Capítulo 26: No sabes lo mucho que me importas.

"¡Nami! ¿Es verdad eso de que vais a hacer un espectáculo de Alicia en el País de las Maravillas?" Preguntó (mejor amiga) emocionada, estando todos sentados alrededor de la gran mesa del restaurante.

"Sí, y me alegro de que vayais a venir a verlo" Tú también querías verler actuar, además siempre te había gustado el teatro, por alguna razón.

"Y, ¿cuál es el papel de cada uno?" Preguntaste curiosa. Nami sonrió.

"Yo soy Alicia. Zoro es el Conejo Blanco. Sanji, el Sombrerero Loco. Luffý y Ace, los Gemelos. Chopper será el Lirón. Robin, la Reina de Corazones. Franky, Usopp y Brook serán personajes secundarios" Todos parecían estar muy orgullosos de sus posiciones, a excepción de Zoro, a quien no le hacía mucha gracia la idea de llevar unas orejas de conejo...

De camino a casa, te encontraste a Law, que estaba paseando a Bepo. Law te sonrió y Bepo ladró felizmente mientras corría hacia ti.

"Hola, Law" Miraste que no tenía correa sujetando al perro y te extrañaste. "¿No te preocupa que se pueda escapar?" Él miró hacia abajo y sonrió.

"La verdad es que no. Bepo es muy obediente, no necesita que le lleve atado, eso no lo haría sentir completamente libre" Asentiste y te despediste con la mano, dispuesta a seguir tu camino a casa. "Espera... ¿te importaría acompañarme a casa?" Al ver tu expresión confusa, intentó aclararse "Verás, es que, me gustaría que..." fallando miserablemente. Tú le ofreciste una cálida sonrisa.

"Por supuesto que no me importa, Law" Él sonrió de nuevo y puso un brazo en tu cintura. Desafortunadamente, fallasteis en notar unos ojos ámbar que os estaban espiando...

Al día siguiente, al terminar la clase de Educación Física, entraste en el vestuario para cambiarte. Cuando terminaste, escuchaste a alguien entrar en la habitación. Además, no había nadie más. Saliste para encontrar dos ojos amarillentos, mirándote con ira.

"Juraría que te dije hace tiempo que no le tocaras" Tu cara cambió a una seria, mientras agarrabas con fuerza tu mochila.

"No sé de qué estás hablando" Su expresión solo empeoró y te cogió del pelo sin previo aviso.

"Ayer os vi. Al profesor Trafalgar y a ti. Vi como rodeaba tu cintura con su brazo, y te miraba tan afeccionadamente" Parecía estar soltando veneno por la boca. De repente, su agarre en tu pelo creció, pero te negaste a quejarte.

"No es de tu incumbencia que me lleve tan bien con él"  Conseguiste decir, pero tu respuesta solo enfureció más a Alana y acabó dándote un puñetazo en la cara. Sentiste un fuerte mareo después de eso, y te diste cuenta de que tu labio se había roto, y había empezado a sangrar. "Solamente estás celosa y ni siquiera sé por qué. Hay muchos más hombres en el mundo. ¡Además, no hay ninguna relación entre Law y yo!" Te diste cuenta de que habías dicho su nombre, no su apellido.

"¡Mentira!" Te soltó en el suelo y empezó a darte patadas por el cuerpo. "¡Mentira, mentira, mentira!" Y continuó así.

POV de Law...

Que extraño. Juraría que (tu nombre) es de las primeras en salir. Me había quedado esperádola en la puerta de entrada al edificio, pero aún no había salido. Me acordé de que su última clase había sido Educación Física, así que volví a entrar, dirigiéndome al gimnasio con un mal presentimiento en es estómago...

Volviendo con (tu nombre)...

