Ocho

Me quedo completamente estupefacto al escuchar las palabras pronunciadas por el chico frente a mi en dirección a Hyori.

— Levántate la camisa. 

¿Realmente dijo eso?

Min Yoongi le hace una ademán a Hyori para que ataque su petición, ella, al igual que mi se encuentra desconcertada y puedo percibir algo de temor en su mirada. Sin poder evitarlo más, aprieto el agarre de mi mandíbula y me levanto de mi asiento para empujar a este depravado lejos de ella.

— ¿Pero qué mier... 

— ¡¿QUÉ DIABLOS TE PASA, MIN YOONGI?! — Pregunto con enojo para empujarlo nuevamente. — ¡¿ACASO PERDISTE LA CABEZA?! 

— ¿Qué estás diciendo? — Pregunta con falso desconcierto mientras acomoda su bata.

Me hierve la sangre al escuchar su respuesta. — ¡¿Y AÚN ASÍ TIENES EL DESCARO DE PREGUNTAR?! — Me llevo una mano a la cabeza y me aprieto la sien con mis dedos. — Confié en ti Min Yoongi, realmente te admiraba. 

— Aún no entiendo de qué estás hablando. 

— Yo no entiendo qué está pasando... — Responde ahora la chica indefensa.

Me acerco rápidamente y me coloco frente a ella para así crear una barrera con mi cuerpo, intenta ponerse en pie pero al colocar mi brazo al rededor de su hombro le impido que lleve a cabo su acción.

— No te preocupes, Yun Hyori. — Hablo con suavidad tratando de calmarla. — Nunca te pasará algo malo, no si yo estoy junto a ti para protegerte. 

— ¿Protegerla? — Pregunta mi ex amigo provocando más mi furia. — ¿Por qué tendrías que protegerla aquí? Mejor facilítame las cosas y quítate tú también la camisa de una vez por todas. 

Mis piernas flaquean y mi mirada también lo hace, lo miro a los ojos tratando de buscar alguna pista de mentira o arrepentimiento en su mirar, pero mi corazón se rompe al notar que no hay nada de eso en ella.

¿Realmente fue capaz de insinuar eso?

— Por Zeus... Me decepcionas, Min Yoongi. — Niego con tristeza mientras las lágrimas amenazan con salir de mis ojos. — Nunca creí que llegarías a tal punto, ¿a quién más le dirás qué se quite la camisa? ¿A Nancy? 

— Nancy no usa camisa... 

— ¡PUES LE COMPRARÉ UNA! — Dejo mis lágrimas de lado y lo empujo una vez más provocando que se caía al suelo. — ¡YUN HYORI Y JEON NANCY! — Las víctimas me miran. — ¡HUYAN EN MI AUTO, YO LAS SALVARÉ DE ESTE DEGENERADO! 

Hyori me mira con algo de desconfianza, pero finalmente corre hasta Nancy y le ordena que la siga, Nancy se levanta y camina detrás de ella a paso rápido, pero se detienen poco antes de llegar a la salida.

— ¿Pero qué pasará contigo? — Pregunta Hyori al borde del colapso. — No podemos abandonarte así...

Su preocupación por mí me provoca una sonrisa en medio de este mar de malas emociones. — No se preocupen por mi, ya encontraré una manera de escapar. Mientras mis chicas estén bien, yo también lo estaré. 

Hyori me dedica una última mirada a la vez que un gruñido triste sale de la trompa de Nancy, sonrío y agüito mi mano en forma de despedida, pero nuestro momento se rompe cuando el veterinario frente toma la palabra nuevamente.

— ¿Eres imbécil, Jeon? — Su pregunta me asombra. — No me digas que otra vez de intoxicaste con leche de plátano... 

— ¡Eso solo pasó una vez! — Me quejo ante su reproche. — ¡Pensé que eras un profesional! ¡¿Cómo se te ocurre tratar de sobrepasarte con Hyori?! 

