Capítulo 2. ¿Por qué soy así?

—Muy bien, muchachos, hoy vamos a combatir, así que empiecen a calentar —decía el profesor.

Narra Mike:

Hoy me encuentro en clase de Educación Física de la escuela. Al parecer vamos a combatir.

—¡Ey, Mike! —decía un Rockruff.

Ese de ahí es Dylan. A pesar de que no hablo tanto con él es amigo mío. A diferencia de David, él es más tranquilo, más astuto y prudente, digamos que es más maduro.

—¿Qué pasa, Dylan? —respondía Mike.

—¿Quieres combatir? —decía con entusiasmo.

—Está bien.

La verdad es que tengo varios amigos aquí en la escuela, aunque David es el que más aprecio y confianza le tengo.

—¿Vas a luchar con ropa? —preguntaba el Rockruff.

—¿No pueden simplemente ignorar el hecho de que use ropa? —irritado.

—Está bien, perdón. 

—Da igual. Ponte listo.

—Claro. Demos un buen combate —decía con determinación.

Los dos nos pusimos en posición de combate para dar pie al inicio de este.

—¡Vamos! —exclamaba Dylan.

Dylan empezó atacando con tumba rocas, rápidamente esquivé su ataque y me acerqué corriendo hacia él usando mordisco, pero él lo esquivó y usó triturar en mí, acertando. Me levanté deprisa y vi que Dylan había desaparecido, supuse que había usado excavar así que intenté esquivar el ataque pero no lo pude lograr y Dylan terminó impactando su ataque.

—Rayos... —decía Mike, que estaba levemente herido.

Dylan aprovechó y usó tumba rocas de nuevo, no podía esquivarlo así que usé protección para detener el ataque. Me puse de pie y Dylan volvió a usar excavar, decidí usar protección por segunda vez ya que me sería difícil esquivar su ataque. Salió del suelo y me atacó pero por suerte protección funcionó, aproveché y rápidamente usé golpe cuerpo logrando darle.

—Jaja..., ya usaste protección dos veces —decía Dylan, que se encontraba en el suelo.

Me acerqué a él y trate de usar mordisco, él uso triturar y ambos ataque chocaron causando una ligera explosión. Dylan usó excavar por tercera vez.

—¿¡No tienes otro ataque que no sea excavar?! —exclamaba Mike.

No sabía que hacer, era muy difícil esquivar su ataque y sabía que protección no me protegería de nuevo. Me decanté por usar protección esperando que funcionara, pero no fue así, Dylan logró impactar y me dejó bastante herido.

—Maldición... —decía el Eevee.

—¡Vamos, amigo, levántate! —gritaba Dylan.

Conseguí ponerme de pie con dificultad, sabiendo que con un golpe más me debilitaría.

—Está bien... sigamos.

Dylan sabía que estaba muy herido y se acercó hacia mí usando triturar. Esperé a que se acercara más para atacarlo. 

—¡Adiós! —exclamaba Dylan.

Cuando estaba a punto de golpearme, usé pulso oscuro e impacté a quemarropa sobre él, lo que lo lanzó lejos.

—¡Auch...! —se quejaba el Rockruff— ¿¡Qué rayos fue eso?! —exclamaba.

No le di tiempo de levantarse y rápidamente fui hacia él y, usando golpe cuerpo, logré darle.

—No te lo esperabas —decía con una sonrisa el Eevee.

Ambos nos encontrábamos muy lastimados. Me acerqué de nuevo y usé mordisco, Dylan usó protección y consiguió bloquear mi ataque. Dylan uso tumba rocas, yo lo esquivé con dificultad debido al agotamiento, pero no esperaba que Dylan se había acercado a mí y, usando triturar, consiguió finalmente debilitarme.

—¡Uf! Estuvo... cerca... —decía Dylan agitado sobre el suelo.

—Auch... —decía Mike, debilitado en el suelo.

—Buen... combate, Mike... —expresaba Dylan.

—Gracias... supongo.

—Oye, ¿Qué fue eso? —preguntaba con curiosidad Dylan.

—¿El qué?

De pronto llega David a donde estábamos con una expresión de estupor en su rostro.

—¡Increíble, qué buen combate! —exclamaba con alegría.

—¿Nos viste? —preguntaba Dylan.

—Por supuesto, no me perdería un combate de ustedes dos —decía el Grovyle—. Por cierto, tomen esto —dijo para después lanzarles una baya aranja a cada uno.

—¡Oh, gracias! —exclamaba el Rockruff.

—Qué considerado, David —decía el Eevee.

—Lo sé, soy el mejor amigo que podrían tener —decía con orgullo.

—También nos podrías ayudar a levantarnos —decía Mike.

