Capítulo VI (+18)

Advertencia el siguiente capítulo contiene contenido para adultos +18. Es decir, no apto para todo público. Sin embargo, se tiene completa libertad en continuar si así lo desea.

***

El sueño siempre era algo que llegaba sin mucho problema para Boruto, y no sería nada diferente estando en una habitación de lo más cómoda. Estaba en un hotel caro y dormir en una cama tan cómoda como en la que estaba era un sueño para el cuerpo. Un paraíso para un universitario como él.

Al menos todo eso le hubiera gustado, pero ahora mismo ese no era el caso.

Conseguir el sueño que deseaba le costaba mucho y por mucho que cerraba los ojos no conseguía sumergirse a sus sueños. Bueno, no lo podía conseguir cuando sabía muy bien que él no era el único que se encontraba en la cama.

Por el otro lado estaba también Sumire, su vieja amiga de hace años que no se habían vuelto a ver. Tantas cosas que ellos estaban pasando y ahora estaban acostados en la misma cama. Jamás creía que tendría una reunión tan rara como la que había tenido está noche.

Para ser sincero, él no le incomodaba tener que dormir en la misma cama que ella. Lo que le preocupaba mucho era Sumire, sabía que ella no está acostumbrada a esta clase de situaciones o al menos tener está clase de cercanía con un chico.

No, más bien, ¿ella siquiera ya habrá tenido alguna experiencia con chicos? No es que le importe -un poco-, pero si fuera así espera que no tenga convenientes con él.

Decidió mejor dejar eso de lado y no seguir buscando una respuesta a los asuntos de Sumire, no eran de su incumbencia. Además, mañana temprano tendrían que despertar para despedirse e irse a sus respectivos hogares.

Mentiría si dijera que no fue algo nostálgico y agradable volverá verla, pero ahora tenían sus propias vidas, dos caminos opuestos que no estaba la presencia del otro. Meterse más en su vida suponía un peligro para su corazón y sus sentimientos que había enterrado hace años. De igual manera, entre los dos era Sumire quien más deseaba en dejar de involucrarse.

No era tonto, siempre notaba la incomodidad en su rostro y estaba claro que había sentido culpa por lo sucedido de hace años, aunque a él no le molestaba.

Bueno, Sumire lo había dicho directamente de sentirse mal por el pasado, pero al menos lo dejaron por terminado hace una media hora de su plática.

Afortunadamente había comenzado a tener pequeñas señales de sueño, por lo que fue intentando dejarse llevar mientras cerraba los ojos. Sin embargo, la cama se había movido un poco cuando un ligero peso fue quitándose del otro lado de donde estaba.

Miró de reojo a Sumire, la cual se había levantado hasta estar sentada con la cabeza baja y suspirando. Viéndola en ese estado solo podía deducir que también había estado despierta como él.

Lo dejaría pasar y le daría a Sumire su tiempo a solas, sea lo que sea que estuviera pasándole en su cabeza. Sin embargo, una parte de él no podía dejar así las cosas, lo que le incentivó también levantarse hasta quedar sentado en la cama.

Ella no pareció sorprendida de que él también haya "despertado", pero aún asi hizo un gesto de sorpresa para nada creíble, ni siquiera se esforzó en disimularlo. ¿Eso era importante? Por supuesto que no, Boruto solo se mantuvo concentrado en lo que hacía Sumire.

-Oye Sumire, ¿sucede algo?

- ...

Sin responderle, Sumire volteó a verlo por unos breves segundos, unos en los que él volvió a hablar.

-Sabes que puedes contarme.

Le preocupaba, ya que a diferencia de él, Sumire no es o era una chica que decía lo que sentía fácilmente. Si quería que ella sea abierta con él debía de mostrar algo de delicadeza y comprensión. Lo opuesto a él, siendo una diferencia tan notable cuando estaban en la escuela media.

Sumire se levantó de la cama para caminar lentamente hasta el sofá que había cerca, él también se levantó y la siguió para sentarse al lado.

Estaba apoyando la barbilla sobre su mano que estaba por encima del brazo del sofa. Ella no dejaba de mirar afuera por la ventana mientras las luces de la ciudad seguían siendo las que iluminaban aquella habitación oscura.

-Boruto-kun... -hizo una pequeña pausa mientras agarraba algo de aire-, yo... te agradezco por ayudarme hoy y también me alegro de volver a verte. Me hizo muy feliz.

-Heh. Lo mismo digo -asintió sonriendo hacia ella aunque no le estuviera viendo mientras hablaban-. Me dió mucho gusto volver a verte. Has crecido mucho y ahora eres una gran mujer que tiene un buen trabajo mientras estudia.

Aún si todo esto lo volvía a repetir, quería que Sumire lo mantuviera presente, que sepa que él estaba feliz por la vida que ella había conseguido, o bien, una parte de ella.

Sumire al oírle no pudo evitar suavizar su rostro. Entre la poca oscuridad esbozó una leve sonrisa en dirección a la ventana sin quitar sus ojos de las bellas luces de afuera.

-Aun así... ¿Realmente ya no necesitas que yo esté de nuevo en tu vida? -preguntó.

Él abrió un poco los ojos, sorprendido por la pregunta y al mismos tiempo afirmación que su amiga estaba diciendo.

En el pequeño lapso de silencio ninguno de los dos dijo una palabra, Sumire no quería ahora un comentario de él, solo quería en desahogarse por alguna extraña razón.

-Yo... siempre te he complicado la vida desde que me conociste... Eras un chico muy amigable con los demás en la clase y demasiado social -suspiró-. Yo por otra parte, nunca me interesó el resto de los demás, siempre pensando en mi futuro y nada más, un sueño egoísta solo para mí, pero aún así decidiste acercarte e involucrar mis problemas personales. Ayudándome a ser más abierta con el resto, aún sabiendo que tuve problemas con la comunicación hacía los demás.

-...

Boruto no dijo nada, solo la miraba en la oscuridad, Sumire lo sabía perfectamente, podría sentir su mirada sobre ella desde su lado. No quería verle, no podía, solo continuó hablando sin parar de soltar lo que quería decir.

- ¿Y cómo te pagué? Haciendo que tu vida fuera menos de lo que mereces -su voz fue quebrándose acompañado de pequeños sollozos-. Recuerdo cuando unos se habían metido conmigo, ese día fue muy egoísta de mi parte hacerlo por mi misma, pero terminaron dejándome el cabello cortado de forma horrible, tú no dudaste en golpearlos, pero después de eso fuiste suspendido, todos empezaron a ser indiferentes contigo por miedo.

Los pequeños sollozos fueron siendo acompañados de unas lágrimas que fueron saliendo de sus ojos.

-Lo mismo pasó cuando fuí tan egoísta al querer llegar lo más temprano posible a un trabajo un fin de semana para tener el empleo, tú no dudaste de llevarme en tu bicicleta,pero te perdiste de un evento que esperabas... -Sumire no pudo detener las lágrimas, llevó una de sus manos hasta sus ojos para al menos contenerlas-. O ese día en el parque, en el festival deportivo, en esa tienda... todas esas veces que saliste perjudicado por mi fue culpa por ser muy egoísta y solo para mí beneficio. ¡No soy una santa o una buena amiga, no puedo serlo cuando te llevé a tantas cosas mías!