— ¿Sobrepasarme? — Pregunta con el seño fruncido y algo de enojo. — ¿Cómo quieres que la revise si no puedo ver bien el área afectada? 

— ¿Revisarme? — Pregunta Hyori mientras se acerca con algo de desconfianza.

— Sí. — Saca su teléfono de una de las bolsas de su bata y nos muestra algo en la pantalla. — el mensaje de Jungkook decía lo siguiente: "Feliz navidad, mi Yongo Bongo. Necesito por favor que nos reserves un cupo en la veterinaria para dentro de minutos, mi jabalí está enferma y me gustaría que la revisaras.

PD: Mi acompañante fue aplastada por nuestro jabalí y quisiera saber si podrías revisarla también a ella para verificar que todo esté bien".

— Oh, es cierto. — Río al recordar mis palabras enviadas. — Se me había olvidado ese último detalle. 

Mi amigo Yongo rueda los ojos y ahora se dirige hacía Hyori. — Supongo que este imbécil no te comentó acerca de la revisión. — Ella niega. — Lamento el malentendido, debí avisarte yo mismo antes de querer empezar. 

— Está bien, no pasa nada. — Responde mi amiga ya algo calmada y le permite que empiece con la revisión.

Me piden que me dé la vuelta para que la paciente tenga más privacidad.

— Y por esa razón te va mejor cuidando animales que cuidando humanos. — Concuerdo. — Espera... ¿Por qué querías que yo también me quitara la camisa? 

— Por qué vi cuando Hyori dejó caer a Nancy encima tuyo y supuse que también debía revisarte. — Se ríe mientras recuerda el momento.

— ¡¿Estabas viendo?! — Grito con incredulidad. — ¡¿Y POR QUÉ NO ME AYUDASTE?! 

Él simplemente se encoge de hombros. — Porque fue divertido verte intentando quitarla de tu estómago, duh. 

Estoy por responderle cuando una característica notificación en mi teléfono me interrumpe y me hace tomarlo para así ver de qué se trata.

— Yun Hyori, acaban de hacer una publicación en la página de la Academia. — Llamo su atención con sorpresa. — Escucha esto:

"Estimados estudiantes de la Academia Nacional de Arte de Seúl, mediante el siguiente comunicado se les informa qué debido a un error en las fechas en el comunicado anterior, el proceso de entrega de documentos y corrección de calificaciones se extenderá hasta el día lunes 27 de diciembre del presente año.

Feliz navidad y felices fiestas"

— ¡Genial! — Responde con entusiasmo. — Eso quiere decir que tenemos más tiempo para llegar a Seúl. 

— ¡Sí! ¡Talvez tenga tiempo de reparar el auto, cuando amanezca iré dónde Kim para que me ayude con eso. 

— ¿Qué le pasó a tu auto? 

— Cuándo atropelló a Nancy el impacto hizo que el vidrio del parabrisas se rompiera y que se formará una abolladura en el capo. — Responde Hyori a la pregunta de Yongo.

— ¿De nuevo? Lo mismo sucedió cuando atropellaste al director Bang Sihyuk. 

— Eso también fue sin querer... 

— En fin, puedes alegrarte. — Dice al terminar la revisión con Hyori. — Al parecer no hay nada malo contigo.

— Muchas gracias, me alegra saber eso. — Ella se da la vuelta al ver que ahora es mi turno.

— Supongo que no tienen donde quedarse. — Menciona mi amigo mientras palpea suavemente su mano sobre la piel de mi abdomen. — Si ese es el caso, pueden quedarse por hoy en la habitación de huéspedes. 

— Acepto. — Le informo con una sonrisa. — ¿Qué opinas tú, Hyori? 

— Me parece bien, necesito un lugar con corriente eléctrica para poder cargar la batería de mi celular. 

— Entonces está bien, pueden quedarse. — Ambos agradecemos ante su amabilidad. — Pero hay un pequeño detalle... 

— ¿Qué tipo de pequeño detalle? 

— Solo hay una cama, así que tendrán que dormir juntos. 



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