Capitulo 71
Narra Hipo.
Estaba ahi parado con Sal en mis brazos y me acerco al sofa que tanto llamaba la atencion de chimuelo.
-¿Que pasa amigo?-dije acercandome y ahi la vi...Estaba acostada en el sofa, vestida solo con una remera de tirantes rojo y un short corto del mismo color-Astrid-dije nervioso, estaba tan hermosa, tenia el cabello suelto tirado hacia un costado, lo que me permitia ver su cuello con mas facilidad. La frasada que se quiso poner estaba hecha un bollo a su costado y estaba abrazada a una almohada con muchos pañuelos alrededor que indicaban que lloro toda la noche.
-na-dijo Sal estirando sus brazos.
-shh-dije meciendola para que no haga ruido. La deje sentada en el suelo arriba de una alfombra y me acerque mas a Astrid, donde pude notar como estaba temblando del frio.
-mmmmgh-gimio abrazandose a sus rodillas.
No entendia como en un dia tan frio y ventoso Astrid no habia encendido las estufas y no se habia dormido en su cuarto con todas las frasadas que tenia guardadas. Estaba temblando de frio y conociendola sabia que si seguia asi se resfriaria. No la quize despertar asi que decidi transportarla. Esto ciertamente me ponia muy nervioso, pero sabia que si la despertaba se pondria mal recordando los hechos de ayer, asi que opte por el no. Sueavemente posicione mis brazos para levantarla estilo princesa y como una caricia realize dicha accion. La tenia en mis brazos, estaba tan hermosa, angelical, fria. Apenas la levante empeze a caminar hacia arriba, pero antes de seguir pare y mire a Chimuelo.
-cuidala-dije en un susurro señalando con mi cabeza a la direccion en donde se hallaba Sal.
-meau-asintio y vi como fue con Sal y se sento a su lado. Sonrei y prosegui en mi camino.
Subi las escaleras con Astrid en mis brazos, todo iba bien hasta que senti como ella enrosco sus manos a mi cuello y se acurruco en mi pecho.
-mmm-dijo abrazandose mas a mi, yo me estaba derritiendo. Con esto obviamente no evite sonrojarme.
Segui mi camino pues otra opcion no tenia y llegue a lo que antes era nuestro cuarto. Por suerte estaba abierto asi que solo tuve que empujar con mi pierna la puerta y pasar. Pero cuando pase no lo podia creer, su piesa estaba totalmente desordenada, su cama practicamente parecia que no se habia hecho en meses y en el piso se veian las pelusas. Astrid nunca habia sido asi, ella es la reina de la limpieza y ver esto me dejo anonadado. No la iba a dejar ahi asi que sali de su cuarto y me diriji al de Guy, el no estaba, pero seguramente su cama por lo menos estaba bien hecha; y asi fue, suavemente la deposite en la cama de Guy y coloque una frasada totalmente reconfortante sobre ella.
-mmmm-vi como una sonrisa se dibujo en su rostro y luego siguió dormida.
Sali de ahi y comenze a operar mi plan. Entre al cuarto de Astrid y empeze a ordenar todo. Obviamente no sabia en que lugar iba cada cosa, asi que las tome a todas y las coloque en un rincon, no sin antes haber pasado la escoba por todo su cuarto. Luego de eso tome sus sabanas y las quite, las hice un bollo y tome de un cajon unas nuevas. Una vez que realize su cama la abri y fui por ella al cuarto de Guy. La volvi a tomar cual princesa y la lleve ahora a su cuarto en donde la deposite y tape en su cama. De lo cansado que estaba me senté a su lado un segundo y suspire.
-dioses, nunca limpie tan rapido-susurre soltando una risa y senti como Astrid se movia asi que no evite mirarla-estas tan hermosa...-dije sin pensar-muy hermosa...-dije mirandola como un tarado enamorado. De tan bobo que estaba apoye mi brazo sobre mi pierna y mi cabeza en mi mano para observarla mejor. Esta tan linda dormida. No la podia dejar de mirar, era todo un sueño luego de estos cuatro meses poder estar tan cerca es la gloria. Decidí bajar a ver como estaba Sally. Apenas llegue abajo la vi abrazada a Chimuelo.
