Capítulo 17. Atrapado
ADVERTENCIA ⚠️: Este capítulo incluye contenido que podría no ser bien digerido para personas muy sensibles. Se muestra lenguaje ofensivo y sexual levemente explícito. Si eres una persona extremadamente sensible te recomiendo leer con precaución .
—La importancia de no rendirse... La importancia de la ambición... La importancia del perdón... Todo eso me ha llevado a hacer lo que estoy a punto de hacer
Un Pokémon caminaba lentamente en una habitación oscura donde solo había una lámpara y bajo esta una silla donde se sentaba otro Pokémon atado y con una bolsa en la cabeza pero aún consciente de lo que el otro decía.
—Por mucho tiempo estuve llorando, cada maldito día me maldecía a mí mismo por la estupidez que había hecho. Me odiaba, me detestaba y pensé que no podía hacer nada, pensé que la única salida era seguir el mismo camino que él... mi pequeño...
El otro Pokémon solo podía oír lo que este decía, un simple pedazo de cinta impedía que alguna palabra pudiera salir por sus labios.
—Por mucho tiempo viví así, desolado, triste, abatido, viviendo bajo los efectos de unos simples medicamentos que prometían sanar cualquier dolor, pero ese dolor que sentía no era un simple golpe, era una herida que no sanaría tan fácilmente... No podía vivir así, pensaba y pensaba todos los días qué podía yo hacer, investigué, trabajé, y sudé, pero al final pude hacer algo grandioso, algo que me haría ser feliz de nuevo, algo que traería de vuelta lo que por mucho tiempo lloré, algo que me haría regresar con él.
El Pokémon en la silla intentaba zafarse, pero estaba muy débil para si quiera moverse.
—No desperdicies fuerzas, muy pronto olvidarás todo y recordarás qué soy en realidad, aquél que te dio la vida y que te la dará por segunda vez. Estaba tan cerca, tan cerca de poder conseguir mi objetivo, tenía todo lo necesario, mi obra maestra, un alma joven y la capacidad necesaria para que mi experimento funcionase, pero algo pasó, algo falló, no fui lo suficientemente listo y tuve que abandonar todo mi progreso. Escapé dejando todo por lo que había trabajado. Por mucho tiempo busqué dónde estabas, pero no te localizaba, hasta que me di cuenta que vivías bajo todo un ejército de policías, mientras disfrutabas viviendo con la compañía de todos ellos yo volví a trabajar, pero esta vez sería diferente, esta vez no fallaría, no volvería a cometer el mismo error que cometí hace años, esta vez sí iba a funcionar y dicho y hecho. Ya tenía todo, una renovada obra maestra y el conocimiento y la determinación, pero me faltaba algo más, algo que era esencial para esto, la pieza más importante, el alma de un Pokémon, más concretamente el alma de un Eevee y que ahora lo tengo frente a mí.
El Pokémon se acercó al otro y con su pata le sacó la bolsa de su cabeza, revelando que se trataba de un Eevee.
—¿Cómo estás Mike?, creo que así te dicen todos. ¿Te acuerdas de mí? Probablemente no, me presento, soy Jostin, un encantador Espeon. ¿Sabes lo molesto y lo irrespetuoso que es para mí que te llamen Mike?, probablemente no lo sepas, pero pronto sabrás por qué.
Mike miraba a Jostin confundido.
—Sé perfectamente que no sabes qué está pasando, pero tranquilo, todo a su debido tiempo.
Jostin se acercó de nuevo a Mike.
—Antes de que hables quiero verte mejor, tranquilo, no haré nada malo.
Jostin empezó a desatar a Mike mientras lo sujetaba con su poder psíquico para evitar que escapase, después, le quitó la sudadera que llevaba encima dejando a la vista su cuerpo, luego lo volvió a atar.
—Como lo imaginaba, unas cicatrices que de seguro te has preguntado cómo llegaron ahí, bueno, yo sé qué es lo que te pasó, pero antes dejaré que hables.
Jostin le quitó la cinta de su boca.
—¿Qué es lo que quieres? —decía Mike.
—Lo que quiero va más allá de algo simple, no quiero asesinarte, no quiero torturarte, no quiero esclavizarte, no quiero hacerte nada malo, créeme, no soy un sádico, solo quiero traer de vuelta a mi pequeño.
