Narra Milo.

— Vaya... bueno...—suspiré confuso. Sin saber que hacer. No creo que sirva darle los consejos sobre lo que yo hago...

Con Camus hemos tenido problemas... muchos problemas. Siempre estamos en el bando contrario, siempre tengo que luchar contra el... pero... aún así... nos queremos. ¿Cómo arreglamos la pelea? Llego en la noche de improviso a su casa, intento que sea cuando está en la ducha... lo molesto un rato y... a los segundos estamos besándonos apasionadamente para luego hacerlo.

—...Siento que Deathmask ya no me quiere...—dijo abrazando sus piernas y escondiendo la cabeza en ellas—...
Siento...que me está cambiando por alguien más...

—...Por Helena...—dije haciendo una mueca. Cerré los ojos— Te diré lo que vas a hacer...

—...

Oh yeah baby! ¿Por qué no va al bar de Asgard? Si ve a Death ligando con otra chica, obvio que lo de Helena es solo un juego, aunque... ¿Resultará?... es mejor eso que dejar en el aire sus sentimientos... yo aún no veo a Camus... ¿Qué será de él...?

— ¿Enserio sabes?

— Tengo la noción... ¿Por qué no lo sigues hasta el bar?—pregunté, al tiempo que señalaba a Death, quien se había separado de Helena e iba caminando hacia allá, al bar.

— Hm... pero esos lugares no son lo mío...—se quejó.

— Pero si lo mío—dije en plan de Like a Boss, ¡obvio! Soy Milo de Escorpio, los bares, discotecas, ligar chicas, el alcohol son lo mío.

— Eh... ¿Me vas a acompañar o sólo lo usaste como excusa para ir allí?

— Ambas—respondí ya de pie con las manos en jarras.

Oí un suspiro de su parte, se levantó y sacudió mi chaqueta para luego dármela.

— ¿Tengo de otra?—Inquirió inflando su mejilla derecha.

— Dúdalo—dije mientras caminábamos de vuelta a la ciudad.

— Bien... ¡pero a como me confundan con una chica y me intenten ligar me voy!—dijo con un puchero.

— Eso es inevitable— me levanté del pasto—, Dita, con mucho respeto... Pareces mujer.

— Pero soy hombre—Dijo simulando sacar una lagrimita falsa de su mejilla.

  —  Anda ya— golpeé despacio su hombro de forma amistosa con una sonrisa.

 — Cuidado que me despeinas Milo.

Rodé los ojos mientras nos dirigíamos al bar por la calle principal, de pronto e improviso sentí un cosmos que... por algún motivo me causaba mala espina, pero me parecía un poco conocido, volteé, provenía de las montañas. Lo ignoré, girando de vuelta a mi antigua ruta, simplemente. Pero algo de preocupación florecía en mi interior. Luego iría  a ver que pasaba en ese lugar, ahora, una copa no me vendría nada mal... Ni dos ni tres.

  — ¡Mira el gato entra con una...! — Apunté a Aioria con una peli-celeste.

—¿¡¿CHICA?!? —Dijimos al unisono sorprendidos.

  — Lo que Seiya no consiguió en varias semanas...—Dije.

 — Él lo consigue en dos días...— terminó la frase mi contrario— Sólo espero que Shaka no se entere...

  — Cierto... —Recordé que mantenían una relación desde hace algún tiempo. Shaka era precisamente alguien quizás muy celoso. Si no lo manifestaba, le reclamaba a Aioria por las noches, y si estaba con el gato y Marín o alguna otra persona aparecía y se acercaba de mas, se iba molesto.

Cuando estábamos por entrar, mi contrario se negó y decidió observar por la ventana, fue donde Aioria se sentó con esa peli-celeste frente a Deathmask. No alcancé a leer sus labios para ver que decían, pero aparentemente Dita si. El vendedor de avon apretó los dientes y el tabique con el que sostenía la parte de abajo de la ventana. Lo quebró en miles de pedazos, me alejé por inercia, por miedo a que se enojase más si decía algo incorrecto. Volteamos a mirarnos.

  — ¡¡¡QUE NO ESTOY BORRACHO!!! *Hip*  

Vimos a Deathmask caer rodando de los escalones, fue empujado por alguien que susurró <<Borracho estúpido>> A penas lo vio, Afrodita, en vez de reaccionar y ayudarlo, puso los brazos en jarras y bufó, mirándole sin piedad alguna. Pateó un balde de agua que dio directo a su cara, que se cambió a una expresión de horror.

  — ¡A-Afrodita! ¡Y-Yo...!

  — ¿¡TU QUÉ?! ¡MUJERIEGO DE MIERD...MIÉRCOLES! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO TE ODIO TE ODIO! ¡VETE!

— Dita, cálmate un poco... no creo que...

  — ¡Y TU SILENCIO MILO! ¡DÉJAME SOLO! ¡ESTE NO ES TU ASUNTO Y LO SABES!  

Wow, supongo que tiene razón. Rezaré para que Death salga vivo de esta, me alejé rumbo a las frías montañas, ¿De dónde vendrá ese cosmos que no me inspira confianza?. Acomodé mi capa, y decidí seguir hacia arriba.