Capítulo 16. No volveré a ser feliz

Narra Mike:

Estoy en mi casa, después de haber perdido el tiempo en el hospital.

No tiene sentido... Nada de esto tiene sentido...

Deacon me dijo que mi madre era una Flareon, dijo que la conocía... Al parecer era un mentiroso y creo que no debería de confiar en él, tal vez eso explique por qué tiene dos nombres.

¿Que estoy enfermo? ¡Ja! Claro, ahora todo resulta que yo soy otro Eevee con una condición rara que no se desarrolló correctamente. No sé si Mark dijo eso porque enserio piensa que puede ser una respuesta.

Aunque... en verdad no sabemos porque mi cuerpo luce así, sin olvidar mis dolores de cabeza.

A lo mejor estoy juzgando muy rápido, tal vez Kate sí sea mi madre pero no recuerda bien las cosas todavía.

¿Debería hablar con Deacon? No sé si me esté mintiendo o no pero algo debe saber.

Creo que lo mejor es hablar con él.

Tomé mi celular y le mandé un mensaje.

Hola, Deacon, ¿cómo estás?

Perdón por no escribirte antes, estuve muy ocupado

¿Crees q podamos hablar más sobre mi pasado?, por ejemplo, ¿recuerdas el nombre de mi madre?

Sé que suena extraño pero después te explicaré todo, solo quiero q me cuentes lo que sabes, por favor :)

Espero que me pueda contar todo...

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Narra Karim, minutos antes:

Espero poder soportarlo.

—¿Qué vas a hacer, Jostin? —preguntaba Karim.

—Algo —respondía Jostin.

—¿Se puede saber?

—Tú concéntrate en hacerle caso a Enzo.

—Como sea.

—¿Cuándo se van a ir? —preguntaba el Espeon.

—Sacaremos la basura hasta la noche —respondía Enzo.

—Casi lo olvido. Karim, ¿puedes pasarme mi mochila?, la dejé al lado de la máquina.

—Sí.

Me dirigí a su habitación para darle su mochila.

—Aquí está.

¿Qué traerá ahí? 

—¿Estará mal si echo un vistazo? No creo que se enoje.

Me di prisa y abrí su mochila para ver qué tenía dentro.

—Una... ¿bolsa de basura? 

Qué raro, ¿por qué traería una bolsa de basura?

—¿Qué es esto? 

Había una tarjeta, era como una invitación, decía "Apoya a la causa, una moneda al rico es un lingote al pobre". Ni idea de para qué era eso.

—¿Y este envase?

También tenía una botella de plástico llena de algún líquido.

—Y un trapo.

Y por último un trapo.

No tengo idea de para qué rayos trae todo eso ahí, y tampoco sé si había algo más, debía darme prisa ya que si no Jostin podría sospechar.

Cerré la mochila y me dirigí con Jostin.

—Entonces asegúrate de que nadie sepa de esto, nadie —decía Jostin.

—...

—Ehh... Tengo la mochila, Jostin —agregaba Karim.

—Gracias. Debo irme, los veré aquí en cuanto terminen de hacer lo que deban de hacer.

Jostin se alejó de nosotros y salió del refugio.

—¿Pasó algo? —preguntaba Karim.

—Nada... Más tarde te llamo para empezar con el plan —mencionaba Enzo.

—De acuerdo.

No sé qué le dijo Jostin, pero sé que le afectó en algo.

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Narra Mike:

Ahora de verdad me pregunto si todo esto fue buena idea, volví a tener contacto con Mark para poder tranquilizarme, pensé que después de todo eso, de poder saber lo que me pasó podría finalmente vivir en paz y creo que estaba muy equivocado.

Todavía recuerdo el día en que me marché de la comisaría, el último día en ese lugar.

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En la comisaría, hace 4 años:

—Hasta que apareces, Mike —decía Walter.

—¿Ahora qué quieren? —preguntaba Mike, molesto.

—Siéntate, Mike —mencionaba Mark.

El eevee tomó asiento.

—Mike, aún no recuerdas nada, ¿verdad? —preguntó Mark.

—No —respondía Mike.

—Mira, no sabemos todavía lo que te pasó y tal vez pod- —decía Mark.

—Déjame adivinar, necesitan más tiempo, es lo que llevan diciendo años y no progresan en nada —decía Mike.

—Mike, créeme que estoy haciendo lo posible por ayudarte, pero esto no es fácil.

—Entonces debería irme de aquí.

—Por favor, Mike, queremos ayudarte.

Mike se levantó bruscamente y golpeó la mesa con fuerza.

—Cálmate, solo necesitamos que cooperes y que te quedes aquí un tiempo más —decía Mark.

—¡¿Quieren que me quede aquí para que les siga sirviendo de sirviente, recibiendo insultos y viviendo bajo una reja?! —furioso Mike.

—Espera, Mike.

—Me largo de aquí.

—No puedes hacer eso —agregaba Walter.

—Sí puedo.

Mike usó pulso oscuro sobre la mesa donde estaban discutiendo y salió corriendo de la habitación.

—Maldita sea. ¡Atrápalo! —exclamaba Walter.

