Veinte

Abro mis ojos cuando el sonido de mi despertador retumba por toda la habitación. Sin esperar que pase un segundo más salgo de mi cama para adentrarme a la ducha y tomar el baño más corto de toda mi vida. Me visto rápidamente con mi ropa más cómoda y ajusto las agujetas de mis zapatos, pronto pasaré por el dormitorio de Hyori para que vayamos a la sala de baile.

Fijo mi mirada en mi persona reflejada en el espejo, levanto mi cabeza en alto mientras recojo mi cabello en una pequeña coleta, al no tenerlo lo sufrientemente largo para poder agarrarlo, muchos mechones de cabello se sueltan de esta cayendo así por mi frente. 

Pero eso es lo de menos, luzco bien y es lo único que importa. 

Sin esperar más, salgo de mi habitación y me encamino en busca de la chica que se encuentra a mi espera. Hoy es nuestro segundo día de práctica, un día antes de la presentación que definirá mi futuro universitario y tengo que dar todo de mí para poder lograrlo.

Pero no me rendiré, le mostraré al mundo de o que soy capaz y alcanzaré mi meta de una vez por todas. 

Porque yo... Soy Jeon Jungkook.


Media hora después... 


— ¡Hyori, ayúdame! ¡Creo que me fracturé la rodilla!

Doy vueltas sobre el suelo mientras sujeto fuertemente la zona afectada entre mis manos en un intento de aliviar el dolor. No puedo creer que esto me haya pasado cuando apenas empezábamos con el calentamiento.

¿Acaso es esto posible? ¿Un suceso inesperado me obligará a abandonar mi sueño de una forma tan fácil? ¡No quiero hacerlo! De alguna u otra manera tengo que continuar... Alcanzaré mis metas sin importar lo que todo lo que tenga que perder y arriesgar.

— ¿Qué estás haciendo? — Pregunta Hyori mientras me tiende su mano, la cual acepto gustosamente. — Caíste sobre las barras de cereal que traje por si nos da hambre.

— Oh, entonces estoy bien. — Digo con una sonrisa mientras me levanto. 

— Realmente, a veces me sorprende que hayas llegando tan lejos en la vida. 

 — ¿Qué estás tratando de decirme? 

— Digo... — Se encoje de hombros mientras recoge las barritas ya deshechas. — No todos podrían permanecer tanto tiempo en el mundo si les pasaran las cosas que te pasan a ti. 

— Que puedo decir. — Me encojo de hombros mientras le otorgo una sonrisa triunfadora. — Después de todo, soy Jeon Jungkook. 

— Lo eres. — Una voz muy conocida para mí resuena en el lugar. — Y yo soy Park Jimin.


La presencia de una tercera voz en la sala de baile me hace saltar del susto, pero me tranquilizo un poco cuando escucho salir tal nombre de su boca.

Jungkook corre hasta él y se lanza sin piedad alguna a sus brazos, provocando que ambos terminen en el suelo mientras sueltan escandalosas risas rebosantes de felicidad.

— Así que él es el dichoso Jimin. — Suelto en su susurro que en un principio era solo para mí, pero doy cuenta de que no es así cuando lo miro levantar su cabeza desde el suelo y mirarme fijamente. 

— ¿Tu eres Hyori? — Asiento con mi sonrisa tímida. — ¡Finalmente te conozco! — Se levanta rápidamente provocando que Jungkook se vuelva a caer, ignorando sus quejas corre hasta mí y me envuelve en sus brazos. — ¡Me han hablado mucho de ti! 

— ¡Lo mismo digo! — Contesto entre risas mientras recibo su abrazo. — ¡Me da mucho gusto conocer al padrino de Grabiel!

— ¿El padrino de quién?

Su expresión de asombro me hace arrepentirme de mis palabras y puedo notar como Jungkook cubre su rostro con desesperación.

— ¡Yun Hyori! — Se queja para finalmente levantarse del suelo. — ¡Arruinaste la sorpresa!

Simplemente le regalo una sonrisa inocente, al final es su culpa por no habérmelo dicho antes. 

— No pasa nada, aceptaré ser el padrino de todas formas. — Las palabras de Jimin hacen que el ambiente incomodo se aleje. — Pero, ¿Quién es Grabiel? 

— Es nuestro nieto. — Le informo. — El hijo de nuestra hija Nancy. 

— ¿En serio? — Responde con asombro. — ¡Pensé que se llamaba Nanzo!

Lo miro sin comprender el porqué, pero lo entiendo todo cuando dirijo mi mirada a Jungkook y lo encuentro haciendo señas y cubre sus labios con su dedo índice. Al notar que lo he descubierto procede a hacerse el desentendido y dar pequeñas vueltas a su alrededor mientras sisea un poco.

Sin ganas de pelear, me resigno a dejarlo pasar.

— Está bien... — Volteo los ojos mientras suelto un suspiro. — Aceptaré que se llame Nanzo Grabiel. 

— Sus peleas son raras. — Murmura Jimin extrañado mientras nos mira. — Pero bueno, supongo que así son las relaciones de ahora. 

— No somos pareja. — Negamos al unísono. 

