Capitulo 1

Narra Astrid.

Soy Astrid Fearless Hofferson. Bonitos nombres ¿Verdad?. Vivo en la ciudad de Berk, es muy pequeña pero en si muy hermosa por la cantidad de vejetacion y mares que puedes visitar muy cerca de cualquier hogar, encerio en verano es muy turistica. Como decia, tengo 19 años y una vida, segun las lenguas envidiosas, "acomodada", de mucho dinero y esas estupideces. Yo solo se que todo lo que tengo es gracias a que mis padres se esforzaron y lo siguen haciendo para que tengamos una buena vida, y siempre lo hiecieron con honor y respeto al otro. Para que sepan tengo cabello rubio y una test muy blanca, igual a la de mi madre.

Recien me levanto. Me estoy alistando pues sino llego tarde al instituto "Imagine Dragons". Ahi es donde estoy estudiando para ser una gran empresaria algun dia, creo que el mas conforme con todo esto es mi padre, pues a ambos nos gusto lo mismo.

Me cambie, me puse un jean muy casual, una remera roja y me hice una trenza de lado. Ya lista baje y me encontre con mi madre. Hoy era un dia algo triste pero feliz. Y ¿Por que?, por que mi guardaespaldas Gregorio se iba a Londres. El me cuido desde que yo fui muy niña por pedido de mis padres, me acompaño y me protegio, era realmente una persona apreciada por mi, pero ahora le habian ofrecido un nuevo trabajo lleno de muchas oportunidades y obvio no dejariamos que lo desperdicie.

-buen dia amor, al fin despiertas dormilona-dijo mi madre a lo que yo solo rei.

-buen dia ma-dije tomando una manzana que estaba en la mesa y cruzando mi bolso, el cual tenia mis libros.

-recuerda, al salir de clases por favor ven rapido a casa, llegara tu nuevo guardaespaldas, sabes que tu padre y yo no te dejaremos andar sola aun, se que tienes 19 pero, nos dan muchos miedos-rio nerviosa-el te acopañara al instituto y lugares de mas,  ya sabes-dijo obvia y yo rode los ojos.

-si lo se, llegare temprano-dije fastidiada pues no sabia que inutil querria ocupar el lugar de Gregorio y honestamente no me agradaba la idea aun.

-¿Por que esa cara cielo?-dijo acariciando mi mejilla-sabes que es por tu bien, sino estaremos muy preocupados y sabes que nos ponemos pesados-dijo directa y yo rei.

-lo se ma-dije rendida apoyando mi mejilla en su mano-Y...¿Ya saben algo de quien es?-pregunte curiosa.

-bueno pues, tu padre hablo con Jon, su amigo del trabajo, y al parecer este tiene un sobrino, especializado en todo lo que es guardaespaldas, que quiere ganar dinero, asi que lo ofrecio y tu padre acepto-dijo acomodando un par de  cosas en su bolso.

-¡Genial!..-dije sarcastica-un inutil..-susurre.

-¡Hija!-me reto.

-lo siento, pero no me agrada la idea de que remplazen a Gregorio, ademas, ya estoy grande para alguien asi, hasta tu lo dices-dije casi suplicante.

-si, asi como tambien te dije que si no tenemos a alguien que te cuide, nos sentiremos inseguros-me retruco.

-...bien tu ganas-dije con tono perdedor.

-Mama 1, Astrid 0-dijo graciosa y rei-como decia, lo que se hasta ahora del joven es que, su nombre es Hipo Abadejo, tiene 20 años y habilidades de karate y esas cosas que me dicen que con él si que vas a estar a salvo-dijo riendo algo picara.

-¿Por que esa risa picara?-dije curiosa y un poco molesta.

-bueno ya sabes...19 y 20 no son numeros tan lejanos-dijo sonriendome y yo automaticamente me puse seria.

-eres una...ahs olvidalo-dije seria negando con la cabeza.

-jajajajajaja vamos amor-dijo gastandome-se que algun dia encontraras a ese chico ideal-dijo haciendome ojitos.

-si, seguro con mi suerte en el amor-dije sarcastica.

-eso es por que tu no te abres Astrid...-la interrumpi.

