Capítulo 22: Lo que quiero por Navidad...

Estabas destrozada. Al día siguiente fuiste con ojeras a clase. (Mejor amiga) estaba muy preocupada por ti, pero tú le decías que no era nada, escondiendo tus sentimientos bajo una sonrisa fingida.

Lo peor fue que Law no fue a hacerte compañía durante el descanso. Estuviste sola bajo el árbol, abrazando tus piernas y luchando por no llorar. En clase Law te trató como a cualquiera de los alumnos y solo te hablaba para preguntarte algo relacionado con la explicación. Ya no te lanzaba miradas furtivas, no te guiñaba el ojo, no hacía gestos de afecto.

Ya estabas a mediados de diciembre y casi habías reunido todo el dinero, solo un par de semanas más. Las calles ya estaban empezando a vestirse de Navidad, con luces adornando las farolas, tiendas con decoraciones como árboles navideños, muñecos de nieve, portales de Belén... Eran vistas realmente bellas, pero para ti habían perdido el color. No era lo mismo que cuando sabías que Law sentía algo por tí... Lo peor es que tú aún le amabas, y es tan doloroso un amor de ese tipo.

Al principio pensaste que sería una simple pelea, en la que la pareja no habla por unos días y luego es como si nada hubiera ocurrido. Pero Law no parecía olvidarlo, y tú tampoco, a pesar de que tenías esperanzas.

"(Tu nombre), ya es suficiente. Puedes irte a casa en cuanto recojas la paga" Dijo Zeff mientras barrías el suelo del bar. Por fin, con los tres berries de hoy llegaré a la cifra de 800 pensaste bastante alegre. Zeff te entregó el dinero y estabas dispuesta a irte. "(Tu nombre), no hace falta que vengas mañana. Si no me equivoco, ya has reunido el dinero que necesitabas, ¿no?" Asentiste y él sonrió. "Ha sido un placer tenerte como empleada. Feliz Navidad"

"Feliz Navidad, Zeff" Saliste a la calle, acurrucándote más en tu abrigo para refugiarte del frío.

El día siguiente fue sábado. Afortunadamente la tienda donde ibas a comprar el regalo estaba abierta. El mismo hombre de la primera vez te saludó con la misma sonrisa.

"Supongo que has venido a por la ropa" Te habías dado cuenta de que la ropa no estaba en el escaparate. El hombre se metió en el almacén y salió, rato después, con el abrigo y el gorro que querías. "Es para regalo, supongo" Asentiste y él lo metió en una caja blanca."¿Alguna preferencia de color?" Te quedaste pensando un rato antes de responder.

"¿Puede ser caja amarilla con un lazo negro?" El dependiente asintió y decoró la caja como habías pedido. Le entregaste la alta cantidad de dinero y saliste de la tienda. Espero que me perdone...

Ya era el último día de clase antes de las vacaciones de Navidad y habías ido con tu clase a ver un espectáculo en el centro de cultura. Viste como Law se sentó unas butacas más a tu derecha, en las filas de atrás. Al verle se te encogió el corazón, y él notó tu mirada. Se giró levemente para mirarte y jurarías que viste un resplandor de dolor en sus ojos.

El espectáculo fue precioso y, aun teniendo en cuenta tu estado, has de admitir que lo disfrutaste. Te dirigiste a tu casa, sin notar como te vigilaban dos ojos grisáceos.

Cuando llegaste viste que tu madre había decorado la casa, poniendo el árbol, la guirnalda en la puerta principal, un portal de Belén e incluso una pequeña rama de muérdago colgaba de la puerta de la cocina.

"Mamá ha quedado precioso" Dijiste con una sonrisa. "Te has vuelto a superar otro año más" Tu madre se rió y tú fuiste a ver a tu hermanita, que estaba en su cuna, disfrutando de los villancicos que tu madre había puesto para ella. Se respira el espíritu navideño... pensaste con una sonrisa.

Pasaron los días y ya habías terminado los deberes para las vacaciones, siendo una chica que piensa que es mejor quitarse las cosas de encima cuanto antes. Llegó Noche Buena, y te levantaste con un nudo en el estómago. Hoy tenías planeado ir a darle el regalo a Law, da igual que la tradición dijese que era el día de Navidad, esta era una ocasión especial. Tu madre notó tu estado nervioso y se sentó contigo para hablar.

"Hija, ¿estás bien?" Tú le ofreciste una sonrisa a cambio.

"Sí, mamá. Por cierto, hoy voy a salir de casa para ver al profesor Trafalgar, tengo un regalo para él. Probablemente volveré antes de cenar"

"Está bien, pero ten cuidado al volver" Asentiste y fuiste a tu cuarto. Allí tenías su regalo sobre tu cama y te quedaste mirándolo como si fuera a cobrar vida en cualquier instante. Suspiraste y lo guardaste debajo de la cama, esperando a que llegase la hora de entregarselo, con el dichoso nudo en el estómago.

