Capítulo 4. Necesita estar solo
—¿Vas a ir a la fiesta? —preguntaba David.
—Sí, iré con Nicole —respondía Mike.
—Déjame adivinar, ella te lo pidió.
—Adivinaste.
—Amigo, siento mucho decirlo, pero eres un simp —bromeando.
—Qué gracioso.
Narra Mike:
Me encuentro en la escuela, charlando con David.
—¿Tú no vas a ir? —preguntaba el Eevee.
—No, no me agrada mucho el ambiente, además no tengo pareja —respondía con seguridad David.
—A mí no me agradan mucho Abigail y Lucas —con desagrado.
—No son tan malos, solo que son un poco presumidos.
—Pues eso ya es suficiente para que no me lleve muy bien con ellos.
—¿Sabes quiénes van a ir? —con curiosidad preguntaba David.
—Solo sé que irán Dylan con Emily, y Daniel con Mary; además de Nicole y yo
—¿Erick no irá? —sorprendido.
—Creo que no, el pobre no tiene con quien ir, al igual que Laura.
—Uno es extremadamente presumido y la otra es extremadamente modesta, no me extraña que no tengan a alguien con quien ir.
—Ve con Laura —proponía Mike.
—Uh... No, no es mi tipo, además dudo mucho que ella quisiera ir conmigo.
—Entonces, toma mi lugar y ve con Nicole —bromeando.
—Amigo, esa es tu labor, acompáñala y se feliz por una vez —bromeando.
—Ya soy feliz sin ella.
—Además... escuché que habrán habitaciones solas por si alguna pareja quiere divertirse ese día —bromeando.
—Lo dudo.
—¿No te gustaría? —bromeaba el Grovyle.
—Eres un enfermo, David.
—Solo digo, amigo. Vida solo hay una, piénsalo —bromeando.
—Estoy muy ocupado con mis problemas como para pensar en eso.
—¿No te gusta Nicole?
—Como dije, estoy muy ocupado con mi vida para andar pensando en esas cosas.
—Como quieras... —decía decepcionado David.
Aunque, ahora que lo pienso, una novia me tranquilizaría, me quitaría todo el estrés que llevo encima.
—Acompáñame por un agua —mencionaba David.
—Ok.
Mientras caminábamos hacia la tienda, Erick nos vio a lo lejos.
—¡Oigan! —gritó Erick.
Ambos volteamos y vimos que Erick se dirigía a nosotros.
—Chicos, hola —exclamaba Erick.
—Hola, Erick —saludaba David.
Erick es un Medicham. Como lo han mencionado antes, Erick es muy presumido, es competitivo pero cobarde, aunque es leal y caballeroso.
—Oigan, por favor, ayúdenme —suplicaba Erick.
—¿Estás bien? —preguntaba el Eevee.
—No, estoy mal —se lamentaba el Medicham.
—¿Qué te sucede? —preguntaba David.
—Miren, necesito ir a la fiesta, tengo que ir pero no tengo a nadie que me acompañe —explicaba Erick.
—Bueno, no hay problema con que no vayas —agregaba Mike.
—¡NO! Yo DEBO ir —exclamaba Erick mientras sujetaba los hombros de Mike.
—¿Y qué necesitas de nosotros? —preguntaba David.
—¿No conocerán a alguna chica que esté en la misma situación? ¿De querer ir pero no tener a nadie?
—Bueno... de hecho sí —mencionaba Mike.
—¿En serio! —esperanzado exclamaba Erick.
—Sí, Laura.
—... —desanimado.
—Jajaja... —reía Mike.
—Sabes que Laura y yo no nos llevamos muy bien —molesto.
—Es la única chica que conozco que está en la misma situación.
—¿Tú, David? ¿Conoces a alguien? —esperanzado.
—Lo siento, amigo, yo ni voy a ir —le contestaba David.
—Mira, habla con ella, puede que hasta se lleven bien —agregaba Mike.
—No sé... veré si hay alguien más, sino haré el intento —desanimado decía Erick.
—Suerte —alentaba David.
Erick nos agradeció y se fue.
—¿Te imaginas a Laura y a Erick juntos? Qué loco —decía David.