Aún cuando se sinceraba ella con todo lo que decía, Sumire no sentía que había una diferencia en lo que es el pasado y el ahora en esa misma habitación. No lo sabía muy bien, si esto era aún a causa de haber tomado alcohol o no. Ya no le importaba tanto, siguió confesando algo que se había acumulado por muchos años.

-Lo peor de todo fue cuando te confesaste ese día... Yo te rechacé de una forma que no debería -de pronto sus palabras salían de forma que ni ella podía controlar mientras se mantenía agachada, evitando aún el contacto visual hacia él-. Me hizo feliz que sintieras eso por mí, pero sabía que no tenía derecho a corresponderte. Yo nunca tuve ese derecho luego de que te haya arrastrado a muchos de mis problemas.

-Eso no es verdad -aunque no quisiera hacerlo, por primera vez Boruto la había interrumpido-, yo sé que...

Ella no lo terminó de hablar, siendo ésta la que continuó la conversación.

-Lo siento. A pesar de lo mucho que no quería que me ayudaras esas veces, siempre había una parte de mí que quería que lo hicieras -suspiró-. Y no solo eso, dentro de lo más profundo de mí... yo quería que solo me tuvieras de prioridad. Siempre se me dificultó en relacionarme con la clase, nunca me agradaron, solo pensaba en mí, pero cuando llegaste todo fue más agradable... y fácil... Pensaba que mi vida sería mejor teniendo tu compañía y de nadie más, hacia mucho tiempo que había perdido a mi madre y tener a alguien conmigo fue algo que extrañaba... y por eso cuando confesaste lo que sentías... No pude aceptarlo.

-...

-Me hizo muy feliz, realmente estuve feliz que amarás a una persona tan mala como lo era yo... No tenía mis dudas al respecto contigo y sé que me harías feliz estando contigo... -Sumire apretó los labios y con su voz que se había reprimido, lo encaró a la cara sin saber que sus ojos comenzaban a volver humedecerse-, pero es por eso que no podía aceptar tus sentimientos. No era algo correcto, solo te veía como algo en el cual apoyarme emocionalmente para mí propio beneficio... Me estaba volviendo muy dependiente de tí y no era justo para mí... ni para tí.

Ella nunca podía olvidar ese día, había sido feliz y como Boruto se sentía por ella... pero no sentía que merecía esa felicidad no ese recuerdo, por eso decidió suprimirlo en lo más profundo de su corazón.

No podía aceptar algo así, no cuando él había hecho tanto por ella. Se disculpó mucho hacia él, tantas que no le importaba deberle los favores que fuera a pedir Boruto.

-Y ahora mírame -bajo su cabeza de nuevo mientras giraba la cabeza-, aquí triste por esta noche, deseando que no se acabara, no cuando supe que te irás mañana. Se que una parte de mi vuelve a querer arrastrarte a mis problemas y nunca dejarte ir. No quiero eso, solo voy a aprovechar tu amabilidad para mí beneficio.

- ¡No, Sumire! -dijo rotundamente fuerte y apoyando su mano al ponerla encima de la suya.

- ¿No?

Lo miró a los ojos.

-No me importa lo que pienses o que clase de cosas sientas, ya sean buenas o malas que tú tengas guardado dentro de tí. No cambia que eres Sumire, y es ella a quien no pienso abandonar. No me importa.

- ¿A qué te refieres? -su expresión tembló, sorprendiéndose.

-Lo que digo es, que si algún día necesitas ayuda o alguien para hablar sobre cualquier cosa o problema que tengas, llámame. No me importa ayudarte, eso es algo que uno no puede evitar -suspiró cansado, pero siguió sin titubear en sus palabras-. Todo lo que hice por tí no fue solamente porque me gustabas, simplemente no podía dejarte sola. Si lo hubiera hecho habría sido una horrible persona... En serio te agradezco por preocuparte por mi, pero no necesario que lo hagas.

Boruto se esforzó con aquellas palabras para alentarla, que fuera dejando detrás cualquier pensamiento negativo que tuviera de todo y de ella misma.

Dirigió su mano hacia la cabeza de Sumire, suavemente inició una caricia en su cabeza sin perder el contacto visual con ella.

-Por eso no te sigas culpando de nada. Ser egoísta no es del todo malo, solo quieres buscar tu propia felicidad, todos lo hacen.

-Pero...

-Yo estaré bien Sumire, mañana no será el final de todo esto 'ttebasa. -dijo con una leve sonrisa en su rostro.

Se mentiría él si dijera que no estaría nada mal que la comunicación entre ambos llegara a su fin está noche. Él también desea querer seguir hablando con ella, algo muy similar como en los viejos tiempos. Ese mismo sentimiento reprimido no podía solo dejarlo adentro, por eso quiso expresarlo con ella en forma de palabras.

Si ella se hacia llamar egoísta, entonces él podía ser el doble con hacerle saber que no le importaba nada. Si podía ayudar a una vieja amiga que también era un antiguo amor no correspondido del pasado, entonces no tendría problema.

Todo estaba bien para él, al menos, esa es la forma en que veía las cosas para que no haya ningún tipo de duda o resentimiento que se pueda malinterpretar entre los dos. Él quería estar en buenos términos y bien con Sumire, al igual que sabía que ella deseaba lo mismo.

-Puedo estar las horas que necesites para que estés feliz, si quieres a alguien para que te haga compañía...puedes llamarme, si te encuentras mal por algo y no sabes a quien acudir, puedes pedir mi ayuda, si necesitas a alguien con quién deseas desahogarte... puedes contar conmigo.

Sumire bajó su mirada un poco cuando se decidió en responderle a él.

-Tú has hecho muchas cosas por mi, hay mucho por lo que quiero agradecerte, de verdad, y creo que mostrarte este lado tan complicado mío no es correcto -suspiró cansada por el sueño y aún le afectaba un poco el efecto del alcohol un poco-. Siendo sincera, no hay nada que me satisfacería más que devolverte todas esas veces que me ayudaste a pesar de que solo querías, aún si fuí una molestia para tí.

Ella se escondió en el pecho de él, para no verlo al rostro.

Boruto negó con la cabeza, suspirando y susurrando en palabras, ahora que estaba muy cerca, de los oídos de ella.

-Por favor Sumire, para mi, no eras una molestia ni en lo más mínimo. Eras y sigues siendo una gran amiga... Nunca me he arrepentido de haberte hablado por primera vez en ese día cuando te vi sentada muy concentrada en ese libro en el salón.

-Ahora estás siendo muy cursi. -dijo ella aún escondida en el pecho de Boruto.

-Hey, lo digo en serio. Contigo siento algo de esa conexión tan divertida y agradable que, pasaría horas por contarte todo lo que he vivido estos años sin vernos. Puedo estar una noche completa para ponerte al día de mi vida, la cual es algo divertida. Hahaha.

Ella al escuchar eso no dijo nada, pero Boruto vio como ella se acomodó más en su pecho, haciendo leves gemidos de cansancio ante la borrachera, pero no le importó, los encontraba adorables para sus ojos y oídos. Pensó en que tal vez ella se sentía cómoda al recostarse con él como si fuera una niña pequeña.

