Razón 14. Por tu abdomen




Me enamoré de ti por tu abdomen.

A ver, aquí una pausa. ¿Sí eres de este planeta?

¿Cuál era tu secreto para lucir esas abdominales tan perfectamente definidas? Porque en las fotografías cualquiera culparía al Photoshop, pero Dios... ese día que te vi en persona, con el torso desnudo...

Era la final del torneo de futbol, todo mundo tenía los ánimos a tope, festejando que el equipo le había ganado a su acérrimo enemigo. Y tu no fuiste la excepción dentro de toda esa euforia. Te quitaste la camiseta y empezaste a celebrar con los demás. Corriendo por toda la cancha.

Con certeza puedo decir que dejaste a todas boquiabiertas. Desde las gradas, no te despegaron los ojos ni un minuto. Yo incluida. Pero, por más que llamara la atención ese abdomen tan esculpido, yo lo que pensaba era en tu disciplina. Me enamoré de toda esa dedicación y empeño que siempre ponías para cualquier tipo de tarea, y todo ese trabajo y horas de entrenamiento y ejercicio, se veía claramente reflejado en tu cuerpo.

Y bueno, obviamente eras todo un deleite para la vista.

Ese día tu rostro irradiaba felicidad y tu cuerpo se movía hiperactivo. No podías estar quieto, abrazando y felicitando a tus compañeros. Incluso llegaste a donde yo estaba y me alzaste contento. Tenías tanta fuerza que me elevaste como si fuera una hoja de papel. Y yo, vale, pues yo aproveché para pegarme a tu abdomen. Para sentir tu piel desnuda con mi mano, con el pretexto de buscar algo en donde detenerme porque "me estaba resbalando".

En eso notaste una presencia detrás de mí y tu rostro cambio por completo. Me bajaste con cuidado y fuiste al encuentro de Abby. No pude descifrar tu semblante, pero casi creo que estabas preocupado... Arrepentido de haber ido primero conmigo y no con ella.

Sentí la mirada furtiva que Abby me lanzó. Se relajó un poco en cuanto llegaste a ella, y te recibió con los brazos abiertos. Pero en su actitud no había admiración, sino algo parecido a la posesión... Te abrazó como si fueras de su propiedad. Disfrutó de tu abdomen como si tuviera el derecho a hacerlo.

Y a mí la sangre me hirvió. Estalló en llamas porque tú no hiciste nada. No te alejaste. La dejaste que te tratara como su trofeo. Era tu novia, y tú un caballero, claro. Pero con eso Arlo, con eso dejaste que pintara claramente una barrera entre ella y yo. La dejaste que me diera a entender que sólo eras para ella.

Y el vacío en mi pecho se hizo cada vez más grande, porque...

Me enamoré de ti por tu abdomen.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top