¿Me quieres? // Capítulo 8
Desastre En Conjunto.
Narra Deathmask.
— ¡AFRODITAAA!—tuve el impulso de dejar caer el cuerpo de Helena.
Fue un shock. Como si el tiempo se detuviera; una sombra. El cuerpo de él, mi novio, mi mejor amigo fue atravesado por una raíz.
Cayó de rodillas, con un aire de muerto... pero la velocidad de la luz no siempre es tan rápida. No alcanzó a moverse, o bien...
"— Está bien... fue mejor recibirlo..."
Susurró mientras levantaba el pulgar con una leve sonrisa, cayendo ahora de forma completa. De sus ojos se veía tristeza. Sé que él quería llorar, aún así, no lo hizo.
«Estúpido Dita...»
Los labios me temblaban...
La misma raíz verde que había atravesado al chico peli-celeste que me traía loco, lo envolvió y lo arrastró dentro del templo.
De mis ojos lágrimas salían, a pesar que mi mirada estaba ensombrecida desde hace ya un buen rato, sentí el cuerpo de Helena, por el cual Dita se sacrificó, yacía en mis brazos, cada vez más débil, inmóvil, con menos fuerzas de vida; a penas respiraba, y sin notarlo mis ojos se fueron al rostro de ella, estaba magullado y habían unos cuantos raspones y heridas. Aún así, sonreía.
Sonreía, y estiró sus manos para acariciarme el rostro, con aquella gentileza que tanto la caracterizaba. Su sonrisa era alegre, pero de igual forma casi no tenía potencia, era leve.
— Fuiste tú... ¿verdad...?—una lágrima corrió por sus mejillas mientras secaba las mías.
— ¿Yo...?—respondí en un susurro.
— El del dinero...—bajó sus manos suavemente— de la otra noche, en mi puerta...
— No sé de qué hablas...—murmuré desviando la mirada.
Oí de nuevo una risita por su parte.
— Gracias, señor Angelo...—se estremeció. Al preocuparme volteé a verla de forma rápida, lo más rápido que pude.
Y los perdí... a los dos y a la misma vez.
— Las rosas rojas, ¿eh?—sonrió con algo de burla al verme.
—S-Sí...—tartamudeé con un sonrojo rascándome la nuca y viendo hacia otro lado.
— Bien~—respondió mientras tomaba un macetero— Te enseñaré a cultivarlas—los puso sobre la mesa, de igual forma apoyó las palmas de las manos en la misma— Ojalá que tu pareja se alegre del detalle.
Cerró sus ojos, por siempre. Su respiración cesó, ahora estaba fría... pero murió sonriendo. Justo como él.
La rabia me consumió. Tensé las mandíbulas, apreté los dientes. Un destello dorado me rodeaba, era el cosmos. De golpe me levanté y apunté dicha estructura con odio, con rabia, con resentimiento, tristeza y celos.
Probablemente ahora era un torbellino de emociones, una montaña rusa que subía y bajaba, de la cual se mostraban uno y mil recuerdos, uno y mil deseos, hasta podía jurar que sentía el cuerpo del otro rozarme, abrazarme o hacer lo que sea. Lo sentía, lo veía, lo escuchaba, pero lo sabía... No estaba ahí.
Todo esto lo expresé en un grito. Un grito que resonó por toda la aldea de Asgard, un grito potente y feroz.
Me sentía estúpido, estúpido por no darme cuenta de lo que pasaba. Afrodita pensó que lo estaba cambiando por Helena, cuando realmente ella me estaba ayudando a darle una sorpresa. Me estaba enseñando a cultivar rosas rojas y blancas, las más preferidas por ti, amor.
Para ti estaba haciendo aquel macetero de rosas rojas y blancas, que ahora deben estar en ese lugar, el que está oculto junto al pozo al que fuimos a buscar agua. Rosita, te iba a dar algo que siempre quise, pero jamás pude. Sé que te bastaba sólo con mi cariño te conformabas con cosas simples, que no te importaba el precio, sino la intención.
Podías ser muy preocupado por ti de vez en cuando, para verte bien Porque en el fondo eras inseguro, y temías que te abandonara, que un día simplemente se me pasara el cariño, que por cualquier motivo esta relación de años y años se acabara. ¡Eras tan tontito~!.
Admito que, yo también tenía miedo de eso. Miedo a que me dejaras, porque tenías y de seguro aún tienes miles de pretendientes. Aunque era divertido, que me retaras por beber y ver televisión hasta tarde, era divertido quitarte las cremas faciales para que mantuvieras la piel tersa y suave Que corriéramos por el templo, el santuario y al llegar a cáncer te hiciera pararte de puntillas para que intentaras tomar dicho frasco.
Y te robaba un beso. Y las cosas se ponían cálidas.
A veces el toro nos llegaba a interrumpir, o Aioria bajaba burlón para molestar. Pero admitámoslo, era divertido. Todo junto a ti incluso, las peleas, y los desperfectos eran perfectos. Debió ser por ti, porque tú y solamente tú me hiciste brillar. Me sacaste de la oscuridad que me consumió hasta el momento en que nos volvimos unidos, con Shura; pero eso ya es otro tema.
¿Lo recuerdas, Rosita?. Espero que sí, porque esos recuerdos serán lo único que, en mi día a día sean tus memorias. Nunca te olvidaré, pero si algún día llegara a hacerlo, ven desde el Hades a tirarme un vaso de Whisky, así me emborracho y puedo hablar contigo, aunque sea un mero delirio.
Lo siento, amor. Por todo.
Pero ahora, debo vengarte. Sé que posiblemente odies eso, pero es necesario. Para desquitarme, y hasta la armadura de Cáncer me está prestando apoyo; por fin que concuerde conmigo en algo propiamente tal.
Por ti, por todos. ¡Por mantener las bellas sonrisas de la gente de la Tierra!
Una armadura divina aparece. Y Andreas frente a mi. Sonriendo y fanfarroneando... ¡Cómo lo odio!. A él, a su ejército de ineptos, y a todas las personas que te apagaron, pero me encargué personalmente de hacerlas sufrir.
No tuve un pasado precisamente oscuro, no me culpen por tener una mente retorcida; es natural.
Sin pensarlo lancé el primer ataque... el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto.
Pierdo la cuenta. El cosmos que me pertenece está al límite, quemándose a más no poder. Las cósmicas líneas aparecen por mi mejilla, brazos, pero me da igual. Sin ti, no puedo pensar con claridad. Quizás mi sub-consciente solamente quiere ir a donde estás tú, pero eso no lo sé con certeza ahora. Me fijo en él...
— No esperaba menos de un caballero dorado...—Se mofó.
Iba a atacar de nuevo, pero... otro cosmos comenzó a desaparecer lentamente...
— Ese es el guardián de...—los ojos se me abren a tope.
— Exacto—levantó el puño para darme un ataque— Es el llamado caballero...
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¡Hola a todos! Siento la demora del capítulo, pero la falta de imaginación me mató, en este y en todos mis FanFics x'D por lo mismo, saqué la mayoría de circulación.
Les dejo suspenso porque soy mala gente >:3
Y me vuelvo a disculpar, en serio.
¡¡NI PIENSEN QUE ABANDONÉ LA HISTORIA!!
Lo que me abandonó fue la inspiración y las vacaciones...
Bueh x'D ¡Eso solamente!
Comenten qué les pareció el capítulo y qué quieren que pase en el siguiente.
Sus votos y comentarios me mantienen presionada para hacer más capítulos :'3 así que ya saben cómo hacerme reaccionar (?)
¡Espero les haya gustado! Un besote a tod@s <3
—AthenaKiss Off.
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