-como sea mama, vuelvo a la una, adios-dije seria sin darle importancia y me fui al instituto.

Narra Hipo.

El reloj habia sonado. Marcaba que ya eran la una así que debia alistarme. Hoy estaba despierto desde las 9:00 a.m. estoy relamente ansioso de tener un empleo formal al fin, pues todos los lugares que eh trabajado nunca fueron tan, elegantes por asi decir.

Me puse una remera blanca, una camisa negra arriba y un jean negro, pues debía ir formal pero tampoco tanto, ya que no sabia si trabajaría hoy mismo o que exactamente iba a tener que hacer.

En fin termine y baje a la sala, donde me esperaba mi tío Jon ya que me acompañaria a la casa de los Hofferson para presentarme y demas. El tio Jon no es exactamente mi tio de sangre, sino el hombre que me recogio de la calle a los 17 años cuando habia perdido a mi padre y mi madre..no me queria exactamente ver.

-¡Por fin bajas Abadejo!-dijo exagerando-vamos, vamos dormilón, ¿O acaso quieres llegar tarde a tu primer trabajo formal?-dijo bromeando. El estaba tan emocionado como yo de esta gran oportunidad.

-estoy despierto desde las 9:00 a.m. asi que no se que dices-dije riendo.

-ay chico-suspiro-siempre espere que este momento llegara-dijo mirandome y yo le sonrei.

-yo tambien tio-dije feliz-espero porder hacerlo bien-dije desconfiado.

-¡Oye!, ¿De que hablas?, si yo te entrene-dijo y rei-claro que lo haras bien chico, asi que relajate.

-bien si tu lo dices-dije rendido-ya vamos tio-dije sonriendo.

Como no teniamos auto, ambos caminamos hasta la casa de los Hofferson, y mas que casa diria manción. Era realmente grande este lugar. Pintada de blanco por afuera, con un lugar para estacionar rodeado de hermosas flores, una cabina en la cual estaba un señor algo mayor que nos abrio la reja para poder pasar, y por ultimo unos amplios escalones, seran cuatro o cinco, que permitian la subida a la puerta de los, al parecer, millonarios Sr. Hofferson.

Creo que tendre que cuidar a un heredero millonario o algo asi. Y eso me hizo pensar otra vez pues mi tio nunca me dijo a quien deberia cuidar, solo sabia que era el "Hijo" de los Hofferson. Realmente espero que no sea un pequeño malcriado.

En fin, mi tio me dedico una mirada de confianza y toco la puerta. Tras ella nos abrió una señora realmente elegante y amable.

-buenos dias-dijo sonriendo dulcemente-mi nombre es Celeste y soy la esporsa de Alex Hofferson, pasen por favor y ponganse cómodos-dijo sonriendo y pase luego de mi tio.

-con permiso-dije antes de pasar y vi como esa señora me dedico una dulce mirada.

-¿Como estas tanto tiempo Jon?-dijo saludando a mi tio con un calido abrazo.

-la verdad, muy bien y por lo que veo tu tambien, no dejas de estar tan hermosa-dijo sonriendo y ella rio-este es mi sobrino Celeste-dijo señalandome y ella me extendio la mano, la cual tome delicadamente.

-un placer-dije educado.

-el placer es mio cielo-sonrio-no estes tan tenso, no te tomaremos examen-dijo riendo y mi tio la acompaño.

-lo lamento, estoy realmente nervioso-dije soltando una risilla.

-tu tranquilo, enseguida baja mi niña y te la presento, veras que no es tan dificil lo que te espera, o algunos dias si-dije riendo y yo solo asentí.

-¿Niña?, pense que habias dicho niño-dije hacia mi tio y Celeste rio.

-creo que tiene la fuerza parecida a la de un niño, pero no lo es cariño, es...-dejo de hablar-bueno, mejor vela con tus ojos-dijo riendo y fue hacia el pie de la escalera y grito su nombre-¡¡Astrid, baja cielo!!.

-¿Por que no me dijiste que era niña?-dije susurrando algo alterado hacia mi tio, pues las niñas pequeñas y caprichosas son algo complicadas.

