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Capítulo 7: Lo siento.

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~~POV Narradora~~

Llegó el momento de la final contra el Shiratorizawa para saber cual de los dos equipos iría a los Nacionales. Tras un difícil partido, el Karasuno se alzó vencedor y las lágrimas de felicidad se hicieron notar.

—¡K-Kageyama! —La emoción de Hinata por haber logrado ganar el partido se hacía presente.

Todo estaba bien. No podía mejorar en aquellos momentos. Incluso después de aquello, Kageyama recibió una invitación.

Todo iría bien... pensaron.

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Hinata había quedado por la noche con Kageyama en un restaurante para celebrar aquella victoria de manera más íntima. Estaban saliendo oficialmente, ya se habían besado e incluso hecho más cosas. Todo se veía tan perfecto... Ojalá hubiese sido así. Ojalá.

—¡Hey! ¡Aquí! —Llamó al armador que se encontraba al otro lado de la pista.

El pelinegro miró a ambos lados antes de cruzar. Puso un pie en el asfalto, pero la voz de Hinata lo detuvo durante unos segundos más.

—¡¿Lo has traído?! —Preguntó a lo lejos sacando un cupón de su bolsillo.

Kageyama se limitó a buscar en su chaqueta hasta sacar un pequeño papel y mostrárselo. Luego se dispuso a avanzar hacia Hinata.

~~POV Kageyama~~

Todo estaba borroso. No podía distinguir nada de mi alrededor.
Oía voces... Me molestaban.
Había una un poco diferente que me llamaba.

—¡a e ya a! —Se escuchaba mal.

—¡ageyama! —Volvía a repetirse.

—¡Kageyama! —Logró distinguirse.

"Ah, ahora lo recuerdo. Hinata y yo íbamos a cenar juntos. ¿Pero entonces qué fue lo que...? Oh, fue aquel vehículo. Creía que había mirado a ambos lados antes de cruzar... Bueno, supongo que estaré bien."

Lo último que vi antes de cerrar mis ojos fue el cabello naranja de una persona. Noté algo líquido caer por mis mejillas y luego no sentí nada más. Nunca pensé que todo acabaría aquí.

~~POV Hinata~~

"¿Por qué salió mal? ¿Por qué todo esto tuvo que irse a la mierda? Ah, ya lo recuerdo; fue mi culpa."

Yo llamé a Kageyama y él se detuvo para responderme. Entonces se le olvidó volver a mirar y aquel coche lo pilló por sorpresa. No sabía que hacer. Corrí desesperado hacia su cuerpo destrozado y empecé a decir su nombre una y otra vez. No sé cánto tiempo pasó hasta que alguien pidió ayuda. Mi menté se congeló en ese instante y no supe qué hacer.

Veía como dos hombres se llevaban en una camilla el cuerpo de la persona que amaba y lo colocaban dentro de una ambulancia.

—Vaya, los daños son muy graves. —Se escuchaba decir a uno de aquellos hombres.

—¡E-Esperad! ¡Yo voy con él! ¡Dejadme ir con él! —Grité desesperado acercándome al vehículo.

—¿Es usted familiar suyo? —Cuestionó uno de los señores.

—N-No, pero yo...

—Lo siento.

Se lo llevaron.
No pude decirle nada. No pude hacer nada.

"Pensé que iríamos al torneo Nacional juntos. Creí que te quedarías por siempre a mi lado. Pensaba que podríamos haber sido felices..."

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~~POV Narradora~~

—Tiene daños graves por todo el cuerpo, pero lo que más me preocupa es la cabeza. La lesión que acaba de tener en el lóbulo frontal ha sido peor de lo que creía. Es necesario operar ahora mismo, pero pueden haber consecuencias. —Informó la doctora.

—¿Tiene familiares? —Preguntó uno de los médicos.

—No hay tiempo. Alguien que llame a sus padres, tenemos que hacerlo ahora o no vivirá más.

Después de quitarle la ropa al pelinegro, una enfermera se acercó y rebuscó en su chaqueta para hallar su móvil y DNI. Buscó en contactos para dar con su familia e intentó llamarles.

"Por favor, deje su mensaje después de la señal."

Nada. No podía contactar con la familia de Kageyama. La joven optó por llamar a algún amigo del pelinegro.

—"¿Hola? ¿Quién es?" —Sugawara sería el segundo en enterarse.

—Buenas noches, disculpe las molestias. Le llamo del Saka General Hospital, ¿es usted amigo del señor Kageyama Tobio? —Dijo la enfermera con voz angustiada.

—"Eh, sí. ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo con él?" —Koushi empezó a preocuparse al escuchar la palabra "Hospital".

—Lamentamos informarle que su amigo ha tenido un grave accidente y se encuentra ingresado. No podemos contactar con sus familiares, así que le llamamos a usted. No sé si conozca a alguien que pueda hacerse responsable...

—"¡S-Sí! No se preocupe, gracias por avisarme. Hasta luego."

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~~POV Hinata~~

"Y ahora, ¿qué voy a hacer? No tengo ganas de nada. ¿Dónde está Kageyama? ¿Dónde se lo han llevado? ¿Dónde puedo ir?..."

El sonido de mi móvil me sacó de mis pensamientos. Sugawara me estaba llamando.

—¿Sí? —Respondí con voz apagada.

—¡Hinata! ¡Kageyama está...

—Lo sé. Ya lo sé. Lo vi con mis propios ojos.

—... Lo siento. Está en Saka General Hospital, ven cuando puedas.

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~~POV Narradora~~

Sugawara no supo cómo reaccionar después de escuchar aquella noticia. "Un accidente grave" suena peor de lo que se imaginaba. Lo primero que hizo fue llamar al entrenador Ukai; necesitaban a un adulto. Luego se comunicó con algún otro miembro del equipo para quedar e ir al hospital. Era consciente que el que más sufría en esos momentos era Hinata; el tono de su voz y la manera en que respondió lo decía todo.

Cuando llegaron, Ukai se quedó en el mostrador hablando del tema con la enfermera para que le contase los detalles. Sugawara, Daichi, Asahi, Kiyoko, Tanaka, Nishinoya y Yachi, la cual hizo todo lo posible para que su madre la dejase ir, se encontraban en la sala de espera.

—Están operando a Kageyama. —Informó el entrenador.

—¿Entonces todo irá bien? —Preguntó Nishinoya realmente preocupado y angustiado.

—Hay riesgos. —Respondió evadiendo la pregunta.

—¿Qué tipo de riesgos? —Interrogó Sugawara asustado.

—...

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La operación terminó. Un médico salió e informó que todo había ido bien, pero que aún no podían descartar aquel "riesgo". Todos suspiraron al saber que al menos la cirujía no se había complicado. En ese momento llegó Hinata con la mirada cabizbaja.

—Debe descansar unas horas, pero luego podréis entrar. —Terminó por decir aquel doctor antes de irse.

Se hizo eterno. El tiempo parecía detenerse y avanzar cada vez más lento, hasta que avisaron que se podía entrar para ver al paciente. Los ojos de Hinata parecían recobrar su color. Fue el primero en entrar con la mayor ilusión.

—¡Kageyama! —Exclamó abalanzándose sobre el pelinegro. Las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos. —Pensé que te había perdido.

Pasaron unos segundos hasta que Kageyama decidió responder. Desvió su mirada bastante nervioso y miró al pelirrojo.

—Lo siento, pero... ¿Nos conocemos?

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No me maten. *Huye*.