-waaau, quien diría que serias un gran protector de tu sobrina-dije hacia ellos.
-meau.
-claro claro-dije con una sonrisa mientras negaba con mi cabeza-ya deje a Astrid en cama amigo, parece cansada así que por las dudas dejaremos a Sal con mama y cuando despierte se la alcanzamos-dije y él me miraba atento mientras jugaba con Sal-pero antes de irme quiero saber por que rayos no prende las estufas-dije pensativo.
-¿Hipo...?-oí una voz adormilada que me hablo desde la mitad de la escalera.
-Astrid...-dije girando para verla-yo...-no pude seguir hablando ya que la vi vestida tal como la deje. Con ese short y la remera a tirantes rojo.
-¿Que haces aquí?-dijo bajando hasta llegar frente a mi. Quería contestarle pero no podía, estaba Hipnotizado-Hipo..Hipo..¡Hipo!-me grito pegándome en él hombro.
-au lo...lo siento jajaja-dije saliendo de mi transe y acercándome mas a ella-hola As-dije tomando aire.
-hola Hipo-dijo normal-¿Me dirás que haces aquí ahora?
-si yo...pues...vine a traer a Sal...contigo y..-dije rascando mi nuca.
-¿Yyyy?-dijo clavando sus enormes ojos azules en mi.
-yyyy...te besaría...-dije mirando esos hermoso ojos.
-¿Que?..
-que decidi entrar y cuando lo hice te vi en él sofá y como estabas destapada decidí llevarte a tu cama y cuando fui arriba estaba todo sucio y limpie todo y te puse ahí otra vez-dije rápidamente.
-¿tu limpiaste y ordenaste todo?-dijo sorprendida.
-pues si...te veías cansada y deprimida, crei que seria mas aliviante para ti si despertabas...
-no puede creer que hallas hecho algo que por mas de 4 meses ni Erik fue capaz de hacer-dijo soltando una risa triste.
-¿Pensaste que fue él verdad?-dije acercándome mas.
-lo dude, hasta que te vi hablando con Chimuelo y supe de quien seguramente era la culpa-dijo sonriendome-gracias Hipo.
-Denada-dije sonriendole-¿Por que no prendes las estufas?
-pues...-se tenso
-¿Si?
-no Andan-dijo con una sonrisa traviesa.
-¿Y Erik no se ofreció a repararlas?-dije y ella rodó los ojos.
-una cosa es que lo meta yo y otra tu -dijo molesta.
-no necesito permiso para hacerlo-dije serio-traeme una alfombra-dije yendo hacia la estufa del comedor y sacando la estructura.
-no la rompas Hipo-dijo preocupada y yo solte una risa.
-no soy Erik-dije y vivió a rodar sus ojos.
-traeme la caja de herramientas que tienes en la cocina-dije mirándola desde el piso.
-bien..¿¡Que hace Sal en él piso?!-dijo alterada sin enscucharme.
-esta sobre la alfombra de piel sintética-dije mientras me levantaba yo-y la esta cuidando Chimuelo.
-que cuidado-dijo sarcástica levantando a Sal y meciendola en sus brazos.
-oye-dije frenando frente a ella-con Chimuelo no.
-no necesito permiso para hacerlo-dijo victoriosa por lo que yo habia dicho antes.
-muy astuta-dije serio y con una pequeña sonrisa muy cerca de su rostro.
-gracias-dijo levantando una ceja y senti como la manito de Sal tomaba mi cara y la queria pegar a la de Astrid-no-dijo ella alejandose.
-¿Por que?-dije impulsivo y ella me miro sorprendida.
