Capitulo 3


Ya pasaron ocho meses. Ocho meses e Hipo no me dirije la palabra. Ni siquiera me hace un chiste estupido, solamente hace el trabajo de guardaespaldas y no deja de decirme Sta Hofferson. ¡Dioses!, parece que si existian las personas rencorosas. En estos ocho intente cortar con esa frialdad, pero el no cedia, le hice hasta los chistes mas tontos, pero nada.

Tal vez era hora de pedirle disculpas. En estos ocho meses no lo quise ni pensar, estaba totalmente convencida de que no debia hacerlo, pero ahora, ahora realmente siento que debo hacerlo. Por alguna extraña razon no resistia verlo tan frio conmigo. Cada vez que estabamos juntos, durante estos meses, no podia dejar de mirarlo. Creo que ya me se las facciones de su cara completamente. Tenia expreciones realmente lindas cuando estaba serio, no se por que no queria dejar de mirarlo en esos instantes. Algo muy dentro mio queria estar cerca de el, pero otro lado decia que seria igual a los demas, que se burlaria de mi tarde o temprano, y eso me alejaba de todo pensamiento prometedor.


A todo esto, el sonido de la puerta me saco de mis pensamientos. ¿Sera Hipo?, no lo dude ni dos segundos, me pare frente al espejo y acomode mi blusa y mi cabello, humedeci mis labios y abri la puerta con una exprecion seria. Pero no era Hipo. Era mi madre.

-hola amor, ¿Puedo pasar?-dijo dulcemente y en mi cara se noto que no era la persona que realmente esperaba.

-si ma, pasa-dije volviendo a la realidad. Ella paso y yo me acoste en mi cama. Seguro venia a despedirse, papa y ella van a viajar a Europa por un negocio y me debian dejar sola de nuevo. Cerro la puerta apenas entro y se sento a mi lado.

-amor, ya sabes que hoy a la noche viajamos con papa para Europa, espero que los negocios no duren tanto pero, por ahi no estemos por un par de meses-dijo algo seria tomando mi mano.

-esta bien ma, tu quedate tranquila-dije sonriendole.

-es que lo estoy-rio- se que Hipo te cuidara muy bien en nuestra ausencia, a demostrado un gran desempeño estos ultimos ocho meses-dijo feliz y yo asenti mirando el suelo-hoy ya se mudo aqui, como no estaremos tendra que estar tiempo completo, asi que tu padre lo invito a que se aloje aqui, hara mas facil su trabajo-dijo sonriendome y corriendo el flequillo de mi cara, para ponerlo tras mi oreja-¿Que tienes amor?-dijo preocupada.

-nada, nada-dije saliendo de mi transe-solo que...los voy a extrañar mucho-dije abrazandola.

-yo a ti mi cielo-dijo correspondiendo.

-ma-dije en el abrazo.

-¿Si cariño?-dijo separandose solo para mirarme.

-si tu...cometes un error, es decir, dices algo estupido que realmente es estupido...lo mejor es disculparce...¿Verdad?-dije mirando hacia otro lado con un leve sonrojo en mis mejillas.

-claro que si amor, eso siempre resuelve todo, no hay mejor remedio, que la disculpa y el arrepentimiento, ¿Por que?-pergunto curiosa.

-por que...cometi un error con Hipo hace un par de meses y...creo que para que volvamos a tener la relacion del principio...debo disculparme..y espero que funcione por que sino, no se como arreglarlo-dije triste.

-ay mi niña, pidiendo disculpas ¿Que mas?-dijo feliz y me abrazo-¿Y por que paso eso?-dijo curiosa-¿Acaso Hipo te invito a salir y dijiste no?-bromeo a lo que me separe sonrojada.

-¡¡Mama!!-dije molesta-no, ademas no...podriamos...el es muy grande-dije mirando para otro lado y exagerando un poco para ocultar mi sonrojo.

-para el amor no hay edad y solo te lleva un año-dijo riendo-ademas, si dices que esta enojado contigo no lo hizo notar, pues no dejaste de preocuparle-dijo sincera-estos ocho meses yo observe como te miraba y a su vez como te cuidaba mas que nada-dijo sincera-y te miraba muy dulcemente Astrid, pero tu no lo notabas, bajabas la cabeza-dijo riendo.