—Lo sé, pero no creo que pase —contestaba Mike.
—Bueno, vamos por mi agua —exclamaba David.
Nos pusimos en marcha de nuevo.
—Pues prepárate, que es en dos días —mencionaba David.
—Lo sé.
Seguíamos caminando, hasta que oímos que alguien gritaba mi nombre.
—¡Mike!
Era Nicole.
—Hola, Nicole. —saludaba Mike.
—Hola... —saludaba David.
—Hola, amigos —los saludaba Nicole.
—¿Necesitas algo? —preguntaba Mike.
—¿Saben dónde está Dylan? —respondía Nicole.
—¿Dylan? No, no sé dónde está —contestaba Mike.
—Yo hablé con él hace rato, estaba en la entrada de la biblioteca —agregaba David.
—¿Biblioteca? Ok, gracias —agradecía la Mightyena.
—¿Para qué lo necesitas? —preguntaba con curiosidad David.
—Yo... necesito hablar con él —respondía.
—¿De qué? —preguntaba Mike.
—Chismoso
—Está celoso porque no quiere que Dylan le quite su pareja para la fiesta —bromeaba David.
—Idiota —exclamaba Mike.
—Aww... Tranquilo, Mike, tú iras conmigo a la fiesta, no te preocupes por eso, Dylan no evitará que vayas conmigo —bromeaba Nicole mientras acariciaba la cara de Mike.
—No le hagas caso a David, es un estúpido —mencionaba Mike, ligeramente sonrojado.
—Jaja... —reía ligeramente David.
—Bueno, me tengo que ir, nos vemos luego —se despedía Nicole.
—Adiós... —se despedía Mike.
Nicole se fue. Me pregunto por qué querrá hablar con Dylan, ellos dos generalmente no interactúan mucho.
—Está por acabarse la hora, vamos rápido por mi agua, me muero de sed —exclamaba David.
—Sí, vamos.
Nos dirigimos nuevamente a la tienda por el agua de David.
—¡Oye, Mike! —gritó un Pokémon.
—No de nuevo... —se lamentaba David.
Aquel que gritó era Lucas, el Nuzleaf, que estaba acompañado (cómo no) de Abigail, la Breloom.
Digamos que son la parejita, ambos son presumidos y se defienden el uno al otro como si fueran uña y mugre.
—Lucas... ¿Qué quieren? —dijo Mike.
—Tomen —dijo Lucas para después darnos un papel.
Tomé el papel y vi que era una invitación para la fiesta que iban a hacer.
—¿Me estás invitando? —preguntaba Mike.
—Ah... No, ya estabas invitado —respondía Lucas.
—¿Entonces? —preguntaba el Eevee.
—Son los detalles de la fiesta, el lugar, la hora, de lo de llevar un acompañante, y un aviso sobre habitaciones libres por si alguien le apetece divertirse.
—Te lo dije —agregaba David con una sonrisa.
—¿Era necesario lo de las habitaciones? —preguntaba Mike.
—Muy necesario, así vendrán más Pokémon —orgulloso.
—Y, de seguro, una de ellas será para ustedes —bromeando Mike.
—Son para los invitados, no para nosotros —nervioso contestaba el Nuzleaf.
—Bueno, gracias... —agradecía Mike con apatía.
—Tú no irás, ¿verdad, David? —preguntaba Abigail.
—Nah... No soy fanático de las fiestas —rechazaba David.
—Entonces los espero a Nicole y a ti, Mike —guiñando un ojo decía Lucas.
—Ajá —sin ánimos.
—Bueno, nos vemos en clase —se despedían ambos.
—Adiós... —se despedía el Eevee.
Lucas y Abigail se fueron.
—¿Espera, a qué hora inicia la clase? —preguntaba exaltado David.
—En 3 minutos —respondía Mike viendo su celular.
—Ay... no... Ya no pudimos ir por mi agua —decepcionado exclamaba David.
—Jajaja..., lo siento, amigo —decía con una sonrisa Mike.
Así, ambos nos dirigimos a nuestra clase.
.
.
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En otro lado.
Narra Dylan:
Me encontraba fuera de la biblioteca. A veces me gusta más estar afuera leyendo que a dentro. Sentir el aire me relaja, adentro hace calor y me dificulta mi lectura.