— ¿Cómo qué no lo son? ¡Incluso creí que estaban comprometidos!

— ¡¿Qué te hizo creer eso?! — Responde Jungkook. — Solo somos amigos padres de una Nancy y abuelos de un Nancy en miniatura.

— ¡Exacto! — Lo secundo. — Fuimos pareja por un día, pero eso fue hace un tiempo atrás. 

Jimin nos mira con asombro y nos otorga una mirada que nos hace saber que no nos piensa creer en lo más mínimo.

— La forma en la que Jungkook habla de ti y la manera en la que tú lo miras me dice algo completamente diferente.

El silencio se apodera de la sala y el ambiente se torna nuevamente en una vibra completamente incomoda, mis ojos se encuentran con los de Jungkook y ambos apartamos la mirada con rapidez.

Jimin suelta pequeños suspiros como si tratase de decir algo, pero sus palabras se quedan atoradas al final de su garganta. Nos quedamos así por unos segundos más hasta que Jungkook se atreve a terminar con este tormentoso momento. 

— ¿Por qué estás aquí? — Pregunta en dirección de su amigo mientras se aclara la garganta. — Mi graduación es hasta mañana. 

— Después de finalizar nuestra llamada de anoche no pude evitar quedarme pensando en muchas cosas. — Contesta ahora con fluidez. — ¿Cómo puede ser que mi amigo esté sufriendo tanto y yo no haga nada? ¡Así que tomé las llaves de mi auto y conduje hasta aquí desde Busan!

— ¡Wow! — Responde Jungkook con asombro. — ¡Llegaste mucho más rápido que nosotros!

— Pero nosotros incluso estuvimos presos... — Le recuerdo para luego dirigirme a Jimin. — ¿Tienes conocimientos o habilidades en el baile? 

— Mi querida Hyori, me complace decirte que tú y yo somos colegas. — Anuncia con una sonrisa coqueta. — El año pasado me gradué de danza contemporánea en esta misma academia, por lo que soy tu superior y puedes empezar a tratarme como ''Sunbaenim''. 

— No lo haré.

— Está bien.

— Bueno... — Empieza a hablar Jungkook sacándonos de nuestra pequeña conversación. — ¡Empecemos de una vez con esto!

Ambos hacemos caso a sus palabras, Jimin corre a los vestidores para poder cambiarse de ropa mientras que Jungkook y yo empezamos a practicar lo que ya teníamos listo de la corografía.

El resto lo dedicamos a bailar un millón de veces la misma canción. Con la ayuda de Jimin fuimos capaces de terminar los detalles de la coreografía con las sugerencias que este nos daba.

— ¡Gracias por todo! — Digo en su dirección y este asiente felizmente desde su lugar.

Luego de haber terminado la práctica de hoy, los tres nos encontramos descansando en el suelo de la sala de baile. Las únicas pausas que hicimos fueron durante la hora del almuerzo y las inevitables idas al baño.

— ¿Qué estás haciendo? — Pregunta Jungkook mientras estira su cuello por sobre el hombro de su amigo. — ¿Con quién hablas tanto?

Jimin cubre la pantalla de su celular para que Jungkook no pueda chismorrear más. — Con mi novia de internet, se llama Gresia y es muy linda. 

— ¡Oulala! — Se expresa Jungkook con asombro. — ¿Acaso es ella griega?

— No, así se llama.

— ¿No te da miedo que resulte ser una falsedad de internet? — Pregunto con temor. — Yo no confiaría tanto en alguien que tiene nombre de país. 

— Ella es real. — Responde con obviedad. — Aparte no se llama como el país, su nombre es con S y no con C. Incluso iré a visitarla a su país para su cumpleaños. 

— ¿No te da miedo perderte? — Pregunta Jungkook con asombro. — ¡Irás a un lugar al que no conoces!

— No me da miedo perderme, porque si lo hago será por amor. 

Miro la hora en mi celular y caigo en cuenta de que ya es un poco tarde, le anuncio esto a los chicos y salimos de la sala de baile para buscar algún lugar para cenar. 


Salgo de la ducha de la forma más silenciosa posible, teniendo cuidado de no despertar a Jimin, quién se encuentra profundamente dormido en el lado izquierdo de mi cama.

Mi lado favorito de la cama.

Luego de que dejáramos a Hyori en su dormitorio y verla atravesar esa puerta me fui inevitable el no recordar las palabras antes dichas por Jimin, obligándome a pensar en ello por todo el camino hasta mi dormitorio.

¿Lo que dijo es cierto? Es algo que he estado pensando desde hace poco tiempo atrás. ¿Realmente puedes llegar a enamorarte de alguien que conociste hace nada de tiempo? 

Siendo sincero, no creo que sea un enamoramiento como tal... Pero hay algo en mi interior que me asegura que se convertirá en algo mucho más que eso.

Me acuesto al lado de Jimin mientras suelto un intenso suspiro que ni siquiera era consciente de estar reteniendo. 

¿Qué puedo hacer? Solo sé que quiero estar junto a ella. No importa cuánto tiempo me tome lograrlo, necesito hacerlo.

Mi plan para entablar algo más que una amistad con Yun Hyori empieza en este momento.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top