-mama-dije seria y ella rio.

-no es mi culpa que tengamos un ventanal en la cocina-dijo riendo.

-bueno-suspire-luego hablare con el, espero arreglarlo todo.

-asi me gusta-dijo mimando mi mejilla-bueno cariño, me tengo que ir-tomo mis manos-nos veremos en unos meses-dijo besando mi frente-recuerda que te amamos, y ante cualquier cosa, nos llamas, aunque dudo que algo te pase-dijo volviendome a guiñiar el ojo y yo rode mis ojos.

-adios ma, te amo-dije sincera y la volvi a abrazar.

-yo a ti bebe-dijo correspondiendo.

-saluda a papa, y dile que lo amo aunque este muy ocupado-dije al separarme de ella.

-claro que si amor-dijo volviendo a besar mi frente y saliendo para la puerta-te amo-dijo tirandome besitos y yo rei para luego ver como la puerta se cerraba.

Ahora, solo estabamos Hipo y yo en la casa. El protero tambien, pero el estaba afuera y no entraba a la casa.

Ya era muy tarde asi que me aliste para dormir, me puse un short algo corto de color verde claro y una musculosa de tirantes color blanca. No podia dejar de pensar en lo que mi madre habia dicho, Hipo si se preocupo por mi, no me abandono, solo no me hablaba. Pensar eso no hizo mas que hacerme juntar valor e ir a decirle a Hipo, que lo siento.

Sali de mi cuarto realmente decidida y fui a la habitacion de Hipo pues queria disculparme. Tal vez se quejara de que paso mucho tiempo, pero mejor tarde que nunca. Aunque el sea un rencoroso, por ahi eso hacia volver las cosas a la normalidad.

Estaba delante de su puerta, iba a tocar pero vi que esta estaba entreabierta, así que se me ocurrió espiar por ahí y lo que vi me dejo totalmente sorprendida.

Hipo estaba haciendo ejercicio sobre el suelo. Al parecer hacia flexiones de los brazos y se podía ver muy bien como se marcaban todos sus músculos, tanto en la espalda, como en los brazos, pues no traía la camiseta solo el pantalón y todo el sudor caía por su lomo haciéndole ver aun mas sexy.

Ademas de ser la "chica que tiene acargo" soy una mujer y no pude evitar morder mi labio inferior y estremecerme. Era mas lindo de lo que creia y no solo su físico, sino también como persona. En ese instante vinieron a mi las palabras de mama. Ella tenia razón, el cuido mucho de mi aunque estuviese enojado y eso lo hace aun mas lindo.

Distraída en mis pensamientos, no me percate de que Hipo, al parecer habia terminado el ejercicio y  se dirijia a la puerta. En un abrir y cerrar de ojos lo tenia frente a mi, muy cerca y me miraba sorprendido. Hasta que me miro bien y cambio su rostro a serio.

-Sta Hofferson, no sabia que estaba aqui, ¿Se le ofrece algo?-dijo mientas secaba su sudor con una toalla, yo solo lo miraba hasta que reaccione.

-Hipo vamos-empeze a decir algo cansada-¿Hasta cuando estarás así de enojado?, no quiero que tengamos esta relacion de frialdad, quiero que vuelvas a ser el Hipo de antes-dije sincera y mirando el suelo. ¿Por que rayos no le digo perdon de una vez y ya?

-lo lamento Sta Hofferson, pero no estoy aquí para ser su amigo, ademas cuando lo quise hacer su primera reacción fue enojarse-dijo realmente frio y secando su sudor.

-¡Basta Hipo!-grite algo desesperada haciendo que se calle-ya no se que mas hacer-dije algo debastada-encerio...lo lamento-dije realmente arrepenrida- espero que me disculpes, ¡Lo se!-dije moviendo los brazos-fui una boba, debí haberte agradecido ese día, de no ser por ti estaría seriamente lastimada-dije triste mirando el suelo-soy una torpe por no haberte agradecido y solamente enfadarme contigo, tenias razon, no se apreciar ni lo mas simple-suspire-encerio lo lamento-dije realmente arrepentida-y creeme que es verdad, nunca me disculpe con nadie que no fuese mi familia...pero tu...por alguna extraña razon, siento que debo hacerlo-dije mirando el suelo para evitar que se note mi sonrojo.

