La mañana llego, hoy era el día donde le dirán con quien le comprometerán.

Lucas esta de los nervios diciéndole todo tipo de planes, ninguno me gusta.

Antes de ir, me vestía para un encuentro de te con Ijekiel que cumplió su promesa de visitarme. La nieve empezó a derretirse, aunque no saldremos afuera tendremos el té dentro de un invernadero.

- Princesa, ¿Le gusta el té que le traje? -. Me hablaba con tanta elegancia. El té es muy dulce, que asco.

- No me gusta -. Me miro con tristeza y vergüenza -. Siento que no haya sido avisado pero odio lo dulce.

- Entiendo, la próxima ves traeré algo salado -. Que manía con verme, acaso solo quiere molestar.

- No debería visitarme, debería ver a su próxima prometida -. Todo el mundo habla del tema.

- Aun no estamos comprometidos -. Me dijo serio.

- ¿Y a que esperan?

Me miro con una mirada muy dulce, como si esperara otra respuesta. Como si buscara en algo que sabe que nunca le daré.

- Es dificil casarme con Zenit, para mi es como mi hermana pequeña.

- Entiendo su dificultad, pero es el deber de los nobles ayudar a la familia real, y que deber tan importante es dar un heredero, continuar con linaje.

- Yo...

- Creo que hora de irme, me esperan en mi palacio -. Me levante y di una pequeña reverencia -. Espero que nuestro encuentro le haya resultado satisfactorio.

Se que fui muy dura, pero será mejor que corte de raíz sus sentimientos por mi.

La verdad no me espera nadie, solo una carta donde estará la información de mi prometido.