Capítulo 47: De vuelta a la normalidad... o tal vez no.
POV de Law.
Por fin llegué al palacio, me encontraba delante del gran portón. Sin pensarlo dos ves -ya que mi furia asesina pensaba por mí- empecé a aporrear la gran puerta.
"¡Doflamingo, abre ahora mismo!" Grité mientras seguía golpeando la puerta con mi puño. Había apretado tanto las manos durante el camino que me clavé las uñas y mis palmas habían empezado a sangrar, pero eso era lo que menos me importaba ahora.
Se abrió la puerta lentamente y salió Monet. Cuando me vio, esbozó una sonrisa traviesa y se apoyó en la puerta.
"Law... que sorpresa que hayas venido. Pareces muy tenso, ¿quieres liberar tensión?" Preguntó ella provocativamente, pero lo único que me importaba entonces era salvar a (tu nombre).
"¿Dónde está Doflamingo?" Pregunté como si fuese veneno en mis labios. La sonrisa de Monet no desapareció, se echó a un lado y me dejó pasar.
"El Joven Amo se encuentra en el gran salón. Sígueme, por favor" No estaba de humor para ir tan calmadamente, pero no me quedaba otra, así que seguí a Monet hasta Doflamingo, mientras mi cuerpo se tensaba cada vez más.
Volviendo con (tu nombre).
Te quedaste llorando sobre la cama, no querías que le pasase nada a Law. De repente, escuchaste pequeños golpes en la ventana, pero lo ignoraste pensando que serían pájaros picoteando el cristal. Volvió a escucharse ese sonido y giraste la cabeza para ver que, al otro lado de la ventana, estaba Luffy con su sonrisa de siempre. Tus ojos se iluminaron, pero te asustaste cuando viste lo que tenía pensado hacer. Balanceándose acabó por entrar en la habitación rompiendo el cristal en mil pedazos.
Escuchaste las voces de algunos subordinados de Doflamingo, además de sus pasos dirigiéndose a esa habitación.
"(Tu nombre), rápido. ¡Ven conmigo!" Dijo Luffy alargándote una mano. Miraste ansiosamente a la puerta, y después las cuerdas que sujetaban tus manos.
"Estoy atada, no puedo ir a ningún lado" Dijiste apresuradamente. La puerta se abrió de par en par y entraron un par de hombres que reconocías como Gladius y Buffalo. Los dos se alarmaron cuando vieron a Luffy intentado ayudarte a escapar. Entre los dos, cogieron a Luffy y lo lanzaron por la ventana, mientras tú observabas la escena aterrorizada. "¡LUFFY!"
"Tú vendrás con nosotros. Estarás más segura bajo la mirada del Joven Amo" Dijo Buffalo mientras desataba las cuerdas y te arrastraba hacia la puerta.
"¡No! ¡Déjame ir, por favor! ¡Socorro!" Intentaste con todas tus fuerzas escapar de ellos, pero Gladius te ató de manos y piernas, inmovilizándote por completo. Además, te puso una mordaza para evitar cualquier grito molesto.
POV de Law.
Monet abrió la perta que llevaba al gran salón, donde me había dicho que estaba Doflamingo. Lo que vi al entrar me dejó mudo. (Tu nombre) también estaba allí, sentada sobre el regazo de Doflamingo. Estaba completamente inmovilizada, y soltó un grito cuando me vio. Parecía preocupada, muy preocupada.
"Fu fu fu... Me alegra que hayas podido venir, Law" Dijo Doflamingo burlonamente. Sentí como mi sangre empezó a hervir y me acerqué a él, estaba sentado en una silla parecida a un trono. "Veo que no has traido nada"
"¿A qué te refieres?"
"Bueno, en todo secuestro se tiene que pagar un rescate, ¿no?" Empecé a enfadarme más todavía. ¿Estaba pidiendo dinero? ¿No tenía suficiente con lo que ya me había arrebatado?
"No dijiste nada de eso en la carta"
"Oh, ya sé que no lo dije. Pero pensaba que eras lo suficientemente inteligente para suponerlo por ti solo. Parece que me equivocaba" (Tu nombre) pareció enfadarse y, de alguna manera, logró librase de la mordaza que le impedía hablar.