Estaba leyendo cuando vino Nicole, no sé qué haría ella aquí.
—Dylan —saludaba la Mightyena.
—Hola, Nicole... —saludaba el Rockruff.
Nicole se sentó a mi lado, parece que quería hablar conmigo, algo raro ya que ella no suele hablar mucho conmigo.
—¿Puedo hablar contigo? —preguntaba Nicole.
—Eh... claro —extrañado respondía Dylan.
—Tranquilo, solo quería preguntar sobre Mike.
—¿Mike? —confundido— ¿Qué pasa con él?.
—Sé que no debería contarte esto, pero ayer Mike fue llamado a la dirección, lo acompañé y lo esperé afuera. Cuando salió, Mike se le veía frustrado, de hecho me gritó y se fue de ahí. Un Decidueye salió de la dirección, se llamaba Mark, me preguntó si tenía alguna relación con Mike y me dio un papel con un número, me pidió que se lo diera a Mike. Cuando lo encontré se le veía... no sé... molesto, triste, confuso... no se veía bien. Hablé con él y le pedí que me contara lo que le pasaba, él no quería y me dijo que lo dejara solo. Traté de convencerlo y él me dijo algo raro de que querían experimentar con él porque necesitaban un Eevee inteligente. La cosa es que no creo que haya pasado eso, creo que me dijo una mentira. Entonces me gustaría que me dijeras si sabes algo sobre él o su situación —le contaba Nicole.
—Umm... Bueno... tal vez deberías dejarlo, son sus problemas y no deberías meterte —mencionaba Dylan.
—Lo sé... pero quiero ayudarlo, en serio, se ve mal.
—¿Por qué te importa tanto él? —cuestionaba Dylan.
—Eh... bueno... no lo sé, solo sé que quiero ayudarlo —decidida.
—¿Y por qué recurres a mí?
—David y tú son los que más hablan con él, tal vez les haya dicho algo.
—Bueno... pregúntale a David entonces, yo no me quiero meter en problemas —rechazaba Dylan.
—Dylan... por favor... ayúdame a ayudarlo —suplicando.
—Lo siento, Nicole —decía Dylan para abrir su libro y volver a leer.
—Si me ayudas... podría complacerte... —decía Nicole mientras tocaba la pierna del Rockruff.
—Nicole, esos trucos no funcionan conmigo, deberías de saberlo —decía irritado mientras apartaba su pata de él.
—¿Entonces qué puedo hacer para que me ayudes? —desesperada.
—Lo que puedes hacer es dejarlo en paz, si Mike no quiere hablar será por algo.
—No eres un buen amigo —molesta.
En ese momento me molesté un poco, ella no entiende que Mike no quiere hablar.
—Mira, ¿por qué crees que Mike no quiere hablarlo? —irritado decía Dylan.
—Porque no está bien, y yo sé que necesita desahogarse con alguien.
—Mike es muy inteligente para saber cuándo va a hablar con alguien y cuándo no lo va hacer. ¿Por qué crees que te mintió?
—Él no estaba preparado para contarme.
—Exacto, no está listo, y cuando lo esté hablará con alguien.
—...
—¿Qué crees que diga Mike si se entera que lo estás acosando para encontrar la mínima información sobre él o sobre sus problemas? "Gracias Nicole por meterte en mi vida y no escucharme cuando dije claramente que no lo hicieras..." —mencionaba Dylan, molesto.
—Pero ya estaría tranquilo en ese momento —explicaba Nicole.
—Estaría desesperado por saber que tiene a alguien acosándolo.
—Mike sabría que no lo haría en mala forma, él confía en mí —confiada.
—Si confía en ti, ¿por qué no te contó la verdad?
—Yo... —sorprendida.
—Si quieres ser una buena amiga, déjalo en paz.
—...
—E intenta que se gane más tu confianza, tal vez así hable contigo.
—... —triste.
—Ahora se buena amiga y déjame en paz a mí también —decía Dylan para volver a sacar su libro.
Nicole se fue decepcionada. Tiene que entender que a veces hay que dejar solo a alguien, no debería meterse en la vida de Mike.
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.