-...-solo oi un suspiro, Hipo no decía nada y eso me desesperaba. Alze la vista y vi que solo miraba el suelo al igual que yo.

Ya no podia mas, asi que cansada lo tome de las mejillas de un instante a otro, e hice que me mirara.

-ya Hipo-dije mirandolo fijamente. Era mas alto que yo asi que alze la cabeza. El solo observaba mis ojos mirándome fijamente y un tanto sonrojado por mi acción, a mi también me sorprendió, pues, no lo iba a negar todo el tiempo. Hipo...me gustaba un poco. Tal vez un poco mucho.

-es...esta bien...te perdono-dijo algo nervioso.

-¿Encerio?-dije mirandolo muy fijamente.

-si Astrid-dijo sonreindome y yo no lo evite mas. De mis labios salio por fin una amplia sonrisa hacia el, la primera que permiti que el notara, y sin dudarlo me lance a abrazarlo, posicionando mis manos tras su cuello. Y fui correspondida.

Narra Hipo

Ya era de noche. Los padres de Astrid habian partido a un viaje de negocios. Por pedido de Alex Hofferson, me instale con mis cosas en la mansion, ahora debia vivir alli. Estaba en el cuarto enfrente al de Astrid.

Ahora solo eramos ella y yo en la casa. Tenia tantas cosas en la cabeza que decidi ponerme a hacer algo de ejercicio. Me quite la camisa y me quede solo en pantalon. Por las dudas decidi dejar mi puerta entreabierta por si ella necesitaba algo, se que estoy peleado, pero Astrid me preocupa mucho, y quiero estar al tanto de ella, si necesita algo o lo que sea. No voy a negarlo, ella es hermosa, pero me molesta que no halla sabido apreciar las cosas mas simples, por ahi enojarse por ocho meses no era algo coherente, pero era una leccion que ella debia aprender.

Hice un poco de ejercicio basico, mi cuarto tenia el espacio perfecto, asi que lo hice tranquilo. Al terminar decidi ir por algo de tomar, pero cuando abri la puerta, me encontre con esos hermosos ojos azules que tan loco me vuelven.

Si. Estaba Astrid a las afueras de mi cuarto. Estaba realmente bonita, y un tanto exitante, es decir, se que soy su guardaespaldas, pero tambien un hombre, y ambos tenemos la misma edad, y verla con ese short, no iba a ser muy bueno para mi salud. Tampoco ayudaba  mucho la remera de tiranres blanca, marcaba mucho sus...pechos.

En fin, ella me habia venido a pedir perdon. Era realmente hermosa cuando estaba sonrojada, ella creia que no lo note, pero era justamente lo que no podia dejar de mirar.

Apenas le dije que la perdonaba, fue la primera vez que vi que me dedico una sonrisa. Y si era una gran sonrisa. Unicamente para mi y eso me volvio loco.

Pero lo que me debilito completamente, fue cuando ella se lanzo a abrazarme por el cuello. No lo puedo creer. Ella me esta abrazando, es decir, estamos teniendo un contacto fisico, ni en sueños crei que pasaria algo asi.

Yo le correspondi el abrazo tomandola de la cintura y pegandola a mi. Su cuerpo encajaba perfectamente con el mio. Mis brazos al rededor de su cintura podian apreciar sutilmente sus curvas. Dioses, es hermosa.

La noche estaba siendo unica. En si el momento lo era. Y mejoro aun mas, por que luego de unos segundos, senti que Astrid enrosco sus piernas a mi cintura. ¿Acaso esto es real Thor?

-ay, gracias hipo-dijo susurrando feliz y abrazandose mas a mi, yo la tome de los muslos, no queria que se caiga, pero tampoco queria que se separe de mi. Obviamente no baje aun mas mis manos puesto a que tocar mas alla de sus muslos seria algo, un poco desubicado. Aun.

