¿Me quieres?//Capítulo 6.

...Imposible...

Narra Deathmask.

  — Deathmask, tenemos que hablar. 

No... ¡No ahora por favor!. El tiempo se detuvo, se detuvo enseguida. Tragué grueso y, miré a Dita con mucho terror y espanto…, esas palabras... ¡ERAN LAS PEORES QUE PODÍA OÍR EN TODA MI VIDA!

Me sentía desesperado.

— Di-Dita... piensa bien l-lo que dir...—Me apuntó con una rosa.

Oh no… esto va de mal en peor. ¡Son todos los signos…! Acaso… ¡¿lo poseyó Hades?!

¡Ah no que estúpido! Está peleando con Athena en este momento… pero… algún otro Dios maligno pudo haberlo hecho.

— Te amo... pero... terminamos.

Esto si era un Dios malvado…

WOH WOUH WOUH!!! TRANQUILO VAQUERO!!!!
«Te amo… pero… Terminamos» enserio esa frase no tenía sentido. Ni pies ni cabeza, pues, simplemente no me lo iba a creer.

— Oye tranquila Rosita...—le tomé la mano y la besé.

Esto era una broma. Debía ser una broma… ¡ES UNA PUTA BROMA!.

— Suéltame, Ángelo...

Angelo otra vez…

— No hasta que me escuches…—y lo acorralé. En sus ojos vi frialdad, pero a la vez tristeza.

Me dolía verlo así, soy "El Borracho Psicópata" pero… ¿saben? No lo demuestro, pero tengo sentimientos.

— Sólo… déjame…—susurró bajando la mirada.

— ¿Por qué…?

Éste se tensó enseguida y bajó la mirada, cubierta por su cabello celeste, ví un brillo… lágrimas…

— Sólo detente…—y se soltó.

Dita… ¿qué pasa…? Éramos tan felices juntos… no sé cuándo iniciaron los problemas… de hecho, siempre nos estábamos apoyando, pero… ¿En esta reencarnación? Las cosas… bueno… han cambiado demasiado. Dita está demasiado raro, y más aún con esto.

Narra Surt

— C-Camie…—susurré al sentir su fría mirada sobre mi…

Bueno… ¡no… no es mi culpa que sea jodidamente sexy y que me halla metido sin querer queriendo con él en la ducha!

— Sal de aquí…

— Pero… ¡ahorremos agua!—sonreí al tiempo que buscaba una excusa.

— Ahórrate un golpe en la cara si no sales de aquí…

La verdad sólo sonrío por dentro. Sí, Camus aún no me sabe predecir. Me agacho, a la altura de su miembro y, comienzo a masajearlo. Camus abre los ojos, impactado y sonrojado.

— ¿Qué pasa? ¿Tienes fiebre?

Río internamente al ver que éste aún intenta mantenerse serio, pero, uno que otro gemido se le escapa. Se ve tan… lindo así… bajo la mirada y lamo la punta.

Lo disfruto, es… como una paleta. Una deliciosa paleta, la cual masajeo desde la base, combinando movimientos de forma rápida y lenta cuando soltaba un gemido sonoro. Era música para mis oídos.

El ambiente sube de temeratura, Camus gime, gime y me dice que me detenga, pero ¿qué va? Sólo estoy comiendo…

Procedo a meterlo a mi boca hasta donde más puedo, lo disfruto y él también. Sabe exquisito.

— S-Surt b-bast… ahh~!

Sonrío para dentro de mi, sé que no va a tardar en correrse, y, para eso, estaré yo. Lamiendo el líquido y, como muy obvia consecuencia, disfrutando.

Narra ¿…?

Ya van dos… van dos desleales. ¿Qué sigue ahora?

Sonrío y me voy de la ventana.

Enserio, no me esperaba esto de los Santos Más Poderosos.

Supuse que serían mejores pero… no. Caen facilmente.

Narra Lifya.

— Una rosa para tu novia—sonrió Helena a Aioria.

— ¡¿Ah?!—me sonrojé—N-No… e-etto…

— No tenemos ese tipo de relación.

Sonreí y asentí. Sólo nos conocíamos hace unos días, dudo que de momento tengamos us relación tan… seria y todo eso… aunque… era tan gua…

— Tengo pareja…

Po…
Esta vida me odia. Lo tengo claro.

Encuentro al chico aparentemente más lindo del universo, es inteligente, leal, y respetuoso. Testarudo y algo obstinado tal vez, pero eso se arregla con el tiempo. Cualquier gato se deja domar, y, ¿qué consigo? Tiene pareja.

No sé cuánto tiempo pasó, sólo sé que vamos caminando por las calles.

— ¿Cómo es tú pareja?

— Cabello rubio… su mirada casi no la veo, peros su ojos son de un bello color turquesa…—enumera, como si su pareja fuese lo mejor— no es bajo…

Espera… ¿qué?

— ¿Es… un chico?

¡Oh my gosh las cosas mejoran! ¡Por Odín!

— Eh… sí—responde con un tono de obviedad que me supera.

¿Tendré yaoi en vivo y en diecto?
Aparentemente sí!

Por unos minutos creí que… bueno, tenía una chica como pareja, pero, cuando me enteré de que era un chico digamos que fue lo mejor del universo interestelar!

— ¿Tienes una foto de él?

— No… pero espero verlo y pronto.

Supuse que no quería hablar del tema por el tono de voz que usó, seguimos caminando como si nada por las calles de Asgard, cuando vimos a un chico peli-celeste intentando no llorar.

— Oh no… Afrodita…—susurró mi castaño amigo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top