—¿De quién estás hablando?
—Mike...
—¿Qué?
—No, Mike.
—No te estoy entendiendo, ¿por qué me tienes aquí?
—Porque quiero a Mike, lo quiero, lo deseo.
—¿Qué rayos dices? ¡Déjame ir!
—Quiero que veas algo...
Jostin y Mike, que lo transportaba con su poder psíquico, se dirigieron a la esquina de la habitación. Jostin encendió la luz revelando una gran máquina frente a ellos.
—Mira esto, mira esa belleza —decía Jostin.
—¿Qué es eso? —preguntaba Mike.
—Eso, mi querido Eevee, es lo que hará que Mike esté de vuelta, de vuelta conmigo.
—No te entiendo, ¿hay otro Mike?
—No..., no, no, no, no lo entiendes, nunca hubo "otro Mike", solo existió uno. Esa máquina, esa máquina hará una cosa increíble, pero necesito tu ayuda, necesito que cooperes conmigo para que pueda ser feliz, feliz de nuevo, y tú serás feliz de nuevo también.
—Estás demente, déjame irme de aquí
—¿Sabes por qué tienes esas manchas negras? ¿Sabes por qué tienes esa marca en tu cuello bajo tu melena? ¿Sabes por qué no conociste a tus padres? ¿Sabes por qué no recuerdas tu infancia? ¿Sabes por qué te llamas Mike? ¿Sabes por qué estás aquí? Todas esas preguntas te las resolveré, todas, incluso me podrás preguntar lo que quieras y yo te responderé, ¿no quieres saber todo eso?
—¿Por qué debería confiar en ti?
—¿Se te hace conocido el nombre de Dan?
—Sí... ¿quién es él?
—¿Has sufrido dolores de cabeza recientemente?
—¿Qué tratas de decir?
—¿Conoces a un Decidueye llamado Mark?
—¡Qué demonios me quieres decir?
—Yo te conozco, te conozco desde que eras muy pequeño, si me ayudas podré resolver todas tus preguntas, pero necesito que cooperes conmigo.
—No te conozco.
—¿¡Que acaso no quieres saber que demonios te pasó!?
—Yo...
—No seas tonto, Mike, ambos sabemos que has vivido con la intriga de saber qué te pasó.
—¿Qué es lo que quieres que haga?
—Muy fácil, necesito que entres a esa máquina.
—¿¡Qué!? No, ni de broma entro ahí.
—¿Ah, no? ¿Estás seguro?
—No sé quién rayos eres, no puedo confiar en ti, me acabas de secuestrar y quieres que entre a esa cosa de ahí, no, estás loco.
Mike intentó zafarse, pero sus esfuerzos eran inútiles.
—¡Déjame irme de aquí! —exclamaba Mike.
Mike lanzó un pulso oscuro al Espeon quien lo esquivó fácilmente.
—No seas estúpido, cálmate o harás que me enfade.
Mike volvió a atacarlo e intentaba zafarse con ataque rápido.
—Es tu última oportunidad, ¿vas a cooperar o no?
Mike usó mordisco para romper las cuerdas que lo sujetaban.
—¡No!
Mike se liberó y atacó a Jostin con pulso oscuro, Jostin esquivó el ataque y usó premonición. Mike se acercó usando mordisco, Jostin contraatacó con derribo dándole a Mike y dejándolo muy herido.
—Arg... ¿Cómo rayos su ataque fue tan poderoso? —se quejaba Mike.
Jostin se acercó a Mike.
—No tiene otra opción, Mike, o me ayudas o-
Mike interrumpió a Jostin atacándolo con golpe cuerpo, sin embargo, antes de poder impactar, la premonición lo atacó por sorpresa debilitando a Mike.
—O mueres, pero como no puedo simplemente matarte te torturaré por el resto de tu triste vida.
Mike estaba debilitado en el suelo y no podía hacer nada para defenderse, estaba atrapado y Jostin no lo dejaría huir, no después de tanto tiempo.
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⚠️
En otro lugar, horas antes:
—¿Esta es tu casa? —mencionaba un Houndoom.