Boruto no hizo más que seguir sus instintos poco usados en él. La sostuvo en sus brazos, al verla mostrando todas sus debilidades delante de sus ojos que la hacía extrañamente pequeña, más de lo que él le había calculado. Cuando la vio por primera vez había calculado la diferencia de altura suya con la de ella, al final llegó a la conclusión de que la diferencia podía ser algo considerable dependiendo de cómo se vea.

- ¿Podrías quedarte conmigo esta noche hasta mañana?

-Haha. ¿No era lo que estuvimos haciendo hace rato? -suavizó su voz a uno más juguetón sin dejar de acariciarla-. Cielos, el alcohol te afectó mucho...

-Claro que no, estoy bien... mucho mejor que tú.

Sumire se aferró un poco más en él mientras mantenía su rostro hundido en su pecho.

-Me ayudarías mucho si te pegas un poco más conmigo esta noche. -él lo escuchó en un susurro muy bajo, que fue ahogado por la tela de su ropa.

Aquellas palabras salidas de la boca de ella fue mucho para el corazón de Boruto. No negará que eso le movió algo dentro de él, lo puso emocionado.

-S-Sumire... ¿D-Dijiste algo? -fingió suma ignorancia.

Ella solo negó con la cabeza, y claro, él no le creía cuando la había oido, pero no hará nada que pueda poner incómodo este momento para ella. Quería dejar que Sumire lo fuera disfrutando, este momento, al igual que él.

Lo estaba disfrutando de igual manera, le daba paz este momento, él y ella en esta cálida burbuja.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que Boruto la escuchó reír de una forma tan hermosa que no había escuchado.

- ¿Te digo algo Boruto-kun? Se siente bien tener a alguien haciendo de sirviente -dijo sin poder borrar su sonrisa que él no podía verle-. Tú me llevaste en esta habitación y me trataste como una princesa. Soy una persona superior a tí.

Boruto no pudo evitar reí luego de escuchar las insinuaciones de ella. Se notaba que una parte de su cabeza seguía estando bajo los efectos del alcohol. Ya no sabía que fue lo que le ocasionaba su risa, si era lo que decía Sumire o que ella fuera mala para consumir alcohol.

-Si si. Supongo que soy un querido y gran sirviente que necesitaba quedarse con su majestad para que no le pase nada. Siempre he pensado que en otra vida sería un gran guerrero que ayudaría a su superior 'ttebasa.

Decía entre bromas, la observaba con mucha atención, viendo el cambio de expresión que pasaba ella a una sonrisa brillante en silencio.

Al verla en ese estado no pudo evitar que su ánimo fuera mejorando, al igual que el de ella. Ambos solo se quedaron mirando, se olvidaron de lo mucho que estaban cerca y lo abrazados que estaban. Boruto sintió que su cara se calentaba por extraño que suene, ella pasó después a juguetear un poco con su cabello violeta mientras la luz de afuera le hacía verse aún más hermosa de lo que ya estaba.

Dicha vista lo dejó embobado.

- ¿Ocurre algo? -preguntó ella- ¿Tengo algo en mis mejillas?

-E-Este... Bue-Bueno... Yo diría que ahora están rojas, por alguna razón. ¿No te habrá subido el alcohol o estás enferma?

Aquellas confesiones que había dado él hacia que Sumire se avergonzara un poco, fue conciente de su sonrojo en seguida y que delataba lo mucho que estaba disfrutando de este momento con él.

Sorprendentemente para Boruto y también para ella misma, eso solo hizo que se riera de la nada.

Pasaron unos segundos en los que Sumire se quedó un rato mirando para otro lado mientras seguía sonrojada. Por esta vez en la noche Boruto deseaba mucho saber que había dentro de la cabeza de ella. Eso le recordó sus primeros días interactuando con ella en el pasado, al principio la veía como una computadora analítica que pasaba de muchos datos.

Ella miró de reojo a Boruto, notó la clase de expresión que había en su rostro. Le causó gracia al deducir lo que había dentro de su cabeza. Sonaría loco si lo dijera en voz alta, pero ya tenía las ideas claras de lo que podría estar pensando, y más siendo referente a ella.

Si su deducción no se equivoca, lo más probable es que vuelva a pensar en ella como una chica robótica. En años atrás ya había pasado algo así, cosa que la molestó en su momento, pero ahora... le molestó mucho más, demasiado e incluso pensaba en golpearlo en el hombro... Sin embargo, lo dejaba pasar porque ahora estaba cómoda con junto a él.

-Supongo que haber venido a la fiesta no fue tan mala idea después de todo -se dijo para si misma, agradecida con Akita por convencerla, le alegró volver a tener al chico Uzumaki-. Pude volver a verte, y siendo sincera tu presencia me quitó el sueño.

Con un tono muy suave, se dejó caer para colocar su cabeza sobre mi hombro de Boruto, dejándolo muy vulnerable apenas al sentir la cabeza de ella encima suyo.

-Si eso es cierto, ¿qué haces acostada en mi hombro? -preguntó con incredulidad-. ¿Es que acaso dijiste eso solo para que yo sea ahora tu almohada?

No recibió una respuesta en los siguientes segundos en esa posición, fue entonces cuando Boruto la escuchó hacer un pequeño pero audible gemido para acomodarse más a él.

Sumire buscaba como estar perfectamente apoyada en él sin hacer caso a las preguntas que Boruto le había hecho. Ella solo se puso contra él mientras con su mano se aferró un poco a su brazo.

-Supongo que no te gusta así... Bueno, entonces tendré que hacerlo de una forma más cómoda para tí. -dijo Sumire entre un gemido.

No tardó en seguida Boruto en notar que ella lo iba usando como un mero asiento, acomodando sus piernas encima de su regazo de una forma provocativa, más cuando veía sus hermosas piernas y muslos que ya no tenían las mallas, sino su piel desnuda.

Ante este acto, Sumire se rió de forma muy adorable para él, con su cabeza y sus manos apoyados nuevamente en el pecho de Boruto para ahora estar completamente encima suyo.

- ¿S-Sumire?

Todo esto le causaba a Boruto una euforia y éxtasis por una situación tan extraña que jamás creyó estar. Ni en sus sueños tan raros como los suyos podía creer tener a una hermosa chica sobre sus piernas, mirándolo muy relajada como si supiera como jugar a la provocación del sexo opuesto.

Ella siguió acomodándose y pegandose más a él, suspiraba como si estuviera tranquila de que nada iba a pasar.

Y eso era completamente falso...

Ella estaba conduciendo a que fuera sucediendo lo que ambos sabían que podían llegar a cruzar entre los dos. Ella así lo creía.

- ¿Sabes?, no creo que sea buena idea ponerte encima de mis piernas y lo estoy diciendo por tu bien -no sabía en qué dirección mirar-. Soy un chico, y no creo que debas de ponerse así con uno 'ttebasa.

Solo se escuchó a ella reírse aún más bajo mientras Boruto entraba en pánico, dándole más latidos fuertes en el pecho cubo ella se pegó mucho más a él.

-Boruto-kun, lo puedo sentir... tu corazón está muy acelerado, me pregunto porque será... -Sumire solo murmuraba divertida, y Boruto no le causaba ni una gracia.

No tenía ni idea de porque ella estaba haciendo esto, pero una cosa estaba clara para Boruto, sus mismos deseos carnales les gustaba esto.