-Astrid-susurre.

-¿Mmh?-musito ella-¿Paso algo Hipo?-dijo separando su rostro, pero aun montada en mi, y con sus brazos en mi cuello.

-no, nada nada- dije sonriendole y ambos nos quedamos mirando. Yo la sostenia aun de los muslos y le sonreia, mientras me movia a compas de una canción, que empezo a sonar en la radio que olvide apagar.

Narra Astrid.

Hipo me estaba sujetando de los muslos. Era realmente placentero el solo sentirlo cerca de esa forma. Ambos nos estabamos mirando tiernamente. Me sentia tan feliz. El se estaba moviendo al compas de una cancion muy bonita. Sin darnos cuenta creamos una atmosfera realmente placentera.

Aprovechando que tenia mis manos al rededor de su cuello empeze a jugar con las puntas de su pelo, mientras el se movia. El momento era magico. Tanto que, me dieron ganas de, tal vez, probar el sabor de sus labios. Si. Queria besarlo. Pero no creo que sea momento aun. Es decir, si me gusta, pero no di mi primer beso y, quiero que sea especial.

Mientras pensaba todo eso, miraba los hermosos ojos de Hipo, eran de un verde tan suave en este instante. Crei que ya era momento de bajar. Digo, sere flaca pero pesada, así que suavemente desenrosque mis piernas y el me bajo despacio. Casi como una caricia. Solo quedo sujetando mi cintura y yo con mis manos en sus hombros.

-no tengo idea que acaba de pasar-dije reindo y el me acompaño-pero gracias otra vez Hipo, encerio, me hace muy feliz que me hallas perdonado-dije sonriendo y un tanto sonrojada.

-Astrid basta, me harás llorar-bromeo y yo lo golpee suave en el hombro-ya, ve a descansar mañana es un dia largo-dijo sonriendo y señalando en direccion a mi cuarto con la cabeza.

Yo me estaba por ir, pero no queria. Estaba mirando sus ojos, hasta que volvi a reaccionar. Lentamente me separe de el, soltando muy suavemente sus hombros y el solto casi en una caricia mi cintura.

-adios-dije caminando marcha atras con una sonrisa y moviendo mi mano.

-adios As-dijo sonriendo y haciendo el mismo gesto con la mano-¡Cuidado!-dije inutilmente antes de que me choque con la pared.

-ow-dije sobando mi nuca y riendo sonrojada, el nego con la cabeza y una sonrisa. Me di vuelta para entrar a mi cuarto, pero no lo resisti y corri nuevamente a su lado, planteandole un beso sobres su mejilla. Uno suave y dulce, para luego volver corriendo a mi cuarto y cerrar la puerta tras de mi.

-Dioses-dije tocando mis labios y riendo para mi misma-Hipo..-susurre.

Narra Hipo.

Ya era la mañana. Nuevamente me levante a las 8:00 a.m. Debia llevar a Astrid al instituto. ¡Ay dioses!, Astrid. Suspire recordando lo que sucedio ayer. Realmente fue hermoso e inolvidable.

En fin, me aliste con la ropa de trabajo y baje. Ahi me encontre con Clara. Clara era una mujer cincuentona, muy macanuda y sonriente. Ella realmente me habia recibido muy bien. Habiamos hablado desde el primer dia y creo que me considera un sobrino o algo asi.

-buenos dias Clara-dije sonriente.

-buenos dias Hipo-dijo correspondiendo-aqui tienes tu desayuno-dijo dejandome una taza de cafe y unas medialunas.

-gracias Clar-dije tomando la azucar-¿La Sta. Hofferson no desperto?-dije su nombre para ser mas formal, Clara y yo no hablabamos de Astrid como tal, frente a la gente de limpieza. Ella me dijo que era una pequeña regla de la casa, mientras ellos estaban era Sta. Hofferson, sus padres no quieren que se pasen de confiansudos asi que decidi seguir esa regla.

-no Hipo-nego con la cabeza-ella no bajo aun, yo que tu voy y la despierto o llegara tarde-dijo seria.

