cap 2
Una vez más el celular de Erick comenzó a sonar, ésta vez bufó molesto.
- Responde – Le dije riendo mientras me daba la vuelta para comenzar a acomodar mis cosas.
- Esto no se quedará así ¿Ok? – Me señaló.
- Claro que no se quedará así – Le sonreí y subí una de las maletas a la cama.
- ¿Hola? – Respondió no de muy buena forma – ¿Para qué?... Mierda, lo olvidé – Dijo frotando sus ojos – Si, si ya – Dijo con fastidio – En cinco minutos estoy ahí – Colgó y regresó su celular a su bolsillo – Me tengo que ir a la tienda ¿Quieres venir conmigo?
- Creo que me quedaré a limpiar abajo – Él comenzó a acercarse – ¿Está bien? – Asintió con la cabeza.
- Nos vemos más tarde – Unió nuestros labios – Te amo – Susurró sobre estos y salió corriendo sin siquiera dejarme contestarle.
Una mezcla de tristeza, decepción y culpa hacia mí misma conjunto a alegría y felicidad de que Erick me haya perdonado me invadió, no sabía si estaba feliz o triste, no sabía si quería estar ahí o llorar e irme. Pero traté de no darle mucho interés.
(...)
Una vez que terminé de acomodar mis cosas, me tomé una ducha y me cambié, bajé las escaleras dando pequeños saltos, era lindo volver a estar ahí. Cogí una bolsa y comencé a echar los trozos grandes de cristal con cuidado de que no rompieran la bola. En una hora, la sala estaba lista.
No tenía la mínima idea de cuándo volvería Erick, sabía que Yami y Thiago dentro de dos horas. No tenía nada que hacer hasta que llegaran y, por casualidad recordé lo que había dicho Erick acerca de su dormitorio, una ola de curiosidad hizo que corra escaleras arriba.
"Wow"
Fue lo que salió de mi boca cuando di una ojeada a la habitación del corajudo de Erick. Era simplemente un indescriptible desastre. Vidrios rotos, cosas tiradas, todas sus revistas de música estaban la mayoría rotas, sus cd's estaban esparcidos por la habitación. Sabía lo que significaba todo eso para Erick y se me estrujó el corazón. Esa escena demostraba que si lo hice sufrir y, mucho.
Baje una vez más por las escaleras para conseguir una bolsa y comenzar a limpiar y ordenar lo que era la habitación de Erick. Luego de que coloqué cada Cd en su lugar y tratar de reponer cada una de sus revistas, limpié cada vidrio roto se puede decir de que la habitación quedó reluciente de nuevo.
Miré el reloj que estaba en su mesa de luz y noté que ya eran las 12:20. Corrí rápidamente hacia mi habitación y tomé mi celular para llamar a Riker.
- ¡Erick! – No lo dejé hablar - ¿Puedo ir por Yami y Thiago? – Soltó una carcajada.
- Claro que puedes – Contestó – Las llaves de mi auto están en la entrada.
- Perfecto... Oye ¿A qué hora regresarás?
- No tardaré, en diez o quince minutos como mucho estaré ahí.
(...)
El timbre sonó y de pronto una oleada de niños llenaba la entrada principal del colegio. Era más que difícil lograr encontrar a la pequeña Yami. Me ponía de puntas de pies para tratar de encontrarla. Me imaginaba a Erick en estas circunstancias, con su poca tolerancia seguramente al inicio salía echando humo de aquí. Hasta que finalmente vi esos inconfundibles ojos marrones.
- ¡YAMILETH! – La llamé y las otras madres que se encontraban allí voltearon a verme ¿Qué? ¿Todas se llamaban Yami? – ¡Yami! – La llamé una vez más y logró verme. Una enorme sonrisa se formó en su rostro.
- ¡Volviste! – Gritó corriendo hacia mí con los brazos abiertos.
- ¡Sí! ¿Me extrañaste? – Pregunté abrazándola y rió.
- ¡Mucho mucho!
- Yo también los extrañé mucho mucho – Rió de nuevo – Vamos por tu hermano.
- ¡Volviste! – Gritó al igual que su hermana, también me dio un efusivo abrazo – Te extrañamos mucho, no era divertido sin ti – Despeiné su cabello cariñosamente.
- Pues... ya no se aburrirán más.
(...)
Llegamos a la casa de ellos, ambos corrían a mí alrededor de mí preguntándome a qué jugaríamos.
- Primero comeremos y luego jugamos – Le dije divertida mientras abría la puerta.
- Erick querrá que hagamos la tarea – Espetó Thiago y Yami lo secundó.
- Entonces comeremos, haremos la tarea y después jugaremos ¿Está bien? – Pregunté divertida y aceptaron no muy alegremente.
- ¿Cómo les fue? – Preguntó Erick bajando las escaleras.
- Bien – Contestaron seriamente a coro y subieron corriendo las escaleras.
- ¿Lo ves? – Hizo una mueca extraña – Me odian.
- No seas tonto – Besé su mejilla con suavidad y subí detrás de ellos.
*****
- ¿Por qué están enojados con Erick? – Les pregunté y ambos se sentaron frente a mí en la cama, ninguno habló, solo miraban hacia abajo – Él esta triste y dice que ustedes están molestos con él ¿Es verdad? – Yami respondió asintiendo con la cabeza.
- Nos gritó muy feo – Una lágrima resbaló por su mejilla.
- Nosotros solo queríamos saber dónde estabas y por qué nos habías dejado – Agregó Thiago.
- Oh, niños – Sabía que era mi culpa –Erick los quiere mucho y si los trató algo mal solo fue por mi culpa, yo no fui buena con él. Pero le duele demasiado que ustedes no le hablen – Ambos se miraron con arrepentimiento – Así que... – Canturreé – Quiero que bajen y le den una sonrisita a su hermano ¿Está claro? – Ambos rieron ante mi tono militar al terminar la oración.
- Señora si, señora – Dijeron ambos con el mismo tono haciendo un saludo con la mano tal cual a los de los soldados.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top