cap 27

  kjajajaja sorry se lo creyeron de q era el final ajja pzz fue broma , yo odio los finales tristes asi q ya veremos q pasa al final pero ese no fue mas q una pequeña bromilla ajjaja

ahora si sigamos con el capitulo ...



Erick POV.


- ¡Corran, corran, corran! – Grité mientras bajaba corriendo las escaleras acomodándome la chaqueta. 

- ¡Pero aún no estoy lista! – Me giré para ver a Yami quien traía un cepillo para el cabello en las manos – ¿Me puedes hacer una coleta como las que me hace ________? – Ellos aún no estaban enterados. Solo creían que ella estaba en la casa con su madre. 

- ¡Erick tengo hambre! – Escuché a Thiago desde la cocina. 

- Dame el cepillo – Le dije a Yami y me lo entregó – Ahora ven – Le dije mientras caminaba hacia la cocina – Saca leche y cereal, no hay tiempo para otra cosa – Senté a Yami en uno de los bancos de la barra, intenté cepillar su cabello y hacer una coleta – ¡Listo! 

- Erick... no hay leche – Maldije por dentro. 

- Entonces jugo. 

- No comeré cereal con jugo, eso es un asco – Se quejó Yami.

- Yo tampoco.

- ¡No iré a comprar leche ahora! ¡Está claro! – Dije con desespero – Coman cereal y punto.

- Ya quiero que vuelva _________ – Susurró Yami mientras comía el cereal sin ganas. Thiago concordó con ella y solo asintió con la cabeza. Tendría que hablar con ellos esta tarde. 

- ¿Ya? – Pregunté pero más fue una orden.

Ambos se pusieron de pie, Yami corrió escaleras arriba para buscar su mochila. Caminé a la puerta con las llaves en la mano.

- ¡Es horrible! – Gritó Yami.

- ¿Qué es horrible? – Pregunté volteando a verla.

- ¡Mi peinado! – Gritó una vez más antes de ponerse a llorar. 

- ¡No encuentro mi mochila! – Ahora Thiago gritaba desde arriba.

¡Esto no podía estar pasando!

Habíamos vivido más de dos años solos, sin la ayuda de absolutamente nadie y ahora, cuando ella se va, parecía que nada... absolutamente nada estaba equilibrado y ya estaba al borde de la locura.

- Thiago , busca en la sala, yo qué sé. ¡Búscala! – Me agaché para quedar a la altura de mi hermana – No es horrible, siempre luces hermosa – Le sonreí tratando de tener toda la paciencia del mundo. 

- Llama a ________ – Dijo entre llanto. 

- No Yamileth. 

- No quiero salir así – Su llanto aumentó al igual que mi desesperación y enojo. 

- Mira, haremos esto... llegamos rápido con Allie y ella te peinará ¿Si? – Sorbió por la nariz y limpió sus lágrimas con la manga de su suéter.

- ¿Y por qué no _________? 

- ¡Porque no! – Grité ya cansado de que la mencionara, Yami se asustó ante mi fuerte tono de voz y una vez más se volvió un mar de lágrimas.

- ¡La encontré! – Finalmente llegó Thiago con su mochila. 

- ¡Al auto, ahora! 



Tú POV.

Bajé del taxi con todos los nervios del mundo, la simple idea de verlo y no poder acercarme a él, de no poder abrazarlo, no poder besarlo era aniquilante para mí. ¿Su próxima pareja sería Selena?

"Tal vez yo lo sean"
Pensé y unas ganas de llorar me inundaron. Se me rompería el corazón verlos caminar juntos.

- Hola – Con voz baja saludé a Zabdiel.

- ¿Estas bien? 

- ¿Me veo bien? 

- No – Rió – ¿Qué sucede? 

- Sucede que tu das los peores consejos de la vida, Zabdiel De Jesus Colón – Me senté a un lado de él.

- Explícate. 

- Me dijiste que escuchara a Erick, que lo dejara darme sus razones...

- ¿Y bien? 

- Y bien nada, me trató como si yo fuera la mala de la historia y oficialmente hemos terminado. 

-¿¡Qué!? 

- Como escuchaste, él cree que yo me fui con Joel por venganza y que hice lo mismo que él hizo con Selena... Y no se espera que le suplique o yo qué sé. 

- ¡Él cree! Tu lo has dicho, explícale que no. 

- ¿A ti desde cuando te interesa mi relación con Erick? – Pregunté extrañada. 

- Sé que lo amas y que te hace feliz – Me abrazó fuertemente. 

- Pues ahora alguien más lo amará y hará feliz a otra – Oculté mi rostro en su pecho. 

- Oye – Levanté la cabeza y logre ver a Erick bajando de su auto – Tu le encontraste el otro lado a ese tipo, a mí me parece imposible que quiera hacer feliz a otra – No podía desviar mi mirada, sus pantalones ajustados negros, al igual que sus botas y chaquetas. Sus gafas oscuras le daban ese toque rudo a su rostro, perfecto... como siempre. 

- Bueno... pero eso no parecía en el baño de tu casa – Desvié mi mirada, para mí no debía haber más Erick – No quiero volver a hablar de él, ni nada que le relacioné. 

- Esta bien – Contestó Zabdiel poniéndose de pie, al mismo tiempo que yo – Pero yo diría que... 

- Cállate – Lo fulminé con la mirada – Dije que no quería nada relacionado.

- Ya, ya... está bien – Pasó su brazo por mis hombros y besó mi mejilla.  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top