8. Cabello
— ¿Se besaron? — Preguntó Flippy con extrema curiosidad a su amigo peli azul en cuanto escuchó que le había contado, simplemente no podía creerlo.
Splendid asintió con timidez, algo de rubor estaba cubriendo sus mejillas. Comenzó a jugar de manera torpe con lo que sobraba del amarre de su antifaz.
Flippy estuvo feliz de que otra oportunidad sí se le presentó y no iba a tener que burlarse de su amigo por toda una eternidad, aunque muy en el fondo también quería hacer lo otro.
— ¿Cómo fue? — Lo miró intrigado y con total emoción, necesitaba saber todos los detalles posibles de cómo por fin a su torpe amigo se adentraba a una de las realidades románticas de las que tanto ha leído y anhelado.
— Pues.. Me besó y no correspondí. — Flippy antes de escuchar eso tenía una enorme sonrisa en su rostro, Splendid logró desaparecerla en un segundo. — ¡Pero luego lo besé! — El peli verde suspiró de alivio.
— ¿Qué sentiste? —
— ¿Qué sentí? — Se quedó pensativo y jugó con sus dedos sin saber cómo expresar en simples palabras aquel cosquilleo de felicidad que se había apoderado de él en esos instantes.
— Sí, ¿qué sentiste? — Era insistente, pero quería asegurarse de que lo que sintiera Splendid fuera en verdad amor y no presión de tener que andar con el pelirrojo.
— Sentí.. Felicidad, tranquilidad.. — Se ruborizó más al recordarlo con detalle. — En total calma, como si nunca quisiera separarme de ese beso. — Concluyó feliz, Flippy rió un poco y le revolvió el cabello juguetón.
Splendon't
Por andar de enamoradizo, me quedé viendo cómo Splendid y Flippy charlaban sentados sobre el césped del parque. Sé que son amigos y que no debería de preocuparme, además de que lo más sano es no ser celoso y que Splendid tenga a sus amigos.
Sin embargo, no pude evitar notar que mi azulito se puso rojo.
¿Estará hablando de mi? Sería lindo si así lo fuera, me pondría bastante feliz, significaría que le importo y que solo yo puedo ponerlo como un bobo enamorado, al igual que solo él puede ponerme así a mi. Sería la cosa más bella del mundo saber que la persona que te gusta está tan enamorada como tú lo estás.
En cuanto el peli verde pasó sus manos por su cabello, me centré en eso.
Es precioso. Todo en él es precioso, y eso no excluye a su cabello que es extremadamente suave. Sinceramente me podría pasar gran parte de mi vida solo acariciándolo...
Si tan solo él me dejara agarrarlo con mayor frecuencia, todo sería mucho mejor y tal vez viviría una de las fantasías que quiero a su lado: que se quede dormido mientras yo le acaricio el cabello.
Esperaré con paciencia a que nos toque el patrullaje nocturno, así podré estar a solas con él y le pediré permiso para hacer aquello.
En verdad estoy emocionado, no puedo evitar sonreír. Lo más probable es que me vea como un estúpido por la gran sonrisa que tengo.
8:00 pm
Las calles de la ciudad estaban completamente vacías, la oscuridad era la que sería la más presente de no ser por los faroles que iluminaban las calles de noche.
Estaba afuera de un supermercado esperando a Splendid con poca paciencia. Ya quería que se apareciera, él es muy puntual, no debería de tardar ni siquiera un minuto en llegar aquí.
Y así fue, en cuanto dejé de quejarme conmigo mismo, él apareció a mi lado. Tenía una sonrisa y un adorable tono rojizo adornaba sus preciosas mejillas.
- Hola. - Me saludó.
Quedé embobado, no había hablado durante todo el día con él, prácticamente desde que nos besamos no habíamos hablado.
Al recordar el beso le miré los labios y me quedé contemplándolos. Son preciosos, todo en él me parece la cosa más bella de la existencia, ¿por qué Splendid tenía que ser tan lindo?
