007
Nezuko Kamado.
- Pequeña zorra. -tres chicas vinieron hacia mi, había sonado la campana del recreo y cuando ya estaba guardando mis útiles, su llamado hizo que tuvieran mi confundida atención.-
- ¿Disculpa? -pregunte mirándola con el ceño fruncido.- ¿Quién te crees para llamarme así? -nadie, nadie en este mundo de mierda podría llamarme de esa manera.-
- ¿Crees que no nos daríamos cuenta de lo falsa que eres? -pregunto una de las tres, yo realmente alce mis cejas en modo de: "¿En serio?".- Seguro que eres de esas arrastradas que van por ahí haciéndose las inocentes con esa carita de ángel que llevas. Pero así aquí las cosas no son.
¿Acaso era normal que cada uno de algunos colegios sean así? ¿Todo era grosería y violencia de todo tipo? Es por eso que odio a este mundo a las personas que creen saber todo cuando en realidad no saben nada de la vida que los rodea.
Estaba dispuesta a irme, ya que éramos las únicas cuatro del salón y no quería perder mi tiempo en ellas, pero una de las chicas me agarro de la muñeca apretándola con fuerza, empujándome contra la pared y acorralándome. Si tan solo fuera Kanao quien me acorralara de esa manera, no tendría problemas pero no es así, tengo frente mío a una gata de pacotilla queriendo tratar de intimidarme pero no lo lograría, no me rebajaría a su patético nivel.
- ¿Adonde vas? ¿Tanto miedo tienes? -sonrió como si estuviera ganando, pobre pedazo de animal.-
- ¿Miedo? ¿de quien? ¿De ti? No me hagas reír, te crees que por que solo me sacas una cabeza de altura eso me intimidaría? Pierdes tu maldito tiempo, busca a alguien mas para tus idioteces.
Levanto su mano para darme una cachetada pero la detuve antes de tiempo, apretando fuertemente su muñeca haciendo que soltara quejidos y sollozos de dolor. Sus dos amigas las cuales la acompañaban, trataron de golpearme pero simplemente y con facilidad, logre esquivarlas dándome una oportunidad para contraatacar, pateando a ambas en el estomago sacándoles por un segundo el aire. Había "derribado" a las otras dos chicas sin soltar el agarre de la primera, quien lloraba por la fuerza que ejercía, la solté, dejando una marca en la muñeca de la joven.
- ¿Adonde vas? -pregunte mirando como la muchacha se levantaba y retrocedia, mientras avanzaba quedando frente a frente con ella.- ¿Tanto miedo tienes? -sonrei mostrando mis dientes, pero los ojos de la chica se abrieron realmente asustada.-
[...]
- ¡Nezuko! -llamo la única amiga que tenia en ese colegio, sonríe dando un giro sobre mis talones para abrazarla.- ¡Perdón si salí antes del salón y no te espere, quería hacer pipi! -reí por aquel comentario, siempre tan directa.-
- Esta bien Makomo, no te preocupes. -Makomo era una joven de baja estatura con piel pálida, que poseía unos ojos suaves de un profundo color cian, sus pupilas eran rectangulares y blancas, además de tener un turquesa notablemente más pálido en la parte inferior. Tenía el pelo negro que le llegaba hasta los hombros con forma puntiaguda en los extremos y un pequeño flequillo sobre su frente.- Vamos a comer algo antes de que termine el recreo!
Sonreí tomando de la mano de Makomo, quien reía dejándose llevar por mi agarre. Makomo de alguna forma era diferente a las demás de mi salón, a veces era tan inocente como una niña de 5 años, otras veces era realmente pervertida y algunas era muy agresiva, pero no conmigo, sino, con las chicas que siempre me "insultaban" típica de esas que susurran cosas de ti cuando piensan que no las escuchan pero no es así, pues de ves en cuando no saben lo que es susurrar.
