Capítulo 2

No me importaba lo que todos hablaran y opinaran de él y de mí. Nosotros nos amábamos y seguiríamos estando juntos le gustara a quien le gustara.

Un fuerte viento corrió y todos los campesinos atemorizados, yo miré el cielo nublado desde mi ventana, y solo pensé en él, en mi amado Joey y que viniera por mí cuanto antes.

De repente, él se apareció frente a mí y yo sentada en mi cama, lo vi perdidamente enamorada. Joey sonrió y yo corrí a sus brazos.

—¡Joey, mi amor! — lo abrasé fuerte, con todo mi amor y él vibró de alegría y me abrasó con todo su amor.

—Mi niña. Mi Emma.

—Pensé que ya no llegarías.

—Discúlpame por haberte hecho esperar, pero es que me demoré en cazar víctimas.

—Lo sé y te entiendo — más lo abrasé y él acarició mi cabello y besó mi cabeza.

—Discúlpame por haberte preocupado.

—Mi amor, solo me basta con que ya estés aquí, conmigo — le dije con emoción y él me miró perdidamente enamorado.

—Te amo. Te amo con todo mi corazón — yo lo miré con amor y él acarició mi mentón.

—Y yo te amo a ti, ahora y siempre, mi Joey.

Los dos no nos contuvimos más y nos besamos con todo nuestro amor.

Cargada en sus brazos, ambos nos sonreímos y yo más que decidida, aquella noche me iría a vivir junto con él en su guarida, el palacio de la colina y Joey más que feliz, también esa noche nos casaríamos, lo que nos llenaba de ilusiones a ambos y él me miró con destellos y ternura.

—¿Estás lista, mi vida?

—Si, amor mío — besó mis labios.

—Perfecto, vámonos entonces...

En cuanto llegué a su guarida, todo me pareció fascinante y mágico y Joey viéndome enternecido, yo al igual que él, no podía estar más feliz, y dándome vuelta, me encontré de frente con él, muy cerca de mí y el corazón me latió de amor y nervios por él.

—Ya es hora, amor mío.

—Si — le dije viéndolo perdidamente y Joey tomó mi mano y me llevó con él a la habitación especial en donde nos casaríamos.

La chimenea fue testigo de nuestra unión y los dos frente a frente, Joey me miró perdidamente enamorado, sus ojos y mirada me atraparon dulcemente y yo contemplándolo con todo mi amor, ambos nos vimos embelesados y él procedió a colocar su anillo en mi dedo.

—Te tomo de ahora en adelante y por toda la eternidad como mi esposa, Emma.

Yo hice lo mismo que él, tomé mi anillo y lo coloqué en su dedo y Joey me sonrió amándome con locura.

—Yo Emma, te tomo de ahora en adelante y para toda la eternidad como mi esposo, Joey.

—Que esta unión no la destruya nunca nadie.

—Así será, amor mío.

—Tengo a todos mis ancestros presentes, esta noche, como testigos de mi inmenso amor por ti, y que te he tomado como mi esposa y mujer ante nuestras leyes y creencias.

Lo vi con todo mi amor y muy feliz de convertirme en su esposa, ya no le temí a nadie y Joey viéndome locamente enamorado, acarició mi rostro y yo suspiré por él.

—Ahora eres legamente mi esposa, mi niña. Eres la mujer del conde de esta guarida, la que jamás será perpetuada por ningún humano, excepto tú, mi vida.

—Mi amor. El honor es mío el que me hayas tomado por tu esposa, y como tal, jamás ensuciaré, ni renegaré a esta honra — acarició mi mentón. Se le había hecho una costumbre y yo amaba que lo hiciera.

—Lo sé. Creo y confió en ti, ahora y siempre.

—... — le sonreí.

—Te amo.

—Y yo te amo a ti, mi esposo.

Él derretido, me vio todo enamorado y sostuvo mi rostro en su mano y depositó un cálido, romántico y apasionado beso en mis labios.

Besándonos sin parar, nos recostamos suavemente en su cama, y Joey sin querer aplastarme, mantuvo todo su peso en los brazos y empezó a hacerme el amor bajo esa mística y estrellada noche destellante, como aquella cuando nos vimos y conocimos por primera vez. Yo amándolo con toda la fuerza del mundo, me le entregué por primera vez, solo a él, lo que a Joey le volvió loco y me amó mucho más, por aquel tierno gesto mío, el de entregarle mi virginidad a él, al único hombre que he amado en mi vida y en la vida siguiente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top