Capítulo 33: Confesión de chocolate.
Te las habías arreglado como pudiste para guardar los bombones sin que tu madre se enterase. Sería muy sospechoso el hacerle tantos regalos a Law, además, si tu madre viese la caja se convertiría en madre pesada mode-on. Afortunadamente, el chocolate se conservaba bien, así que aguantaría hasta el día de San Valentín.
Los días siguientes (mejor amiga) te seguía echando en cara el no haberte comprado ese vestido, diciendo que habrías triunfado. Habías quedado con los Sombrero de Paja en el restaurante varias veces ya. Cada vez te sentías más cómodos con ellos, eran como una segunda familia.
Las clases pasaban rápidas, así como las prácticas con Law. Aunque hay que admitir que esa prácticas se pasaban rápidas porque siempre tenían un descanso realmente esperado... no que las clases no fueran interesantes, de todos modos.
"Chicos, vamos a hablar sobre un tema muy esperado por todos" Comenzó tu tutora durante la clase de tutoría. "Sé que todos quereis tener más información sobre el viaje de estudios, que ya mismo estará aquí" Toda la clase empezó a aplaudir y gritar felices, y no pararon hasta que la profesora pidió silencio... a la quinta vez. "Bueno, como seguramente habreis escuchado, es un viaje veraniego a la playa Green Bit. Se pedirá reserva en un hotel con vistas al mar durante tres días. Ahora, los precios. Cada alumno deberá pagar por transporte, establecimiento y gastos adicionales... unos 200 berries. Será el 18 de abril" La verdad es que siempre te gustó ir a la playa, es muy relajante. (Mejor amiga) no podía ocultar la emoción y casi se desmaya. Que exagerada es...
"¿Imaginas, (tu nombre)? Además del día de San Valentín, podrás ligarte a Law en la playa. Hay que buscarte un buen bañador y-"
"Considerando tus gustos, creo que lo elegiré yo" Tu amiga infló los mofletes porque la habías interrumpido. "Además, aún queda mucho tiempo para el viaje, hace frío así que no creo que vendan bañadores ahora mismo"
"Sí, supongo que tienes razón... ¡Pero cuando empiecen a aparecer bañadores en los escaparates de las tiendas vamos dentro!" Dijo con un dedo acusador. Suspiraste y asentiste, sintiéndote derrotada.
"Una última cosa chicos" Dijo vuestra profesora que tenía cara de haber olvidado algo. "Este viaje será con otros centros, por ejemplo el instituto Grand Line" Vuestras caras se habían iluminado tanto que parecían soles. Tuvisteis que aguantar las ganas de gritar de emoción. ¡Ellos también van a venir, ahora estará mucho más completo!
Si sólo supieras que eso iba a ser tu perdición... en los planes malignos.
Llegó el día de San Valentín. Habías llegado al instituto con (mejor amiga), que tenía una expresión alegre en el rostro. Tú, por el otro lado, estabas nerviosa a más no poder. Nunca habías celebrado apropiadamente un día de San Valentín.
Estabas en clase de Biología y cuando entró Law, tu corazón empezó a latir más rápido y fuerte, como si fuese a salir de tus costillas. Él te mandó una sonrisa, discretamente, acompañada de un guiño. Sentiste como tu cara empezó a calentarse, pero sacudiste la cabeza para librarte de ese color.
En el descanso viste que Law estaba ya bajo el árbol. Te acercaste a él y le abrazaste por detrás. Le sentiste saltar un poco, pero se giró para mirarte con una sonrisa.
"Hola, (tu nombre)-ya. Feliz día de San Valentín" Te sonrojaste y le dejaste ir, sólo para que él te volviese a abrazar, con beso incluido. Te dejaste llevar por la corriente del beso y, después de unos minutos, Law se separó. Llevó sus labios a tu oreja, rozándolos por tu piel por todo el camino. Esto te puso la piel de gallina. "¿No voy a tener regalo?" La voz con la que lo dijo mandó más escalofríos a tu espalda.
"Sí, pero tenes que esperar. No lo tengo aquí" La sonrisa que ya había en su rostro creció, y empezó a apretar suavemente tu cintura mientras te daba besos en el cuello.
"Es una lástima. De todos modos, no es necesario nungún regalo... Tú eres suficiente" El color de tus mejillas se intensificó y él se rió. Te dió más besos en el cuello, arrancándote algunos gemidos. Inesperadamente, de un movimiento os cambiaste de lugar, haciendo que Law se estrellase contra el árbol, atrapado por tu cuerpo. Sin previo aviso, acercaste los labios a su cuello, y notaste como su aliento se atrancaba en su garganta. Empezaste a besar, lamer y mordisquear hasta que encontraste ese punto débil en su cuello. Le escuchaste soltar un pequeño gruñido, casi inaudible. Mordiste fuerte y coseguiste un gemido que no esperabas escuchar de él jamás, pero fue suficiente para tí.