Una parte de él quería creer que era porque aún no estaba sobria del todo, aún debía de tener efectos del alcohol, al menos eso es lo que quería creer.

Ella lentamente puso sus manos sobre las mejillas de Boruto, lo obligó a bajar la vista hacia ella, solo para que sus miradas fueran encontrándose en el momento más íntimo que ellos se encontraban.

-Boruto-kun..., tu dijiste que me ayudarás siempre que lo necesite, ¿no? -lo oyó pasar saliva mientras asentía sin perder el contacto visual-. Entonces, escucha un simple favor que quiero pedirte.

Sumire se tomó el tiempo para formular las palabras mientras se acomodaba aún más al pecho de Boruto para sentir calor. Ella acomodo la cabeza en el mentón de él prácticamente acurrucada en su pecho.

En una rápida y suave voz con un ronroneo ella le miró con súplica. En aquella última mirada que él pudo ver en ella fue

- ¿Me dejarás ser egoísta?

- ¿Disculpa? -preguntó Boruto.

Su cabeza le impedía ver la evidente realidad que estaba ocurriendo, no quería aceptarlo... al menos no tan fácilmente. El único mecanismo de "defensa" que había generado en él fue la ignorancia.

Sumire por otro caso, no tenía intenciones de echarse para atrás mientras seguía manteniendo su mirada en él.

-Quédate conmigo... solo... solo por esta noche -ella le miró con intensidad sin despegarse de él-, quiero estar cerca tuyo, lo más cerca que se pueda.

Sumire admitió de una forma tan sincera, de una forma que hasta podía sentir Boruto como fueron desbordando esos sentimientos tan frágiles.

Por mucho que Sumire mantuviera su corazón muy escondido, alejado del resto, ella verdaderamente quería ser buena y congeniar con todo el mundo. Esa era la gracia que Boruto siempre vio en ella desde que la conoció.

Boruto por puro instinto acarició su cabello tan suave, uno que siempre había pensado que era hermoso, tan llamativo que podía sentirse que la primavera estaba más cerca de lo esperado. Ella tal vez no lo sabía, pero radiaba tanto como el sol cuando sonreía o cuando era ella misma.

Ella era linda, no, ella era hermosa. Uno de los muchos motivos que tenía él para que terminara gustandole hace años, y ahora mismo... no sabía muy bien que pensar realmente. No sabe si la sigue amando o al menos, saber que una parte de él quiere hacerlo. Duda mucho que ella sienta lo mismo después de años, más sabiendo que solo siente culpa por lo sucedido.

Sin embargo, no cambia el hecho de que por eso le guarda un cariño especial desde hace mucho, luego de todo lo que habían pasado tiempo atrás.

-Boruto-kun... si realmente me permites ser egoísta libremente, bajo tu consentimiento, entonces...

- ¿Si?

Cuando dió un pequeño suspiro, fue cerrando sus ojos, Boruto escuchaba la respiración de ella tan pacífica mientras se acercaba, teniendo sus labios inclinados hacia él.

Y cuanto menos lo esperó, los labios de ella hicieron contacto con los de él, besándolo con delicadeza.

Fue un movimiento repentino para Boruto, dejándolo como una estatua. La peor parte para él fue cuando su corazón y cabeza se pusieron de acuerdo en términos legítimos pidiendo lanzarse a la ofensiva, pero no sabía que hacer cuando era Sumire la que acabó haciendo esto primero.

No hizo movimiento alguno él, no es que fuera un cobarde o algo así, sino porque no iba a aprovecharme de esto, no cuando se trataba de Sumire.

Eso pensó hasta que ella lo tomó de las mejillas, intensificando el beso y casi metiendo su lengua dentro de él. Estaba claro que esa era la señal. Una entrega completa, una en la que no lo sintiera mal él, porque también quería esto. Ambos lo querían.

Una vez entendido el mensaje, Boruto ya no dudó.

Correspondió al beso de Sumire lentamente, tomándola por las caderas, intensificando más el beso con sonidos que se oían en su burbuja de placer. Al chocar repetidas veces sus ansias de ir más allá se volvieron más exigentes entre ambos.

Se estaba volviendo loco con todo lo que estaba pasando, tanto que lo hacía pensar que estaba soñando. Escuchaba sus jadeos y algunos gemidos, mientras masajeaba las caderas de Sumire, lo hacía lentamente para disfrutar de su toque y curvas.

Por otra parte, luego de haber tomado la iniciativa al agarrar las mejillas de Boruto, ella fue deslizando sus manos hacia abajo para sostenerse en los hombros de él.

Los suspiros se escapaban entre sus bocas cada vez que la abrían para encontrar sus propias lenguas. Sintieron algo electrizante recorrer sus cuerpos cada vez que sus lenguas rozaban una con la otra.

El gemido de Sumire fue más alto.

En unas ocasiones Boruto sentía que podía parar todo esto y le gustaría para que fuera deteniendo algo que posiblemente fuera causa del alcohol que había generado dentro de Sumire. Eso le generó también cierto pensamiento culposo, sobre si estaría aprovechándose de ella, lo que le impedía ir al máximo a todo esto.

Esos intentos de detener esto fueron siendo inútiles, Sumire no le permitía tener una oportunidad de hacerlo, sentía como aferraba a él y no paraba.

Rápidamente Sumire fue bajando un poco las manos de los hombros hasta abrazarlo por detrás. Sintió como Boruto puso más peso hacia ella hasta hacerla caer por detrás en el sofa.

Miró como éste se encontró encima suyo y como sus manos fueron explorando algunas partes de su cuerpo, masajeandola sin miedo con sus manos. Ella aprovechó esto para acercarlo más al rodearlo con las manos, dejándola acariciarle la espalda.

Sus cuerpos se pegaron aún más, y Boruto sentía que se estaba sofocando, había mucho con lo que estaba asimilando; el sabor de sus labios, el olor a su perfume mezclado con su sabor de la bebida, y sumado al sentir el suave cuerpo de ella.

Justo entonces, un nuevo desafío surgió para Boruto y con él a un enfrentamiento que él jamás creyó tener con Sumire. Entre su pantalón algo fue poniéndose duro que hizo roce con la pierna de ella.

Él se alertó cuando se dió cuenta y estaba seguro que Sumire también lo hizo cuando hizo ese roce. Por primera vez en la noche, él se sintió muy avergonzado en presencia de Sumire. Pasar por estas cosas con ella era mucho para él, y eso que ya tenían edad para estas cosas.

-L-Lo siento, supongo que me he excedido un poco a esto 'ttebasa.

Intentó levantarse un poco, pero Sumire se aferró a los brazos de él, dejándolo muy perplejo cuando se detuvo para mirarla. Los dos se vieron confundidos, Boruto por la acción de su amiga y Sumire porque no sabía porque él quería alejarse.

Ella no tuvo de otra que ser directa con él mientras sus mejillas se calentaban aún mas.

-Boruto-kun... hagámoslo...

- ¡¿...?!

- ¿Qué pasa? -le miró con inseguridad, sin saber de lo que él tenía en su cabeza luego de haberle hecho esa proposición- ¿O no te gustaría?

Hubo un pequeño silencio en el que ambos solo se siguieron mirando. Boruto apenas y podía seguir el ritmo de los acontecimientos que se le iban presentando y Sumire estaba lo bastante avergonzada por haber dicho algo como eso, pero no había marcha atrás, ella lo dijo... y eso es lo que realmente le importaba ahora.