Alana ya se había ido. Se había desahogado, dejándo tu cuerpo lleno de morados; en los brazos, en las piernas, en el torso. Te habías sentido indefensa, pero durante toda la sesión habías privado a Alana de escucharte gruñir de dolor o incluso suplicar. No tenías intención de darle ese gusto. Cuando se fue, te sentías sola, y empezaste a llorar silenciosamente mientras empezabas a verlo todo negro. Lo último que lograste captar fue una borrosa imagen amarilla, negra y azul, junto con un grito.

"¡¡(Tu nombre)!!"

Te despertaste con un dolor de cabeza insoportable. Pero ya no estabas en el suelo del vestuario, sino en una cama de gran tamaño que tú conocías muy bien.

Te miraste y viste que llevabas puesta una sudadera amarilla y negra, además de que tu cuerpo estaba cubierto en vendas y tus heridas habían sido tratadas.

Entonces entró por la puerta la persona a la que más querías ver en ese momento. Inconscientemente, lágrimas empezaron a caer por tus mejillas, a medida que Law se iba acercando a la cama.

"(Tu nombre), ¿estás bien? ¿Cómo te sientes?" Dijo mientras apartaba un mechón de pelo (color) que había en medio de tu cara, después empezó a limpar las lágrimas de tus mejillas.

"Me siento mareada, pero estoy bien" Su expresión facial había sido seria todo este tiempo. La única luz que entraba en la habitación era la luz de la luna, y te diste cuenta de que era de noche. "Law, ¿cuánto tiempo he estado aquí?"

"Desde el mediodía. No te preocupes, llamé a tu madre para explicarle lo que había pasado. Le pedí que me dejase cuidarte hasta que estuvieras mejor y, créeme, le costó aceptar" Te sentías más aliviada, pero te preocupaba la expresión de Law. "Ahora, ¿quién ha hecho esto?" Lo preguntó calmadamente, pero era evidente que estaba ardiendo de ira.

"Fue Alana..." Juraste que le contarías todo, y así iba a ser. Él se levantó de la cama de golpe, asustándote un poco.

"¡Lo sabía! Juro que voy a conseguir que esa niña malcriada acabe en un correpcional" Se giró para verte y su expresión se ablandeció al verte asustada. "Siento haberte asustado" Se sentó a tu lado y empezó a pasar su dedo pulgar por tu labio, con cuidado de no hacerte daño en la herida que ya estaba curando.

"No pasa nada... Law, lo he pasado muy mal" Ignorando el dolor del cuerpo, le abrazaste, y él devolvó el acto suavemente.

"(Tu nombre), no sabes como me sentía cuando te vi en ese estado. No quiero volver a verte así jamás. Te voy a proteger el resto de mi vida, y es porque..." Acercó tu cabeza a la suya y rozó sus labios contra los tuyos, después los acercó a tu oreja. "...te amo"

Tus ojos se abrieron de la sorpresa mientras él te besó gentilmente, sin añadir mucha presión para no abrir la herida. Tú acabaste devolviendo el beso, con más ganas que nunca. Por fin os separastes para tomar aire, y le acariciaste la cara con tu mano vendada.

"Law, yo también te amo" Justo entonces, algo hizo click en tu cerebro y te enrojeciste, dejando a Law con una expresión confusa. "Law... ¿me has visto desnuda?" Después de un rato, Law se echó a reir.

"¿En serio, es lo que se te pasa por la cabeza ahora? Sí, te he visto desnuda. Como doctor no me importa, lo he hecho profesionalmente. Pero como novio... he de admitir que tienes un cuerpo precioso" Tu cara se puso incluso más roja y él se rió más. Se cambió a su pijama -simplemente unos pantalones negros- y se metió contigo bajo las sábanas. Te rodeó con los brazos e inhaló tu pelo, como intentando memorizar ese aroma. Sonrió y te acercó a su cuerpo mientras empezó a acariciar tus caderas y vientre, relajándote mucho. "Buenas noches, (tu nombre)-ya"

"Buenas noches, Law...

Te amo"

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