-bueno-dijo sonriendo-yo creo que es mas que una niña Hipo-dijo mirando hacia la escalera y entonces decidi voltear a ver ¿Que era lo que llamo su atencion?.

-pero ¿Que dice...-no pude terminar la frase pues quede boquiabierto. Mi tio tenia razon, es mas que una niña. En serio, es realmente hermoso lo que estaba viendo.

Narra Astrid.

Estaba en mi cuarto, acostada boca abajo en mi cama con mi telefono, cuando escuche que mi madre me llamaba. Supongo que sera por que esta ese nuevo guardaespaldas llego asi que debia bajar.

-dioses-dije suspirando cansada-seguro es otro tarado-dije mirandome en el espejo y acomodando mi trensa-es hombre, joven y seguramente se creera el sexsimbol-dije enumerando con mis dedos-si, seguro es un tarado-dije seria rondando los ojos-bien que sea lo que sea-me dije y fui directo abajo.

Estaba bajando las escaleras y cuando estaba a mitad estas, note en el medio de la sala a un chico. Supuse obviamente que el seria mi guardaespaldas. Aproveche mientras bajaba a mirar un poco como era. Note que estaba vestido de forma casual, es mas alto que yo, tiene un cabello alborotado rojizo casi marrón y por lo que se podia ver, ademas de las pecas, tenia unos ojos verdes, realmente lindos.

Tambien note a un adulto a su lado. Ese era el amigo de mi padre, Jon.

Mientras bajaba estaba algo incomoda. El chico estaba mirandome con la boca abierta y me generaba nerviosismo. Sus ojos verdes eran demaciado lindos a cada minuto que me acercaba, pero de seguro sera otro chico que se cree superior a los demas solo por tener esos ojos, y pensar eso hizo que la seriedad volviese a mi.

Narra Hipo.

Seguía mirándo a esa hermosa chica que bajaba las escaleras. Mi tio tenia razon, no era para nada una niña. Tenia una blusa con mangas hippies, por asi decir, de color celeste y unos jeans azul oscuro que marcaban su figura. Pero lo que me hipnotizo fueron sus hermosos ojos azules. Eran de un celeste explotado, eran...realmente hermosos. Tenia el pelo rubio, parecia de un dorado perfecto, atado en una bella trenza de costado. Era delgada, muy hermosa, pero se encontraba realmente seria. Estaba tan bien, hasta que la tos de mi tío me sacó de todo pensamiento hacia la chica, provocando que rapidamente recupere mi cordura.

-bueno Hipo-dijo Celeste tomando a su hija por los hombros, una vez abajo-ella es Astrid, tiene 19 años y tu seras su guardaespaldas-dijo con una sonrisa- Astrid, Hipo-dijo señalandome-Hipo, Astrid-dijo haciendo lo mismo con una sonrisa.

-Cla...claro, yo la cuidare-empeze a decir nervioso, pero logre controlarme. Nunca habia creido ver a alguien tan, perfecta.

-Celeste ¿Por que no me acompañas a la cocina así hablamos y ellos se conocen?-dijo mi tio rompiendo el silencio algo incomodo.

-me parece perfecto-dijo ella asintiendo y ambos fueron hacia lo que al parecer era la cocina, pero antes de irse, Celeste levanto las cejas de forma repetida hacia su hija, lo que al parecer le molesto pues puso una cara de enojo hacia ella.

Ahora estabamos solos en medio de la sala. Ninguno de los dos decia algo, solo era silencio. Yo la mire un poco de reojo y no evite morder mi labio, ¿Por que rayos no me salia hablarle?, esto nunca me paso, ni la conozco y por alguna razon ya me...pone nervioso.

-¿Estas bien?-su voz me saco de mis pensamientos, al parecer mientras pensaba estaba haciendo caras.

-em, si, si estoy perfecto jaja ya sabes cuando un piensa cosas y...-dije nervioso-lo siento-dije poniendome serio al ver que ella no reia.

-esta bien-dijo seria-ya sabes pues, me llamo Astrid-dijo extendiendo su mano.

-soy Hipo-dije nervioso y le tomo la mano, pero en cuanto lo hice sentí un cosquilleo algo hermoso dentro.

-¿Hipo?-dijo seria y con un tono confuso.

