6


Al día siguiente, la querida señorita Josephine, esposa del comandante Bonnaparte. Fue a hacer el comercio en el mercado, faltaban algunos alimentos para hacer el almuerzo y la cena. Bonnaparte le insistió en que fuera con seguridad, el iba a dar 10 hombres para que la cuidaran. Él sabía que Arno tal vez la conociera  lo de anoche sólo fue una actuación. Tiene miedo de que algo realmente grave le suceda a su amada esposa. 

Pero Josephine se negaba, al final fue acompañada por dos soldados elegidos por el mismisimo comandante. La seguían por todos lados en las calles observando atentamente, el comandante les advirtió a que si veían a un sujeto con traje azul. Tuvieran precaución y cuidaran a Josephine.

Ellos un poco dudosos aceptaron, no tenían otra opción después de todo.

La mujer fue a un pequeño puesto de vegetales, empezó a comprar lo que necesitaba mientras los dos hombres, le daban la espalda y observaban el alrededor.

En eso un hombre accidentalmente se topó con ella.

- Pardoner moi madame- La mujer levantó la vista para encontrarse con un hombre apuesto, pelo castaño brillante largo y recogido con una moña. Una cicatriz en la nariz. Y sobre todo.. unos ojos profundos de un café oscuro. Aquellos ojos que fácilmente podían manipular y enamorar a cualquier mujer que los viera.

- Oh, pas de problème monsieur- Le sonrío, ella no lo conocía. Pero él si la conocía. Arno la reconoció desde que salió de la gran mansión.

- Discúlpeme si es que suena atrevido. La he visto estar muy cerca del comandante Bonnaparte. ¿Son algo en especial?- La mujer lo miró confundida. Pero acepto por contestar.

- Somos esposos.- Respondió así de simple. "Maldita perra" pensó Arno mientras la miraba a los ojos. Agradeció su tiempo y se fue sin nada más.

Josephine regreso a su hogar, Napoleon rápidamente le preguntó si se encontraba bien. ¿Si se topó con un sujeto extraño?

- Oh, hubo un hombre apuesto en un puesto de mercado que me preguntó sobre nuestra relación. Era..- La mujer lo empezó a describir y mientras más se hacía clara la imagen. Napoleon se asustaba.

- Desde ahora iras con cuatro soldados cada vez que estes sola o salgas a las calles- Y sin dejarla responder, se fue hacía una habitación donde se planeaban guerras en especial. Tenía una reunión.

Mientras tanto, Arno con su traje puesto lo observaba todo desde afuera por una ventana. 

Detestaba a esa mujer, lo alejaba de su marido.

- Oh mi pobre Napoleon, te han alejado de mi a la fuerza. Tranquilo cariño, te rescatare y hare que nada ni nadie más nos vuelva a separar. Eso incluye matar a la mitad de Francia.-

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top