Un té helado cayó sobre el chico de cabellos azules que portaba un antifaz, su amigo ex militar se lo había derramado con enojo después de lo que le había contado.

- ¡O-oye! ¡Si fuera normal como ustedes eso me habría hecho mal! - Renegó el héroe azulado agarrando servilletas para empezar a secarse.

- Ojalá fueras normal para que te hubiera dolido. - Dijo enojado cruzando los brazos. Estaba teniendo una actitud parecida a la de Fliqpy, sin embargo era Flippy, solo que jodidamente molesto.

- F-Flippy, cálmate.. - Susurró la mejor amiga de ambos, ayudando a Splendid a limpiarse.

- ¡Flaky, debes estar de mi lado! - Aludió Flippy mirando a la menor.

- T-Tranquilos.. - La pelirroja miró a ambos nerviosa, por el ambiente sabía que estaban a nada de gritarse y después de eso posiblemente harían como si nada hubiera pasado y hablarían de galletas. Pero, era mejor si omitían la primera parte.

- ¡No, Flippy! - El héroe miró mal a su amigo, hizo a Flaky a un lado por si eso se ponía feo.

- A ver, pendejo, ¿cómo rayos Splendon't va a tu casa, tienen una escena jodidamente homosexual y la cagas literalmente diciendo que vas a ir a cagar? - Se cruzó de brazos mirándolo mal.

- ¡Me puse nervioso! - Se excusó.

- ¡Lo pudiste haber besado o decirle que también lo amas! Pero, no. Preferiste decir que ibas a hacer caca. -

Splendid con nervios se tapó la cara, escuchar lo que hizo lo apenaba.

- Lo peor es que, según tu, Splendon't solo te miró nervioso, te dejó ir y se quedó durmiendo en tu puto sillón. Splendid, desperdiciaste todas las oportunidades posibles. -

Splendid miró a Flaky buscando consolación, pero ella miró a un lado nerviosa. Le estaba dando la razón a Flippy.

- ¡F-Flaky! -

- ¡L-Lo siento! ¡P-Pero ni siquiera Lumpy haría semejante cosa! - Gritó con nervios.

En cuanto la pelirroja dijo eso Splendid se sintió increíblemente estúpido y se tapó la cara con su antebrazo derecho. A Flaky se le pusieron los ojos llorosos al verlo así e intentó consolarlo con un abrazo. Flippy dio un suspiro y miró a su amigo.

- Ya, tranquilo. Luego tendrás otra oportunidad.. -

Al menos eso era lo que esperaba Flippy, porque sí no había otra, entonces se lo restregaría por una eternidad al peli azul.

Splendon't

La hora del almuerzo había llegado. Estaba en el parque comiendo cuando Splendid se me acercó.

Sonreí bastante al verlo, él se veía algo nervioso, sostenía algo de comida envuelta entre sus brazos, posiblemente la acaba de comprar.

Miré a un lado ya que seguro Splendid simplemente pasaba por ahí, después de todo, no creo que él querría sentarse a comer conmigo.

Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Se sentó en frente de mí y empezó a sacar comida rápida de sus respectivos envoltorios.

- Hola - Dijo calmado y como si nada, ¿ya había olvidado lo que pasó ayer acaso? Él estaba chillando y yo me puse bien gay, luego dijo que quería ir a hacer popó. Pero después de eso me quedé a dormir en su casa. No creo que alguien sepa la felicidad que sentí en ese momento que me dejó quedarme. No en su misma cama, ¡pero su sillón es bastante cómodo!

Lo miré y, susurrando le devolví el saludo.

Creo que me sonrojé, ay. Este imbécil me vuelve igual de imbécil que él.

No pude concentrarme en mi comida, digo, lo tenía en frente, ¿cómo se supone que comiera como alguien normal si esto es prácticamente una cita?

Bueno, para mí era como una cita.

Aunque, a él se le notaba bastante nervioso. Estaba sudando e intentaba disimularlo, sin embargo, se notaba demasiado.

Es jodidamente lindo.

No podía comer bien por los nervios, así como yo. Sonreí como idiota mirándolo.

Al cabo de unos segundos, él se terminó manchando su ropa con salsa de tomate que tenía la comida que estaba consumiendo.

Por alguna razón sus nervios incrementaron e intentó limpiarse lo más rápido que podía, fallando en el intento y manchando más su ropa.

Se empezó a desesperar un poco.

- Splendid, sólo es una mancha, tranquilo. - Dije con suma calma mirándolo.

Se disculpó entre susurros y se dio la vuelta, posiblemente para que no le viera.

- ¿Splendid? - Se volvió a disculpar. - ¿Qué pasa? -

- Lamento ser tan idiota.. - Dijo finalmente volteándome a ver y y dejando de intentar limpiar la minúscula mancha.

- ¿Uh? ¿A qué te refieres? -

- ¡N-Ni siquiera puedo comer bien! ¿Uh! Lo siento.. - Miró a un lado tragando saliva, reí un poco al mirarlo así.

- Splendid, amo tu torpeza. -

Vi como se quedó todo sonrojado, no pude evitar sonreír y reír a lo bajo.

No volvimos a cruzar ninguna palabra lo que quedó del almuerzo, hasta que nos despedimos. No me importó mucho, con solo mirarlo y que se haya sentado cerca me hizo el día. Pero, estaba claro de que debíamos hablar de lo que le dije en su casa, no podíamos evitarlo para siempre.

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Editado el 12/11/2023