Te separaste y le viste con una cara tentada. Justo entonces sonó el timbre y empezaste a alejarte.
"Adiós, Law. Nos vemos más tarde" Notaste como su mano cogía tu brazo y acercó sus labios a tu oreja.
"Me las vas a pagar por eso, (tu nombre)" Lamió el lóbulo de tu oreja, mandando un placentero escalofrío a tu espalda. Lo espero con ganas...
Esa tarde, con una excusa a tu madre, conseguiste ir con el regalo a casa de Law. Seguramente sería una buena sorpresa, una sorpresa perfecta.
Intentando calmarte, delante de su puerta, agarraste la caja de bombones más fuerte para evitar que se cayese. Tenías que admitir que estabas nerviosa. Ibas a llamar a la puerta cuando te diste cuenta de que estaba abierta. Te asomaste y lo que viste te dejó muda. La habitación, únicamente iluminada por la luz de la luna que entraba por el ventanal, tenía una gran mesa en el centro, decorada con la tenue luz de unas velas, con platos y utensilios para dos personas. Pero Law no estaba por ninguna parte. Entraste silenciosamente y cerraste la puerta. Escuchaste como se abrió una puerta detrás de tí. Allí estaba el hombre que estabas esperando ver. Vestía unos vaqueros y una camisa amarilla, no llevaba sombrero.
"Sabía que ibas a venir, (tu nombre)-ya" Dijo con una de esas muecas que tanto te gustaban. Se sentó en una de las sillas en torno a la mesa, y te señaló que te sentases en la otra. Viste como sobre tu plato estaba (tu comda preferida).
"¿Cómo sabías mi comida favorita?" Dijiste muy emocionada y nerviosa a la vez.
"Tú me lo dijiste hace tiempo. ¿Qué clase de novio crees que soy?" El escucharle decir la palabra novio te pusó más nerviosa. "Puedes comer"
Sin pensarlo dos veces, probaste la comida. Soltaste ese mini gritito que solías soltar cuando una comida te gustaba.
"¡Qué bueno!" Su sonrisa creció y empezó a comer él mismo. Durante toda la cena no quitó sus ojos de tu figura. Cuando terminasteis de comer, Law dirigió su mirada a la caja que ahora estaba sobre el sofá. Se levantó de la silla y la cogió mientras se sentaba sobre el sofá. Te miró como preguntándote silenciosamente si podía abrila y tú asentiste. Vio los deliciosos bombones que había dento y sonrió. Levantó un dedo y te señaló acercarte, tímidamente obedeciste. Cuando te ibas a sentar a su lado, él te cogió por la cintura y te sentó en su regazo, tus piernas en cada lado de su cintura.
"¿Este es mi regalo?" Asentiste tímidamente y su sonrisa creció. Alargó el brazo y cogió un pañuelo que estaba, curiosamente, sobre el brazo del sofá. Lo usó para vendar tus ojos y empezaste a hiperventilar. "No te preocupes, no debes estar nerviosa" Se acercó a tí y empezó a besarte lentamente, consiguiendo que abrieses la boca con su lengua. Cogió un bombón de chocolate y se separó un poco. Aún tenías la boca abierta y aprovechó para introducir el pequeño trozo de chocolate, cerrándote la boca después. "¿Qué tal está?"
Sólamente contestaste asintiendo con la cabeza y le hiciste sonreir. Volvió a repetir la acción, hasta que otra idea se formó en su mente. Cuando hubo metido la últma pieza de chocolate en tu boca, acercó la suya para robarte otro beso. Una vez consiguió acceso a tu boca, empezó a saborear el bombón. Lo partió por la mitad con los dientes y se tragó una de las mitades. Esperó a que tú tragases la otra mitad y empezó a asaltar tu boca con su lengua. Sus manos masajeaban tus costados, bajando a la cintura, lo cual mandó una sensación eléctrica por todo tu cuerpo.
Se separó jadeando, al igual que tú, y sonrió. "Eso ha sido parte de mi venganza" Se acercó a tu oido " No creas que he terminado" Te sonrojaste mientras te quitaba el pañuelo de los ojos. "Aunque tampoco voy a continuarla ahora. Eso es lo mejor de una venganza..." Tu mirada siguió a su brazo, que se dirigía a la caja de bombones para coger otro. Antes de que pudiera cogerlo, acercaste tu mano y lo cogiste por él. Presionaste el bombón a sus labios, esperado a que abriese la boca. Acabó cumpliendo con tu deseo y dejó que pusieses el bombón de café en su boca, sin romper contacto visual. Tu mirada se desvió al ventanal que estaba detrás de vosotros y viste que había oscurecido más. Miraste tu reloj, las ocho. "¿Quieres que te lleve a casa?" Asentiste y él se levantó contigo en brazos.
Te llevó a tu casa en coche, y antes de que salieses, te acercó y te besó por última vez en el día.
"Feliz San Valentín, (tu nombre)"
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