"¡Law no es estúpido! ¡Doflamingo, déjale en paz!" Doflamingo rió una risa enfermiza y retorcida, la cual la hizo estremecer. Acercó la cara de mi chica a la suya y la miró a través de sus extrañas gafas de sol. Noté que quería matar a Doflamingo, cortarle en pedazos y lanzarlo al mar, pero no podía hacer nada.
"Tienes que dejar la costumbre de meterte en cosas que no te incumben. Monet... trae eso" Monet asintió y salió de la habitación. Doflamingo siguió riendo como un psicópata, (tu nombre) estaba realmente asustada. Al cabo de un rato volvió a aparecer Monet. Tenía un pequeño frasco con un líquido violáceo en su interior. Se lo entregó a Doflamingo y él lo movió, viendo como el líquido se movía fluidamente. "¿Sabes lo que es esto?" Tanto (tu nombre) como yo negamos con la cabeza. "Me temo que no os lo voy a decir, lo descubrireis vosotros mismos. Que aproveche, (tu nombre)" Con eso Doflamingo la forzó a beber el extraño líquido.
(Tu nombre) se cayó de su regzo tosiendo, y corrí hacia ella. De no haber sido por Gladius, que me cogió por los brazos, la habría alcanzado. (Tu nombre) me miró con ojos llorosos, aún tosiendo. De su boca colgaba un hilillo de ese mismo líquido, manchando el suelo y volviendo la alfombra bajo ella lila. Vi como sus párpados se cerraban lentamente, hasta que perdió completamente la consciencia. Me revolví más entre los brazos de Gladius, intentado liberarme para ir a matar a Doflamingo con mis propias manos.
"¡Doflamingo! ¿¡Qué le has hecho a (tu nombre)!?" Grité con todas mis fuerzas, estaba completamente fuera de control. Doflamingo sólamente rió, rió burlándose de mí, de mi penoso estado. Por mucho que odiase admitirlo, no podía salvar a (tu nombre).
"No te preocupes, Law... No está muerta, ni tengo intención de matarla... todavía" Sacó una pistola de su chaqueta y me apuntó con ella. Su expresión cambió a una seria de odio. "Pero no creo que pueda decir lo mismo de ti, Law" Justo cuando iba a apretar el gatillo, se escuchó un estruendo y el techo cayó en pedazos. De él salió Sombrero de Paja-ya con lo que podría ser un grito de guerra.
"¡Doflamingo, te voy a patear el trasero!" Gritó el niño. Yo abrí los ojos, notando como mi cuerpo se tensaba más.
"¡Idiota! ¡¿No te dije que no me siguieras?!"
"¿Eh? Torao, no te he seguido, he venido por mi cuenta." Suspiré y Sobrero de Paja-ya miró hacia donde yacía (tu nombre) insconciente. "¡(TU NOMBRE)!" Doflamingo veía la escena con una sonrisa, aunque era evidente que en el fondo estaba más que molesto.
"Vaya, parece que ahora tengo que matar a más gente, es un desperdicio de balas..." Sombrero de Paja-ya corrió hacia mí y noqueó a Galdius, liberándome. Corrí hasta (tu nombre) y la cogí en brazos. No me importaba quedar como un cobarde, ahora mismo lo mejor que podía hacer era huir. Doflamingo ni siquiera intentó detenernos, simplemente se quedó en su trono, riendo. Salí a toda velocidad del palacio con Sobrero de Paja-ya siguiéndome poco después. Miré a (tu nombre), estaba respirando pacíficamente. Le tomé el pulso desde la muñeca y vi que era estable, eso me tranquilizó más, pero en absoluto del todo. No estaría cómodo hasta descubrir que fue esa cosa que Doflamingo le obligó a beber.
Cuando llegamos al hotel, todos estaban esperando en el vestíbulo. Os vieron y empezaron a silbar y gritar de alegría, pero no era momento de alegrarse en absoluto. Incluso Alana que odiaba profundamente a (tu nombre) parecía alegrarse de que estuviera bien. Ignorando las felicitanciones de todos me dirigí inmediatamente a la enfermería del hotel. Tumbé a (tu nombre) en una camilla, la habitación estaba vacía. No tardé un segundo en preparar una analítica, y me puse a examinar su sangre, en busca de algina pista que me dijera qué era ese líquido.