-¿Por que, dices?-dijo apenada levantando una ceja-estoy de novia Abadejo-dijo meciendo a Sal.
-claro-rode los ojos-ire por las herramientas-dije Yendome-¿No tienes frío?
-mucho, pero me abrigue-dijo mimando a Sal.
-no lo creo-dije mirandola de arriba a abajo.
-claro que si...-se callo en cuanto se miro y se dio cuenta de que traia el conjunto rojo con el que la vi-ay dioses-dijo sonrojandose-¡Tu me viste asi!-dijo molesta.
-pues si-dije sonriente.
-eres estupido-dijo enojada.
-lo soy, pero tu te veias extremadamente hermosa-dije con una sonrisa para hacerla enojar.
-callate idiota.
-shh, no le vas a querer enceñar esas palabras a Sal-dije y ella solo fruncio mas el ceño.
-me voy a cambiar y deja de mirarme-dijo avergonzada.
-tengo que hacerlo-dije e hice una pausa en la cual ella me miro-ya me estas empezando a exitar-dije volviendo a sonreir, algo que hizo que se enojara aun mas.
-dioses-dijo subiendo las escaleras con Sal en sus brazos que me sonreia.
-meau-dijo Chimuelo llamando mi atencion ya que me quede mirando como Astrid subia las escaleras.
-fue arriesgado-dije mirandolo-pero pretendo recuperarla, pretendo encontrar un momento en el cual me escuche y no lo lograre quedandome callado como un idiota por miedo-dije serio-ademas amo verla molesta de ese modo-dije riendo para mi y yendo a buscar la caja de herramientas.
Narra Astrid.
No. Le prohibo a mi corazon que de el lujo de sentir algo por Hipo, por todo lo que esta haciendo, todo es muy gentil de su parte, pero no pasara lo que mi corazón quiere, yo estoy con Erik.
-¿Y quien se cree para decir esas cosas vergonzosas?-dije quejandome como si Sal me entendiera.
-Da-dijo desde la cama.
-si, tu padre-dije mirándola jugar.
-Dapa pa-dijo revoleando él peluche.
-ya-dije levantándola-creo que tu necesitas dormir-dije y la puse en la cuna mientras veía como cerraba los ojos-eso es-dije con una sonrisa-ahora vamos a vestirnos-dije abriendo mi placar buscando lo mas feo que tenga-vamos a ver si me sigues mirando asi-dije tomando un jogin muy amplio de color negro y un buzo gris igualmente amplio.
Una vez cambiada baje otra vez al comedor. Hipo estaba tirado en una alfombra revisando la estufa del comedor. Parecía realmente concentrado.
-¿Como va eso?-dije acercándome.
-¿Hace cuanto no limpias las estufas? No van andar nunca con todo este....-paro de hablar en cuanto me vio.
-¿Que miras?-dije empezándome a molestar.
-él lindo conjunto de diseñador que traes-dijo riendo volviendo a llevar su vista a la estufa.
-gracias-dije sarcástica.
-en fin Astrid, si no limpias la estufa esta nunca va a encender.
-se lo diré a Erik luego-dije cruzando mis brazos.
-sera inútil, no limpio tu cuarto en cuatro meses dudo que sepa hacer un trabajo de limpieza-dijo serio.
-pues tu no sabes-dijo firme.
-cualquier idiota que lo vea se daría cuenta al instante-dijo llevándome la contra.
-ya callate-dije molesta y con la intención de alejarme.
-te vas a tropesar-lo oí decir pero voltie igual lo cual fue un gran error pues tropese con una de las herramientas y caí para atrás. Justo a donde estaba Hipo. Caí sobre él. Mis manos estaban en su pecho y las suyas se repartían entre uno de mis muslos y mi Cintura-que raro que nunca me escuches-dijo mirándome con una sonrisa.
-¿Como sabias que iba a tropezar?-dije molesta aun sobre él.
