Capítulo 42: Plan inesperado.
Pasaron los días y era 17 de abril, jueves. Se había decidido que saldríais el viernes a las siete y media de la mañana porque no es un camino tan largo. Esa tarde quedaste con todos en el mismo sitio de siempre.
"¿Ya tenéis todo planeado?" Preguntó Nami emocionada. Todos menos Robin, Law y tú repondieron con un gran "¡Sí!" Sonreiste, a veces eran tan infantiles... "¡Qué emoción! Tenía tantas ganas de que llegase el viaje"
"Oye... ¿qué os parece una fiesta antes de irnos?" Propuso (mejor amiga) con su sonrisa maligna. De repente se te fue el color de la cara. Las fiestas eran demasiado ruidosas para tu gusto...
"Es una gran idea" Respondió Nami por todos. "¿Qué os parece ese bar que abrieron hace poco?"
"¿El que hay cerca del centro comercial? Dicen que es muy bueno, ponen buena música y buena comida" Dijo Robin, y los ojos de Luffy se volvieron estrellas al escuchar la palabra "comida".
"¡Decidido! ¡Esta noche vamos a ese bar, lo ordeno como vuestro-"
"¡Tú no nos ordenas nada!" Dijeron Sanji y Nami pegándole a Luffy los dos a la vez. La verdad es que te dio un poco de pena y fuiste con Luffy. Le acariciaste el suave pelo que tenía y te sonrió una de sus famosas sonrisas.
"Gracias, (tu nombre). Eres genial" Te reiste por su manera de decirlo, mientras que Law, técnicamente, fulminaba con la mirada al pobre chico. Law se veía tan lindo celoso...
"¿Quién va a ser tu pareja en la fiesta?" Te preguntó Law cuando estabais solos delante del resturante. Te quedaste pensativa un momento antes de responder.
"¡Tú!" Dijiste simplemente con una sonrisa y Law arqueó una ceja con una mueca que no pudo evitar dejar salir a la luz.
"¿Y te has quedado pensándolo? ¿Estabas dudando y pensando en dejar a tu novio solo otra vez?"
"Todavía recuerdas lo de la caja de Pocky..."
"Cómo disfruté ese día..." Te reiste y le diste un golpecito en el hombro. Fuiste con él a tu casa y te despidió con un beso en el dorso de la mano. Soltaste una risilla cuando te hizo cosquillas al lamer un poco, pero suave y afectuosamente. "Hasta luego, (tu nombre), te quiero"
"Te quiero" Abriste la puerta de tu casa y entraste pensando en la fiesta de esta noche. Como no sabías qué ponerte, sacaste un simple conjunto de unos pantalones vaqueros ajustados y una camisa de tirantes gruesos. Era bastante bonito y debías admitir que te quedaba bien. La ropa abrazaba bien tus curvas, aunque sabías de sobra que Nami y Robin tenían más que tú, pero no te importaba. Te gustaba tu cuerpo tal y como estaba. Escuchaste un mensaje que provenía de tu móvil y lo cogiste. Era (mejor amiga).
'¿Qué te vas a poner para la fiesta?'
'Ropa normal, una camisa y unos vaqueros' Respondiste rápidamente.
'Como siempre... ¿Te vas a maquillar?' ¿Qué? ¿Maquillarme? Por supuesto que no.
'No, sabes que no me gusta el maqullaje' La viste escribirte de nuevo lo que tardaste en enviar el mensaje. ¿Acaso lo ha leído?
'¡Pero estarías más guapa!'
'No tengo intención de maquillarme, creo que así estoy bien' Respondiste. Ella contestó con un simple 'Vale' resignado y dejaste el móvil donde estaba, cargando.
Ya le habías contado a tu madre que te ibas a ir a tomar algo con tus amigos, aunque la verdad no bebías. De sólo oler el alcohol de dan náuseas.
Viste el reloj y eran las ocho. Habíais quedado a las ocho y media así que te pusiste la ropa y te hiciste una trenza en cada lado de tu cuello. Una vez quedaste convencida con tu aspecto, te despediste de tu madre y saliste al bar que estaba a unos cinco minutos. Agradecías vivir tan cerca del centro comercial.
Llegaste al local y no había llegado nadie todavía. Para una vez que llegabas la primera... Como hacía un poco de frío y no te habías llevado una chaqueta entraste dentro. Te sentaste en la barra, pero no pediste nada, optando por esperar a los otros. Sentiste que alguien se acercaba a ti por detrás y te giraste esperando a uno de tus amigos, pero sólo viste una cara nueva.