Nada.
Su sangre estaba completamente limpia, no había rastro de esa sustancia. Eso me puso de los nervios. Llamaron a la puerta y entraron los Sobrero de Paja, todos preocupados. Parece que Sobrero de Paja-ya les explicó lo que había pasado.
"Torao, ¿está bien (tu nombre)?" Preguntó (mejor amiga)-ya. Simplemente bajé la mirada, y negué con la cabeza. Eso les partió a todos el corazón y se acercaron a tu camilla para verte tan tranquilamente. Parecía que nada pasaba por tu mente, ni un sueño, ni una pesadilla, nada. Parecías tener la mente completamente en blanco.
"No sé qué le pasa. No hay nada que explique qué era esa cosa... no lo soporto" Dije en un murmulló, aún así todos lo escucharon.
"Law, ven con nosotros. Tenemos que hablar de una cosa..." Dijo Nami. Law no parecía convecido de dejar a (tu nombre) sola, pero acabó aceptando y acompañó a los otros fuera.
Todos entramos en la habitación de las chicas, y nos sentamos en el suelo, excepto la féminas que se sentaron sobre las camas. Nami cogió algo de la maleta de (tu nombre). Era mi antiguo sombrero, el que le regalé hace tiempo. Mis ojos casi se salen de sus órbitas, y Nami puso una expresión seria.
"Law... esto es tuyo, ¿no? El hecho de que se lo regalases a (tu nombre) implica algo. Además, tu preocupación por ella cuando Doflamingo la secuestró... No parecía que sólo quisieras vengarte de él. Eso nos dá que pensar. ¿Cuál es vuestra relación?" Se me atrancó el aire en la garganta. No podía contestar, no a esa pregunta. Pero sabía que, a pesar de las estupideces que podían llegar a hacer, los Sobrero de Paja no eran estúpidos.
"(Tu nombre) es... importante para mí" Dije después de meditar una respuesta apropiada. Suspiré y me decanté por contárselo. "Llevo saliendo un tiempo con (tu nombre), en secreto. Supongo que sabéis por qué en secreto. No quiero abandonarla, y el hecho de que ella sea una alumna implicaría tener que hacerlo" Todos estaban sorprendidos, excepto Nico-ya, ella estaba muy tranquila.
"Ya veo..." Dijo Nami. "Entonces debes de estar sufriendo mucho... puede que incluso más que nosotros..." Asentí lentamente. No quería perder a (tu nombre). Puede que estuviese siendo un poco egoísta, pero quien no lo sería en mi situación. Cuando la persona a la que amas está en un estado que no puedes definir ni como vida, ni como muerte. Es una sensación horrible. Sin esperármelo, sentí algo cálido a mi alrededor. Todos me estaban abrazando, diciendo cosas como "(Tu nombre) va a estar bien" o "No te preocupes, no se lo diremos a nadie" Me sentía agusto, rodeado de amigos. Baje la cabeza y esbozé una ligera sonrisa. En el fondo sabía que (tu nombre) estaba viva, no sería de otra manera...
Me quedé toda la noche en la enfermería, velando a (tu nombre). Esto me traía recuerdos. La felicidad que sentí cuando (tu nombre) despertó esa mañana. Sonreí sin darme cuenta y miré la figura de mi novia, tapada por las suaves sábanas. Me acosté en su regazo, como la última vez, y empecé a quedarme dormido.
Volviendo con (tu nombre)
Te despertaste con un intenso dolor de cabeza. Sentiste algo sobre tu regazo y bajaste la mirada. Viste que un hombre se estaba revolviendo, intentando acomodarse entre tus piernas. Cuando comprendiste la situación soltaste un grito agudo, que despertó al hombre de golpe. Sus ojos grisacéos te miraron adormiladamente y te sonrió.
"Menos mal... estás despierta" Miraste a tu alrededor y viste que estabas en una habitación de hospital. Volviste a mirar al hombre y le lanzaste una mirada confusa.
"¿Q-Quién es usted... y por qué estaba durmiendo en mi regazo?"
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