-por que te conozco enojona y se que cuando te molestas ni miras lo que hay en él suelo y solo caminas, suerte la tuya estaba yo aquí-dijo sonriendome victorioso.
-callate-dije enojada y queriendo salir pero volví a tropezar en él intento y caí nuevamente sobre él-au.
-mmhg-se quejo cuando volví a Caer.
-lo siento-dije instantáneamente.
-no te disculpes-dijo sonriendome y me miro...lo hizo con esos ojos verdes en los cuales quede hipnotizada. En ese instante sentí como sus brazos estaban al rededor se mi cintura y por un segundo me sentí...protegida.
-Hipo...
-Astrid...
-sueltame para que pueda salir-dije recuperando la cordura y él me soltó.
-iré..por algo de tomar...
-¿Tomar?, As son las 12:30, yo creo que ya es hora de que cocines él almuerzo para Guy-dijo neutro.
-si...algo de comer...casero jaja-dije nerviosa yendo a la cocina-claro casero como si algo de lo que haga me saliera bien, ¿Quiza por eso soy tan mala madre con Guy?...necesito su ayuda...no puedo cocinar algo y ciertamente si Guy esta enojado algo casero lo hará sonreír...necesito a Hipo...
Con mucha cautela me dirijo nuevamente al comedor, donde cuando lo vi observe que estaba armando nuevamente la estufa, y por su sonrisa esta andaba con éxito.
-Hipo..-me interrumpió.
-ya anda la estufa As, puedes usarla tranquila, reviso la de tu cuarto, el de Guy y me voy-dijo feliz por su arregl.
-no Hipo...necesito que te quedes-dije sin mirarlo.
-¿Ah si?-dijo sonriente.
-si, yo...no se...cocinar casero-dije avergonzada mirando al suelo y tomando mis brazos en jarra.
-¿Ah no?-dijo con otra sonrisa.
-ahs olvidalo, sabia que era mala idea pedirtelo-dije molesta yendome a la cocina mientras escuchaba su risa por lo bajo.
Volvi a la cocina y mire la hora, eran las 12:45 a.m. Guy salia a las 13:30 p.m. asi que debia de hacer algo ahora. Tome algunos ingredientes de la heladera, tomate, cebolla, luego tome algunas especias y saque un paquete de fideos junto con un pure de tomate instantaneo.
-bien Astrid, son fideos con tuco, tu puedes hacer algo asi de simple...-dije dandome animos.
Claramente mis animos habian sido inutiles pues a los cinco minutos la cocina estaba hecha un desastre y el tuco era amargo y ácido.
-¡Dioses!-dije enojada revoleando una cuchara y apoyandome en la mesada con total frustración-soy tan inútil, nada puedo hacer sola, nada.
-no asi-dijo una vos tras de mi, obvio era Hipo.
-si te vas a reír de mi vete, no tengo ánimos para que me molestes-dije seria sin voltear.
-vengo a ayudarte, a enceñarte-dijo y sentí como camino hacia mi hasta quedar detrás.
-bueno llegas tarde-dije malhumorada.
-no creo-dijo y sentí sus manos pasar por enfrente mío-primero lo primero-dijo ajustando él cinturón del delantal pegándome a su anatomía.
-aja-dije nerviosa dejandome controlar por el.
-luego, la cebolla-dijo tomando mis manos tras de mi con total suavidad y cortando la cebolla con sus manos sobre las mias-esto se llama corte juliana-dijo enceñandome con una vos ronca.
-aja..-dije y senti como un sonrojo aparecia en mi mejillas por tenerlo tan cerca. Su respiracion estaba en mi cuello y eso por alguna razon...me hacia temblar.
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¡¡¡HASTA AQUII!!!
¡¡DIOSES QUE CERCANIA!! ¿Que pasara en el proximo capitulo? ¿Astrid se va a doblegar? ¿Seguira haciendose la dura??
Muy pronto
VOTEN Y COMENTEN
Mc
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