"Hey, nena. ¿Estás esperando a tu príncipe azul?" Dijo en un tono burlón con su voz ronca. Le miraste a sus ojos amarillentos y volviste a mirar al frente, dándole la espalda.
"Lo siento. Aunque le estuviese esperando, no eres tú, gracias" Tu respuesta pareció enfurecer al pelirojo. Lo cierto es que su estilo te hacía un poco de gracia, pocas veces se ve a un hombre con labios y uñas pintados.
"Oye, he empezado a hablar contigo amablemente. Incluso tenía intención de invitarte a una copa" Rugió con una voz amenazante, y su mirada clavaba agujeros en tu espalda. Un hombre rubio con... una máscara se le acercó y le tocó el hombro. Que par más raro...
"Kid, deja a la señorita. No queremos causar problemas" Dijo este. La verdad su personalidad te agradó.
"No te metas, Killer" Amenazó el hombre mencionado como Kid.
"Si no me equivoco, Kid, tu amigo aquí presente, Killer, te está explicando algo que yo misma creo haberte dicho. Por favor, estoy esperando a alguien y me encantaría que se me hiciese tranquilo" Dijiste calmadamente. Viste como su expresión se volvió más furiosa.
"Eustass-ya, ella tiene razón. Déjala en paz" Escuchaste una voz familiar decir detrás de ti. Te giraste para ver a Law dirigiendo a Kid una mirada que podría matar. Detrás de él estaban los demás con expresiones preocupadas, excepto Luffy y Sanji que parecía que se iba a abalanzar en cualquier momento.
"Tú no te metas, Trafalgar. Siempre tienes que acaparar toda la diversión" Los miraste de uno a otro, incrédula.
"¿Os conocéis?" Preguntaste por curiosidad y los dos te miraron.
"Desafortunadamente, sí" Dijeron los dos a la vez, depués lanzando una mirada asesina al otro.
"Ahora" Continuó Law. "nos gustaría pasar la noche tranquilos, así que si no te importa, Eustass-ya, deja de meterte con ella" Kid se fue chasqueando la lengua, claramente molesto. "Por fin, es como un grano en el-"
"Vale, Law. Conocemos la expresión, no hace falta que la continues" Dijiste reaccionando antes de que Law dijese algo inapropiado. Por fn empezasteis a divertiros. Algunos os habíais quedado en la barra tomando algo, otros habían salido a bailar, otros estaban fuera tomando el aire...
Tú te habías quedado con Law en la barra. Él había pedido un vaso de whisky y tú simplemente agua. Miraste a Law por un momento, que estaba tomando un trago del vaso. Querías distraer la agonizante atención de tus pies, que estaba oprimidos por culpa de unos zapatos que ahora recordabas por qué no te habías puesto más de una vez. Él notó tu intensa mirada y te observó de arrba abajo, intentando encontrar una razón para explicar la expresión dolorida de tu cara.
"¿Te ha hecho algo ese animal?" Preguntó preocupado. Negaste lentamente con la cabeza y tomaste un trago de agua.
"No, pero me alegro mucho de que apareciérais en el momento justo. Muchas gracias, Law" Él sonrió pero se fijó en que tu expresión no había cambiado.
"Entonces, ¿a qué viene el rostro agonizante?" Preguntó con su típica mueca. Te sonrojaste y miraste tus pies, la fuente de tu problema.
"Los pies" Susurraste. Law, sin embargo, te entendió a pesar de la música de fondo, en parte porque siguió la dirección de tu mirada. "Lo único que quiero hacer ahora es quitármelos" Law cogió tu pierna y la puso en tu regazo. Casi pierdes el equilibrio, y te habrías caido de no ser por un brazo de Law que logró rodear tu cintura a tiempo.
En el fondo estaban las tres chicas bailando, pero viendo la escena que estabas teniendo con Law. (Mejor amiga) sonrió y se dirigió a Nami y a Robin.
"¿Cree que hacen buena pareja?" Preguntó bajo toda la música.
"¡¿Qué?!" Y por eso, Nami no la oyó bien.
"¿Que si crees que hacen buena pareja?" Volvió a repetir.
"¡No te escucho, (mejor amiga)! ¡Robin, ¿tú la escuchas?!" Robin negó con la cabeza, una sonrisa plasmada en su rostro. (Mejor amga) suspiró y respiró hondo.