-claro-asenti-ahi vengo-dije subiendo las escaleras.

En la puerta de su cuarto.

-As-toque su puerta y nadie contesto-Astrid ¿Estas bien?-reitere tocando nuevamente la puerta. Nada-voy a pasar-avise y abri la puerta.

Apenas abri la puerta y pase, vi a Astrid arrodillada en el suelo, tomandose el pecho y con mucha dificultad para respirar. Aparentemente intentaba tomar una caja de colores, pero la falta de aire se lo prohibia.

No lo pensé dos veces y me lance al suelo, tome la caja, la abrí y vi un inhalador. No dude en agarrarlo, rapidamente puse a Astrid sobre mis piernas y le puse el inhalador. Ella aspiro y empezo a respirar normalmente, pero aun agitada. Su primer impulso fue abrazarme. Yo le correspondi.

-gracias Hipo, gracias-dijo desesperada.

-tranquila Astrid, respira tranquila-dije acariciando su cabello-¿Estas mejor?-dije separandome y poniendo mi mano sobres su frente.

-si,pero me duele la cabeza-dijo agirada mirando el suelo, mientras respiraba.

-si, esta muy caliente-dije apartando mi mano-hoy te quedaras aquí-dije firme y directo-pediré que manden tu tarea por e-mail, así, no saldrás-dije serio y me levante, la tome de la cintura y la ayude a levantarse hasta sentarla en la cama-ahora le digo a Clara que te traiga un desayuno-dije serio-tu cambiate y metete en la cama-dije dedicandole una sonrisa.

-¡Hipo!-me llamo antes que salga y yo voltie a mirarla.

-¿Si?-dije mirandola atento.


-¿Vas a volver?-dijo mirandome algo triste.

-claro que si As, ahora vengo-dije soltando una pequeña risilla y sali.

Al atardecer.

Ya eran las 17:15 .p.m. Habia dejado dormir un rato largo a Astrid. Queria que descanze bien luego de su episodio de asma, no sabia que la padecia, nadie me habia avisado.

En fin, ahora me dirijia a su cuarto. Tenia una bandeja con su merienda, Clara me la dio para que siga comiendo y no se debilite. Apenas llegue toque la puerta.

-Astrid, ¿Estas despierta?-dije normla.

-pasa Hipo-oi del otro lado asi que pase. Me sente a un costado de su cama y puse la bandeja cerca de ella.

-esto lo manda Clara-dije sonriendo-quiere que te alimentes bien, y yo tambien-dije y rio.

-se ve muy rico-dijo haciendo caras.

-pruebalo tu misma-dije sonriente y ella empezo a comer.

-mmmh, la comida de Clara siempre es deliciosa.

-eso lo aprendi por las buenas-dije riendo-la verdad es que no se que le pone,pero su comida es maravillosa.

-amor Hipo-dijo sonriendo.

-tienes razon-rei-es realmente amorosa.

Ambos nos quedamos callados. Ella comia tranquila y yo la observaba. Se veia tan linda hasta comiendo. Pero parece que noto mi mirada y se sonrojo.

-deja de mirarme asi-dijo riendo con la boca llena.

-lo siento-rei con ella.

-Hipo ya que estamos aqui..¿Te puedo preguntar algo?- dijo mientras seguia comiendo, yo solo asenti-...¿Cual fue tu problema cuando eras chico?, es decir, el dia que me dijiste que darias todo por haber tenido a alguien que te defienda..¿Por que lo dijiste?-dijo mirandome curiosa. Su pregunta me impacto, hace años no hablaba de ello y no sabia si estaba listo para hacerlo.

-Astrid...ya me voy ¿Si?, tengo cosas que hacer-dije tenso y me levante de su lado.

-no Hipo, espera-dijo suplicante y yo me frene en medio del camino-no pienses que...yo quiero saber esto por curiosidad, por que no es asi-dijo firme-yo quiero que me cuentes, por que aquel dia, te enojaste tanto, que realmente me preocupaste y creo que...lo mejor que podrias hacer es desahogarte-dijo sincera y muy dulce, yo me gire a verla-yo...solo tengo la intencion de ayudarte, no de reirme y menos burlarme, solo...conocerte, saber mas acerca de Hipo Abadejo-dijo sonriendome y yo solte una pequeña risilla.