Mike siguió corriendo hasta la salida de la comisaría, en el camino sorteaba a algunos guardias, y al llegar a la salida intentó abrir la puerta pero esta estaba bloqueada.

Al rato llegó Mark y unos guardias.

—Mike, por favor, solo queremos lo mejor para ti —decía el decidueye.

—Seguro.

Mike usó pulso oscuro sobre Mark y los guardias y escapó destruyendo una ventana.

—*cof* Maldición... —exclamaba Mark.

—Qué buena seguridad —bromeaba Walter.

—¡Vayan por él! —exclamaba Mark.

—¡No! Déjenlo, no vale la pena —decía Walter.

—¿Pero qué estás diciendo? 

—No tenemos idea de lo que le pasa, ya deja de ayudarlo, por eso se fue.

—...

El Eevee siguió corriendo de ese lugar, sin ningún rumbo.

.

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Esa fue la última vez que pise aquél lugar, bueno, hasta hace unos días. ¿Cómo es posible que haya pasado tanto tiempo en ese lugar? Lo único bueno que me pasó ahí fue el entrenamiento que Mark me dio, mi pulso oscuro realmente es fuerte, más de lo normal diría yo.

Después de ese día viví una época totalmente diferente, asistí a la escuela, hice amigos, obtuve un hogar, bueno, más o menos ya que el departamento técnicamente no es mío, es de la familia de David pero su corazón generoso, si es que tiene, decidió ayudarme y prestarme este techo...

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En una casa, hace 4 años:

—Anda, come, cariño —decía una Sceptile.

—Sí, gracias —agradecía un Eevee.

—¿Cómo te llamas? —preguntaba un Treecko.

—Mike.

—Un gusto Mike, yo soy David y ella es mi madre, Arya —mencionaba David.

—Hola, Mike —saludaba Arya.

—Hola a los dos.

—Y bien, ¿qué te sucedió, Mike? —preguntaba Arya.

—No quiero hablar de eso.

—¿Hay alguien que se pueda hacer cargo de ti?

—No... estoy solo.

—¿No tienes padres, hermanos, tíos o alguien?

—...

—Lo siento, Mike...

—Está bien.

—Mamá, ¿podemos dejar que se quede aquí? —proponía David.

—¡No! Perdón, pero no, quiero estar solo —decía Mike.

—No te podemos dejar en la intemperie solo —mencionaba Arya.

—No importa, yo sé sobrevivir.

—Mmm... Ya sé, mamá, hay que darle el departamento de mi tío —proponía David.

—No es tan fácil hacer eso —mencionaba Arya.

—No se molesten, puedo vivir en el bosque —insistía Mike.

—Por favor, mamá, no será un problema para nosotros, podemos pagar sus impuestos —insistía David.

—El dinero no es cosa fácil, no podemos simplemente dejarlo solo en el departamento —dudaba la Sceptile.

—Yo estaré en contacto con él y lo cuidaré, hasta podemos inscribirlo en la misma escuela.

—Señora, por favor, no se estrese por mí. Creo que debería irme, gracias por la ayuda, se los agradezco —decía Mike.

El Eevee se levantó de donde estaba y se dirigía a la puerta de salida.

—Espera, Mike —mencionaba Arya.

Mike se detuvo y volteó a verla.

—Creo que podemos acordar algo y te podemos ayudar.

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Desde ese día me hice amigo de David, y le agradezco mucho que me hayan dado su ayuda, sin él probablemente estaría en el bosque, durmiendo sobre piedras y cazando Pokémon para sobrevivir.

Algún día le devolveré el favor, lo sé.

Y ahora me encuentro aquí, sin saber absolutamente nada de mi pasado, de mi cuerpo, de lo que me pasó, de mis padres...

No debí regresar a esto, creo que debería hablar con Mark y decirle que ya no quiero continuar...

No, no puedo rendirme, aún no.

Por el momento me concentraré en estar tranquilo, que Mark se encargue de todo por el momento.

Tengo hambre.

Me dirigí a la cocina por unas galletas, pero en el camino...

—¡Argh! —se quejaba Mike.

Volvió a suceder...

—¡Ah... Otra vez no! 

Ese dolor intenso de cabeza regresó a mí.

—¡¿Por qué me pasa esto?!

Intenté tranquilizarme pero era imposible, el dolor era muy fuerte.

—¡Maldición! ¡Argh! 

Después de unos segundos el dolor cedió, al menos no dura mucho.

—Uff... Tengo que ver a un doctor... 

Me senté unos minutos en lo que me recuperaba.

Realmente me asusta que algo me esté pasando y yo lo esté ignorando. Mark me dijo que le avisara si me pasaba algo. ¿De verdad estoy enfermo?

Creo que a este punto no volveré a ser feliz de nuevo.

—Tengo que avisarle a Mark.

Iba a regresar a mi habitación cuando sonó el timbre de la puerta.

—¿Ah? ¿Quién es? 

Me acerqué a la puerta y la abrí.

—Buenas tardes, caballero —decía un Pokémon.

—Hola —saludaba Mike.