-si, lo se, no es el nombre mas lindo, pero, asi me llamo-dije sonriendo y ella permanecia seria. Aun no le habia soltado la mano y eso no evito que ambos conectaramos nuestras miradas. Sus ojos eran realmente hermoso, no podia dejar de mirarlos, pero de un segundo a otro ella solto mi mano rapidamente.

-bueno, si comienzas mañana ya sabes,  tendras que ayudrme con libros y cosas-dijo seria y algo molesta-no se si ya te habran dicho algo o eso.

-bien-dije algo incomodo, pero seguro-me dijeron que tendia que ir a donde tu vallas y quedarme ahi-dije sonriendo.

-ahs-suspiro molesta-si, eso debes hacer y mas vale que no seas un idota de esos que creen que pueden mandarme y esas cosas, son mis tiempos-dijo seria-por que en ralidad no te necesito, soy una casi adulta y se cuidarme sola.

-¿Entonces por que crees que estoy aqui?-dije sin pensar con algo de seriedad.

-por que mis padres quieren cuidarme-me contesto molesta-nada de lo que te importe, solo preocupate por lo que te dije y ya, idas y vueltas, nada mas-dijo seria-no necesito a un perro tras de mi.

-si, tienes razon, lo lamento-dije normal para evitar que se siga alterando-ya me imaginaba-dije sonriendole para ver si la podia hacer reir-esto de consentir a un rico jajaja, ya sabes, esos que lo tuvieron todo, siempre-dije pero creo que fue el peor error que cometi, pues no le saque una sonrisa exactamente, sino que la hice fruncir el seño.

-¿Que dijiste?-dijo seria acercandose a mi.

-am...nada, olvidalo, ¿Si?-dije nervioso alejandome un poco, pues su mirada seria daba miedo.

-no vamos repitelo-dijo molesta-¿¡Quien te crees para juzgar asi?!, no soy una rica consentida, mi familia es muy trabajadora y a logrado crear este hermoso lugar trabajando, no siendo "Rica" como dices-dijo realmente molesta-¡Aj! sabia que serias un idiota-dijo enojada y voltio a subir las escaleras realmente enfadada, seguramente hacia su cuarto. Mi primer instinto fue querer ir  por ella, pero llegaron mi tío y Celeste, quienes al parecer escuhcarn un poco.

-Hipo-dijo Celeste y yo voltie a verla.

-encerio no quise decir nada ofencivo-dije preocupado-pero...

-tranquilo cielo-me sonrio-Astrid, es muy temperamental, no tuvo a un chico tan cerca, no tiene casi ningun amigo y tiene su corazon muy cerrado para que nadie se lo vuelva a herir, su familia es lo unico que ama y pues, no se tomara nada  a risa relacionado con nosotros-dijo riendo-no hasta que te conozca mejor, asi que tranquilo-dijo sonriendome y yo asenti algo apenado.

-bueno, vamos Hipo-dijo mi tio serio-mañana a las 8:00 a.m. debes estar aquí y bueno iniciaras al fin-dijo sonriendome-por favor mas formal jajajaja-bromeo y Celeste lo acompaño en la risa.

-tu vistete como quieras cariño, pero si de una forma elegante-dijo sonriendo-mañana conoceras a Clara, la cocinera y si viste al hombre de la cabina se llama Mark y es el portero.

-bueno, gracias-dije sincero.

-denada, que tengan buen dia-dijo antes de que ambos salgamos.

Estabamos caminando hacia la casa. Yo iba mirando hacia el piso con las manos en los bolsillos. La verdad me quede mal, no quiza insultar a Astrid, ella se lo tomo asi y creo que resto un monton de puntos. Ahora me costaria un monton acercarme a ella. ¡Que verguenza!.

-Hipo-me llamo mi tio haciendo que salga de mi transe-..escuche lo que paso hijo, y solo te diré que así es trabajar con los ricos, se ofenden fácil cuando los tratas como son, así que no te preocupes-dijo serio-total esto es solo para ganar dinero así te podre ayudar con tus estudios, ya sabes-dijo y yo asentí.

-lo se, lo se-dije algo atormentado-pero estuve mal, y lo sabes-dije mirandolo.

