Ser o no ser

—¿Qué te gusta quién?—preguntó Beto antes de morder su hamburguesa.

—Un chico de la escuela.—llené mi boca con papas a la francesa—¡No sé que tengo de malo!—dije a propósito con la boca llena.

Beto limpió mi mejilla con el dorso de su mano.

—Por supuesto. Eres toda una dama.—nos sonreímos— ¿Cómo es él?

—Amable, noble y le gusta leer...

—Hablo de físicamente ¿Está bueno?—suspiré negando con la cabeza—¿Te pone?

—Pues es...¿Cómo decirlo?

—¿Moreno o caucásico? ¿Gigante o hobbit?

—Es moreno, mide más que yo,—Beto susurro algo, seguí hablando—tiene buen físico...está decente.

—¿Está igual de musculoso que yo?—abrió su abrigo para mostrar su abdomen, si pudiera andar por la calle desnudo lo haría.  

—Si quisiera suicidarme me bastaría con poner tus brazos alrededor de mi cabeza—hice un gesto con las manos simulando una explosión—¡Boom! Como una sandía.

Beto empezó a temblar mientras una risa exagerada salía de su boca, nos ganamos la atención de los pocos presentes en el restaurante.

—Ya, que no fue tan gracioso—intento no caer y reír con él, quiero decir; alguno de los dos debe estar cuerdo.

—Es que fue tan fuera de lugar, no pude evitarlo.—tomó aire—Bien...¿Tienes una foto?

—Ninguna—me miró acusador—¿Qué?

—¿Quién eres tú? La Hazel que yo conocía era la mejor acosadora del oeste—le enseñé la lengua—. Tenías fotos, direcciones y hasta ropa de los tipos...

—¡Claro que no!—dije riendo—No soy una obsesiva y está mal tomar fotos de las personas.

Seguimos comiendo un rato hasta que vio la hora, no tengo mucho tiempo libre.

—Yo pago—sacó un par de billetes de golpe.

—Dijimos que compartiríamos la cuenta—le regañe poniéndome en pie.

—Tú pagaste la última vez y hasta donde sé estás ahorrando para la universidad—lo último lo dijo en voz baja.

Recorrimos las tiendas buscando ropa cómoda. Insistió en comprarme una sudadera con Superman en la espalda y Batman en el pecho.

—¿No? No te di nada en tu cumpleaños ni nunca de hecho.

—No hace falta—me sostuvo del hombro.

Miró mis ojos frunciendo en entrecejo.

—¿Te da vergüenza ser una Friki?

Solo no queremos que lo sepan.

—Solo no quiero que gastes tu dinero en mí.

No discutimos más sobre el tema.

El lunes por la mañana estuve escuchando a Shawn Mendes. Sus canciones tienen algo que no me permite dejar de escucharlas, pero hay una en especial con una frase muy mía: 

"No puedo conseguir que mi boca diga las palabras que quiero decirte" 

Gran canción, aunque no estoy tan enamorada...

Sí lo estás.

Eso creo. 

Lo estás ¿Cierto?

Giré sobre mi misma y susurré a mi almohada;

—El amor correspondido no dura y el que no lo es nunca existió.

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