-bien-suspire volviendo a su lado y sentandome otra vez en la cama-..mira As, cuando yo era niño, era muy flaco, demaciado diria yo, mi madre siempre se preocupo por mi pues no era normal que tu hijo tenga 10 y se le vean los huesos de las costillas-dije apenado-ella hizo todo, pero nada dio resultado, aparentemente padecia de una enfermedad muy rara, y esto era una cosa mas de la que los chicos del colegio se burlaban, sobre todo uno llamado Eret, el me molestaba siempre, me insultaba y...me golpeaba-dije agachando la cabeza-llegaba muy adolorido a casa, por eso procuraba llegar tarde, asi mi mama no me veia, ella trabajaba en una radio nocturna siempre llamaba para controlar que llege bien y luego nos veiamos al otro dia cuando yo ya tapaba todas mis heridas-hice una pausa pues encerio, era duro de contar-en fin, un dia del mes de noviembre, caminando por la calle, me atraparon Eret y sus amigos, estos me golpearon, pero logre escapar, igualmente no tuve mucha suerte-vi que ella me miro confundida-cuando escape, un auto me atopello y ahi perdi mi pierna izquierda-vi su cara de asombro pues no lo noto ya que yo siempre tenia pantalon largo-bueno, sabes como pudo seguir, ese defecto se sumo a la lista y cada vez se burlaban mas de mi...pero yo nunca se lo conte a mi madre, incluso ni siquiera le conte que habia perdido mi pierna por escapar de Eret, solo le menti y le dije que cruze mal la calle-dije serio y ella me miraba atenta y algo apenada-a todo esto solo me descargaba con mi mejor amigo Patapez, el si me defendia por eso comenzaron a agarrarme afuera del colegio...

-Hipo...-empezo a decir pero no la escuche, queria terminar mi descarga.

-ya cansado, a los 13 le pedi a mi madre estudiar karate pues queria defenderme, ella accedio gustosa y asi aprendi a valerme por mi, sin embargo nunca use la violencia con Eret-dije y ella me miro confundida-lo se-rei-suena raro, pero no queria hacerlo pues la verdad saldria a la luz y asi fue, lo pillaron golpeandome y fue arrestado ya que eso era abuso-hize otra pausa y sonrei nostalgico-¿Sabes?...nunca habia visto a mi madre tan enojada ese dia, y bueno pues eso sucedio, esa fue mi infancia y adolescencia-dije triste pero con una sonrisa, vi que ella tenia los ojos llorosos-por eso te habia dicho que yo hubiera dado todo por tener un guardaespaldas que me defendiera asi Astrid-dije serio-pues nadie lo hizo por mi y tuvo sus consecuencias-dije treiste-y yo no...queria que termines igual que yo As, por eso me meti ese dia, no podia siquiera pensar en permitirlo.

-Hipo-dijo triste y se lanzo a abrazarme. Yo le correspondi. Sentia que una lagrima caia por su rostro, algo que me llamo mucho la atencion, no crei que Astrid lloraria, menos por mi historia.

-ya As-dije abrazandola mas fuerte-no te lo conte para que llores-rei un poco para romper esa horrible atmosfera, mientras acariciaba su cabello-ya, tranquila.

-lo siento tanto-dijo arrepentida-ahora si te etiendo-dijo separandose solo para verme y bajo la mirada-lamento haberte tratado asi aquel dia.

-tu no lo sabias-dije sonriendole-era normal que reacciones asi, pero lo bueno es que te diste cuenta, asi que olvidate del pasado-dije sincero y con mi pulgar limpie sus lagrimas que caian por la mejilla-pero ahora, dejame que yo te pregunte algo-dije curioso y ella asintio-¿Por que no me dijeron que usas inhalador? ¿Y cual es la razon de ello?...

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¡¡¡HASTA AQUIII!!!

¿ASTRID LE CONTARA A HIPO? ¿SE ANIMARA A DECIRSELO? CHAN.

Muy pronto

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Mc




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