38. Grace
No... No puedo creer lo que acaba de pasar. En mi cabeza bailan destellos de lo sucedido. Zayn frente a nuestra mesa, Harry cayendo al suelo de un empujón los puños de Zayn sobre su rostro... Parece ficción.
Se me escapa un pequeño sollozo mientras mi mano presiona el hielo sobre la mejilla de Harry.
- No llores, Grace, no es nada - Me medio sonríe Harry.
Lo miro algo perdida. Él no es la razón de mi llanto.
Intento sonreírle de vuelta pero no lo logro, solo puedo asentir lentamente.
Luego de que el guardia echara a Zayn del restaurante, el hombre a cargo se acercó a nosotros ofreciéndole asistencia a Harry. El restaurante entendió la acción de Zayn como el atacante y a Harry como la víctima. De alguna forma, así lo fue.
Nos encontramos detrás de la cocina, en un pequeño salón que utilizan como depósito. Harry se encuentra sentado sobre la mesa. Su mejilla comienza a ponerse púrpura y su ceja izquierda apenas ha dejado de sangrar, seguramente aparezca un moretón allí también.
- No sé como decir lo siento - Le digo sin mirarlo, concentrada en la bolsa de hielo.
No he dejado de decir lo siento desde que Zayn desapareció.
- No es...
- Sí - Le interrumpo - Sí es mi culpa. Si hubiese sabido que Zayn iba a estar aquí...
- No había forma de saberlo. Y además ¿Qué tiene de malo? Él no tiene ningún poder sobre ti.
Sé que tiene razón, que la reacción de Zayn fue totalmente inadecuada. Pero algo dentro de mí entiende porqué lo hizo y no puede juzgarlo.
- Es que... Tú no sabes como son las cosas - Suspiro.
La mano de Harry se coloca sobre mi muñeca, alejando el hielo que sostengo de su mejilla. Su mirada se posa en mí y su expresión se vuelve seria.
- No sabré con exactitud que hay entre ustedes dos, pero creo que tú estás perdiendo de vista el panorama completo - Comienza, frunzo el ceño - ¿Con quién vino Zayn aquí?
- Con Savannah - Contesto en voz baja.
- ¿Y quién es Savannah para él?
- Su... Su novia.
- Entonces ¿Zayn está contigo?
Demoro en contestar.
- ¿Tú eres la novia de Zayn? - Vuelve a reformular la pregunta.
Sacudo la cabeza intentando no soltar las lágrimas que comienzan a amontonarse en mis ojos.
Harry lo nota y con sus manos toma mi rostro y lo alza para que pueda verlo desde su altura sobre la mesa.
- Grace, no quiero hacerte sentir peor. Solo estoy intentando que veas la realidad. No entiendo qué derecho crees que tiene Zayn sobre ti - Suspira - Qué derecho tiene para venir aquí a hacer una escena de celos por una simple cena entre amigos, cuando él por su parte está en una cita, con su novia - Remarca la palabra "novia" - Lo que hizo no estuvo bien. Te hizo sentir culpable cuando él por su parte estaba haciendo lo mismo. Peor, porque nosotros no somos nada, ellos han estado juntos por Dios sabe cuánto.
Asiento lentamente sintiendo las lágrimas comenzar a caer por mis mejillas, primero lento y luego amontonadas y rebeldes.
Harry abre sus brazos y me encierra en ellos, mi cuerpo acomodado entre sus piernas. Mi cabeza se apoya en su pecho y me retiene allí hasta que poco a poco mi respiración vuelve a la normalidad.
- No se merece nada de lo que sientes - Murmura.
No sé si quiso decírmelo o si pensó en voz alta. Giro mi cabeza hacia arriba, encontrándome con sus ojos verdes.
- Gracias - Le respondo con un hilo de voz.
Él se limita a asentir, se toma unos segundos antes de inclinar su cabeza hacia mí.
Siento que va a besarme y mi cuerpo se tensa, no quiero esto. No ahora. Sus labios se acercan más a mi rostro y mis ojos se cierran sin saber que esperar.
Siento el calor de sus labios en mi frente. Dejando un casto beso que hasta ahora no sabía que necesitaba.
- Gracias - Vuelvo a repetir, ahora una pequeña sonrisa adorna mi rostro.
Harry me sonríe de vuelta.
- Vamos, Faye y Niall deben estar preocupados - Dice.
