El veneno

Estaba vestida con aquel vestido pomposo y blanco, desde que desperté no tuve ni un segundo sola.

Lucas me dejo una nota que la verdad me niego a leer, siento que me dolerá leerlo sabiendo que me iré sin despedirme.

Las doncellas terminaban de ponerme las joyas que fueron encargadas por Claude, no existen joyas iguales a esta... las odio.

Cuando pensaba que al fin iba a estar sola se aceró Zenit, entrado a la habitación con una sonrisa.

- Hermana me alegra mucho verte -. Tenía en sus manos un ramo de flores -. Después de la boda empezarán a organizar mi decoración, me gustaría que vengas a verme. 

- No lo haré -. Agarre el ramo de flores -. Piensa Zenit, ¿De verdad crees que me irá bien ahÍ?, esto no es una historía de cuento de hadas -. La mire y note la ironía de la situación, esto si es un cuento pero no para mí, sino para la protagonista -. Puede que no les guste en el la fámilia del duque, puede que solo me vean como una maquina de hacer bebes, puede que él tenga amantes, puede que no vuelva a pisar estas tierras... piensa Zenit, ¿De verdad crees que me dejaran venir de Obelia las veces que quiera?, no seré una princesa ahí, solo un noble más.

Zenit me miraba con culpa, puedo notar como busca las palabras adecuadas para animarme pero ya es tan tarde, y la verdad no quiero irme con malentendidos con ella.

La abrace y me deje caer levemente entre sus brazos.

- No te odio -. Dije -. Se que no soy cariñosa, ni expresiva, que seguramente esperabas otro tipo de relación con tu hermana pero nunca podría darte eso Zenit, aunque no te odio... me molesta que seas tan ingenua, si lo hace -. La abrace más fuerte -. Pero es que sé que esa ingenuidad te acabará matando, no dejes que te manipules, no dejes que los del consejo te mangoneen -. Deje abrazarla para mirarla cara a cara, aun agarrando sus hombros -. Debes ser fuerte, no dejes que te coman como lo hicieron conmigo.

Zenit lloraba, no porque le ofendiera sino porque al fin entendió mi trato.

- Pensé que me odiabas por robarte a tu padre, a la herencia del trono a todo.

- No puedes robarme algo que nunca quise.

Le limpie las lágrimas y le sonreí.

- Mejor debes poner fecha de tu boda antes que de tu coronación, los nobles son muy avariciosos, si mi compromiso no les complace buscarán otras alianzas a través de ti... no dejes que lo hagan.

Nos quedamos abrazadas un rato más y después se fue. 

Fui a la ventana, observe a través de los barrotes a los pájaros volar con libertad, dentro de poco yo también volare.

Destape el veneno que guardaba debajo de mi falda y me lo tome de golpe.

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