-N-No... digo..., no quisiera que... -trató de tomarlo con más calma mientras inhala y exhala-. Honestamente no me gustaría obligarte o que te obligues hacer algo que no quieres, y solo lo hagas para devolverme el favor. No quiero que te sientas mal por lo que pasó hace años.

Aquello era cierto y no le gustaría que todo esto fuera algo que ella misma se obligaba hacer. No negaba que la idea era MUY tentadora, incluso su corazón temblaba, pero quería evitar un problema que los pueda dejar en una situación incomoda.

Aún así, si ella insistiría tanto de esto... es posible que él no vaya a contenerse.

-No, no se trata de eso. No hago esto para compensar nada o por mera obligación. Solo quiero hacerlo porque si. Quiero al menos disfrutar de esta experiencia por una noche antes de que te vayas.

Ella lo miró detenidamente sin quitar sus ojos de los suyos mientras le sonreía dulcemente.

Pronto recordó algo.

Curiosamente esta persona que estaba en sus brazos era con quién se supone que su amiga quería cortejar, al igual que era alguien que le interesaba de estar. El sentimiento de culpa la penetró enseguida y una parte de ella estaba por dejar todo hasta aquí y mejor volver a la cama como si nada haya pasado.

Podría decir que todo era una broma y que el alcohol no la hizo pensar claramente -lo cual una pequeña parte era cierto-. Sin embargo, su lujuria hizo disipar todo rastro de culpa o cualquier otro pensamiento que no fuera la emoción de tener a Boruto para ella sola.

Solo por esta noche, solo este mismo momento de su vida, Uzumaki Boruto, su viejo amigo sería su amante está noche.

- ¿Estás segura? -preguntó Boruto como última advertencia.

Su agarre en él fue un poco más firme y sin despegarse con los ojos fijos en los de Boruto dijo:

-Si, segura. Ya manejaré lo que venga... Por ahora cumple con lo que quiero -esbozó una sonrisa, mostrándose mucho más sexy a los ojos de Boruto-, porque también veo que estás de acuerdo, ¿Cierto?

Esa última parte le dió un gran saltó en el corazón de Boruto, haciéndolo mover mucho más deprisa, lo calentó y no pudo evitarlo, después de todo... dió justo en el clavo.

Pronto vio en los ojos de Sumire ese pequeño destello lleno de pasión, uno idéntico que él tenía. Estaba claro que ella le había leído bien y sabía perfectamente que estaba en lo correcto; ambos estaban en total acuerdo con lo que estaban por hacer.

Boruto dejó de luchar contra sus instintos y la observó con la misma llama lujuriosa que ella.

Entonces Sumire se acercó a a él, hasta que se besaron nuevamente, está vez con una pasión de sentimientos que se liberaron esa noche.

Boruto tardó un momento en reaccionar bien ante aquel beso, y cuando lo hizo, sonrió, y Sumire pudo sentirlo contra sus labios, cosa que le puso de buen humor para seguir adelante, mordiéndole el labio y empujando sus dedos en su cabello rubio.

El beso se volvió tan pesado hasta que ambos jadearon.

Sumire estaba tan poseída por la lujuria que quería pegarse, pero no podía hacerlo más de lo que ya estaban. Boruto se percató de esto al sentirla aún más pegada con él, lo que lo obligó a sentarse nuevamente en el sofa mientras se llevaba a Sumire con él.

La sentó en sus mismo regazo para darle más comodidad, también fue una buena posición para poder recorrer sus manos sobre todo el cuerpo de ella. Desde las caderas hasta los mismos pechos que solo estaban siendo cubiertos por el brasier. Se había olvidado que Sumire solo llevaba la falda y sus medias que le cubrían todo de abajo.

Sumire rompió el beso para poder respirar, ahogándose en las bocanadas de aire mientras se deshacía el pequeño hilo de saliva que había colgado. Boruto aprovechando que su boca había quedado libre fue pasándola hacia su cuello, hasta incluso besar su clavícula.

-Te sientes tan bien. -murmuró, mientras presionaba con fuerza la cadera de Sumire.

Ella se rió antes aquellas palabras, y en silencio estuvo de acuerdo con Boruto, también se sintió de la misma manera con él. Por puro reflejo a los toques que estaba recibiendo, Sumire empujó sus caderas contra las de él.

Boruto se giró a medias para morder le suavemente las pequeñas orejas de Sumire hasta hacerla chillar. En seguida puso sus ojos sobre ella mientras se lamió los labios lentamente. Ella había hecho un lindo sonido que le hizo calentarlo aún más.

Por otro lado, Sumire también se calentó por lo que le hacía Boruto, lo que la hizo arrojarse contra él y besarlo bruscamente. No es como si ella tuviera el peso suficiente para inmovilizarlo en el sofá. Esa clase de detalle no importaba de todos modos, Boruto no se iría a ninguna parte. Él la agarró por la cintura mientras se desgarraban la boca con labios y sus dientes chocando muy ansiosos.

Él la acercó aún más, inclinando sus caderas hacia adelante sin importarle que ella se fuera dando cuenta de lo duro que ya estaba allí debajo.

Y como era de esperarse, la boca de Sumire se abrió por la sorpresa cuando se dio cuenta de la reacción del cuerpo de él. La puso nerviosa. Boruto notó el pequeño temblor en el cuerpo de su vieja amiga, dejó de besarla por un momento para poder susurrarle al oído.

-Esto es lo que me haces -le apeteció burlarse de ella un poco-. ¿Quieres sentirla mejor?

Tan pronto como lo dijo, la confianza que Sumire había construido en los anteriores minutos se derrumbó. Su labio inferior empezó a temblar y sonidos nerviosos empezaron a salir de su boca. Se sentía indefensa ante el cuerpo de Boruto contra ella.

-N-No digas eso... -murmuró Sumire sin aliento mientras desviaba la mirada.

Él se rió de ella al verla en un estado tan vulnerable y apenada. No mentiría si dijera que verla presa ante él es de lo más excitante y lo ponía más encendido, sumado al cuerpo que ella ha desarrollado desde su ausencia.

Tenía tantas ganas de hacer un montón de cosas con ella.

Sumire por otro lado se había quedado muy perpleja ante el comportamiento seductor de Boruto. Se había vuelto un hombre tan atrevido con sus acciones y palabras cuando lo quería, si le dijeran que se había vuelto popular con las mujeres les creía.

Se impresionaba mucho que fuera tan audaz con la edad. Por alguna razón esto le generó molestia, teorizando si él ya haya hecho algo como esto con alguien más, si alguna chica habrá tenido está clase de experiencia con su viejo amigo. Le despertó en ella algo, y normalmente se pondría en negación en tener está clase de pensamientos, no eran nada como para ponerse así.

¿Qué importaba? Se preguntó a si misma, no le importaba si iba a ser el chico con quién su amiga se iba a meter o que una chica se planteara en venir a por él.

Está noche él era solo para ella y de nadie más.

Llevó su boca hacia el cuello y lo besó con intensidad, le chupó con fuerza en cierto punto del cuello hasta dejarle un chupete completamente a la vista. Un trabajo que la dejó satisfecha al saber que cualquiera verá que él ha sido probado.