—Sí. Vamos al sótano, quiero enseñarte algo —decía un Chesnaught
Narra Karim:
Me dirigí con Enzo al sótano de su casa.
—¿Qué hay aquí abajo? —preguntaba Karim.
—Ya verás —respondía Enzo
Al bajar pude ver a una figura en el centro de la habitación.
—¿Qué es eso? —preguntaba Karim.
Enzi encendió la luz y pude ver que esa figura era un Pokémon, una Meowscarada atada a una silla con la boca tapada, parecía inconsciente.
—¿¡Qué rayos!? ¿¡Por qué tienes una hembra aquí!? —exclamaba con pánico Karim.
—¡Cállate! Si te dije que íbamos a asesinar a alguien esto debería de parecerte algo más tranquilo —mencionaba Enzo.
—Pero ella es una hembra, ¿por qué la tienes secuestrada? —decía nervioso Karim.
—¿Por qué? Porque ella me hizo algo imperdonable, y fue por la culpa de ese estúpido pájaro verde.
—¿Qué? ¿Mark?
—Sí, esta mujer lo amaba en secreto.
—¿Y qué hay de malo con eso?
—Jajaja, no lo entiendes, ella era mi novia y me engañó, todo por ese "encantador ave".
—...
—Ella no me dijo nada, pude notar que de repente se puso triste un día, no me quería decir qué, pero un día pude descubrir que era lo que le pasaba, Mark, esa mugrosa ave cortó con ella, cuando descubrí la verdad y le conté ella simplemente me dejó, me dejó como un estúpido.
—Pero Mark no tuvo la culpa.
—Sí la tuvo, por su culpa me dejó, es por eso que deben pagar, ambos, pero especialmente él, es por eso que haré que venga aquí y vea lo que le pasó a su linda gatita que antes amaba y cuando menos se lo espere... ¡Pum!, hecho trizas frente a la cara de ella.
—No... Esto no debe ser así.
—Tú coopera y no me falles, si me llegas a traicionar juro por Arceus que te haré pagar 100 veces más de lo que haré pagar a Mark... bueno, tal vez no más que él, pero te haré sufrir de todos modos.
Está loco este tipo.
—Yo...
—Mira, te propongo una oferta, una tentadora oferta...
—¿Qué? —preguntaba con recelo Karim.
—¿Qué te parece si te "presto" a Emma? —proponía Enzo.
—¿Qué quieres decir?
—No seas tonto, te estoy diciendo que puedes hacer lo que quieras con ella, y eso significa tener sexo con ella.
—¿¡Pero qué estás diciendo!? ¡Por supuesto que no!
Enzo se acercó a mí.
—Karim... Ambos somos machos, sé cómo te sientes y sé que quieres hacerlo, no te puedes resistir ante una hembra tan guapa y sensual como ella.
—¡Estás enfermo!
Me alejé de él.
—No me hagas perder la paciencia...
Enzo intentó acercarse a mí de nuevo.
—¡Aléjate!
Pero usé llamarada para alejarlo de mí. Enzo lo esquivó.
—¿¡Qué haces, imbécil!?
El ruido del ataque hizo que Emma se despertase.
—¿Qué...? ¿Dónde estoy? ¿Enzo? —decía Emma.
—Oh... Miren quién despertó, la bella durmiente —exclamaba Enzo.
—¿Por qué estoy atada? ¡Déjame ir!
Emma trataba de zafarse pero le era imposible.
—Tranquila, linda, ¿te acuerdas de mí?, soy aquél macho que despreciaste años atrás —mencionaba Enzo.
—¿Qué estás diciendo? —preguntaba Emma, asustada.
—No te hagas la tonta. Pero ahora que te tengo aquí podré hacer lo que quiera contigo... lo que quiera... Estás atrapada.
Enzo empezó a tocar el cuerpo de Emma mientras lamía su rostro.
—¡Detente! No hagas eso —intervenía Karim.
—¿Quieres acompañarme, Karim? —preguntaba Enzo.
Enzo volvió a tocar su cuerpo, pero le lancé un ataqué que pasó cerca de él.
—Si la vuelves a tocar te volaré la cabeza —advertía Karim.
—Sí que eres molesto —mencionaba Enzo.
