34. Grace

Compramos helado, el mío es de vainilla y el suyo de menta. No hace frío, pero aún así Zayn opta por abrazarme y mantenerme cerca de su cuerpo. Y así permanecemos sentados en una banca despintada, alejada del resto.

- ¿Estás bien? - Me pregunta de repente.

Asiento.

- Creo que no podría estar mejor - Admito, con la mirada fija en unos niños que corren alrededor de un tobogán. 

- Yo tampoco - Responde antes de presionar un beso en mi frente.

Se siente pegajoso y al tocarlo me doy cuenta que hay rastros de helado verde en mi rostro.

- ¿Enserio, Zayn? - Me río, y acto seguido pongo un poco de helado en su nariz.

Él ríe conmigo. Toma mi rostro con la mano que no sostiene su helado y de un lenguetazo quita los restos de menta.

- ¡Estás frío! - Me quejo pero no puedo dejar de reír, y me acerco a él para hacer lo mismo con su nariz, y pronto acabamos besándonos de nuevo. - Okay, nuestros helados se derretirán.

Zayn encara una ceja como respuesta.

- ¿Un helado es más importante que mis besos?

Definitivamente no. Mucho menos cuando sus labios saben a ello.

Respondo empujando su nuca con mi mano y aplastando sus labios contra los míos una vez más.

Vainilla y menta, una combinación perfecta.

- Zayn, tenemos que hacer la tarea de bio - Me separo de él repentinamente.

Poniendo los ojos en blanco, él resopla antes de robarme un corto beso.

- Sí, um, yo lo resuelvo, Grace.

Encaro una ceja.

- Zayn... - Comienzo tomando su mano - No me molesta. Además, es una buena excusa para pasar tiempo contigo - Admito en voz baja.

Siento mis mejillas calentar, no puedo creer que haya dicho eso.

Siento mi mentón elevarse, y pronto me encuentro con la sonrisa de Zayn. Una sonrisa honesta, diferente a la que le pone a sus amigos o a Savannah en el instituto.

- ¿Así que ahora necesitas excusas para pasar tiempo conmigo?

Me encojo de hombros.

- En ese caso - Dice él - ¿Qué tal si hacemos la tarea de todo el año?

Me río, y lo abrazo con ambas manos ahora que terminé mi helado. Él me corresponde y se siente tan bien, tan natural.

- Enserio, Zayn. Necesitas aprobar, por los dos - Inquiero más seriamente. 

Su semblante se vuelve serio también al entender a lo que me refiero.

- Esa chica Maya me las pagará, tú solo espera...

- La venganza no lleva nada. Y el mal solo lleva a más mal - Le digo, él entre cierra los ojos pero acaba asintiendo - Si hacemos las cosas bien, todo acabará pronto.

Zayn sonríe, su mano acaricia mi mejilla.

- ¿Por qué eres así?

- ¿Así cómo? - Pregunto confundida.

- Así como... Perfecta.

Son casi las ocho de la noche cuando Zayn me deja en casa. Nos quedamos charlando un buen rato, compartiendo besos y caricias. Y por un momento, me pregunto si esto es lo que uno siente cuando se enamora. Esa necesidad de acurrucarme a él, de escuchar su voz, de extrañarlo el mismo minuto que se fue. 

En mi estómago las mariposas bailan, en mis mejillas manda el color rosa y en mi corazón los latidos no caminan, corren.

Cuando entro en la casa, Maggie se encuentra estirada en el sofá, comiendo mis cereales favoritos. Directamente de la caja, por supuesto.

Pero por alguna extraña razón no me importa. Ni siquiera cuando me ve y hace una mueca, ni cuando intenta hacer un comentario acerca de lo ardiente que es Zayn y lo aburrida que soy yo. 

Me encuentro a mi misma paseando en la cocina, preparando pasta mientras canturreo una canción que no sabía que conocía.

Me siento estúpida. Alegremente estúpida.

¿Así se siente el amor?

Mamá y Clyde llegan, cenamos los cuatro en 'familia', con Maggie lanzándome pequeñas miradas burlonas y por fin subo a mi habitación.

- Grace, tienes que ayudarme.

Esas son las primeras palabras que oigo de Faye a través de la línea.

- Por supuesto ¿Qué sucede? - Pregunto tirándome en mi cama.

- Bueno... ¿Recuerdas lo bien que Niall y Harry se llevaron en la fiesta?

- Um, sí - Digo no muy convencida. En realidad no recuerdo haberlos visto hablando, pero es posible. Los dos son extremadamente agradables.

- Al parecer han tenido esta extraña idea de hacer una cita doble. Niall y yo nunca hemos estado en una y Harry cree que es una gran idea para que nos conozcamos.

- Ajá... - Replico sin comprender mucho su punto.

- ¿¡Eso es un sí!? - La voz de Faye ahora es diez veces más chillona.

Frunzo el ceño.

- ¿Un sí a qué?

- A ser la cita de Harry.



-


¡Hoooola chicas!

Disfruten de su capítulo y una vez más gracias por votar y comentar!

Anna

Xx


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top