"¡¿Que si crees que hacen buena pareja?!" Grito esta vez. Nami sonrió junto con Robin y os miraron. Se volvieron a dirigir a (mejor amiga) y asintieron las dos a la vez.
"¡Sí, creo que hacen buena pareja. Es una lástima que los profesores y los alumnos no puedan tener relaciones entre ellos...!" Respondió Nami por fin.
"Eso no es problema para mí..." Dijo (mejor amiga) con una sonrisa diabólica.
"¡¿Qué?!"
Law había terminado de examinar tus pies, provocando un sonrojo a aparecer en tus mejillas. Miró su reloj y tomó el último trago de whisky. Pagó por los dos y te cogió en brazos, intensificando tu sonrojo. Menos mal que el lugar era algo oscuro y no podía ver ese color de tu cara que tanto le gustaba. Law le mandó un mensaje a Nami y le dijo que se iba contigo porque tenías los pies inflamados. Sabía que por la música no lo iba a escuchar, pero ya lo miraría.
Salió del local y una ráfaga de frío viento te golpeó como una caída alta. Law se apresuró a su coche y te sentó en el asiento del copiloto. Tenía tus zapatos en la mano, y los puso bajo tus pies. Se sentó a tu lado y empezó a conducir a su casa.
Antes de salir del coche, Law te puso su chaqueta para evitar un refriado y te volvió a sacar en brazos. Tenías mucho sueño,y sólo querías dormirte en el pecho de Law, pero te negaste a cerrar los ojos.
Law salió del ascensor y sacó, como pudo, las llaves de su bolsillo abriendo la puerta poco después. Bepo estaba dormido en su cesta en la cocina, por eso no salió a recibiros. Cerró la puerta detrás de él con el pie y te llevó a su habitación, donde te tumbó en su cama. Te dirigió una sonrisa y entró en el baño para salir luego con un bote de pomada.
Se quedó mirándote, relamente le encantaba verte tirada sobre su cama, pero ese no era momento de pensar en eso. Se pusó a trabajar tus pies doloridos, ahora con marcas rojizas y algunas heridas. La fría crema te hizo suspirar cuando hizo contacto con la zona dañada. Cuando terminó, volvió a guardar la crema y miró el reloj. Las diez en punto. Suspiró y se quitó la camisa. Te miró con una mueca cuando vio tu expresión sorprendida.
"¿Todavía no te acostumbras a verme así?" Asentiste suavemente y Law cogió su móvil. "Creo que será mejor que esta noche te quedes a dormir aquí. Le mandaré un mensaje a tu madre para avisarla" Volviste a asentir y te incorporaste sobre las sábanas negras. Vio la respuesta de tu madre y dejó el móvl sobre su mesita de noche. Se dirigió de nuevo a tí y empezó a acarciar tus pies. Se te escapó un risilla y Law sonrió mientras añadía más presión a tus pies. "Voya darte un masaje, tengo que mejorar la circulación por aquí"
Te echaste sobre la cama y dejaste que te hiciera ese masaje que tan bien te venía. Algunas veces, cuando sus dedos presionaban una zona llena de nervios, te daban ganas de gritar de placer. No podías explicar como sus manos hacían maravillas.
Law, por el otro lado, estaba disfrutando de tus expresiones a más no poder. Cada maullido que solías soltar le hacía desearte más, a veces pensaba que no se iba a poder controlar dentro de poco...
Después de diez minutos, Law liberó tus pies y te miró, solo para recibir un bostezo por tu parte. Sonrió y te ayudó a quitarte la chaqueta, la camisa y los pantalones, y te puso una de sus sudaderas que te llegaban hasta los muslos. En ese momento tenías demasiado sueño para quejarte o incluso sonrojarte, así que no presentaste resistencia. Law te observó, tus piernas de terciopelo expuestas, tu cuerpo de curvas perfectas, tu cara inocente pero serena a la vez. Se mordió la mejilla por dentro para evitar lanzarse a ti. Con un escalofrío se tumbó a tu lado, tapándoos a los dos con las sábanas. Te abrazó por detrás y apoyo su barbilla en tu hombro, disfrutando del calor que emanaba de tu cuerpo. Podía escuchar tu tranquila respiración y, de algún modo, los latidos de tu corazón, estables y normales. Esos dos factores ayudaron en que se quedase dormido mientras pensaba una última cosa.
Duerme bien, (tu nombre). Mañana será un día agotador.
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