Enzo usó bala semilla en mí, logré esquivarlo y lo ataqué con llamarada, Enzo lo esquivó y utilizo puño bala, impactándome. Enzo me sujetó.
—¿Recuerdas lo que te dije si me traicionabas? —advertía Enzo.
—Mmm... —se quejaba Karim.
—Te daré una última oportunidad, así que no intervengas.
Enzo me soltó y se dirigió con Emma de nuevo.
—¿En serio? ¿Tan tonto eres que necesitas secuestrar a una hembra para satisfacer tus necesidades? —confrontaba Emma.
—Si crees que puedes intimidarme, buena suerte, no me importa lo que haga, mientras pueda cumplir mi objetivo haré lo que me sea más fácil —mencionaba Enzo.
—Me impresiona que para lo grande y fuerte que seas hayas llorado por mí, nunca pensé que te afectaría que te dejase.
—¡Cállate!
—Pero es la verdad, ¿no? Enzo, el grande y fuerte macho que lloró por una linda gatita, que patético.
—...
—Y todo por un ave que me volvía loca, Mark... Tengo que admitir que él lo hacía mucho mejor que tú, su cuerpo era más suave, el tuyo es rígido y duro, sus plumas en cambio eran suaves y muy limpias... —pícara, Emma.
—Para...
—Y lo mejor de todo, él lo tenía mucho más grande y grueso que el tuyo...
—¡Detente!
—De hecho, me sorprende que en ningún momento se me haya escapado un "Ohh... Sí, Mark" mientras te divertías conmigo.
—¡Detente, maldita sea!
—¿Quieres que me detenga? Pero si hace un momento ese Houndoom suplicaba que parases, ahora eres tú el que suplica, y todo por una gatita a la que extrañaste mu-.
Enzo evitó que terminase de hablar y le dio un golpe en su estómago.
—¡Ey! ¡¿Qué haces?! —exclamaba Karim.
—Tú cállate, te dije que no te metieras —exclamaba Enzo.
Mientras discutíamos algo entró rápidamente al sótano.
—¡Tú! —exclamaba el Pokémon que entró.
—¡Ma...rk! —exclamaba débilmente Emma.
Mark golpeó con hoja aguda a Enzo, quien recibió el ataque.
—¡Emma! —exclamó Mark.
Mark rápidamente cortó las sogas que sujetaban a Emma, liberándola.
—No, ni de broma —mencionaba Enzo.
Enzo se abalanzó contra Mark. El Chesnaught usaba puño bala mientras Mark se cubría de sus ataques en el suelo.
—Por tu culpa la maldita gata me dejó —exclamaba Enzo.
—¿Qué estás diciendo? —mencionaba Mark.
Ambos seguían forcejeando en el suelo.
Yo no sabía qué hacer, todo estaba pasando demasiado rápido.
—¡Karim! No te quedes ahí parado y ayúda-.
Antes de que terminara de hablar Mark le dio un golpe en su rostro.
—Maldito... —decía Enzo.
Enzo usó látigo cepa, Mark lo esquivó y usó puntada sombría, Enzo no pudo esquivarlo y recibió el ataque; Mark se acercó a él y usó hoja aguda dejando a Enzo casi debilitado.
—Vámonos de aquí, Emma —mencionaba Mark.
Mark salió del sótano con Emma.
—Maldición... —decía Enzo débilmente.
Ayude a Enzo a levantarse. Sinceramente no sé si debí de haber hecho eso, después de lo que hizo me hizo pensar en que tal vez Enzo es el malo y Mark el bueno.
—¡Debiste de haberlo atacado cuando tuviste oportunidad! —exclamaba Enzo.
—...
—No importa, regresemos con Jostin, debemos pensar en algo.
Enzo se levantó y salió del sótano, yo solo me dispuse a seguirlo.
No confío en él, ya no, después de lo acaba de hacer demostró en ser alguien malo, alguien muy desagradable, está enfermo. Esto me hace pensar que Jostin no es alguien diferente a Enzo, creo que nunca debí unirme a ellos.
Tengo que conseguir la llave de alguna manera y abrir ese cajón, presiento que hay algo importante ahí que Jostin no quiere que veamos.
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En otro lugar:
—¿Por qué no contestas? —decía una Pokémon en su mente.
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