Miraste el reloj que había en la pared frente a tu escritorio. Marcaba las 7 y media, una hora perfecta para ir a darle su regalo. Lo cogiste de debajo de la cama, te pusiste la chaqueta, bufanda y guantes (porque hacía mucho frío) y metiste la caja en una bolsa bastante grande. Después te fuiste hacia su apartamento.

Las calles estaban preciosas con todas esas luces de varios colores, además de las inocentes voces de niños cantando villancicos y familas reunidas en sus casas. Apretaste con fuerza el asa de la bolsa cuando el escenario de Law rechazándote pasó por tu mente, pero lo dejaste atrás y te apresuraste a llegar.

POV de Law...

Ya era Noche Buena y, otro año más, no tenía con quien celebrarlo. Las fiestas que organizan Sacchi y Penguin son muy movidas para mi gusto, así que no era una opción. Bepo era la mejor compañía que había tenido en años, sinceramente. Aparte de... ella. Suspiré de frustración. ¿Por qué no puedo quitármela de la cabeza? Las bolsas bajo mis ojos habían oscurecido por falta de sueño.

La verdad es que me arrepentía de lo que dije, enormemente. Seguía sintiendo algo por (tu nombre) y le rompí el corazón de ese modo. De hecho, aunque ella no me viera, yo sí la veía durante los descansos, sola en el mismo sitio. Me dolía verla así, y pensaba en lo mucho que la apreciaba... y seguía apreciando. Pero algo dentro de mí no me premitía disculparme, a pesar de que quería con todas mis fuerzas.

El sonido del timbre me trajo de vuelta a mis sentidos, a parte de los ladridos de Bepo. Me levanté de la cama, sin importarme lo mal que pudiera verme ahora. Seguramente tendría los ojos ojerosos, el pelo hecho un desastre y una expresión cansada y estresada en el rostro.

Abrí la puerta con poco esfuerzo para ver a (tu nombre), ahí plantada. Tenía una expresión temerosa en el rostro, lo demostraba por la manera que se mordía el labio y la mirada en sus ojos. Al verla se me atrancó el aire en la garganta, no era capaz de respirar.

Volviendo con (tu nombre)...

Cuando Law te vio su expresión cambió a una sorprendida y de repente olvidaste como hablar. Simplemente os quedasteis ahí mirándoos, hasta que Law se echó a un lado y te permitió entrar. Le miraste y bajaste la mirada para mirar la bolsa en tus manos. Extendiste los brazos para dársela, y él la cogió dudoso.

"Feliz Navidad, Law" Hacía tanto tiempo que Law no escuchaba esas palabras dirigidas hacia él. Sacó la caja de la bolsa y la abrió. Vio el abrigo y el gorro y se quedó sin palabras, solo tragó saliva audiblemente mientras te miraba con los ojos muy abiertos, como esperando una explicación. "Law... esa es la razón por la que empezé a trabajar en el restaurante. Necesitaba el dinero para comprar eso y no podía contártelo porque arruinaría la sorpresa" A estas alturas ya estabas a punto de echarte a llorar. "Perdóname, por favor. No pienso volver a ocultarte nada, lo pr-" No pudiste terminar la frase porque Law te abrazó, podías sentir que su respiración era irregular y rodeaste su cuerpo con tus brazos.

"No... perdóname a mí. Fui un estúpido que solo se dejó llevar por las emociones. Tenía miedo, (tu nombre), miedo de perderte y no volver a recuperarte. Prefiero la más horrible de las muertes a eso" No pudiste evitar que las lágrimas cayesen, pero había una diferencia: eran lágrimas de felicidad.

"¿Entonces... hemos vuelto?" Preguntaste entre sollozos. Law te sonrió.

"Nunca he querido romper contigo, (tu nombre)" Le abrazaste más fuerte todavía, y por la emoción del momento le dijiste "Law, ven a mi casa a comer. Será como estar en familia" Su ojos se abrieron pero acabó asintiendo.

Pasaste una Noche Buena perfecta con tu madre, tu hermana y con Law. A tu madre no le importó la idea de que se quedase a cenar, es más, le encantó. Cuando terminasteis de cenar, empezaste a recoger los platos con ayuda de Law. En la cocina Law te cogió por la cintura y te besó, un largo beso por todo este tiempo. Cuando se separó te sonrió porque vio tu cara roja.

"Antes vi muérdago en la puerta... además, lo echaba tanto de menos..." De repente su expresión se volvió seria. Tú le miraste curiosamente. "No tengo ningún regalo para ti" Te reiste y le volviste a besar apasionadamente.

"No te preocupes. De todos modos, todo lo que yo quería por Navidad...

...eres tú"

Este es capítulo más largo que he escrito hasta la fecha O.O Bueno espero que disfruteis leyendo la historia tanto como yo disfruto escribirla.

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