25. Zayn
Mi corazón nunca había palpitado de esta manera. Ni siquiera la primera vez que besé a una chica ni cuando le pedí a Savannah que fuese mi novia. Jamás había sentido mi corazón correr de la forma que lo hace, y solo hay una persona detrás de esto: Grace.
- ¿Qué nos sucede? - Le pregunto, pero sé que no necesito una respuesta.
Me gusta Grace, eso me sucede. Me gusta desde que leí ese estúpido trabajo y tuve la primer pista de la hermosa chica detrás del seudónimo perdedora. Me gusta desde que se quitó las gafas y vi por primera vez esos dulces ojos chocolate. Me gusta desde que sentí sus dedos trazar mi piel por primera vez. Me gusta desde que vi como otros chicos intentaban llegar a ella. Me gusta desde que demostró tener un corazón más grande que el del resto. Me gusta desde que se puso un vestido y me di cuenta que su belleza interna es tan grande como la externa.
Me gusta Grace.
- Zayn creo que...
- Me gustas - La interrumpo.
Grace se detiene un momento y luego pestañea con incredulidad, sus mejillas teñidas de ese bonito rubor que siempre tiene.
- ¿Y-yo? - Se señala a sí misma sin salir de su asombro.
Aprieto su mano en la mía.
- Sí, tú, y lamento haber tardado una semana en darme cuenta - Sonrío y puedo ver como ella lucha por contener la suya. - Esta noche pasé un infierno cuando te encontré con Harry en su habitación. Por favor, dime que tú y él...
- No somos nada - Replica ella en ese intante, mirando la unión de nuestras manos y luego volviendo a mis ojos.
Sé que quiere decir algo por la manera en que su pecho se hincha con cada respiración, por como su lengua pasa disimuladamente entre sus labios numerosas veces. Solo mantengo la mirada hasta que esté lista para decirme lo que tenga que decirme.
- Bueno, um, supongo que también debería decirte como me siento - Me dice y sonrío sin esperar nada de ella. Se siente extrañamente bien haber sacado eso de mi pecho. - Zayn, tú... Me intimidaste, avergonzaste, gustaste, decepcionaste, pero... Estas semanas me he dado cuenta que... - Se toma un respiro antes de continuar - Con cada día que pasaba, dejabas de ser una cara bonita y pasabas a ocupar mayor parte de mi pensamiento.
Mi sonrisa se extiende. Grace baja la mirada y suelta una risita nerviosa antes de susurrar:
- Mentiría si te dijera que no siento lo mismo.
Y sé que está sonrojada porque no ha volteado a verme aún.
Nunca había obtenido las palabras más correctas en mi vida. Ningún te amo de Savannah o cualquier otra chica se había sentido así.
- ¿Grace? - Murmuro, suelto su mano solo para tomar suavemente su mentón y obligarla a mirarme.
Sus ojos brillan sobre los míos y no necesito más que esto. Ella y yo, aquí.
- ¿Dejarías que te bese? - Pregunto sin dejar de acercarme a ella.
Puedo verla tomar una bocanada de aire, su mano se acerca a mi rostro tímidamente, toca mi mejilla y su pulgar acaricia mi piel en un gesto tan íntimo y especial.
- Quiero que me beses - Susurra mirando sus piernas - Pero tienes novia, Zayn.
La imagen de Savannah viene a mi cabeza e inconscientemente una mueca dolorosa aparece en mi rostro.
- ¿Podemos olvidar que existe por un momento? - Encaro una ceja, Grace ríe.
Sus dos manos sobre mí, una acaricia mi mejilla y la otra se distrae enredando sus dedos en el cabello detrás de mi nuca. Cierro los ojos perdiéndome en su tacto.
Sonrío. Si no quiere que la bese ¿Por qué se mantiene tan cerca de mí? ¿Por qué me toca de esta manera?
- Grace, si no te detienes... - Comienzo, mi voz ahora suena más como un ronroneo.
Abro los ojos para encontrar a la chica que me gusta con las manos en alto.
Frunzo el ceño y hago un puchero.
- Últimamente no entiendo que hago con alguien como Savannah cuando existen chicas como tú...
Grace me mira con una pequeña sonrisa, su mirada se vuelve tan dulce y especial que literalmente tengo que alejar mi rostro del suyo o acabaré besándola contra su voluntad.
Pero eso no es necesario, porque algo en mis palabras parecen haberla encantado, ya que sucede lo que nunca imaginé que podría suceder entre nosotros: Sus manos se arrastran a mi cuello, nuestra cercanía parece acortarse en cámara lenta y en cuanto siento sus labios sobre los míos, todo a mi alrededor se derriba. Todos los muros que alguna vez construí contra ella, todo el mundo materialista en el que vivía, todo se derrumba en un beso.
Mis manos se amoldan a su rostro, tocando impaciente la piel de sus mejillas, no puedo resistirme a mover mis labios con los suyos. Nunca esperé que un inocente beso sacara chispas de mi interior.
Grace me sorprende con su avidez, sus esponjosos labios succionan mi labio inferior de la forma más dulce que he sido besado en mi vida. Y luego me suelta. Mi lengua trazándose sobre mis labios obteniendo el delicioso sabor a cereza que traen los suyos.
Parpadeo atónito, el beso duró apenas veinte segundos pero me quitó todo el aire que tenía.
- Tengo que irme - Me sorprende diciendo, su mano se aferra débilmente a la manija y aprovecho su distracción para tomar su mentón nuevamente y en menos de dos segundos atraerla a mí para besarla nuevamente.
-
¿Reacciones? ¿Se lo esperaban? :)
Anna
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