-...puede que si, es decir, ella no te conoce para entender que era un chiste, pero no te atormentes muchacho-dijo mirando hacia adelante.

-mañana le pedire perdon, espero que eso arregle las cosas-dije sincero.

-que raro-dijo mirandome picaro y cambiando su tono de voz-el gran Hipo Horrendo Haddok Abadejo III, va a pedir perdon tan rapido-dijo yo me sonroje.

-¿Q...que dices?-dije serio.

-¿Que digo?-dijo sarcastico-que al parecer la hermosa señorita Hofferson te parecio realmente bonita, o mucho mas que eso-dijo riendo.

-ya-dije serio.

-¡Ay dioses!, apenas la viste quedaste boquieabierto, parecia que ibas a babear-dijo riendo.

-claro burlate-dije serio.

-¿Lo niegas?-dijo levantando una ceja-inspeccionaste a esa chica de arriba a abajo en menos de tres segundos, seguro ya sabes cuanto tiene de cintura, el talle de pecho y no nieges que miranste su trasero-dijo riendose.

-ya, eres un...tonto-dije sonrojado y serio adelantando el paso, y escuche su carcajada a lo lejos.

Estaba decidido, mañana hablaria con ella, tal vez suavice las cosas y pueda estar mas cercano. Mi tio si tenia razon, si Astrid me volvio algo loco apenas la vi, pero no soy un mujeriego que se deja guiar por el cuerpo nada mas, quiero conocerla, saber de ella y por que es tan cerrada de corazón.

Narra Astrid.

Tal como yo lo predije, es un idiota ese tal Hipo. ¿Quien se cree para hablar asi de mi familia?, ni a el ni a nadie se lo permitiria. Dioses que torpe que es. Si admito, que sus ojos me dejaron realmente hipnotizada, ese verde, parecian dos preciosas esmeraldas, pero no tiene cerebro y menos despues de lo que dijo. En fin, ya era un dia largo asi que debia dormir. Mañana de seguro es un misterio.

Al dia siguiente.

La alarma sonó. Eran las 9:30 a.m. Me cambie, me puse un jean azul oscuro, una blusa roja y mi tipica trenza con mi lazo marron y me prepare para bajar. De seguro ese tal Hipo ya estaria abajo, realmente no tengo ganas de cruzarmelo pero, lo voy a hacer tarde o temprano y prefiero hacerlo ya.

Al bajar me enconte con la sala vacia, mi madre ya habia salido para el trabajo y seguro Clara hacia las compras, pues a esta hora siempre salia. Fui directo a la cocina por una manzana, si no salia pronto para el instituto se haria tarde, pero ¿Adivinen que?, me enconte con el señor Haddok desayunando. Estaba de espaldas a mi, hasta que sintio mi presencia y volteo.

-buenos días srta Hofferson-dijo normal, mirandome muy atento, como odio que me llamen así, tan formal.

-con decir Astrid estará bien-dije seria pasando a tomar una manzana de la frutera que estaba frente a el, pero cuando la iba a agarrar, sentí un tacto realmente suave, que tomo mi mano. Era el, habia puesto su mano sobre la mia antes de que tomara la manzana y suavemente la agarro de una forma realmente caballerosa. Al instante lo mire sorprendida y algo sonrojada, pues senti que mi cara se calentaba. Nadie nunca me habia tomado asi, menos un chico. Y menos un chico como Hipo. ¡¿Que digo?!.

-muy bien, Astrid sera-dijo sonriendome y seguía tomando mi mano y mirándome a los ojos verdes lo que me comenzó a intimidar. Pero no se por que, podia y por alguna razon tampoco queria, sacar mi mano.

-su..suel..-me interrumpio.

-Astrid, antes que nada debo decirte algo...-dijo serio y yo estaba realmente desorientada.

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¡¡¡HASTA AQUII!!!

Primero que nada esta es mi primera historia Hiccstrid y estoy realmente nerviosa ,pero espero que les guste por que va de corazón ¡¡Gracias!!

¿¿QUE PASARA AQUII??¿¿ASTRID SE DEJARA CONVENCER?? ¿¿QUE LE DIRA??

Muy pronto

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Mc



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