- ¿Hola? -
- Adiós. - Respondí.
Tardé segundos en entender que justo dije la mayor tontería que pudo haber salido de mis labios por estar embobado con todo de él, en especial en su boca.
- ¿Qué? - Me miró confundido. - ¿Ya te vas? ¿No íbamos a patrullar juntos? -
¿Debería decirle que me equivoque o ser un desgraciado y hacerlo creer lo que él cree que está pasando pero en verdad no está pasando?
- ¿Qué? -
- ¿Qué? ¿Estás bien Splendon't? - Me volví a equivocar con mi respuesta por tener el cerebro sin funcionar hoy.
- Define estar bien. - Le pedí para sacar conversación. No quería equivocarme más. Mínimo esta vez respondí algo más congruente.
- ¿No sabes qué es? - Posó su mano sobre mi frente. - No estás caliente, ¿estás bien? - Sonreí coqueto, ladeando un poco la cabeza y mirándolo.
- Podría estar caliente muy fácilmente, papito. -
Me golpeó y no volvió a hablarme por treinta minutos. Me pasé pero no quería dejar pasar esa oportunidad única en la vida.
Estuvimos treinta minutos en absoluto silencio, sentados, sin mirarnos.
- Lo siento. - Me disculpé mirándolo. - Me perdí en tus labios. - Admití. - No puedo evitar pensar en lo del otro día.. - Suspiré. Noté como el rubor de Splendid había adornado nuevamente sus mejillas.
- ¿En..En serio? - Me miró con timidez, y comenzó a jugar con su precioso cabello.
Acabo de notar que se lo estaba dejando un poco más largo, le quedaba bastante bien, me gusta el pelo largo para tener con qué jugar y enredar mis dedos.
- Sí. - Sonreí mirándolo. - ¿Puedo pedirte algo? -
- ¿Otro beso? - Ahora yo me sonrojé, ¿él accedería si le pidiera eso?
- No.. - Pude notar la decepción en su mirada. - Es decir, sí, me encantaría un beso ahora mismo, pero tenía en mente algo más. - Rió un poco.
- Lo siento, no sé cómo actuar, nunca me había gustado otro hombre.. Digo, no es que me gustes, ósea, sí, pero.. - Escondió su cara entre sus brazos. - ¡Lo siento, me pongo nervioso! - Reí un poco, era adorable.
- ¿Puedo tocar tu cabello? - Fui directo al grano.
- No. - Me miró, descubriendo su cara.
- ¿Por qué no? -
- Por no querer un beso. - Me sacó la lengua de manera infantil, resoplé mirándolo con frustración. - Ahora tú me debes algo. -
- ¿Por qué? - Crucé mis brazos indignado.
- Por haberme dado un muy buen beso.. - Jugó con sus dedos. Mi sonrojo simplemente aumentó por su culpa.
- Eso.. Yo.. - No sabía qué responder, me dejó sin palabras.
Me quedé helado en cuanto me comenzó a acariciar el cabello.
- Yo.. Yo también quería hacerlo. - Sonrió un poco mirándome. No podía creer que ambos tuvimos la misma tonta idea de niños pequeños recién enamorados.
- ¿En.. En serio? - Me quedé quieto, sintiendo como sus dedos se enredaban en mi cabello, como lo peinaba con suavidad otorgándome caricias que me hacían sentir en las nubes.
Mi cabello es muy corto, es simplemente el típico corte de hombre promedio, me estresaba tenerlo largo, así como se lo estaba dejando él, pero una vez sentí sus dedos consideré la posibilidad, solo para que él tuviera más con qué jugar.
Estaba completamente relajado y feliz, en una nube de la que no quería bajar nunca.
- Sí. -
El deseo de Splendon't en realidad se le terminó cumpliendo a Splendid. El pelirrojo se quedó dormido mientras el peliazul le acariciaba con toda la ternura del mundo su cabellera rojiza una vez se quedaron sentados en una banca que estaba cerca.
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Prometo no volver a morir los amo:((
Editado el 12/11/2023
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