cap 29

  Erick POV.

Llegamos a casa, la cual estaba hecha un lió. Dejamos los tres las mochilas en el living, ya que después de esta mañana ahí tenían que estar las tres.

- ¿Ya ha llegado _______? – Preguntó Thiago, suspiré. 

- No, Thiago – Yami de inmediato volteó a verme – Vengan... tengo que hablar con ustedes – Caminé hacia la cocina y los hice sentarse en los bancos. Me recargué en la barra viéndolos a los dos de frente – Tengo que explicarles algo... – Miré hacia abajo – Pero el problema es que no sé cómo – Susurré y tomé mi cabello con desesperación – Bien, miren... algunas veces los grandes, como yo, bueno... no tan grandes... cuestión que tienen problemas y... – ¡Mierda! ¿Cómo rayos podía explicárselo a dos niños? – Y, _______ y yo tuvimos una discusión y decidimos terminar, no ser más novios, no seguir juntos – Traté de encontrar sinónimos para que me entendieran. 

- ¿Entonces ella no volverá? – Los ojos de Yami se cristalizaron.

- No, ella no volverá. 

- ¿Por qué? ¿No puedes pedirle disculpas? – Habló Thiago. 

- No es tan simple – Negué con la cabeza. 

- ¡Sí! ¡Hazle un dibujo! – Sonrió Yami – Cuando yo me enojé con Valu, ella me hizo un dibujo y volvimos a ser amigas. 

- Claro... – Reí – No es así de simple, miren, así son las cosas, cuando estén más grandes me entenderán. 

- ¿O un regalo? – Dijo Thiago prácticamente ignorando lo que les decía. 

- ¡Un vestido! – Gritó Yami. 

- ¡Unas flores!

- ¡Si, como en las películas! – Yami brincó del banco y corrió hacia mí – ¡Vamos! 

- No Yami... ¿A dónde? 

- A buscar algo para que arregles las cosas con ______.

- Si, no puedes decir que no – Thiago tomó mi otro brazo.

Si podía decir que no pero no estaba seguro de querer hacerlo. Tal vez ella estaba en lo incorrecto y si era nuestro destino estar juntos.

- Deténganse – Les dije poniéndolos frente a mí, ya que seguían tirando de mis brazos inútilmente – Lo voy a intentar, seguiré sus consejos... – Rodé los ojos – Pero si no funciona, no quiero que se hable más del tema ¿Esta claro? 

- ¡Sí!



Tú POV.

Finalmente llegué al hotel, me dolían los pies de tanto caminar, el estúpido de Erick lo único que había logrado era hacerme enojar aún más.

"¿Por qué? ¿Por qué siempre hay alguien o algo entre nosotros?" Recordé.

Mierda, Erick  ¿Qué no te das cuenta que eres tú? ¡TÚ! – Arrojé con fuerza mi bolso. Traté de tranquilizarme, de nada servía enloquecer. Ahora habíamos tomado caminos diferentes y debía entenderlo. Si él no tenía la confianza en mí sobre Joel... por qué yo tendría confianza acerca del "accidente" del baño, el cual nunca se dignó a aclarar.

Tomé un cambio de ropa, unos pantalones y una playera para después entrar al baño dispuesta a tomar una larga ducha. Después de secar mi cabello, me acosté y en segundos quede profundamente dormida.

(...)


Bajé al restaurante del hotel, tenía que comer o ahora si me desmayaría y lo que menos quería era que mi madre se enterara de mi problema con Erick, ya que me lanzaría un "Te lo dije" en la cara. Ordené un sándwich y un jugo de naranja, me senté en una de las mesas. Tardaron cinco minutos solamente, comí en quince y en otros cinco ya estaba en un taxi directo al campus.

¡Mierda! Lo necesitaba al lado mío, me había acostumbrado demasiado a él, a caminar bajo su brazo haciéndome sentir segura, pero ya ni llorar servía...

Di la vuelta al pasillo para ir hacia mi casillero y simplemente no creía lo que veía. ¿Espejismos? ¿Mi imaginación? ¿Producto de la mala alimentación? Seguí caminando pero me detuve unos cuantos metros antes. Erick volteó, me vio y se puso de pie dejando ver mejor la camisa rosa que le había regalado. Todos los que pasaban volteaban, no sé si era por la camisa que vestía o por el enorme oso de peluche y las flores que tenía a un lado. Por mi parte una sonrisa quería escaparse pero no, no debía ser tan sencillo.

- Hola – Dijo despeinando su cabello. Solo levanté un poco mi cabeza como saludando y me acerqué unos cuantos pasos más – Creo que esto habla por mí – Miró su camisa y luego las cosas que estaban a su lado – Yo... no te quiero perder y mucho menos por un mal entendido – Tomó las flores y las extendió hacía mí – ¿Empezamos de nuevo? 

- Hola, mi nombre es ______ ______ - Reí y tomé las flores – ¿Y tú? 

- Te amo – Me tomó entre sus brazos y gustosa me dejé envolver. 

- Yo también lo hago.

- Linda camisa Colón – Me soltó para voltear. 

- Una palabra más, De Jesús – Amenazó y Zabdiel carcajeó. 

- Ya Zabdiel, sigue con ella, no me hagas lastimarte – Siguió caminando con Maria por el pasillo – Serán buenos amigos – Dije confiada. 

- No si lo estrangulo antes...

- Eso ya sucedió antes ¿No? – Reí y lo empujé – Prohibido hacerle herido y/o moretones – Carcajeó. 

- ¿Fracturas? – Levanté una de mis cejas y rió – Es broma – Tomó mi barbilla para acercarme a sus labios – Sabes... no creo que a él lo dejen entrar a clases – Volteó a ver el enorme peluche. 

- No creo que pase nada si faltamos hoy... – Pase mis brazos por su cuello – Además, tenemos mucho de qué hablar.   



ahora siiiiiiii este es el final definitivo !!!! , falta el epilogo y se acabo 

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