El liquido rosa

Dentro de tres días conoceré a mi prometido, dentro de cuatro días me casaré.

Zenit me visita todo el tiempo, para felicitarme por mi boda, para ayudarme a elegir un vestido de novia, para elegir un peina, un anillo... para asegurarse de que me casé.

No soy tonta, noto su mirada en mí. Me analiza.

Se que Claude le pidió analizarme para mantenerme vigilada, después de todo hemos vivido 17 años juntos, sabe que intentaré hacer algo para no casarme. La pregunta es si Zenit lo sabe, hemos vivido juntas tres años pero nunca hemos interactuado tanto como ahora, por el amor de dios he llegado hablar más con su prometido que con ella.

- Te verás hermosa con estas joyas rosas -. Decía mientras me mostraba el conjunto que eligió -. Aunque claro todo se ve hermoso en ti.

La miró fríamente, ella sabe mi opinión sobre ella y aun así finge que no se da cuenta.

- Aunque también el azul sería perfecto, así rimaría con los ojos imperiales -. Estaba nerviosa, mirarme la pone nerviosa.

- Largaos todos -. Hable en alto -. Menos tu princesa imperial Jeanette -. Se detuvo, miró a sus acompañantes y les dio la señal e que no se preocuparan.

- Deja de fingir quieres -. Habló en el momento en el que estamos solas -. Se que Claude te mando para vigilarme -. Su sonrisa se volvió en un rostro preocupado -. Y tiene razones.

- ¿Por qué no quieres casarte? -. Me dijo mirándose las manos -. Oí que el duque es una persona encantadora, muy leal a su reino, que tiene grandes tierras y un corazón bondadoso.

- Zenit -. Era la primera vez que la llamaba así en voz alta -. Tú has esperado esto toda tu vida, desde niña ansiabas entrar al palacio, desde niña ansiabas ser reconocida, ser una princesa y hasta ahora todo tu vida esta llena flores, pero escuchamé bien -. Noto como temblaba -. Miramé -. Ella la miro asustada -. No todo es rosa en este mundo, no todo será alegría, no todo será ponerse bonitos vestidos y hermosas joyas, ambas tenemos diecisiete años y ya llegará el momento donde sepa que este palacio no es un cuento de hadas.

Fui hasta la puerta y la abrí.

- Será mejor que aprendas mucho de política, o haran contigo lo que quieran... como quieren hacer conmigo.

Salió de la habitación.

Estaba tan cansada, demasiada agotada de intentar cortarme la muñecas, cada vez más y más y nada no moría por más que lo intentará. No se cuanta sangre llevo perdiendo.

- Hola -. Oí la voz de Lucas, llevaba mucho tiempo sin verlo... desde aquella noche -. Toma. 

Me dio un frasco con un liquido rosa.

- Es veneno -. Le mire confundida -. No podrás escapar de este lugar si primero no cumples tu destino, se que se supone que te deben ejecutar por intento de asesinato a los dieciocho años, pero como van las cosas creo que es mejor que lo hagas tu, y no sea solo una acusación... solo así serás libre.

¿Debería estar asustada?, ¿Debería temblar por pensar en asesinar aquella niña?

No.

- Me iré contigo -. Le miré -. Cuando mueras yo moriré contigo.

Mañana pensé, mañana la mataré, mañana me encerrarán, mañana cancelaran mi compromiso, mañana moriré. 

No me iré sola... creó.

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