6. Grace
Lo último que veo es la sonrisa maliciosa de Savannah, ella no dice nada antes tirar esa cubeta sobre mí. Y entonces todo oscurece. Todo es azul. Mis manos, mi cabello, mi ropa y... Oh, no, mi libro.
Me quedo allí sin poder entender lo que está pasando. Estoy atónita, el libro de Faye es azul y no tengo el valor de levantar la vista.
Risas, murmullos y flashes, todo comienza a aparecer alrededor de mí, crecen con los segundos y sé, que estoy siendo completamente rodeada.
Cuando me armo de valor y me quito mis gafas estropeadas, todo se ve tan nublado. No sé si son mis ojos o soy yo que estoy completamente confundida.
- ¿Por qué m-me hiciste esto? - Pregunto con un hilo de voz a la chica en frente de mí.
Savannah rudea los ojos con una sonrisa.
- Alguien tenía que advertirte ¿No? - Me dice y luego mira al público a nuestro alrededor - ¿O dejaríamos que una perdedora como ella intentase algo con nuestros novios?
Su comentario hace que todos vuelvan a reír, sus miradas sobre mí me hacen pequeña.
- N-no sé de q-que estás hablando... - Admito.
- Y yo creír que eras una cerebrito - Se burla - Vamos, no seas estúpida, Zayn me lo ha dicho todo ¿De verdad pensaste que podías tener una chance con él? - Me apunta con el dedo - Mírate - Comienza a escanearme con una mueca.
Mis ojos se llenan de lágrimas. Comienzo a parpadear rápidamente para evitar que caigan pero todo esto es demasiado. Miro a las personas a mi alrededor y lo veo a él. Zayn parece tan sorprendido como yo, sus ojos están abiertos y sus labios entreabiertos. Cuando chocamos miradas, él no dice nada, pero puedo ver la pena en sus ojos.
Pero claro, si eso es lo que doy, pena. Toda yo soy un chiste, pero ¿Quién se ha creído él para dar por hecho que me gustaba? Sé que me sonrojo, tartamudeo y me pongo tímida cuando estoy con él, pero es porque me intimida ¡No porque me gusta!
- A mi n-no me gusta t-tu novio S-s-avannah.
- N-n-n-n-no m-m-me d-d-d-d-digas - Se burla de mí. Todos vuelven a reír.
He tenido suficiente.
Le lanzo una mirada a Zayn, él baja la cabeza. Me voy.
En el momento que comienzo a arrastrar mis pies fuera de la escena, todos se escabullen de mi paso, la primera es Savannah que me mira con asco y prácticamente corre para no tocar la pintura.
Sé que estoy dejando un camino azul por todo el pasillo, y sé que mañana tendría que lidiar con ello.
Cuando salgo, la lluvia sigue cayendo. Hace frío y rechazo la idea de irme en bici, el tráfico sería peligroso. No puedo llamar a mi madre para que salga del trabajo a buscarme, no puedo darme el lujo de arruinar el asiento del auto. Además, ella volvería a echarse la culpa por las cosas que me suceden. Ella no debe cargar con mi dolor.
Tampoco puedo llamar a Faye o a Niall, ellos están en su cita de aniversario y nunca me perdonaría arruinarles eso. Acabo de arruinar el libro de Faye y es suficiente para sentirme culpable por diez años más.
Suspiro, será una larga caminata a casa.
La lluvia me empapa, tirito de frío, pero al menos se me irá un poco la pintura. La brisa en mi cara es insoportable mientras camino con mi bici a mi lado, mis dedos se van congelando al igual que mi nariz.
Quiero borrar este día de mi vida. Sé que no debería sorprenderme que Zayn no haya hecho nada al respecto, pero algo en mí tenía la ilusión de que diría algo. Lo vi en sus ojos, vi la culpa, la lástima. Él ocasionó esto.
No lo entiendo. Cuanto más trato de quedarme fuera del radar, más al centro voy. Dejo que Zayn me humille y hago su tarea sin rechistar ¿Por qué tiene que hacerme esto?
Y Savannah... No sé me ocurre nada para que olvide mi existencia. Solamente debo prepararme mentalmente para el chiste que será el resto de mi año.
Treinta minutos después, llego a mi casa sin sentir mi cuerpo. La lluvia no cesó en todo el camino y si antes estaba mojada, ahora estoy empapada de pies a cabeza.
Me quito los zapatos y las medias y los dejo fuera en el porche para no ensuciar dentro.
Cuando abro la puerta, Maggie está comiendo galletas frente a la televisión. Intento escabullirme directo a la escalera pero ella me atrapa.
Sus ojos se abren sin poder creer lo que ve. El payaso color azul que soy se encoge de hombros.
- Por favor - Comienzo tragándome las lágrimas - No preguntes.
Increíblemente, ella asiente. Pero no deja de verme mientras desaparezco a la planta superior.
Una vez en la ducha, lloro. Lloro en silencio, pero las lágrimas no paran. Estoy veinte minutos bajo el chorro de agua caliente sin moverme, mi cabeza gacha, el agua esparciéndose a mi alrededor y mi llanto incesable.
Cuando me pongo mi pijama, sucede lo que sabía que iba a suceder, estornudo.
Y ese es el principio de mi estúpida gripe, como si necesitase más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top