Boruto había sentido lo intensa que se había puesto Sumire con dejarle un chupete en su cuello, cosa que le extraño mucho. No sé imaginó que ella hiciera esto, ¿será acaso por mero instinto de su placer?

- ¿Todo bien? -él preguntó preocupado por la acción repentina que hizo Sumire.

Ella asintió mientras estaba con su rostro entre su cuello. Se inclinó aún más hasta tener sus labios cerca de su oído y ella con una voz seductora le susurró:

-Vamos a la cama.

El tono de su voz hizo que él tragara, al igual que ella se había sentido nervioso pero no se hizo para atrás. Asintió ante la petición de Sumire deslizando sus manos desde los muslos hasta llegar agarrar el trasero de ella.

Sumire instintivamente envolvió sus piernas alrededor de su cintura para no caerse mientras fue siendo levantada. Ajustó mejor su agarre al envolver sus brazos en el cuello y hombros de Boruto para mantener la distancia cerrada con él.

[Lemon +18]

Boruto caminó hacia la cama y la dejó sobre las sábanas, besándola con entusiasmo y ella envolviendo sus brazos alrededor de su torso hasta tener las manos explorando la espalda. Abrazaba estás sensaciones que por primera vez experimentaba.

Él se alejó de ella para poder verla, sus labios se separaron por un segundo antes de sacudir levemente la cabeza cuando se dio cuenta de que probablemente parecía un idiota. Se acercó a su rostro para presionar sus labios contra los de ella una vez más.

Sumire sintió que su mano comenzaba a viajar debajo de su sostén, ahuecando uno de sus senos, lo que le hizo escapar un suspiro tembloroso. Suponía que eso era lo que él quería escuchar, hasta casi quería evitar mostrarse a su merced. Ese intento de resistencia fue un fracaso, Sumire se encontró con una nueva ola de placer, recorriendo su cuerpo y una sensación cálida se formó entre sus piernas, los latidos de su corazón se aceleraron y tembló ante su toque. Su boca se separó de la de él, dejándolos jadeando uno frente al otro.

Casi ahogándose con el aliento, logró pronunciar unas palabras que provenían de su corazón sincero:

-Sé amable.

Ella miró la forma agitada en la que se encontraba Boruto, todavía tratando de recuperar un patrón de respiración regular nuevamente.

Él la observó mirando el desastre que se estaba convirtiendo Sumire mientras le miraba con unos ojos cristalinos mientras implora. Él cerró sus ojos escuchando los latidos de su propio corazón, estaba muy agitado y también excitado, maldición, ¿qué clase de fantasía sexual era esta? Es como si su yo de antes volviera a salir, deseando las cosas que había querido hacer con ella.

-Seguro. -dijo una vez que había vuelto a abrir los ojos para mirarla a los ojos.

Tomando en serio esas palabras, está vez Sumire fue quien cerró sus ojos en cuanto sintió las manos de su acompañante en sus caderas, agarrando la falda que traía mientras las desabrochaba bajándolos después, al igual que agarró las medias negras que estaban hasta las caderas, Boruto las bajó con delicadeza provocando que las piernas de ella se debilitaran.

Boruto quedó hipnotizado, absorto de las atractivas curvas de Sumire. Estaba dándose cuenta que ella era aún más hermosa de lo que había pensado, no podía quitar sus ojos de encima. Todo fue mucho más sexy cuando la vio desabrocharse ella misma el sostén para reveler sus pechos expuestos pero ésta los ocultó rápido con su brazo mientras desviaba la mirada para otro lado.

Él solo pudo quedarse a admirar la figura semidesnuda de Sumire, mirando partes de su cuerpo que previamente habían estado ocultas de los ojos de los hombres.

- ¿P-Podrías no quedarte mirando? E-Esto es más vergonzoso de lo que imaginé.

- ¿Te lo imaginaste? -preguntó Boruto con una sonrisa picarona.

- ¡S-Solo fue una expresión, n-no es lo que tu piensas...!

El rostro de Sumire se encendió aún más por el comentario del pelirrubio, y odiaba admitirlo, pero incluso le había encendido mucho.

Él sonrió, le pareció muy adorable verla tan indefensa mientras se avergonzaba con su cuerpo semidesnudo. Se acercó a sus labios para besarla, ella se dejó aún si estaba avergonzada.

- ¿Entonces, te gustaría saber cuánto me gusta lo que veo?

Ella se puso roja con aquellas palabras, lo que la puso más tensa mientras su piel se erizaba por el comentario provocativo de Boruto.

-Solo cállate, arruinas el momento. -le susurró antes de besarlo de nuevo.

En pleno beso Boruto comenzó a acariciar uno de sus pechos. Su acción provocó un jadeó de ella, le dió vía libre para comenzar a masajear la piel. Usaba sus dedos para sostener y mover su pezón, su respiración se volvió dificultosa.

Repetía el proceso sin darse cuenta de lo mucho que se volvía adicto a hacerlo.

Se miraron el uno al otro mientras él continuaba haciéndola temblar bajo su toque entre sus pechos y su pezones. Todo lo que Sumire pudo hacer fue disfrutar el hecho de que él fuera quien la tocara así.

Jamás había sentido tan bien hacer estas cosas. Vaya inmoralidad estaba haciendo, pero no le importaba. Le gustó.

Inhaló rápidamente cuando él colocó uno de sus pezones en su boca. Él procedió a lamer su piel cremosa y ella se quedó allí para observar cada movimiento. Sumire se mordió el labio y finalmente se llevó la mano a la boca para evitar que los gemidos que no podía controlar salieran de su boca.

Esto por supuesto llamó la atención de él y con un pequeño puchero que hizo la encaró.

-No has eso. Quiero oírte.

Esto le hizo gracia a ella. Parecía como un niño pequeño.

De pronto sintió una de las manos de él sobre su muñeca hasta ponerla por encima suyo dejando su boca completamente expuesta.

-Solo déjalo, me gusta.

Ella lo miró avergonzada y decidió ceder a los caprichos de él. Asintió levemente con duda.

Suavemente, Boruto le apartó un mechón de pelo de la cara y procedió a pasar los dedos por su mejilla derecha. Lentamente juntando sus labios nuevamente, deslizó su lengua en la boca de Sumire en un beso ardiente.

Su mano se deslizó entre sus muslos y sus dedos comenzaron a frotar su ropa interior, haciéndola gemir ante la sensación. Aunque había una barrera entre su coño y sus ásperos dedos, todavía se sentía bien.

Se sentía realmente bien

-Bo...Boru... -gemía entre el beso que estaba compartiendo.

Los dedos de él se deslizaron debajo de sus bragas, lo que le dió algo de vergüenza. Él ya debió de haberse dado cuenta de lo mojada que estaba.

Boruto no quiso perder tiempo, así que comenzó a usar su dedo medio para trazar círculos sobre su clítoris, provocando que ella dejara de respirar por un par de segundos hasta que un gemido salió de su boca seguido de muchos más.

-B-Boruto-kun...

Oírla pronunciar su nombre de esa forma le excitó mucho.

Su mano viajó hasta la nuca del chico, atrayéndolo hacia ella para darle un beso. Cada vez lo frotaba más rápido y Sumire sentía como podía desaparecer en cualquier segundo. Ella abrió los ojos para encontrarse con los de él y él la besó, mordiéndole el labio inferior mientras seguía jugando con su clítoris.

