¿me enamore de mi enemigo? ivan x litolmic
Pasan los días y
Santi siempre había notado que había algo más entre Litolmic y Ivan, a pesar de que ambos se odiaban mucho. Siempre estaban discutiendo y peleando, pero Santi había visto algo en sus ojos que le hacía pensar que había algo más profundo.
Santi estaba decidido a descubrir qué era. Quería saber qué secreto escondían Litolmic y Ivan, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para descubrirlo.
Un día, Santi se acercó a Nabi y le dijo: "Nabi, tengo una teoría sobre Litolmic y Ivan".
Nabi se sorprendió. "¿Qué teoría?", preguntó.
Santi sonrió. "Creo que hay algo más entre ellos. Algo que no quieren admitir".
Nabi se rió. "¿Qué? ¡Eso es ridículo! Litolmic y Ivan se odian".
Santi se encogió de hombros. "Sí, eso es lo que quieren que creamos. Pero yo creo que hay algo más".
Nabi se sorprendió. "Bueno, si crees que hay algo más, entonces debemos descubrir qué es".
Santi sonrió. "Exacto. Y tengo un plan para hacerlo".
Nabi se rió. "¿Qué plan es ese?"
Santi sonrió. "Vamos a encerrar a Litolmic y Ivan en una habitación y ver qué pasa".
Nabi se sorprendió. "¿Qué? ¡Eso es locura!"
Santi se encogió de hombros. "Sí, puede que sea locura, pero estoy dispuesto a intentarlo".
Nabi se rió. "Bueno, si estás dispuesto a intentarlo, entonces yo estoy dispuesto a ayudarte".
Y así, Santi y Nabi comenzaron a planificar su plan para descubrir el secreto que escondían Litolmic y Ivan.
Santi y Nabi llevaron a Litolmic y Ivan a una habitación pequeña y sin ventanas. La puerta se cerró detrás de ellos y se escuchó el sonido de la llave que giraba.
"¿Qué está pasando?", preguntó Litolmic, mirando alrededor de la habitación.
Ivan se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que Santi y Nabi están tratando de hacer que pasemos un buen rato juntos".
Litolmic se rió. "Eso es ridículo. No hay nada entre nosotros".
Ivan se acercó a Litolmic y lo miró con una sonrisa pícara. "Bueno, no te preocupes. Solo estoy aquí para pasar el rato contigo".
Ivan, por otro lado, parecía estar disfrutando del momento. Se rió y se acercó más a Litolmic,
Litolmic se sintió un poco abrumado por la proximidad de Ivan. No sabía qué hacer ni cómo reaccionar.
Ivan se rió y se acercó aún más a Litolmic, hasta que sus rostros estuvieron a solo unos centímetros de distancia.
"Litolmic", susurró Ivan. "Eres tan adorable cuando te enfadas. Me gusta verte así".
Litolmic se sintió un poco confundido. No sabía qué hacer ni cómo reaccionar.
De repente, Ivan se inclinó y besó a Litolmic en la mejilla.
Litolmic se sorprendió y se apartó de Ivan. "¿Qué estás haciendo?", preguntó.
Ivan se rió. "Solo estaba besándote, Litolmic. No te preocupes".
Litolmic se sintió un poco enfadado. "No me gusta que me beses", dijo.
"¿Por qué te enfadas tanto cuando te beso?", preguntó Ivan.
Litolmic se encogió de hombros. "No me enfado", dijo. "Simplemente no me gusta que me beses".
Ivan se rió. "Oh, Litolmic. Eres tan adorable cuando te enfadas".
Litolmic se sintió un poco enfadado. "No me enfado", repitió. "Y no me gusta que me beses. ¿Puedo irme ahora?"
Ivan se sorprendió. "¿Qué? ¿No quieres hablar sobre esto?"
Litolmic se negó con la cabeza. "No. No quiero hablar sobre esto. Quiero irme".
Ivan se encogió de hombros. "Bueno, si eso es lo que quieres...".
Litolmic se levantó y se dirigió hacia la puerta. "Sí, eso es lo que quiero", dijo.
Ivan se rió. "Bueno, entonces adiós, Litolmic".
