Razón 18. Porque hiciste que creyera en el amor

Me enamoré de ti porque me hiciste creer en el amor.

No, no me mostraste ese amor actuado de las películas que nos gustaban. No me llevaste flores ni chocolates. No. Hiciste algo mucho mejor por mí. Me diste la oportunidad de saber lo que es querer a alguien.

Me demostraste que es posible querer a alguien con sus defectos y virtudes.

Sin querer, hiciste que me diera cuenta de todo lo que soy capaz de sentir. Todas esas cosquillas, esas mariposas, ese temblor que aparecía cuando te acercabas. Ese efecto que tenías de derretir todas mis extremidades.

Me hiciste ver las estrellas sin necesidad de un telescopio, porque cualquiera, por más brillante que fuera, palidecía ante la constelación de tus ojos.

Me enseñaste lo que es el cariño leal, ese que no espera nada a cambio. La amistad sin condiciones ni restricciones. Me diste esperanzas de que todavía había personas que se merecían ser amadas. Y estoy tremendamente agradecida por eso.

Me ayudaste muchas veces a reconocer lo bueno y lo malo. Me hiciste aprender a apreciar la belleza en lo simple. Ahora por ti me detengo a observar cada atardecer, y me descubro maravillada cada día por encontrar detalles que nunca sería capaz de ver si siguiera caminando deprisa.

Y lo mejor de todo. Me hiciste creer en mi. Y creo que esa es la cosa más noble que cualquier persona pueda hacer por ti. Tu confiabas en mí. Y eso me hacía feliz. Porque el ser comprendido es otra forma de intimidad, una de las más profundas.

Pero también me hiciste ver que, amar a alguien, y estar junto a esa persona, no muchas veces van de la mano. Y que los actos de amor están en todas partes. Por eso, la mañana antes de tu exposición, fui a ver a Abby. Porque tú la querías a ella. Sufrías sin ella.

Le dije que la querías. Que tus sentimientos hacia ella eran muy intensos. Le dije que te sorprendiera. Que fuera a la galería. Sus ojos brillaron, pero me dijo que por enojo había roto su boleto. Así que le pedí que tomara mi lugar... Accedió, pero de pronto su brillo se apagó y me dijo que no serviría de nada, porque no iría a Stanford y tú sí.

Y la vida da muchas vueltas. Y yo nunca te dije que también me habían aceptado en California...

Y bueno, creo que ya te lo imaginarás...

Me enamoré de ti porque me hiciste creer en el amor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top