Capítulo 31: Día de visitas.

"Ma-Mamá, por favor. Me vas a asfixiar" Dijiste somo pudiste, intentando sobrevivir al abrazo estrangulador que tu madre te estaba dando. Law estaba en la misma habitación, con (tu hermana) en brazos, observando la escena con una expresión divertida.

"No sabes lo mal que lo he pasado pensando que te podría haber perdido. Te quiero tanto, (tu nombre)" Parecía que iba a llorar. Cuando se separó se dirigió a Law. "¿Cuánto tiempo estará ingresada?"

"Creo que esta semana será suficiente. Yo mismo me encargaré de explicar sus faltas al resto del profesorado" Te miró con una sonrisa, mientras que tu hermana se revolvía felizmente en sus brazos. "Voy a seguir tomándole pruebas para ver si ha mejorado. Podrá venir a verla mañana por la mañana" Tu madre asintió y cogió a (tu hermana) de los brazos de Law. Salió por la puerta y os dejó de nuevo a solas.

"Law, ¿qué día es hoy?" No te acordabas muy bien, uno de los efectos secundarios de la pentamidina es confusión pero, afortunadamente, no la padecías intensamente.

"23 de enero" No pudiste evitar sentirte aliviada. Aún era pronto para preparar esa fecha especial que ya se estaba acercando. "Ya que vas a estar aquí un tiempo, ¿qué te parece que sigamos con las prácticas cuando termine de hacerte las pruebas?" Asentiste con energía y Law empezó por tomarte una muestra de sangre. La examinó después de un rato y sonrió satisfecho: los parásitos ya estaban empezando a desaparecer.

"Sabes... voy a echar de menos estar aquí contigo cuando me recupere..." Empezaste una conversación para romper el incómodo silencio que se estaba formando. Law volvió hacia tí con una mueca.

"Todavía nos veremos en el instituto, ¿no?" Asentiste y Law te dio la libreta llena de apuntes. En mitad de la explicación entró una enfermera extremadamente atractiva. Miró a Law con un sonrojo en el rostro y se acercó a él, claramente intentando seducirle.

"Doctor Law, tenemos un caso de apendicitis que necesitamos que trate. Por favor, preparese para una intervención" Law asintió y se levantó de la silla, la enfermera salió de la habitación. Se inclinó hacia tu cara y te dio un pequeño beso en los labios.

"Perdóname, volveré en un rato. Mientras tanto..." Dejó un gran libro de anatomía y enfermedades sobre tu regazo y te sonrió. "...puedes entretenerte con esto" Le sonreiste y cogiste el libro.

"Gracias Law. Hasta luego" Salió de la habitación y te dejó sola. Por alguna razón tenías una sensación extraña en el pecho y en el estómago, la cual había comenzado al ver a la enfermera. ¿Celos? No puede ser... Law no puede estar interesado en otra mujer. (Tu nombre), tonta.

Después de un rato largo, bien largo, Law volvió a entrar en la habitación. "Bueno, ya estoy aquí. ¿Continuamos?" Vio que habías leido una buena parte del libro, pero tenías una expresión extraña en el rostro. "(Tu nombre), ¿ocurre algo?"

"No, no es nada. Este libro es muy interesante, por cierto. Podemos continuar" Asintió y se volvió a sentar en la silla que había frente a tu cama.

"¿Ya te vas?" Preguntaste a Law, que ya se había quitado la bata y la había colgado en un perchero. Ya había oscurecido. Él se percató de la tristeza en tu voz y se acercó a tu cama. Te dio un beso en la mejilla y te sonrió.

"Tengo que irme, Bepo no se va a alimentar solo. Y no puedo vivir en el hospital una semana entera. Mañana tengo clase, pero te prometo que, en cuanto termine de comer, vendré y me quedaré contigo sin interrupciones" Sonreiste y le diste un abrazo. Law te echó sobre la cama y te cubrió con las sábanas. Te dio un pequeño beso en la nariz y luego uno suave en la boca. "Hasta mañana, (tu nombre). Te quiero"

"Buenas noches, Law. Yo también te quiero" Con eso, apagó la luz y salió de la habitación. Solo tardaste unos minutos en que empezases a caer dormida.