David nos ayudó a levantarnos y nos acompañó a una banca para que pudiéramos recuperarnos.

—Denme un momento, iré por pociones, agua y otras cosas —exclamaba el Grovyle.

—Podemos ir nosotros, no eres nuestro padre —decía con desprecio Mike.

—Oye, solo trata de ayudarnos porque es nuestro amigo —agregaba Dylan.

—Sí, Mike, ya sé que eres mi hijo, pero déjame ayudarte. Ahora vuelvo —decía David para posteriormente irse.

—Jaja... —exclamaba Mike.

—Por cierto, Mike, ¿tienes pensado en qué evolucionar? —preguntaba Dylan con curiosidad.

—Eh... bueno... No, no lo sé —respondía Mike, algo incómodo.

—¿O quieres quedarte como un Eevee durante el resto de tu vida?

—¿Tú en qué quieres evolucionar? —evadiendo la pregunta.

—Yo lo tengo muy claro. El día que me toque evolucionar lo haré en un Lycanroc —bromeando.

—Wow... qué sorprendente... —decía con amargura.

—Estoy bromeando. Sinceramente, evolucionaré en lo que tenga que ser.

—¿Cómo?

—Quiero decir, no me importa en que forma evolucionar, eso me da igual. No me gustaría forzar mi cuerpo para evolucionar en una forma u otra, si me toca ser un Lycanroc nocturno pues eso seré, si me toca ser un Lycanroc crepuscular, un Lycanroc crepuscular seré. No quiero estresarme en intentar conseguir una forma, es por eso que me da igual. 

—Entiendo... ¿Y cuándo piensas hacerlo?

—No lo sé, solo sé que no será pronto.

—¿En serio? ¿No crees que podrías parecen un Pokémon pequeño e indefenso?

—Bueno, eso también te lo podría decir a ti, tú sigues siendo un Eevee.

—...

—Si crees que podría parecer indefenso tan solo basta con ver cómo te acabo de vencer.

—Es... verdad —sorprendido.

Eso que dijo tiene razón, parece que yo fuese el Pokémon pequeño e indefenso. Me sorprendió lo que mencionó.

—La razón por la que no quiero evolucionar todavía es porque me siento cómodo con mi cuerpo. No me importa si los demás me ven como alguien débil... ¿verdad? —viendo directamente a Mike.

—Lo... siento —impactado.

—Como dije, evolucionaré cuando sea el momento adecuado, de hecho, no me importaría ser un Rockruff por el resto de mi vida. Me gusta cómo soy, cómo me siento, y no estoy listo para mudar de piel. Amo mi cuerpo. De hecho, si justamente ahora empezara a evolucionar, no me detendría, como dije, la hora llegará en el momento adecuado.

Me puse a analizar las palabras que Dylan dijo, me dejaron pensando un rato. Esas palabras que dijo realmente me marcaron "la hora llegará en el momento adecuado". Creo que tiene mucha razón... algo que me falta a mí, no sé razonar.

—Yo... no sé qué decir, creo que te entiendo —impactado.

—¿Y tú? Ya no me respondiste, ¿compartes mi idea de ser un Eevee por un tiempo?

Pensé por un momento mi respuesta, pero antes de poder decirle una palabra llega David.

—¿Me extrañaron? Yo sé que sí —bromeando dijo David.

David nos lanzó una botella de agua a cada uno, además de unas bayas y unas pociones.

—Me encantaría curarlos pero tengo que irme, voy a luchar pronto —dijo David.

—Gracias por tu ayuda —decía Dylan.

—Nos vemos —se despedía David.

David se fue.

—¿Estás bien? Te ves un poco extraño —preguntaba Dylan.

—Sí, no pasa nada... —respondía Mike.

—¿Te gustó mi filosofía de la evolución? —bromeando.

—De hecho... es muy interesante.

—Otros dirían que extraña —dijo Dylan mientras bebía agua.

—Muchas cosas son extrañas para los demás. 

—No me importa que así lo crean.

—¿Y si te dañan directamente te importaría? —decía desanimado.

—¿Qué quieres decir? —intrigado.

—N-nada, no me hagas caso —inquieto.

—Realmente... sin ofender, tu eres un poco extraño.

—Lo sé, no eres el primero que me lo dice —malhumorado.

—¿Hay algo que quieras contarme?

—No.

Narra Dylan:

Hay algunas razones por las que Mike realmente me intriga y con esta charla que estamos teniendo más lo hace. Él es un poco extraño, desde siempre él ha usado sudaderas, no es para nada raro que los Pokémon usemos ropa, pero llevar todos los días una sudadera es extraño, parece como si no quisiera que lo vieran, no se la quita ni para hacer deporte; siempre evita preguntas o se pone incómodo cuando le preguntan cosas específicas, como con la charla que estamos teniendo; cuando estábamos peleando, usó pulso oscuro, no creo que los Eevees puedan aprender ese ataque, o al menos es algo muy raro; después de lo que le dije sobre mi evolución, se puso realmente extraño, pareciera como si lo que le dije le hubiera afectado.

