Razón 3. Por tu risa

Me enamoré de ti por tu risa.

Por ese sonido mágico que podría curar todos los males en el mundo.

Me enamoré de tu risa aguda porque era sincera, porque venía desde dentro. Me enamoré del hecho de que te reías de las cosas más sencillas. Como cuando vimos un capítulo de Friends y reímos con los mismos chistes y desde ahí, nos hicimos inseparables. Siempre éramos felices viendo nuestra serie. Sí, nuestra. Sólo tuya y mía. Como todas aquellas cosas que sólo tu y yo llegamos a compartir.

Me enamoré de tu humor simple y de tus bromas inteligentes —aunque algunas eran muy bobas la verdad—. Pero tu risa después de un comentario sarcástico era inigualable.

Admito que en ese sentido ya tenías ventaja conmigo. Yo me río de todo. Y ya sabes lo que dicen "hazla reír y será tuya...".

Sin duda lo que más me gustaba era cuando reías conmigo. Reías de mis anécdotas vanas y sin sentido. Sin embargo, tú lo hacías parecer como si yo fuera la persona más graciosa del universo.

Me enamoré de los silencios que venían después de la risa. Ese espacio donde nos sentíamos cómodos sin hablar. Después de una explosión exagerada de sonido, venía un tiempo tranquilo para recuperar la compostura. No teníamos que decir nada, porque nuestro silencio lo decía todo.

Pero, a decir verdad, a veces sentía que tu risa cubría y disfrazaba tus verdaderas emociones. Como la primera vez que me viste besar a Tim en el pasillo y te dije que estábamos saliendo. No dijiste nada, sólo reíste...

Me enamoré de tu risa de niño. De tus bufidos y suspiros mientras recuperabas el aliento después de reírte durante periodos demasiado prolongados.

Y madre mía, ni hablar de los hoyuelos que se te formaban mientras sonreías tratando de reprimir las sonoras carcajadas. Esa risa magnífica que hacía que mostraras tus dientes blancos, con todo y tus colmillos rectos y afilados. Esa misma que te impedía terminar de contar una historia.

Esa risa, esa que hacía parecer como si todo estuviera bien. Como si no nos desmoronáramos con cada segundo que pasaba. Esa risa que nos hacía sentir eternos.

Y yo que no comprendía que...

Me enamoré de ti por tu risa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top