Sumire arqueaba la espada y el cuerpo solo iba pasando por una sensación que nunca creía experimentar. Una que seguramente desearía volver a sentir.

Boruto sintió sus paredes húmedas apretándose alrededor de sus dedos mientras continuaba besándolo desesperadamente, tratando de amortiguar de alguna manera sus fuertes gemidos que iban al ritmo que los húmedos sonidos de allí abajo.

Él sentía como se ponía cada vez más duro e impaciente. Ya no podía detener lo que había empezado a mitad de camino.

Sumire respiró hondo mientras la tensión que aumentaba en su núcleo colapsaba en una ola de placer inimaginable. Se apretó tan fuerte en el mientras se curvaba contra su cuerpo.

Él se alejó un poco para observarla mientras respiraba hondo, teniendo un poco de dificultad en hacerlo.

La siguió observando sin perderse ni un solo gesto que hacia ella tras verla recuperarse de su primer orgasmo.

Se inclinó para besar su cuello, chupando su carne y haciéndola gemir otra vez. Hubo cooperación de parte de ella cuando la vio inclinar la cabeza hacia un lado, exponiendo más su cuello, dándole la libertad de hacer lo que quisiera.

Sumire se quedó recuperando un poco sin mirarle, estaba muy avergonzada como para verle a pesar de que estaba a oscuras. No obstante, luego de ese orgasmo que había tenido, siendo el primero de su vida, quería más.

Necesitaba mucho más de él.

Lo agarró del brazo para verle mientras le daba una expresión duplicadora hacia él. No se veía en el espejo, pero sin siquiera saberlo había desbordado lujuria y seducción en su expresión.

- ¿Puedes quitarte el resto de la ropa? Yo... Yo quiero ya hacer eso...

-Bueno... C-Claro, por supuesto.

Dijo y rápidamente se comenzó a quitar el pantalón, la parte faltante de su ropa y la que impedía mostrar toda su desnudez hacia Sumire.

Se concentró en no pensar en ese detalle del final para no morirse de la vergüenza.

Sumire tragó saliva y usó ambas manos para desabrocharle el cinturón, y desde sus acciones apresuradas liberó todas las capas de ropa. Fue cuando lo vió, el miembro endurecido apareció ante ella, lo que provocó que cerrara los ojos.

Boruto sonrió ante aquella reacción tan linda proveniente de ella. Le acarició el rostro. Sumire abrió lentamente los ojos para encontrarse con los de él.

Observó como los ojos de ella se enfocaron en seguida en su pene, en su tamaño actual que -no es por presumir-, estaba bien dotado.

Al mirar su forma, Sumire se dio cuenta de que lo único que les impedía exponer completamente sus cuerpos eran sus bragas. Esto hizo que le provocara mucha intriga y ansias a ella, al igual que la puso nerviosa.

No queriendo seguir alargando la situación, Boruto bajó la tela de las bragas con ambas manos. Sumire solo dejaba que él hiciera el trabajo mientras cubría su rostro sonrojado, sintiendo que podría desmayarse de la vergüenza.

Boruto se paró un momento para ver lentamente cada aspecto de la desnudez de Sumire. Sus ojos pasaron de sus pechos a sus caderas y finalmente a su feminidad. Sus ojos entrecerrados miraron su rostro sonrojado y vio su sonrisa avergonzada que había dibujado en su rostro.

En cierta forma se sintió orgulloso de haber hecho una expresión así en ella como si de un artista estuviera genuinamente feliz por su obra hecha y que solo él podría admirar y entenderla completamente.

Mientras comenzaba a guiar su pene cerca de la feminidad de Sumire, sintió la atenta mirada de la chica. Al tomar en cuenta la atención de ella se acordó que no tenía un condón, lo que lo puso un tanto nervioso ahora. No le gustaría que las cosas fueran a ir por una situación en la que le dejaría a ella un "regalito" en las siguientes semanas.

Además, estaba preocupado si lo haría bien, de ese modo Sumire no se llevara un mal recuerdo de esta noche. Mientras más lo pensaba, más se sentía estúpidamente nervioso, y el estarlo no era lo suyo, especialmente en una situación como ésta.

No negará que lo ha hecho, ya ha tenido experiencias que sobraba recordarlas ahora mismo con Sumire presente. Sin embargo, al ser ella fue mucho más complicado al saber que ella no era alguien que haría este tipo de cosas tan seguido. Obviamente está era su primera vez y tomar la virginidad de una vieja amiga como lo es Sumire es muy complicado.

Momentos después, Sumire respiró hondo varias veces y con todas sus fuerzas hizo aún lado su vergüenza para encarar la situación en la que estaba. Lentamente abrió las piernas para darle la bienvenida a quien estaba por unirse a ella en uno solo.

Boruto entendió la invitación y actuó.

-Dime si quieres parar... -murmuró él mientras le dió un suave beso a ella.

Sumire con un poco de seguridad movió su mano lentamente para encontrar la longitud de él, guiándola hacia su cálida y resbaladiza entrada. Boruto se estremeció cuando presionó la punta de su pene contra la entrada de ella.

-Puedes sostenerte de mí. -dijo Boruto en el oído de Sumire, haciéndola temblar.

Ella enterró su rostro en el hueco de su cuello mientras seguía sintiendo el pene de Boruto rozar su entrada. Se aferró a su espalda tal como él le había dicho, y un empujón de sus caderas fue suficiente para penetrarla, y ella gimió ante el contacto. Ella no esperaba que él lo hiciera tan repentinamente.

La tensión y el calor de su cuerpo hicieron que sus ojos se pusieran en blanco. Incluso Sumire suspiró contra él mientras él se presionaba hasta el fondo, sus caderas se juntaron por completo.

Ambos sintieron lo apretada que estaba ella a su alrededor, y su respiración entrecortada hizo que la atmósfera en el dormitorio se calentara. Sumire dejó escapar un gemido ahogado, alarmándolo. Una de sus manos se deslizó hacia arriba para agarrar su espalda, aferrándose fuertemente a su piel.

Boruto levantó la cabeza para mirarla.

- ¿Estás bien?

Le susurró al oído y ella asintió mientras se aferraba mucho a la espalda de él. Por puro instinto se movió un poco aunque seguía sin acostumbrarse a la sensación de tener alguien "unido" a ella de esta forma.

Acercó sus labios cerca de su oído. Estaba tan excitada ahora que no había controlado su voz, haciéndola más sensual.

-Puedes moverte.

Esto fue todo para hacer encender a Boruto y comenzar a actuar de acorde al pedido de ella.

-Bien. Voy a empezar a moverme.

Él advirtió de todas formas.

Ella hizo una mueca cuando él se movió dentro de ella. Lentamente, echó las caderas hacia atrás sólo para hundirse dentro de ella nuevamente. La acción le valió un grito ahogado a Sumire mientras continuaba meciéndose lentamente contra las caderas de ella.

-B-Boruto... kun... -ella gimió en su oído, provocando que él se pusiera rígido dentro de su núcleo. Por su cabeza pasó el pensamiento de que ninguna canción jamás podría escucharse ahora tan bien como los gemidos que estaba generando Sumire.