 A la mañana siguiente, tu madre entró en la habitación a primera hora de la mañana, con tu hermanita en brazos. Tú aún estabas dormida, así que te dejó estar así, observándote cariñosamente, hasta que por fin bostezaste y empezaste a estirar tu cuerpo mientras abrías los ojos.

"Buenos días, cariño. ¿Has dormido bien?" Pegaste un salto y casi te caes de la cama. Tu madre se rió. "Perdón por haberte asustado. Pero... hacía tanto tiempo que no te veía dormida. Eres igual que tu hermana"

"Si tú lo dices... Bueno, me alegra que hayas venido" Dijiste con una sonrisa. Tu madre te dejó coger a (tu hermana) en brazos y te estuvo haciendo compañía hasta que se tuvo que ir. El resto de la mañana fue normal, estuviste leyendo el libro que Law te había prestado.  Por fin llegó la hora de la comida, la misma enfermera que entró ayer para informar a Law de la operación te trajo una bandeja llena de alimentos. La dejó suavemente sobre la mesa a tu izquierda y te dirigió una cálida sonrisa antes de salir.

Tenías que admitir que la del hospital no era la mejor comida comida que habías probado... pero tendría que valer.

Seguiste leyendo en silencio y llamaron a la puerta. Entró Law con una sonrisa y cogió la bata del perchero.

"Hola, (tu nombre). ¿Qué tal la mañana?"

"Bien, me ha visitado mi madre, y he estado leyendo el libro que me diste" Él sonrió y dejó la puerta un poco abierta. Se veía, sn embargo, que estaba algo irritado por alguna razón.

"Me alegro. Sin embargo, no será la única visita que tengas hoy" Algo confusa no entendiste a qué se refería. Entonces escuchaste lo que podría equivaler a una estampida viniendo de los pasillos. La puerta que estaba algo abierta casi sale volando mientras entraban todos los Sombrero de Paja (tu amiga también, claro está) en tromba, mientras que Robin entró como una persona normal poco después. Todos se acercaron a tu cama, ignorando la mirada asesina que Law les estaba dirigiendo, con expresiones preocupadas

Te hicieron todo tipo de preguntas sobre tu estado, la enfermedad, tu tiempo ingresada... lo típico. Se quedaron un rato hablando contigo hasta que Law, sencillamente, los echó. Ya se había hecho de noche. Te extrañó ver como, a pesar de ser tan tarde como era, Law no había empezado a recoger sus cosas.

"Law, es tarde. ¿No deberías ir a casa?" Te miró con una expresión divertida mientras se sentaba a tu lado en la cama.

"Y yo que pensaba que querías algo de compañía. Hoy he dejado a Bepo con Sacchi y Penguin otra vez. Además, puedo sobrevivir en el hospital por un tiempo"  No pudiste evitar lanzar tus brazos alrededor de su cuello.

"¿Entonces te vas a quedar?" Asintió mientras besaba tu cuello suavemente. Tu expresión cambió a una seria de repente. "Law, ¿cómo vas a dormir?"  Se alejó un poco y consiguió una postura lo suficentemente cómoda, apoyando su cabeza en tu regazo, otra vez. Te sonrojaste y él se rió, incorporándose de nuevo.

"¿Es respuesta suficiente?" Asentiste silenciosamente y se levantó para apagar la luz. Cuando se acercó de nuevo a tí, buscó a tientas tu nuca con su mano derecha y, cuando la encontró, estrelló vuestros labios en un beso apasionado. Se separó de tí unos minutos después, los dos jadeando por aire, y volvió a colocar su cabeza sobre tu regazo. "Buenas noches, (tu nombre)"

"Buenas noches, Law. Te quiero" Con eso cerraste los ojos y empezaste a notar como te quedabas dormida mientras acariciabas ese pelo negro y suave que tanto habías llegado a adorar...

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