Este chico es muy interesante.

—Bueno... si quieres hablar de lo que sea puedes hacerlo conmigo.

—Estoy bien, sigo algo aturdido por el combate.

—Claro, amigo —no convencido.

—Creo que ya es hora de regresar.

—Sí, es verdad, vámonos.

.

.

.

Mike y yo regresamos al salón para seguir con nuestras clases. Aún se veía algo pensativo.

—Bueno, si quieres hablar otro día ya sabes quién soy —yendo a su lugar.

—Claro —yendo a su lugar.

Narra Mike:

Me agrada mucho Dylan, pero... no creo que tenga la suficiente confianza como para hablarle de mis problemas..., aunque debería.

—¡Mike, acabo de vencer a Daniel! —con entusiasmo.

—¿Por qué tan emocionado? —preguntaba Mike.

—Pues le gané.

—¿Pero no tuviste ventaja de tipo?

—Eso no importa, ganar es ganar —orgulloso.

—Además, te ves bastante herido.

—Ganar es ganar, dije.

—Para mí que ese Inteleon se dejó ganar.

—¿Por qué desprecias mis logros? No sabes el grado de importancia que pueda tener para mí —irritado.

—¿El grado de importancia? —pensativo.

—Mira... Yo no soy tan fuerte como tú, Dylan o Erick, la verdad es que soy débil, y el haber vencido a Daniel me puso feliz. Quería compartirlo contigo, pero como tú eres fuerte no te importa menospreciar a los demás, incluso a tus amigos —expresaba David con desánimo.

—Sabes que estoy bromeando, David —decía con una sonrisa falsa.

—Te conozco desde hace mucho, sé cuando bromeas y cuando dices algo en serio —molesto.

—Bueno, lo siento —decía con amargura. 

David simplemente se sentó sin decir ninguna otra palabra. Creo que no debí decirle eso.

¿Realmente soy su amigo? ¿Soy un buen Pokémon? ¿Merezco sufrir todo esto? 

No sé qué me pasa. ¿Menospreciar a los demás? No lo creo... ¿Por qué me afecta tanto las palabras que me dicen?

Nicole llegó y se sentó al lado mío.

—Hola, Mike —saludaba Nicole con alegría.

—Hola... —respondía Mike con desánimo.

—¿Estás bien? Los dos se ven... mal —observando a David y a Mike.

—Todo perfecto —respondía Mike.

—¿Quieres hablar? No hay nada de malo hablar con los demás, eso te podría ayudar —proponía Nicole.

—¡No! —exclamaba Mike— Perdón, pero no, no quiero hablar más —decía Mike, angustiado.

Nicole no dijo nada más. ¿Qué me está pasando? Ahora ni David ni Nicole quieren hablar conmigo.

.

.

.

En la salida me encontraba con Nicole y con David.

—Adiós —se despedía David, frío.

—Adiós, David —decía Nicole.

Yo simplemente no dije nada.

—Mike, no estás bien, ¿qué te pasa? —preguntaba con intriga Nicole.

No tenía nada que decirle, ella no sabía de mis problemas así que no le conté nada.

—Nada, ya vámonos —respondía Mike.

—Lo siento, pero tengo que ir a casa de mi hermano, tengo que ver unas cosas con él, entonces no te puedo acompañar —mencionaba la Mightyena.

—Está bien. Nos vemos luego.

—Adiós —decía Nicole mientras se iba de ahí.

Me puse a caminar rumbo a mi casa mientras pensaba unas cosas. ¿Por qué me tiene todo tan confuso? 

*Flashbacks* 

—Como dije, evolucionaré cuando sea el momento adecuado, de hecho, no me importaría ser un Rockruff por el resto de mi vida.

.

—Quería compartirlo contigo, pero como tú eres fuerte no te importa menospreciar a los demás, incluso a tus amigos.

.

—¿Quieres hablar? No hay nada de malo hablar con los demás, eso te podría ayudar.

Simplemente no lo puedo entender.

.

.

.

Llegué a casa y me acosté en la cama.

—Tal vez... —quitándose su ropa— debería... compartirlo —decía en su mente.

Me puse frente a un espejo, observando mi cuerpo.

—¿Por qué me veo así? —en su mente— ¿Qué rayos ocurrió? ¿Por qué no puedo recordar?

Después de un rato me acosté en mi cama preguntándome por qué soy así.


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