Con cada embestida considerada que él le estaba dando a ella más sentía como iba creciendo sus ansias de ir pasando a un ritmo más frenético.

Él no era del tipo que era considerado a la hora de tener sexo con alguien, con las que ha tenido nunca lo hizo. Sin embargo, al tratarse de Sumire no le gustaría que ella tenga una mala experiencia ni mucho menos hacerle daño. Ella no merecía ser tratada con mucha brusquedad, sino de una forma más amorosa para que pueda disfrutarlo.

Aunque de todas formas, quería intentar si ella le parecía bien que fueran siendo un poco de prisa. Si ella dice que no, entonces no se quedará.

Bajó la cabeza hasta la oreja de ella.

- ¿Puedo ir un poco más rápido?

Se alejó de ella para poder verle el rostro, solo para encontrarla asintiendo levemente ante la proposición. Automáticamente sus instintos fueron apoderándose de él y sin pensarlo mucho, agarró las muñecas y cerrándolas sobre su cabeza con una mano.

Los ojos y la boca de Sumire se abrieron cuando él comenzó a empujar más rápido y más fuerte, volviéndose loco encima de ella, hasta que todo lo que ella pudo hacer fue aguantar.

Hasta hace poco todo fue mucho más suave. Ahora ella experimentaba algo frenético en su vida y todo explotaba, tanto abajo como su cabeza.

Sumire gimió ruidosamente mientras su núcleo se tensaba alrededor de su eje. Podía sentir como en su interior todavía trataba de adaptarse a su tamaño.

- Boruto... ¡Ah!~

-Sumire... Veo que te gusta, ¿No?

-Si, me encanta... ¡Si!

La cama empezó a crujir y agarró las sábanas con fuerza para mantener el control. Ambos gimieron al sentir que se acercaba el clímax. No les llevó mucho tiempo sentir que podían superar el límite en cualquier momento.

Ella comenzó a recibir golpes mucho más profundos, llenándola por completo cada vez que entraba y salía. Algo tan irreal que jamás creyó que fuera tan excitante.

Para ser una noche que esperaba que fuera poco atractiva y nada emocionante como lo figuraban muchos, jamás pensó que el sexo podría sentirse tan bien y que Boruto fuera tan bueno.

Una vez más se sintió afortunada de tenerlo para ella misma está noche, aunque sintiera un poco de culpa por haberlo tenido antes que Namida, si es que haya pensado ella en hacer algo como esto con él.

Por instinto puso sus dos pies cruzados por detrás de Boruto para atraerlo pas y que su unión no se perdiera.

Siguió recibiendo las embestidas con gusto y sin contener sus gemidos lascivos que se oía por toda la habitación .

Ambos resoplaron cuando la fricción entre ellos solo aumentó. Él estaba llegando a su límite y sus embestidas se volvían más desiguales con cada movimiento que hacía.

-Sumire, estoy por...

-Hazlo dentro -ella no había tenido intención de recibir su carga dentro suyo, pero por alguna razón lo deseaba tanto, más de lo que esperaba desear-. Por favor, hazlo.~

Habiendo habiendo oído lo que pidió ella, Boruto no dió ni una respuesta en contra de la voluntad de Sumire. Decidido a no defraudar las expectativas de ella, Boruto continuo empujando una y otra vez.

Sus rodillas se levantaron, el calor cubrió su cuerpo y explosiones de placer explotaron dentro de ella, liberando su carga sin mucho problema. La sustancia se había deslizado por sus piernas.

Ella gritó, su cuerpo se trabó mientras se aferraba a él. Todo su cuerpo comenzó a temblar debajo de él mientras exhalaba alientos calientes y temblorosos.

Boruto quien se encontró ahora agotado, dejó que su cuerpo se hundiera en el de ella. Mientras apoyaba su cabeza sobre su pecho agitado, sus pulsos continuaron acelerándose uno contra el otro, y Sumire le acarició la nuca.

Por un momento, los dos se quedaron quietos así, respirando entrecortadamente. Había un cierto tipo de consuelo que ambos sentían al estar en presencia del otro de esta manera; Ninguno de los dos quería retroceder.

Cuando recuperaron el contacto visual entre ellos, una lágrima comenzó a correr por la mejilla de Sumire.

- ¿Qu-Qué pasa? -preguntó nervioso él.

De todas las reacciones que esperaba de Sumire, no esperaba que llorara. Tenía miedo de haberla ofendido de algún modo y que haya pasado una mala experiencia con él por haber sido muy duro con ella.

Ella sacudió su cabeza.

-No es nada.

Su corazón empezó a acelerarse y sus brazos a temblar, pero encontró fuerzas para empezar a secarle las lágrimas con varias caricias suaves de sus dedos. Las acciones amorosas hicieron que los labios de Sumire se alzaran en una tierna sonrisa.

-Gracias Boruto-kun. -dijo sin quitar sus ojos sobre los de él.

Esa expresión dibujada en ella hizo que el corazón de él volviera a latir terroríficamente rápido. Lo menos que podía hacer ahora es mirarla luego lo de ahorita.

De todos modos la siguió mirando durante varios segundos, la imagen de ella con las mejillas ligeramente sonrojadas y el flequillo un poco mojado por el sudor era bastante reconfortante para él.

-S-Sumire... yo...

Las cejas de ella se torcieron con profunda ternura y rodeó su cuello con ambos brazos. Él emitió un leve tarareo cuando ella se rió contra él.

Por instinto se inclinó, acercando sus labios a los de ella. Sumire sonrió mientras correspondía suavemente al beso y él le llevó la mano a la mejilla en un gesto gentil. Después de varios momentos, lentamente se separaron al igual que la unión de ambos cuerpos.

Sumire suspiró mientras se dejaba recostar junto a él en la cama y se giraba de costado para mirarle. Queriendo estar más cerca de Boruto nuevamente, extendió la mano para descansar su cabeza sobre su pecho y envolverlo en sus brazos.

Él solo puso corresponder ese abrazo mientras le acarició el cabello.

Lo siguiente que supiera ambos fue en como sus párpados se habían cerrado hasta quedar completamente dormidos. El frío ya no era un problema cuando el calor de sus cuerpos eran lo suficiente.

***

A/N: Bueno, y esto da por finalizado el capítulo de esta mini historia... y bueno, se que dije que sería el último capítulo y pues... realmente esperé que así fuera, pero resultó que me llevó mucho más la escena ricolina que se me haría mucho más extenso, así que lo dejaré en esta parte y la siguiente ahora sí es el final real.😅

Está fue mi segunda experiencia escribiendo algo de lemon, espero que haya sido de su agrado. A lo mejor unos esperaban más frenético o cosas más potentes en el "acto", pero siempre quiero tratar de que las escenas subidas de tono sean lo más naturales posibles y que se sienta ese deseo carnal inolvidable para los personajes cuando es a la hora de escribir lemon👍🏻

La espera no será demasiado está vez, además de que me he librado de cosas personales que tenía pendientes y que ahora estoy libre de ellas. Con suerte y si le meto todo mi atención tendría ahora el último (el de verdad) capitulo para este fin de semana.🙏🏻✨

Muchas gracias por el aguante y una enorme disculpa por la tardanza, espero que les haya gustado y esperen prontito para el último capítulo, el real.

¡Nos leemos hasta la próxima!

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