Era un Pokémon que vestía un traje de seguridad, los mismos trajes que usan los Pokémon que limpian las calles.

—Disculpe por interrumpir pero me gustaría decirle algo, ¿puedo? —mencionaba el Pokémon.

—Eh... Ok —respondía Mike.

—Gracias. Como parte de una campaña estamos recolectando dinero de los ciudadanos como parte de una caridad, es para apoyar a los trabajadores que limpian las calles.

—Entiendo.

—¿Quisiera apoyarnos?

—Lo siento, pero ahorita no ando muy bien.

—Está bien, ¿al menos podría aceptar esta tarjeta?

El Pokémon extendió su pata morada para darme una tarjeta.

—Está bien —mencionaba Mike.

Iba a tomar la tarjeta pero antes de hacerlo se le cayó al Pokémon.

—¡Ups! Perdone —se disculpaba el Pokémon.

—No se preocupe, yo la recojo —decía Mike.

Me agaché a recoger la tarjeta pero al levantarme...

—¡Te tengo! —exclamaba el Pokémon.

El Pokémon me sometió y me puso un trapo en mi boca y nariz.

—Duerme, Mike... —decía el Pokémon.

No vi nada más... Me desvanecí... 

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En otro lado, de noche:

—Ya casi llegamos, ¿traes la cámara lista? —preguntaba un Chesnaught.

—Sí —respondía Karim.

—¿Qué andas viendo? Concéntrate —decía Enzo.

—Nada importante. Aquí está la cámara lista.

—Bien.

Narra Karim:

Me dirigía con Enzo a casa del objetivo.

Mientras caminábamos veía mi celular, vi los mensajes que Mike me envió.

Flashback

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—No quiero que le hables, no te comuniques con él, si lo ves no te acerques. Aléjate de él.

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—Siento no poder ayudarte —decía Karim en su mente.

Avanzamos por unos minutos más hasta que llegamos, estábamos frente a una casa.

—Llegamos —decía Enzo.

—¿Cómo dices que se llama el Pokémon? —preguntaba Karim.

—Es un Decidueye y se llama Mark.

—Entiendo.

Nos pusimos frente a la puerta.

—¿Cómo vamos a entrar? —preguntaba Karim.

—Tengo mis métodos —mencionaba Enzo.

Enzo se agachó y empezó a sabotear la cerradura de su puerta, estuvimos varios minutos hasta que por fin pudo abrirla.

—Listo. Entra en silencio —mencionaba Enzo.

Cerramos la puerta con cuidado y nos escabullimos dentro de la casa. 

—A su habitación, probablemente esté durmiendo —decía Enzo.

Hablábamos susurrando para no hacer ruido.

Nos dirigimos a su habitación y abrimos lentamente la puerta... Allí estaba, un Decidueye durmiendo.

—Ahí está. Tómale una foto —decía Enzo.

—¿No lo despertará el flash? —preguntaba Karim.

—Tranquilo, cubriré con la sombra de mi brazo sus ojos.

—Está bien. Ahí va.

Tomé una fotografía de él durmiendo, la cámara imprimía la foto instantáneamente.

—Listo —decía Karim.

—Bien, dámela —mencionaba Enzo.

Le di la foto a Enzo, el sacó una pluma y escribió en la parte trasera de la foto unas palabras.

Nos dirigimos a la entrada. Enzo sacó otra foto 

—Pegaré estás fotos frente a su puerta, tú sal y ve que no haya nadie mirando —decía Enzo.

—Está bien —respondía Karim.

Salí de la casa y espere a que Enzo hiciera lo mismo.

—Ya quedó, bien hecho —mencionaba Enzo.

—¿Era necesaria mi ayuda? —preguntaba Karim.

—No, pero quería que me ayudaras de todos modos.

—Bueno.

—Ahora lo siguiente, vendrás conmigo a mi casa y esperaremos a que venga.

—¿Y después qué? 

—Ya te explicaré todo allá, vámonos de aquí.

No alejamos de la casa para partir hacia la casa de Enzo. No sé qué estará tramando, solo me dice qué hacer pero no me dice para qué o cuál es el objetivo, tal vez ni siquiera vamos a... asesinar a alguien. Ya veremos.

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En otro lugar:

Narra alguien:

Estoy cerca, estoy muy cerca, pronto estaré contigo otra vez, no volverá a pasar, no volverá a pasar, no volveré a fallar, ya fallé dos veces pero no ocurrirá tres veces.

¡Estaré contigo de nuevo!

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Años atrás:

Se ve a un Pokémon caminando por un cementerio 

—Algo haré, no dejaré esto así...

El Pokémon se paró frente a una tumba.

—Lo siento, me dejé llevar por una estúpida competencia, y ahora lo perdí todo, te perdí a ti...

El Pokémon abrazaba la lápida.

—No volveré a ser feliz sin ti, unas simples pastillas no me harán olvidarte.

Se ponía de pie.

—Es por eso que volveré a estar contigo, cueste lo que cuesta regresarás conmigo, lo prometo, hijo.

El Pokémon soltó unas flores negras frente a la tumba, la cual tenía escrito el nombre de "Mike".

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