el primer dulce y lo prueba. Sus ojos se abren al máximo al comprobar que está más rico de lo que luce.

Amelia se ríe por su reacción y cómo agarra más para comerlos en grupo.

—¿Es la primera vez que comes toffees?

—Sí —dice entra masticadas—. ¡Está muy rico!

—Come todo lo que quieras, y si se acaban puedo traer más de mi casa —asegura la pequeña.

Devoran todos los toffees posibles hasta empacharse de tanto dulce. Se recuestan uno al lado del otro, con los dulces sobrantes en el medio, y se quedan mirando el techo.

—El toffee de coco es mi dulce favorito a partir de ahora —confiesa Max.

—También el mío —agrega Amelia.

—Eso significa... —Max gira la cabeza para mirarla.

—Encontré mi nuevo dulce favorito. —Amelia gira la cabeza para mirarlo.

Se sonríen, emocionados por el gran descubrimiento.

La pequeña al fin pudo encontrar un digno reemplazo de los malvaviscos, y fue gracias a Max.

El que ahora sean amigos no es tan malo después de todo.


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Hola :3

Segundo capítulo de la semana :3

¿Preguntas? e.e

Los días que actualizaré serán: martes, jueves, sábados

Se viene mucho de la pequeña Amelia y el manos de axila :3

Les comento que estoy volviendo a dedicar capítulos a aquellas personitas que me dejan comentarios tan bonitos, realmente me animan mucho, y quiero que sepan que los leo todos (aunque no me da la vida de responderlos, se los agradezco de corazón, sus comentarios son el impulso para seguir actualizando :3)

También quiero activar mi grupo de lectores (llamado "Valectores" en Facebook), y quería preguntarles qué les gustaría encontrar por allá :3

Gracias por darle la oportunidad a esta pequeña Amelia y al manos de axila :3

PRÓXIMO CAPÍTULO: 14 de agosto

Vale rie*

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