- ¡Vayamos a comer debajo del árbol, donde están aquellas chicas del sector B! -exclamo llena de energía, arrastrándome ahora a mi hacia dos pelinegras quienes estaban descansando debajo del árbol de cerezo.-
Mis ojos se abrieron a la par al ver a la chica mas linda del mundo sentada de forma realmente respetable, como si fuera toda una princesa bien educada, una pregunta cruzo por mi mente "¿De verdad es hermana de Zenitsu?" Son realmente diferentes, Makomo hablo con la otra chica, quien se hacia llamar Aoi, amablemente nos dejaron sentarnos con ella. Mi vista se cruzo con la de Kanao, mis mejillas tomaron un rojo debido a la vergüenza y timidez que me daba siempre, ella me sonrió de una forma realmente cariñosa y bella. Debería llamar a un museo? para avisarles que una obra de arte se había escapado y estaba frente mío.
- Nezuko-chan. -¿me habla un ángel? bésame ya por favor.- ¿Cómo haz estado? -realmente mal, estar lejos de ti por alguna razón me mata, pero ahora que estas cerca, solo bésame ya plis.-
- Bien la verdad, t-tu como has estado? -sentí mis mejillas calientes, pensar y decir cosas diferentes era realmente vergonzoso, ya estoy en esa edad de pensar así? Simplemente quiero sentir sus labios contra los míos.-
- Bastante bien la verdad aunque quería preguntarte algo. -Dios si me escuchas, por favor, que me pida una cita o que ya seamos novias. Asentí con la cabeza para que preguntara.- Me la pase bien el otro día y quería saber si podríamos ir al cine a mirar una película, quieres? Sin nuestros hermanos..
Mi sonrisa debe ser realmente grande, con tanta alegría tome las manos suaves y blancas de Kanao.
- ¡Me encantaría! -sonreí mostrando mis blancos dientes mientras cerraba mis ojos, al abrirlos pude ver y escuchar la suave risa, y sonrisa de Kanao. También un diminuto sonrojo en sus mejillas, adorable, hermosa, preciosa..-
Hola Dios, soy yo por segunda vez, por favor déjame cometer un pecado con esta hermosa mujer.
- Iremos hoy a la salida del colegio. -solté con delicadeza las manos de la chica, aunque no quisiera hacerlo, debía, no quería incomodarla.-
- ¿Iremos? -pregunte realmente confundida.-
- ¡¿Nosotras cuatro?! -pregunto Makomo realmente feliz, Aoi asintió con una sonrisa orgullosa.-
- Principalmente íbamos a ir Kanao y yo, pero ella dijo que te invitemos a ti y a Nezuko. -respondió Aoi de forma calmada.-
- ¿Ustedes ya se conocían? -pregunte mirando a Makomo y Aoi.-
- Algo así... -Aoi rasco su nuca algo nerviosa, sus mejillas se tornaron rojas debido a la vergüenza que sentía.- Es...una historia vergonzosa...
- Nos conocimos hace un mes atrás. -hablo Makomo, Kanao y yo pusimos atención mientras Aoi se cruzaba de brazos.- Aoi sin querer metió una carta de amor en mi casillero pensando que era el del chico que le gustaba, yo la leí y se la devolví al leer de quien estaba firmada...
- ¡Ya basta! ¡Es vergonzoso! -cubrió su rostro con sus manos, Kanao y yo reímos por eso.-
De manera neutral, gire mi rostro para mirar hacia atrás. Acaso no paraban de mirarme? De verdad me frustra el hecho de que las chicas me miren enojadas e irritadas con mi presencia y lo que mas asco me daba, era sentir la mirada de los chicos desnudándome con sus ojos, realmente ninguno disimulaba y eso me hacia tomar una bronca haciéndome recordar el como antes me intentaron violar. Si aquello volvía a suceder, no dudaría en partirles los huevos de una patada a aquel que intentara tocarme otra vez. Mi familia y Zenitsu siempre dijeron que dar patadas era mi fuerte, que tenia realmente mucha fuerza en las piernas.
- ¿Nezuko-chan? -sentí como movían mi hombro, volví a la tierra por esos movimientos dirigiendo mi vista a las tres pelinegras que me miraban preocupadas.- ¿Todo bien? -ahora que miro tus ojos, si mi amor.-
- S-Si...lamento eso... -rasque mi nuca realmente avergonzada, la campana del fin del recreo sonó.- Deberíamos ir al salón Makomo...
- ¡Si! -las cuatro nos levantamos del suelo, sacudiendo nuestras polleras color negro.- Nos vemos en el segundo recreo, bay bay~!
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