¿Me quieres?//Capítulo 4
Es Mejor Olvidar.
Narra Shaka
- Podrías decir "Buenos días" o "¿Qué tal, ¿Como estás?", ¿Sabes?
- ¡Cállate barbie!
- Sí, de nada Milo por haberte salvado-Suspiré molesto, ¿Milo siempre era tan maleducado?, típico de Scorpio.
- ¡CÁLLATE MIERDA!-dió un fuerte puñetazo a la pared.
No sé ni siquiera como Camus lo podía aguantar, o lo ha podido hacer durante largos años. El peli-azul bufó cruzándose de brazos y dejandose caer en la pared de roca.
- Milo...-insistí.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡QUÉ QUIERES!?-Me miró con lágrimas en los ojos.
- Dime que pasó allá arriba-ordené intentando fingir que no veía el llanto del peli-azul.
- Fue Camus...-susurró levemente.
Abrí los ojos de la sorpresa, ¿Camus? ¿El Camus que conozco?
- Agh... otra vez traicionando a Athena...-mascullé.
- Pero...-levantó la vista.
- ¿...Pero...?-seguí yo.
- ¿¡Por qué siempre tenemos que estar en bandos contrarios!? ¡¡Me hiere tener que pelear contra él!! ¡Odio hacerle daño! ¡ODIO TENER QUE LUCHAR EN SU CONTRA! ¡SIEMPRE ME HACE LO MISMO! ¡¿CUÁNDO LLEGARÁ EL DÍA EN EL QUE ESTAREMOS DEL MISMO LADO?! ¿¡QUÉ HICE MAL?!-Chillaba a toda voz mi contrario llorando, golpeando las paredes de todas las formas posibles- ¡CAMUS SI ME ESTAS OYENDO DIME! ¡¡DIME LO QUE HAGO MAL!! ¡¡DIMELO!!-Gritó al cielo- ¡¡CAMIE!!
- ¡Milo!
- ¿¡QUÉ!? ¿¡QUÉ SHAKA, QUÉ!?
- De seguro debe tener sus motivos.
- ¡¿Así como Aioria engañándote?!
Me miró con furia, sentí que algo se rompía dentro de mi. Aioria... yo... yo realmente lo quería, lo quería demasiado... era amor...
Pero aparentemente no amor verdadero...
- ¿Qu-Qué dices...?
- ¡Vimos a Aioria con un Mujer! ¡Si no me crees pregúntale a Dita!
- N-No... imposible...
- Ahora sí, "cálmate Shaka"-dijo irónico- ¡Eso es lo que siento! ¡ESO NO SE PUEDE CALMAR!
Mis ojos se pusieron cristalinos, las lágrimas escurrían por mis mejillas y mis labios temblaban. Milo gritaba a los cuatro vientos, pero, por mi parte, prefería limitarme a llorar en silencio sin hacer mayor escándalo del que ya había. No me lo creía.
- Mientes...-susurré- Aioria nunca me haría eso... Aioria es fiel y leal... Aiori...a
Recordé los lindos momentos que teníamos, las noches de pasión, o cuando me decía "Te amo, eres lo más importante en mi vida", recordé cuando fuimos al festival en Rodorio y caminabamos tomados de la mano, cuando para molestarme me ponía coronas o me cepillaba el cabello, recordé cuando habíamos empezado a salir, cuando recién nos habíamos conocido, cuando se me declaró, cuando me conquistó... esas memorias son mi tesoro, lindos recuerdos, pero... ahora son tristes... ahora... yo... olvidaré todo, eso es lo que quería, quería olvidar lo que Milo decía.
Milo... podría mentir...
Estaba descontrolando, mejor lo iba a comprobar con mis propios ojos, al fin un motivo para salir de esta fría y horrena cueva, así que sequé mis lágrimas y salí de mis pensamientos y del baúl de recuerdos. De nuevo oía a Milo gritar, no es como si se hubiese callado... sólo pasó a segundo plano.
- ¡CAMUS DE ACUARIO TE AMO Y TE ODIO! ¡PÚDRETE HIELERA CON PATAS! ¡VETE AL HADES!
Se dejó caer de rodillas cabeza gacha, llorando desconsoladamente, aún con mini-gritos, sus nudillos estaban sangrando, me acerqué a él, lloroso, suspuse que iba a quedar afónico si seguía así, por lo que bajé de donde estaba y fui a su lado, para intentar consolarlo, para tal vez consolarme a mi mismo, yo igual necesitaba un abrazo...
- Milo, cálmate, es lo primero que tienes que hacer-lo abracé.
- ¿C-Cómo quieres que me calme, Sh-Shaka...? ¡Es Camie...! ¡MI Camie...!
- Lo sé, lo sé...
- Es mi Camie...-volvió a llorar.
- Respira hondo... exhala... inhala... exhala...-acaricié la espalda y cabello de Milo, de quien sentía las lágrimas caer en mi hombro, se aferraba a mi.
- Así no Barbie...-rió levemente, secando con la manga sus lágrimas y me miró.
Ambos sonreímos, pues nos teníamos el uno al otro ahora, podíamos llorar con confianza y sin miedo. Al mismo tiempo, suspiramos bajando la cabeza y chocando con el otro.
- Auch...-nos sobamos la cabeza viendonos de reojo... Estábamos tan cerca... las sonrisas de nosotros bajaron, mirandonos los ojos con atención, trangué grueso y miré sus labios relamiendo los míos. Noté que él hacía lo mismo.
Todo desapareció alrededor nuestro, era como estar en una galaxia, en una galaxia distinta. En esta galaxia sólo estábamos nosotros, nadie más. Sonreí un poco tímido ante su mirada coqueta y seductora, se acomodó para luego dulcemente tomar mi mejilla, acarició mi pelo con sutileza, y me atrajo hacia él, olí su aroma, un aroma delicioso, sentí sus caricias, tiernas caricias, sentí su respiración al juntar nuestros labios, yo... sólo... me dejé llevar...
Me dejé llevar... dejé que sus caricias me relajaran, que nuestras respiraciones se mezclaran, que sus ojos me hipnotizaran, que su aroma me volciese distinto, que sus delicioso labios me engatusaran por completo...
Tal y como lo hice con...
Aioria...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top