Litolmic salió de la habitación sin decir nada más. Ivan se quedó solo, sonriendo para sí mismo.
"Creo que Litolmic no entiende sus propios sentimientos", dijo Ivan para sí mismo. "Pero no importa. Yo sé lo que siento. Y voy a seguir intentando hacer que Litolmic se dé cuenta de lo que siente por mí".
Litolmic salió de la habitación y se dirigió hacia su dormitorio. Estaba enfadado y confundido. No entendía por qué Ivan siempre tenía que estar molestandolo.
Al llegar a su dormitorio, Litolmic se tiró en la cama y se cubrió la cara con una almohada. No quería pensar en Ivan ni en lo que había pasado.
Pero no podía evitarlo. La imagen de Ivan sonriendo y besándolo seguía apareciendo en su mente. Litolmic se sintió un poco mareado y confundido.
De repente, escuchó un golpe en la puerta. Litolmic se levantó y abrió la puerta. Era Santi.
"Hey, Litolmic", dijo Santi. "¿Estás bien? Te vi salir de la habitación de Ivan y parecías enfadado".
Litolmic se encogió de hombros. "Estoy bien", dijo. "Solo estoy un poco... confundido".
Santi se sentó en la cama de Litolmic. "¿Qué pasa?", preguntó. "¿Qué te dijo Ivan?"
Litolmic se negó con la cabeza. "No importa", dijo. "Solo quiero olvidarme de todo esto".
Santi asintió con la cabeza. "Bueno, si eso es lo que quieres... Pero si necesitas hablar con alguien, estoy aquí para ti".
Litolmic sonrió un poco. "Gracias, Santi", dijo.
Pero justo en ese momento, Litolmic escuchó un ruido detrás de Santi. Se levantó y miró hacia la puerta. Era Ivan, sonriendo y mirando a Litolmic con una expresión seductora.
Litolmic se sintió un poco enfadado al ver a Ivan en la puerta. "¿Qué quieres?", preguntó.
Ivan se rió. "Solo quería ver cómo estabas", dijo. "Me preocupaba que estuvieras enfadado conmigo".
Santi se levantó de la cama. "Ivan, creo que Litolmic necesita un poco de espacio", dijo. "¿Por qué no te vas y lo dejas en paz?"
Ivan se encogió de hombros. "Bueno, si eso es lo que Litolmic quiere...", dijo.
Litolmic asintió con la cabeza. "Sí, eso es lo que quiero", dijo.
Ivan sonrió. "Bueno, entonces me voy", dijo. "Pero no te preocupes, Litolmic. No me rindo tan fácilmente".
Litolmic se sintió un poco incómodo al escuchar las palabras de Ivan. No sabía qué quería decir con eso.
Ivan se dio la vuelta y se fue, dejando a Litolmic y Santi solos en el dormitorio.
Santi se sentó en la cama de nuevo. "Litolmic, ¿qué pasa con Ivan?", preguntó. "¿Por qué siempre te está molestando?"
Litolmic se encogió de hombros. "No lo sé", dijo. "Pero creo que Ivan tiene sentimientos por mí".
Santi se sorprendió. "¿Sentimientos?", repitió. "¿Qué tipo de sentimientos?"
Litolmic se sintió un poco incómodo. "No lo sé", dijo. "Pero creo que Ivan me gusta... de una manera que no quiero admitir".
Santi se rió. "Bueno, Litolmic", dijo. "Parece que tienes un problema en tus manos".
Litolmic se sintió un poco incómodo al admitir sus sentimientos por Ivan. No sabía qué hacer con ellos ni cómo procesarlos.
Santi se rió de nuevo. "Bueno, Litolmic", dijo. "Parece que tienes un problema en tus manos. Pero no te preocupes, estoy aquí para ayudarte".
Litolmic sonrió un poco. "Gracias, Santi", dijo. "Significa mucho para mí que estés aquí para mí".
Santi asintió con la cabeza. "Por supuesto, Litolmic. Eso es lo que hacen los amigos, ¿verdad?"
Litolmic asintió con la cabeza. "Sí, eso es cierto".
Continuara...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top