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Narra Nicole:
Las clases terminaron y me encuentro con David y con Mike en la salida.
—Bueno, nos vemos mañana —se despedía David.
—¡Adiós, David! —se despedía de él Nicole.
—¡Bye! —se despedía de él Mike.
Después de que David se fuera, le propuse algo a Mike.
—Oye, Mike —mencionaba Nicole.
—¿Qué pasa? —preguntaba el Eevee.
—¿Te gustaría ir por un café? —proponía la Mightyena.
—¿Ahora mismo?
—Sí, si tú quieres.
—Está bien.
—Bien, vamos —exclamaba emocionada Nicole.
Llegamos a la cafetería, ambos ordenamos y esperamos a que nos trajeran nuestros pedidos.
—¿Puede ser que tú seas el Eevee más apuesto de toda la escuela? —bromeaba Nicole.
—Ni de chiste, no me han visto sin mi ropa —mencionaba Mike.
—Bueno, con lo poco que he visto a mí me parece que sí —bromeaba Nicole.
—¿Quieres verme? —proponía Mike.
—¿Qué? Ah... si quieres... —ligeramente sonrojada.
—¿Por qué te sonrojas? Quieres verme, ¿verdad? —bromeaba Mike.
—Creo que todos tenemos curiosidad por ver que es lo que esconde esa sudadera —nerviosa.
—Pues nunca lo sabrán.
—¿Ni siquiera yo? —esperanzada.
—Déjame pensar... No.
—Ash... —bromeando molesta.
—Si me quito mi sudadera se morirían por mi belleza —bromeando.
—Pero, ¿qué va a pasar cuando estés con tu pareja y sea el momento de hacer el acto?
—Habrá técnicas para hacerlo, aún con ropa.
—Entiendo.
Poco después trajeron nuestros pedidos.
—Bueno, Mike, quería preguntarte algo —seria.
—Adelante —tomando su bebida.
—¿Sí quieres ir a la fiesta?
—Ya no hay vuelta atrás.
—No, en serio, si no quieres ir dime —con seriedad.
—¿Estás bien? —sorprendido.
—Sé que no quieres ir Mike, así que dime y no vamos. No será el fin del mundo si no asisto —con sinceridad.
—...
—No quiero que estés incómodo allá.
—¿Tú quieres ir?
—Yo te estoy preguntando a t-.
—¿Tú quieres ir? —interrumpiéndola.
—Mike... ya te di-.
—Por tercera vez. ¿Tú quieres ir?
—Yo... Sí, sí quiero ir per-.
—Entonces yo también voy.
—No, no te quiero obligar a que vengas conmigo a algo que no te gusta —sorprendida.
—Pero me gusta estar contigo —sincero.
—Mike... —un poco sonrojada.
—Siempre intentas hacer lo mejor para mí, ahora déjame complacerte —con una sonrisa.
—¿Pero y si estás incómodo allá? —preocupada.
—Contigo no estaré incómodo, además... creo que lo necesito. He estado... estresado.
No me esperaba esa respuesta, pensé que diría "No, no quiero ir, gracias por decírmelo". Me sorprendió lo que dijo, se siente cómodo conmigo.
Me acerqué a él.
—Gracias por tu sinceridad, no me esperaba esa respuesta —mencionaba Nicole.
—Créeme, hace tres días te hubiera dicho sin pensarlo que no iría, pero he estado reflexionando y me he dado cuenta de muchas cosas —explicaba Mike.
—¿Te importaría contarme? —decía Nicole mientras tocaba la pierna de Mike.
—No quiero contarle a nadie sobre mis problemas, aún no —con desánimo.
—Entiendo —decía Nicole mientras separaba su pata del Eevee.
—Pero gracias por tu preocupación, déjame pensar en soledad y puede que te cuente —sincero.
—Te escucharé cuando llegue el momento —feliz mencionaba Nicole.
—Gracias.
Después de eso le di un beso en la mejilla, él solo sonrío.
Dylan tenía razón, él necesita estar solo y yo debería ganarme su confianza.
También debería disculparme con él, en ese momento yo no lo sabía. De verdad, Dylan es muy inteligente.
La fiesta es en dos día y por mientras Mike necesita estar solo un momento.
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