No hemos estado más de media hora en el depósito, pero se sienten como horas. Mientras nos dirigimos de vuelta a nuestra a mesa, Harry coloca su brazo sobre mis hombros de forma reconfortante. El gesto hace que me acerque más a él.
Intento mantener la sonrisa pero la cara de Zayn no desaparece de mi cabeza. El labio sangrando, sus ojos cargados de furia... Solo espero que Savannah lo esté cuidando. Porque después de todo, es con ella que debe estar.
En el restaurant parece que nada ha sucedido. Cuando hacemos nuestra reaparición unas pocas cabezas se giran para ver el estado de Harry, el hace un gesto de "okay" con su mano y entonces todos vuelven a lo suyo.
- Esta cena acabó siendo mucho más interesante de lo que imaginé - Dice Faye en cuanto nos sentamos de vuelta.
Harry ríe tranquilamente, yo me limito a mirar mi plato vacío.
- Creo que ya me voy - Digo levantándome de la silla segundos después de haberme sentado.
Los tres pares de ojos se posan sobre mí.
- Grace, ya pasó, ya se fue - Me dice mi amiga, refiriéndose a Zayn.
- No estoy de ánimos Faye, creo que puedes entenderlo.
Mi amiga asiente lentamente y se mira rápidamente con Niall.
- ¿Quieres que te acompañemos a casa? - Pregunta ella.
Sacudo la cabeza.
- Caminaré, pero gracias - Apenas sonrío.
Mi amiga vuelve a asentir en silencio. De repente la atmosfera se ha vuelto incómoda.
- Vamos, yo te llevo - Dice Harry. - Necesito descansar.
En el trayecto a mi casa intento contener el llanto que de repente ha vuelto a picarme. Miro por la ventana, evitando como Harry me mira de reojo en cada oportunidad que tiene.
- No quiero que estés así Grace. - Voltea a verme en un semáforo en rojo.
- No te preocupes, se me pasará - Me encojo de hombros.
Él niega con la cabeza.
- Pero no es justo, él tendría que estar así, no tú.
Algo me dice que él no está muy lejos de sentirse como yo.
- Tiene otros dolores de los que preocuparse - Respondo en referencia a los golpes.
Al llegar a mi casa me despido de Harry besando su mejilla y rogándole que descanse y se recupere. Prometo que le enviaré un mensaje mañana y él solamente me sonríe y me desea buenas noches.
- Me la pasé muy bien - Digo - Bueno, antes de... Ya sabes.
- Te entiendo, yo también, Grace.
Cierro la puerta del coche y sacudo mi mano en saludo.
Al entrar a casa todo está silencioso, camino casi en puntas de pie para no despertar a nadie. Estoy a punto de subir las escaleras cuando la luz del living se prende sobresaltándome.
- ¿Grace?
- ¿Maggie?
Mi hermanastra se encuentra echada en el sillón con una manta. Su pelo recogido en una despeinada coleta y su ceño fruncido. Estaba durmiendo.
- ¿Qué haces llegando a las...? - Mira su teléfono - ¿Una de la mañana?
Me encojo de hombros y cuando voy a contestar ella me interrumpe.
- ¿Estás llorando?
- Voy a dormir, Maggie.
Me doy vuelta para seguir mi camino pero ella vuelve a llamarme.
- Si no te sientas aquí y me cuentas que ha ocurrido despierto a tu madre.
Suspiro y abro mis brazos en desentendimiento.
- ¿Por qué quieres saber?
Se demora unos segundos en contestar, se ve confundida.
- No lo sé... Es que tú no lloras seguido. Debe haber ocurrido algo gordo.
Tiene razón.
- ¿Tienes tiempo? - Pregunto mientras me siento en el mismo sofá.
- De sobra.
Le cuento desde el comienzo, bueno, algo ella sabía por haberme encontrado con Zayn en la casa. Le cuento de las clases de biología, de Savannah, de Liam y Maya, de la aparición de Harry, de la salida-cita, de la pelea...
- Primero, debemos ir a cortarle las mechas a esa rubia mal pintada.
No puedo evitar reír.
- ¡Maggie, ni siquiera la conoces!
Mi hermanastra , que está siendo extrañamente comprensiva, hace un gesto de "no me importa".
- Seguro tiene el pelo mal pintado - Insiste, pongo los ojos en blanco - En fin ¿Sabes qué tienes que hacer ahora?
- ¿Qué? - Pregunto algo confundida.
- Ir a ver a Zayn.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top